Anexo:Modelos de lectura

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Modelo bidireccional de lectura
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Modelo de enseñanza de la lectura como proceso de carácter bidireccional en el que se combinan de manera flexible las operaciones ascendentes y las descendentes, en tanto las de una naturaleza operan como herramientas respecto a las de índole contraria.

Modelos de lectura.En la primera aproximación al concepto de lectura se le consideró como una mera transferencia de información, como proceso lineal de decodificación de palabras. En consecuencia el primer modelo de enseñanza de la lectura se conoce con los nom­bres de lineal, ascen­dente o modelo sintético puro. [1]

Evolución de los modelos de lectura

El texto do­mina y el lector es un receptor pasivo cuya única labor es absorber el significado. Esta concep­ión tiene importantes con­secuencias para la didáctica, pues la productividad se mide por su coincidencia con lo que quiso de­cir el autor.

Por otra parte, el auge del [Conductivismo|conductivismo]] condujo a considerar la lectura como un proceso de fijación de hábitos y habilidades que siguen un orden lineal, contiguo y unidireccional, en el que la identificación de las palabras conduce al descubrimiento del significado.

Más tarde, al producirse el cuestionamiento de la noción estructuralista de la lengua, aparece otro modelo que traslada el énfasis a una progresión de sentido contrario. Es decir, del todo a las partes.

Finalmente, el auge de las teorías cognitivistas y constructivistas dio lugar a la aparición de un nuevo modelo a inicios de la década de los noventa: el modelo interactivo o interaccional, que toma su nombre de la interacción o transacción que se produce entre el autor y el lector. La mayoría de las versiones actuales del enfoque interactivo han tenido una fuerte orientación ascendente.

Modelos

  • Descendente
  • Analítico puro o psicolingüístico de Goodman.
  • Interactivo o interaccional.

La propuesta suponía alcanzar «una comprensión del proceso en el que el lector debe muestrear, predecir, inferir, confirmar y corregir» [2].

Limitaciones del modelo interactivo

Este modelo supera a sus predecesores; sin embargo, las estrategias de lectura son consideradas procedimientos generales, se asume a la lectura como proceso unidireccional (de la identifica­ción a la interpretación) en el que se reconstruye el significado, apoyándose por una parte en las ideas expuestas en el texto y por la otra en el conocimiento previo del tema; lo que resulta coincidente con la idea de Paul Ricoeur de que «leer es asociar un nuevo discurso al discurso del texto» [3].

Al asumir la existencia de estrategias de lecturas universales se desconocen las potencialidades y limitaciones individuales, el aprendizaje cooperativo y el papel dirigente del maestro.

La noción de interactividad que da nombre a este modelo, alude únicamente a la re­lación emisor–receptor. Al evaluar este modelo desde una perspectiva didáctica, queda claro que la interactividad debería considerar además el papel dirigente del maestro, la cooperación entre lectores (o pares) y la utilización de herramientas.

Re­sulta indispensable recordar la ley genética del desarrollo formulada por Vigotsky y el carácter mediado del aprendizaje. Debe recordarse que esta mediación es tanto de carácter social como instrumental y que el proceso requiere ciertos niveles de ayuda. Se trata de la ilustración de un proceder externo del que debe apropiarse el lector.

Por otra parte, la interpretación resultante de la dialéctica entre lo que el texto intenta trasmitir y lo que aporta la subjetividad cognoscitiva y afectiva del lector no tienen lugar en una progresión unidireccional. En la interpretación, al intervenir toda la gama de asociaciones que el texto evoca en la mente del lector, se sigue un orden "espiraloide" y multilateral. La simplificación de este proceso como una progresión unidireccional ha prevenido a la didáctica de las lenguas de la utilización de unas estrategias en apoyo de otras.

Modelo de lectura desarrollador

A partir de presupuestos pedagógicos y didácticos actuales relacionados con la interpretación y el enfoque histórico–cultural se propone un nuevo modelo de enseñanza de la lectura como proceso de carácter bidireccional en el que se combinan de manera flexible las operaciones ascendentes y las descendentes, en tanto las de una naturaleza operan como herramientas respecto a las de índole contraria.

Al procesar el contenido del texto, el lector no solo hace suyo su contenido, sino que lo valora desde su perspectiva y, a la vez, revalora esta a la luz de los nuevos conocimientos y claves culturales que el texto le proporciona. A este modelo se le denominó modelo bidireccional interactivo. [4].

El modelo bidireccional interactivo constituye una representación de la lectura como proceso consciente y autorregulado en el que el lector avanza en dos direcciones de procesamiento, de las partes al todo y del todo a las partes, sin un orden fijo o preestablecido, sino caracterizado por un constante intercambio de direcciones y por la ejecución de unas u otras operaciones en dependencia de la naturaleza del texto, del propósito de la lectura, de las claves culturales de que dispone y de la cooperación que logre establecer con otros lectores.

Estas operaciones se encuentran interrelacionadas, muestran un carácter contiguo, unas veces simultáneas y otras alternas, y se ejecutan en una espiral de progresión. Es apreciable la alternancia entre la identificación de las unidades menores (grafemas, morfemas y palabras) y la inferencia, la predicción, el muestreo, la confrontación y la reformulación y la de estas últimas con la identificación de unidades menores en los enunciados siguientes.

Este carácter bidireccional debe ser asumido como principio en la enseñanza-aprendizaje de la lectura, y como un requisito adicional de la enseñanza de lenguas extranjeras.

El modelo bidireccional interactivo constituye una nueva representación de la lectura como proceso consciente y autorregulado que se apoya en la alternancia y simultaneidad de las operaciones de procesamiento de uno u otro sentido de progresión, que da carácter de principio y herramienta a este mutuo condicionamiento.

Referencias

  1. (Quintana, 2001)
  2. (Goodman, 1982. Pág. 27)
  3. (Ricouer, 1981, pág 158)
  4. (Montejo, 2005.)

Véase también

Bibliografía

  • Álvarez, L. (2004). Saturno en el espejo y otros ensayos. Ciudad de La Habana Editorial Unión.
  • Goodman, K. (1982). El proceso de lectura: consideraciones a través de las lenguas y del desarrollo. En E. Ferrreiro, Nuevas Perspectivas sobre los procesos de lectura y escritura (págs. 13–27). México: Siglo XXI.
  • Grabe, W. (2000). Current Developments in Second Language Reading Research Language. En S. Donald, Landmarks of American Language and Linguistics (Vol. 2, págs. p. 136–151). Washington D.C.: Office of English Language Programs.
  • Montejo, M. (2005). Modelo bidireccional interactivo para la reconstrucción y autorregulación de estrategias de lectura en inglés como lengua extranjera. Tesis en opción del grado de doctor en Ciencias Pedagógicas. Camagüey: Universidad de Ciencias Pedagógicas "José Martí".
  • Quintana, H. (2001). La enseñanza de la comprensión lectora. Odisea de la Comunicación - Segundas Jornadas sobre comunicación aumentativa y alternativa ISAAC. Valencia: Disponible en: [http:/www.apoyolingua.com. Apoyolingua]
  • Ricouer, P. (1981). Hermeneutics and the human sciences: Essays on language, action and interpretation. Cambridge: Cambridge University Press.
  • Ricouer, P. (1974). The Conflict of Interpretation. Essays on Hermeneutics. Evanston: Northwestern University Press.

Fuente

  • Montejo, M. (2005). Modelo bidireccional interactivo para la reconstrucción y autorregulación de estrategias de lectura en inglés como lengua extranjera.
  • Tesis en opción del grado de doctor en Ciencias Pedagógicas. Camagüey: Universidad de Ciencias Pedagógicas "José Martí".