Panteón Loma de la Gloria
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Panteón Loma de la Gloria, ubicado en el poblado de Madruga, provincia de Mayabeque, fue inaugurado el 12 de agosto de 1901."
Historia del lugar
El Consistorio Municipal en su sesión del 19 de octubre de ese año planteó entonces que este sitio quedaría bajo la custodia del Ayuntamiento que al recibirlo había aceptado en nombre de la Corporación el encargo de conservarlo y embellecerlo tan pronto existieran fondos disponibles de Obras Públicas.
Lo anterior, además de constituir un compromiso del gobierno local para ese entonces, revela la aspiración de mejorar su imagen, limitada por los imperativos del momento dado por la aguda crisis económica de posguerra.
El hecho de estar en una zona aislada llevó a que en él se produjesen actos de vandalismo por lo que el Ayuntamiento municipal decidió en la década de 1940 proteger el conjunto por intermedio de un cercado.
La Orden Militar No-176. “Ley Estableciendo los Días Festivos Nacionales” aparecidos en la Gaceta Oficial el 19 de marzo de 1903 declaró en su artículo II el día de homenaje nacional a los muertos por la independencia el 7 de diciembre de cada año. Este hecho ayuda sin duda a crear una tradición que se ha extendido hasta el presente.
Significación histórica
No obstante las consideraciones acerca de su significación histórica han sido diversas. Pablo Oliva Reyes, personalidad que participó en el proyecto de inauguración en 1901, en sus escritos conocidos como Madruga. Antecedentes para la historia de este termino municipal de la provincia de La Habana, refiere que en él se encontraban sepultados 48 combatientes hijos de Madruga y Pipían, más seis orientales de la tropa de Antonio Maceo, caídos en las inmediaciones durante la gesta independentista de 1895.
Esta afirmación contradecía lo que hasta el momento se conocía y que según se dice era avalado por un documento cuyo original se encuentra enterrado en una caja metálica en el lugar y una copia, al parecer en poder del Dr. José Julio Leiva Cepero, de la que se valió para publicarla en su revista escolar Antorcha y que relacionaba el número de combatientes llegando estos a sumar treinta y dos.
Este distinguido maestro, de procedencia humilde, tuvo el honor de formarse bajo el amparo de la familia Pardiñas de la que José María fue el promotor de la obra, por lo que no es arriesgado determinar la procedencia de tal documento y su disposición como historiador, actividad en que también se distinguió, no obstante la situación condujo a una confusión que nos obligó a tomar partido entre ambos.
En fin, se considera que la edad avanzada de Pablo en los momentos en que hacía sus apuntes, distantes 49 años de los sucesos, pudo haber conducido a un error de apreciación, mas tenía a su favor haber sido una personalidad de la cultura con innegables aportes a la historia y la prensa también local.
Revisando la colección de Antorcha existente en el Museo Municipal, en la sección “Comentando nuestra historia” de enero de 1947 el coronel Eliseo Figueroa Mirabal relata la suerte seguida por su hermano Carlos Martínez Mirabal, jefe de escolta del General José María Bolaños, Secretario de Hacienda en el Quinto Cuerpo del Ejército Libertador, en el combate de Ayala en que herido de gravedad fue socorrido por sus compañeros y dejado al cuidado de una familia campesina en las inmediaciones de Catalina de Güines que desapareció en el transcurso de la contienda por lo que fue imposible rescatar el cadáver del hermano y que sin embargo, aparece en la relación aportada por Pablo; dejó abierta la posibilidad de que este historiador se hubiese confundido copiando la relación de combatientes que aparecen en el Cenotafio ubicado en la intercepción de las actuales calles 27 y 38 junto a la esquina del Comité Municipal del Partido.
Posteriormente en 1969, elementos contrarrevolucionarios llevaron a cabo la destrucción de lugar dando lugar al disgusto de la población. Para 1975 se hacía necesaria su reconstrucción por lo que el Buró Municipal del Partido orientó a la Administración Local la solicitud de intervención de la Comisión Nacional de Patrimonio que encomendó la elaboración del proyecto al arquitecto Daniel Taboada , realizándose ese año la peregrinación con otra imagen en el monumento.
Pese a conocerse bien los nombres de los que allí se encuentran sepultados, tal y como se puede inferir en los anexos que se presentan y en las indicaciones del proyectista, en la Resolución No-36 de la Comisión Nacional de Monumentos, firmada en la ciudad de La Habana el 31 de diciembre de 1981 en que confiere la categoría de Monumento Local a la Loma de la Gloria en el tercer Por Cuanto se plantea:
“En esta batalla- refiriéndose al Combate de Moralitos perecen 32 de los mejores combatientes, que posteriormente son sepultados en la Loma de la Gloria, muy cerca del poblado de Madruga, donde se erige un monumento a su recuerdo”.
Esta resolución fue aprobada antes de constituirse el Museo Municipal por lo cual no pudo corregirse tal error.
La situación creada, resuelta sin ninguna otra alternativa inteligente, nos obliga a una reconsideración; es indiscutible la universalidad del mensaje político del panteón de la Loma de la Gloria, pero se había quedado paralizada en el tiempo, ello nos dio la posibilidad, incluso atendiendo a su denominación original Mausoleo de la Gloria de contextualizarla, de llevarla a los momentos actuales y sin exponer los valores originales de la que es portadora, crear un espacio para los revolucionarios madrugueros que dieron su vida por esta Revolución en un momento posterior a su construcción.
Fuente
- Datos obtenidos del proyecto de Restauración del Mausoleo realizado por Carlos Miguel Suárez Sardiñas, Historiador de la Localidad de Madruga.