Monoteísmo

(Redirigido desde «Monoteísta»)
Monoteísmo
Información sobre la plantilla
Cristo Bizantino.jpg
Concepto:Es la creencia en la existencia de solo dios.

El monoteísmo (del griego μονο-, uno, θεός, dios, e -ισμός, doctrina) es la creencia en la existencia de una única divinidad, negando la existencia de otros dioses. Para el practicante de la religión monoteísta Dios es un ser inmaterial relacionado con las ideas y los conceptos filosóficos más puros, ajeno en esencia de la materialidad característica de los seres vivientes y demás entidades físicas del universo. La mayoría de las religiones contemporáneas se consideran monoteístas, como son el cristianismo, el judaísmo y el islamismo. El monoteísmo contrasta con el politeísmo, que es la creencia en la existencia de varios dioses.

Breve historia del concepto

Monoteísmo es un término acuñado en el siglo XVII no como antónimo de politeísmo, sino de ateísmo. Un monoteísta, pues, era una persona que creía en Dios, no alguien que creía en la existencia de una única entidad espiritual a la que se podía o debía llamar Dios. La comprensión de este término se ha perdido en el discurso contemporáneo, por lo que su reintroducción en cierto modo carecería de utilidad, dada su amplia difusión y aceptación en los ámbitos académico y popular.

Monoteísmo primitivo

Los teóricos racionalistas protestantes y evolucionistas contemporáneos han rechazado categóricamente y desenmascarado ya durante la década de 1950 la creencia de ciertos grupos premonoteístas sobre la inspiración o revelación divina del origen de la religión y del carácter primitivo del monoteísmo. La teoría seudocientífica del premonoteísmo, formulada primero en Rusia entre 1873 y 1890 por el místico V. S. Soloviev y luego seguida en Inglaterra en 1898 por el periodista y folklorista británico A. Lang, pretendió demostrar la adoración por ciertos pueblos muy remotos de un ser celestial supremo, con la intención de apoyar el carácter primigenio del monoteísmo, terminando en un escándalo por falsificación. Se pudo demostrar que la idea de un dios único (ser o espíritu celestial supremo) es un fenómeno relativamente reciente en la historia de la religión y relacionado con la complejidad de la estructura colectivista de las sociedades humanas. A pesar del escalabro, estas ideas perduraron y se rehabilitaron parcialmente durante la década de 1960 en la doctrina del preteísmo. Sin intentar resolver el problema del contenido y forma de la religión primitiva o afirmando el carácter genesíaco del monoteísmo, el preteísmo insiste en que la fe en lo divino constituye la esencia original del hombre, como el estrato más profundo de su psiquis, y forma parte de la doctrina católica actual.

Los estudios evolucionistas, por otro lado, sostienen que las primeras nociones religiosas consideradas por el hombre en su trayecto evolutivo hacia la civilización eran supersticiones del tipo más grosero, apenas diferentes de las de sus antecesores salvajes. El hombre primitivo, al interpretar los fenómenos de la naturaleza circundante, reconoció el funcionamiento de una inteligencia y una voluntad ampliamente superior a la suya propia, puesto que al carecer de la experiencia y el conocimiento científico no podía tener otra manera de acercarse a estos de otra forma que no fuera la magia y la religión.

Religiones monoteístas

Cristianismo

Su génesis se remonta al siglo I, en las provincias orientales del Imperio Romano producto de la fusión y penetración mutua entre las concepciones religiosas de algunas sectas mesiánicas del Mediterráneo oriental. El cristianismo primitivo incluía elementos politeístas o monolátricos de las religiones grecorromanas y orientales, ciertas concepciones de la filosofía idealista de la antigüedad clásica. Surgió como una religión de los desposeídos en la esperanza de librarse de la opresión , al menos en el otro mundo; sin embargo fue adaptándose paulatinamente a los fines de las clases dominantes hasta convertirse en la religión oficial del Imperio Romano a comienzos del siglo IV.

Existen tres ramas fundamentales del cristianismo: catolicismo, protestantismo y ortodoxia. Éstas a su vez poseen ramificaciones y sectas las que, a pesar de sus muchas divergencias, reconocen a Jesucristo como hijo de Dios y fundador de la religión.

Judaísmo

Religión plenamente de origen y difusión hebreos. La historia del judaísmo se ha dividido en cuatro períodos: bíblico, talmúdico, rabínico y reformista. En su génesis bíblica la religión se apegaba a creencias primitivas, expresadas en la adoración de las montañas, la Luna, las plantas y los animales. A finales del segundo milenio a.n.e ocurre la transición desde las antiguas creencias en las fuerzas de la naturaleza a la veneración de ídolos protectores y del poder de los jefes y ancianos, en medio de la descomposición del régimen tribal y el paso a una organización clasista. La verdadera transición del politeísmo primitivo hacia el henoteísmo cada vez más orientado hacia el monoteísmo ocurre en el siglo XI a.n.e. con la constitución de un estado esclavista y la elevación de Jehová como dios principal. Los dogmas monoteístas del judaísmo son fundados en el año 621 a.n.e. con la reforma religiosa del rey José y establecida en el Antiguo Testamento.

El período talmúdico se desarrolla posterior a la conquista del estado judaico por Alejandro de Macedonia en el siglo IV a.n.e. y de Roma en el siglo I de n.e., momento en el que los ideólogos de la religión adaptan la literatura religiosa a las nuevas condiciones sociopolíticas y elaboran el Talmud en el siglo V. Durante la Edad Media el rabinato se convierte en el baluarte del judaísmo, estableciendo un sistema peculiar de limitaciones destinadas al sometimiento del pueblo en el mayor aislamiento posible; período en el que florece la doctrina mística de la Cábala, en la que se mezclan elementos judáicos, islámicos y orientalistas.

En la etapa capitalista ocurre la reforma del rabinismo. El judaísmo en Alemania se pronuncia en contra de la autoridad del Talmud y la idea del salvador celeste a principios del siglo XIX, y más tarde, a finales del mismo siglo, ya reformado, sanciona al sionismo. En Israel el judaísmo es prácticamente la religión oficial. En su nueva doctrina del neojudaísmo, sus sacerdotes predican la tesis de que Israel se rebeló y habita permanentemente el espíritu de Jehová, unida a la concepción sionista acerca de que todos los hebreos deben agruparse alrededor de Sion, idea chovinista sobre el carácter elegido del pueblo hebreo.

Islamismo

Surgió a comienzos del siglo VII en Arabia occidental, durante la formación del estado árabe clasista. Su doctrina está expuesta en el Corán, cuyo contenido, según cuenta la tradición, fue comunicado por el dios Alá al profeta Mahoma. Su docrina reconoce a un solo dios verdadero, Alá, quien reina sobre los hombres como creador del cielo y de la tierra, y de todo lo que los rodea; la creencia en el juicio final, el paraíso y el infierno, son también reconocidas.

El Islam, como superestructura ideológica, sirvió a la base de la sociedad feudal temprana con rezagos esclavistas para justificar la explotación del hombre sobre el hombre, asimismo en la sociedad burquesa contemporánea.

Enlaces externos

Fuentes

  • Harkness, Georgia. The Sources of Western Morality from Primitive Society Through the Beginnings of Christianity. Charles Scribner's Sons, New York, 1954.
  • M. P. Novikov. Breve diccionario de ateísmo. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1981.
    * Morenz, Siegfried. Egyptian Religion. Cornell Paperbacks.