Leones por corderos (película de 2007)
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Narra tres historias vinculadas entre sí: un congresista (Tom Cruise) concede una exclusiva a una periodista (Meryl Streep). Al mismo tiempo, un idealista profesor (Robert Redford) trata de motivar a un alumno aventajado de su clase. Por otro lado, dos soldados americanos destinados en Afganistán, antiguos alumnos del profesor, resultan heridos
Sinopsis
Es la historia de varios individuos en distintas situaciones personales al finalizar la guerra de Afganistán: un senador que intenta convencer de una última estrategia exhaustiva a una periodista de televisión, un catedrático idealista que busca persuadir a uno de sus estudiantes más prometedores de que cambie el rumbo de su vida actual, y dos hombres jóvenes, luchando en las nevadas montañas de Afganistán, cuyos deseos de vivir una vida con sentido les conducen a unirse a las tropas norteamericanas y luchar contra el terrorismo global.
Crítica
- Lo Mejor: El compensado reparto
- Lo Peor: Su falta de posicionamiento que deriva en falta de interés
El cine va por modas y las modas no suelen ser ajenas a lo que pasa en el mundo. En esta primera década del siglo XXI gracias al imparable avance de comunicaciones el mundo parece haberse hecho mucho más pequeño y todos nosotros interaccionamos con gente de otros lugares anteriormente remotos, ahora cercanos, sobre todo en las consecuencias de nuestros actos.
Esta característica ha sido reflejada en algunas películas actuales como la reciente Babel, de Alejandro González Iñarritu. Otra característica importante de esta nueva época que inauguramos posiblemente el 11 de Septiembre de 2001, cómo no, es el miedo, sentimiento dominante en gran parte del mundo que no se ve tan segura como años atrás, amenazada por un enemigo invisible que parece omnipresente. Ha sido este “miedo global” tratado también recientemente en innumerables producciones de manera más o menos explícita o metafórica (el cine de catástrofes ha vuelto).
De la combinación de estas características sociales, y focalizándolas en puntos de máxima actualidad, añadiéndole unos tintes de thriller político hemos tenido algunos ejemplos recientes (Leones Por Corderos o Syriana), y esta, El Expediente Anwar (Rendition es el título original) es el último exponente de este reavivado género.
Dirigida por Gavin Hood (realizador de la premiada Tsotsi) y con un reparto lleno de caras conocidas como Jake Gyllenhall, Resse Witherspoon o Meryl Streep, la película supone una decepción por varios motivos y el primero es su alarmante falta de originalidad. La historia que cuenta, la del científico Anwar El-Ibrahimi, emigrante egipcio en EEUU que es llevado a una cárcel ilegal fuera de las fronteras americanas (un silogismo de Guantánamo), su esposa que intenta encontrarle entre los densos muros del sistema político de la primera potencia del mundo, y la del agente con remordimientos encargado de su custodia es bastante previsible y flaquea en los momentos clave en los que la película debería posicionarse, pues pretende ser una crítica suave, disimulada y paternalista de las intervenciones de Estados Unidos en el resto del mundo y su constante falta de respeto por los derechos humanos y las libertades individuales. Adolece la trama además, de que por entrar en consonancia con películas de efecto dominó (como la anteriormente mencionada Babel), intenta por todos los medios relacionar a todos los personajes entre sí de manera artificiosa y artificial, restándole gran parte de credibilidad al desarrollo y construyendo un castillo de naipes que se derrumbará inevitablemente en el último giro del guión, mal ejecutado, confuso y bastante injustificado.
Por lo tanto estamos ante una película entretenida, con ritmo y buenas actuaciones por parte del elenco protagonista, pero que se queda a medias de todas sus intenciones y acaba siendo una película del montón y quedando sepultada por otras recientes producciones de similar temática pero mayor calidad.
