Milcíades II

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Milcíades II
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Busto de Milciades, copia romana de un original griego.
NombreMilcíades II
Nacimiento550 a. C.
Atenas, Grecia
Fallecimiento488 a. C. (62 años)
Atenas, Grecia
Causa de la muerteGangrena
ResidenciaAtenas, Grecia
NacionalidadÁtico
Otros nombresEl Maratonómaco, el Joven
CiudadaníaAteniense
OcupaciónPolítico, líder militar
TítuloStrategos durante la batalla de Maratón por Maratón
Término489 a.C.
SucesorTemístocles
Partido políticoAristócrata
CónyugeHegesípila
HijosCimón de Atenas, Elpinice
PadresCimón Coalemos

Milcíades II el Joven, también conocido únicamente como el Maratonómaco por su participación en la batalla de Maratón, fue un estadista militar y político griego.Perteneciente a la familia de los Filaidas, fue además arconte epónimo de Atenas y Gobernador del Quersoneso tracio.

Nacimiento y origen familiar

Nació en la ciudad de Atenas, Grecia, en el 550 a. C.; y murió en la misma en el año de 488 a. C., a la edad de 78 años. Fue hijo de Cimón I el Viejo y nieto de Esteságoras I. Fue hermano de Esteságoras II y esposo de Hegesípila, la hija del rey de los tracios, Óloro. Con esta tuvo a su hijo Cimón II, y tuvo por hijo también a Metíoco antes de casarse.

Gobernador del Quersoneso tracio

El primero de sus cargos políticos importantes fue el de tirano del Quersoneso tracio en el 516 a. C. Ahí había sido enviado en trirreme por Hiparco e Hipias luego de que el sucesor de su tío Milcíades I (el cual era hermanastro de Cimón I, su padre), su hermano Esteságoras II, muriera. Por lo que se necesitaba que alguien tomara el control para mantener los suministros de trigo que llegaban desde el Ponto hasta Atenas. Para conservar este cargo y buscando reestablecer el desorden que se había generado durante el gobierno de su hermano, Milcíades se recluyó en la casa de este para supuestamente guardarle luto; aunque en realidad se trataba de una trampa para emboscar a los principales líderes de la localidad y darles muerte. De esta forma, y armado con 500 mercenarios tracios, Milcíades consolidó su tiranía en Quersonero luego de casarse con la princesa del lugar, Hegesípila I

Campañas militares

Hacia el 500 a. C., anexionó las islas de Lemnos e Imbros, conquistadas por los persas, a sus dominios . Lemnos había sido conquistada en 512 a. C. por Ótanes, quien había nombrado gobernador militar a Licareto. Es curioso que ninguna fuente mencione la presencia de tropas persas en la isla.

Hay quien retrasa la conquista de Lemnos hasta los años entre el 510 y 506 a. C. y que la cedió voluntariamente a los atenienses2​ entre 496 y 493 a. C., sin duda para intentar involucrar a Atenas en la sublevación jonia, a fin de contar con una buena acogida en Atenas en el caso -cosa que sucedió y es relatado infra- de tener que abandonar el Quersoneso, ante el mal cariz de las operaciones militares de los jonios contra Darío.

La incursión de los escitas motivó su marcha en el 495 a. C. Ante el avance del rey persa Darío I, una vez había cruzado su ejército de Asia a Europa y ante la amenaza de ser atacados, los escitas se dirigieron al Quersoneso e intentaron convencer a los griegos de Jonia, encargados por Darío I de la custodia del puente, durante 60 días, que habían tendido los persas sobre el río Istro, a cortar el puente y a liberarse del yugo persa.

Milcíades propuso también a los guardianes del puente que no dejasen escapar la ocasión de liberar Grecia, ya que ante un posible fracaso de la invasión persa, los habitantes de Asia de origen griego se sublevarían contra los persas. Ante la negativa de la mayoría de los tiranos de las ciudades jonias de secundar el plan, y al recibir Milcíades, noticias de que los fenicios, aliados de los persas, se hallaban en Ténedos, Milcíades huyó y zarpó de la ciudad de Cardia con cinco trirremes y con sus riquezas, rumbo a Atenas. Mientras costeaba el litoral norte del Quersoneso con intención de cruzar el golfo de Melas, los fenicios se lanzaron al abordaje de sus naves, capturando un trirreme.

Milcíades consiguió refugiarse en Imbros con los otros cuatro trirremes. Al mando de la nave capturada estaba Metíoco, el mayor de los hijos de Milcíades, y fue conducido a presencia de Darío I, quien en lugar de infligirle ningún daño ni pedir rescate, le concedió todo tipo de bienes y una esposa persa con la que tuvo hijos que fueron considerados persas de pleno derecho. Por su parte, desde Imbros, Milcíades se trasladó a Atenas.

Darío I, ante el fracaso de la invasión de Escitia, depuso a Mardonio y nombró como generales a Datis y Artafernes para que atacaran Escitia y Atenas. A esta, porque los jonios habían tomado Sardes gracias a la ayuda ateniense. Estos generales atracaron su flota en Eubea y conquistaron enseguida Eretria, deportando a sus habitantes al territorio asiático del Imperio persa.

Regresó al Quersoneso hacia el 494 a. C., una vez se habían retirado los escitas, vuelta que fue propiciada por los doloncos.

Regreso a Atenas

En el 493 a. C., se vio obligado a volver a Atenas. Mientras tanto los persas habían desembarcado en una bahía en la Tetrápolis, la zona nororiental del Ática, a unos 40 km de al noroeste de Atenas. La bahía estaba protegida al norte de las peligrosas corrientes del estrecho de Eubea por el promontorio de Cinosura («la cola del perro»). A dicha bahía daba una llanura de unos 50 km de largo por 5 de ancho, que se extendía desde las estribaciones orientales del monte Pentélico. El terreno no era muy propicio para una batalla en la que se emplearan grandes efectivos, pues la llanura estaba dividida transversalmente por el torrente Caradro y en ambos extremos había zonas pantanosas, siendo la situada al norte impracticable.

Se ha aducido que las razones que impulsaron a los persas a desembarcar allí fueron los consejos de Hipias, que pensaría poder repetir con la ayuda de los partidarios que tenía en la Diacria, el éxito de su padre Pisístrato al regresar definitivamente a Atenas. La perspectiva de que Hipias volviera a ocupar el poder no disgustaba a ciertos sectores de las clases más humildes del Ática, que recordaban la atención que les había dispensado Pisístrato.

Cuando arribó Milcíades, sus enemigos políticos le hicieron comparecer ante un tribunal acusándolo, en virtud de una ley contra la tiranía, de haberla ejercido en el Quersoneso. Fútil pretexto, dado que la presencia de Milcíades en el Quersoneso había sido muy positiva para Atenas al asegurar el aprovisionamiento de cereales desde el Mar Negro. Las verdaderas razones debieron ser, posiblemente la oposición de un partido, entre los que estaban Temístocles y Arístides, frente a las demás facciones atenienses: los Alcmeónidas por su actitud no beligerante en la sublevación jonia; a los partidarios de los Pisistrátidas por el asesinato de su padre, Cimón I; y a los filopersas, en general, por haberse visto obligado a abandonar el Quersoneso.

Proceso que no prosperó y libre de cargos (prueba de la inmensa popularidad de Milcíades en Atenas y el declive de la influencia política de sus adversarios) fue elegido estratego.

Batalla de Maratón

A Milcíades se le atribuye a menudo el mérito de haber ideado las tácticas que derrotaron a los persas en la Batalla de Maratón. Milcíades fue elegido para servir como uno de los diez generales ( strategoi ) para 490 a. C. Además de los diez generales, había un 'gobernante de guerra' ( polemarch ), Calímaco , que tenía que decidir, con los diez generales divididos en partes iguales, cinco a cinco, si atacar a los persas que habían aterrizado en Maratón bajo el mando. de Datis , o esperar para luchar contra ellos más cerca de Atenas. Milcíades, el que tenía más experiencia en la lucha contra los persas, insistió firmemente en que se combatiera a los persas de inmediato, ya que un asedio de Atenas conduciría a su destrucción. Convenció a Calímaco de usar su voto decisivo a favor de un ataque rápido.Se le cita diciendo "Creo que, siempre que los Dioses hagan juego limpio y no favorezcan, podemos sacar lo mejor de él en el compromiso". Milcíades también convenció a los otros generales de la necesidad de no usar las tácticas habituales de usar hoplitas dispuestos en una falange distribuida uniformemente armados con escudos y lanzas , tácticas que de otro modo no se desviaron durante 100 años, hasta la época de Epaminondas. Milcíades temía que la caballería de los persas atacara los flancos y pidió que se apostaran más hoplitas allí que en el centro. Ordenó que las dos tribus del centro, la tribu Leontis dirigida por Temístocles y la tribu Antioquis dirigida por Arístides , se alinearan a una profundidad de cuatro filas, mientras que el resto de las tribus, en sus flancos, se alineaban en ocho filas rangos.Milcíades también hizo que sus hombres marcharan hasta el final del campo de tiro de los arqueros persas, llamado la "zona batida", y luego se lanzaron directamente hacia el ejército persa. Una teoría del éxito griego en la batalla es la falta de caballería persa. La teoría es que la caballería persa abandonó Maratón por una razón no especificada, y que los griegos se movilizaron para aprovechar esto atacando. Esta teoría se basa en la ausencia de cualquier mención de la caballería en el relato de la batalla de Herodoto, y una entrada en el diccionario Suda.

Campaña de Paros

Aumentado su prestigio por la victoria en la batalla de Maratón, convenció a los atenienses de zarpar y atacar la isla de Paros en la primavera del 489 a. C. Es posible que Milcíades, privado de sus posesiones en el Quersoneso, deseara imperar en otro lugar. Atracó la flota ateniense en la bahía al norte de Paros. Se dirigió por tierra hasta la capital de la isla del mismo nombre, situada en la costa occidental, y exigió a los parios mediante un heraldo cien talentos (unos 2590 kg de plata, cantidad exorbitante que permite pensar que, por estas fechas, la isla constituía el centro neurálgico del comercio insular de Mar Egeo) y que de no pagar los aniquilaría. Los parios, al amparo de la noche doblaron la altura de las murallas más expugnables. Una noche tuvo lugar un incendio en un bosque. Los parios y los atenienses creyeron que los marineros persas estaban haciendo señales. Los parios abandonaron toda idea de rendirse y Milcíades ante la posible aparición de la flota persa hizo quemar las obras que cercaban Paros. Milcíades aconsejado por una cautiva paria, profanó durante la noche, el santuario de Deméter Tesmófora, con la esperanza de que los parios se desmoralizasen al enterarse de la profanación o de la desaparición de algún objeto sagrado (tal vez el robo del Paladio de la ciudad, estatua milagrosa de una divinidad que hacía invencible a la comunidad que la poseía. Al saltar precipitadamente el muro del templo se golpeó la rodilla, que le produjo una herida que se le infectó. Dado su mal estado de salud, emprendió la vuelta a Atenas tras 27 días de asedio, sin los cien talentos y sin haber conquistado Paros.

Proceso y muerte en Atenas

Los atenienses lo acusaron de traición y de ser sobornado por los persas para abandonar Paros. Milcíades, enfermo, por las heridas recibidas, fue defendido por sus amigos. El pueblo le absolvió de la pena de muerte, por su triunfo en Maratón y por la conquista de Lemnos, pero se le impuso una multa por un importe de 50 talentos (unos 1295 kg de plata). Por no haber podido pagar esta multa al contado fue encerrado en prisión, muriendo después del juicio a causa de la pierna gangrenada. La multa de 50 talentos la haría efectiva su hijo Cimon.

En la acera izquierda de la Vía Sacra de Delfos se encuentran los restos de un exvoto ofrecido por Atenas en recuerdo de los fallecidos en Maratón, entre las estatuas estaba Milcíades, en este momento se deduce que ya estaba rehabilitado, por lo cual esta escultura debió donarse en torno al 460 a. C., y no en el 490 a. C., fecha de la batalla. El grupo escultórico fue atribuido a Fidias, realizado en bronce, compuesto por dieciséis figuras.

Fuentes

  • Heródoto, Historia VI,35-41
  • Helmut Berve : Milcíades. Berlín 1937.
  • Peter J. Bicknell: La estructura de mando y los generales de la campaña de maratón. En: L'Antiquité classique . Volumen 39, 1970, págs. 427-439.
  • Creasy, Edward Shepherd (1880). The Fifteen Decisive Battles of the World: from Marathon to Waterloo (en inglés) (1 edición). Nueva York: Crowell.
  • JAS Evans (1963) "Notas sobre la captura de Lemnos por Milcíades" Filología clásica, vol. 58, núm. 3, págs. 168-170
  • Plutarco. "Vidas"