Nieves Romero Padilla

Nieves Nieves a sus 53 años. Nombre Nieves Romero Padilla Nacimiento 5 de agosto de 1922 La Ruda, San José de las Lajas Fallecimiento 18 de noviembre del 2009 Nacionalidad Cubana

Nieves Romero Padilla. Un pozo de brocal ubicado en la finca El Navío fue testigo de su nacimiento el 5 de agosto de 1922, en el seno de una familia humilde del poblado La Ruda, en la provincia La Habana.

Trayectoria

Creció en el campo rodeado de sus 8 hermanos, de montes, animales y escuchando de sus familiares más cercanos cantos de trabajo, décimas, cuartetas y refranes. En una fiesta guajira, sentado en las piernas de Ricardo Díaz con apenas seis años, dijo sus primeros versos:

Ahora Julio me buscó

Una tabla más gordita

Y me hizo una guitarrita

Con dos barrigas y tó.

Se iniciaba así en los senderos del repentismo, el pequeño Nieves, quien cantó al amor, al desamor, a la propia inspiración poética, pero también a su entorno y a sus raíces. Así lo constatan los siguientes versos, dedicados al pozo, denominado Macurí, para hacer alusión al árbol que crecía apretando las piedras de su brocal y de donde se abastecían de agua:

El Macurí entre montañas

es un pedazo de historia

por el manantial de gloria

que le nutre sus entrañas

mis infantiles hazañas

a su alrededor logré

tantas veces me asomé

a su brocal empedrado

que en su fondo retratado

para siempre me quedé.

Comienza a asistir a una humilde escuela rural a los 7 años. Allí aprendió a leer y a escribir sus primeros trazos. Aún cuando solo alcanzó el sexto grado pues tuvo que abandonar sus estudios para ayudar en la economía familiar, recuerda con cariño el nombre de sus maestros: Samuel Talabera y Arístides Roque. Osiel Llanes y Beatriz Sosa en la investigación “De Verso y de Macurí” recrean las palabras de Nieves con relación a su instrucción: “leía cuanto libro me cayera en las manos, sobre todo si estaba escrito en versos y mi libro de cabecera siempre fue un Diccionario Enciclopédico Bastus que adquirí a los doce años y que me acompañó hasta la llegada de mis primeros nietos”.

En la década del 30 del siglo XX, se codeaba en los guateques, serenatas, que se realizaban de forma espontánea en las áreas cercanas al lugar donde nació, con: Ricardo Díaz, Humberto Martín, Roberto Rodríguez, Andrés Martínez, entre otros. Con apenas diez años no hubo un guateque, canturía en que no estuviese invitado el pequeño niño poeta. Gilberto Herrera le dedica a Nieves una décima que ilustra su origen campesino:

Nieves, cuentan por ahí

que fue tu mayor fortuna

que tomaras por tribuna

las lomas de Macurí.

Fue una gloria para ti

la altura del lomerío

y en las palmas del Navío

está tu nombre grabado,

y el verso fotografiado

por las cámaras del río.

Es en esta propia década del 30 que visita por primera vez una Emisora de radio en La Habana y conoce de cerca a figuras relevantes del repentismo cubano como Ángel Valiente, Adolfo Alfonso, Pedro de Armas, Antonio Camino, entre otros. En esta etapa desempeñó varios oficios: como trabajador agrícola, como carpintero y también como cachurrero (nombre que se daba en la época a los vendedores ambulantes por los campos).Así lo manifiestan los versos de Humberto Martín:

Modesto, honrado, cabal

es prototipo genuino

del poeta campesino

elocuente y natural.

Su verso puro y genial

a la cima lo ha llevado

y al verlo tan encumbrado

saben sus admiradores

que fueron sus forjadores

el martillo y el arado.

A inicios de la década del 40 cantó en una pequeña cabina de radio, en el vecino municipio Güines, junto a Vicente Enríquez, Alejandro Delgado, Evelio Martínez , Valentín Cuellas, etc. , donde además de propagandizar los productos Granda y Royal durante una hora, se hacían controversias , pies forzados y tonadas. Esta forma de promoción del verso oral improvisado, se mantuvo hasta el año 44 cuando un ciclón derriba las antenas de transmisión y no se vuelven a instalar. En los años siguientes Nieves, junto a un grupo de poetas fueron protagonistas de innumerables fiestas tradicionales, con reñidas controversias que estremecían los escenarios. No solo se dedicó a labrar la tierra, a construir con la madera, también integró el equipo de pelota de su localidad denominado La Esperanza, en el que se desempeñaba como primera base.

A finales de la década del 50 los repentistas irrumpieron en un pequeño espacio, la cabina de proyección del cine-teatro Mena, donde cantaban acompañados de los músicos 3 o 4 poetas porque no existía espacio para más y eran escuchados por el pueblo a través de altavoces que daban al parque. Al decir de Nieves Romero “no le agradaba este espacio porque le faltaba un atractivo, el contacto con el público” y agrega “no era radio, no era guateque, ni mucho menos concierto”. En el año 1956 los padres de Nieves deciden mudarse a Melena del Sur, donde residió hasta su fallecimiento. En el año 1960 contrae matrimonio con Caridad García Rivero y conforman una familia de la que nacen dos hijos: Isabel y Natanael Romero García.

Durante los primeros años de la década del 70, solo canta esporádicamente en una que otra celebración privada, por algún compromiso. Trabaja en la empresa agropecuaria del territorio melenero, ejerciendo el oficio de carpintero en la construcción de las casas de los obreros. Recuerda Nieves que por los años 70, “una brigada de repentistas llega a Melena, con Milán Marichal al frente y él, desde que se entera, presencia el espectáculo”. El público le pide que cante y él no puede negarse ante tal petición. El guateque culmina con una controversia entre Nieves y Milán Marichal.

Al siguiente día “el ferviente defensor de la improvisación”, se incorporó a la tropa de hombres entusiastas que durante siete meses estuvieron repartiendo alegría en los bateyes y comunidades del municipio. Del 70 hasta finales de los 80, el repentismo cobra auge en el territorio melenero y Nieves encabeza el grupo de poetas y grupos que incursionan en el género. A su liderazgo, con relación a sus coetáneos en el arte de improvisar se refieren las siguientes décimas de Jesusito Rodríguez:

Nieves Romero, la nieve

de tu pelo es otro aporte,

indiscutible resorte

que muchas balanzas mueve

agua sin nube que llueve

sobre jóvenes arcillas,

mano entre manos sencillas

sembradora de tu arenga

para que su vientre tenga

otro parto de semillas.

También las dos décimas siguientes que le dedicara Rafael Acosta, repentista del Cotorro, ilustran lo que significa su figura para las nuevas generaciones.

Nieves Romero rubí

que la décima pulió,

el Mayabeque templó

sus cuerdas de agua por ti

concierto fluvial en si

bemol, para un decimista,

porque tú eres un artista

hecho con nombre glacial,

apellido vegetal

y sangre de repentista.

¡Cómo ha brotado violetas

Poéticas tu cantero!

Por algo eres el primero

De una casta de poetas.

Un recuerdo de carretas

Te canta el gallo en la aurora

Y ante la devastadora

Guadaña de los otoños

Multiplicas los retoños

Para los gajos de ahora.

Nieves participó en varias Jornadas Cucalambeanas a nivel municipal y provincial en las que recibe premios. También fue invitado especial en 1979 a la Jornada Cucalambeana Nacional, de la que guardó una inolvidable experiencia. Repentistas sobresalientes de su generación como Ángel Valiente, Pablo León, Justo Vega, José Marichal, Adolfo Alfonso, entre otros, no desaprovecharon la oportunidad de cantar con Nieves, los de las generaciones sucesivas como Ernesto Ramírez y Francisco Pereira (Chanchito) lo han respetado como un maestro. Pero el propio Nieves confesó que con quién más había cantado en su trayectoria como poeta fue con Pedro Felipe Tejeda (el Fiscal).

Reconocimientos y honores

Recibió en vida muchos reconocimientos y homenajes. Uno de los más grandes fue el que se le realizara con motivo de su sesenta cumpleaños (5 de agosto de 1982), donde muchos poetas, repentistas le dedicaron sus versos al “ferviente defensor del repentismo puro”.

Su sobrino Carlos Manuel Romero Padilla expresó:

¡Quiera Dios que este homenaje

se repita muchos años,

y que incontables peldaños

tenga el andar de tu viaje

Que el amor de su lenguaje

nos nutra con su alegría

que sea su poesía

nuestra mejor atalaya

y que nunca se nos vaya

el sol de su compañía!

María del Carmen Prieto le regaló una décima:

Nieves, pero no de fríos

Nieves, de muchos veranos,

Nieves, de cabellos canos

Nieves, de corcel con bríos.

Poéticos desafíos

son tus sesenta canteros

campesinos, carpinteros

labrando el árbol, la cima,

por eso Nieves tu rima

es de Romero y Romeros.

Chanchito le dedicó:

Nieves Romero mi rima

se hace un bastón de azucenas,

para las cinco docenas

de años que cargas encima

entre la clave y la prima

se curtieron tus latidos

y hoy tienen soles asidos

como justos ornamentos

tus veintiún novecientos

catorce días cumplidos.

También en los primeros años de la década del ochenta participó como jurado en Encuentros de Talleres de Decimistas. La autora encuentra anotaciones de Nieves que constatan los encuentros realizados en Güira de Melena el 1ro de junio de 1985 y en 1987 el Segundo Encuentro de Talleres de Decimistas efectuado en San Antonio de las Vegas y donde se alzara con el premio el reconocido poeta nicolaseño, Carlos Alberto Garrote.

Desde la década del 80 hasta principios de los 90 visitaba asiduamente las Noches Campesinas que se celebraban cada martes en la sala teatro, actual Biblioteca Municipal y donde se reunía con repentistas como: Edilberto (el barbero), Eulalio García (Lalo), Vicente Enríquez, Demetrio Delgado (el trovador audaz), Anselmo Gómez (el orgullo de Melena), Pedro Felipe Tejeda (el Fiscal) y el grupo Herederos de Espinel.

Años más tarde (finales de los 80) se conforma el Conjunto Siboney que comparte el escenario con Nieves y los poetas Juan de Dios Arcia (Bebo), Juan F. Fernández (Juanillo), Alberto Martínez, Alberto Rojas Alfonso, Humberto Romero, Renai Sierra y la tonadista y promotora natural del repentismo, Graciela Gil (Chela). En los años 90 con el “Período Especial”, pierden la sistematicidad los espacios institucionales para la promoción del punto, pero continúan realizándose en casas particulares los guateques y canturías. En los primeros años del 2000, Nieves ya se había retirado de los escenarios pero en fechas significativas lo invitaban a los guateques y de vez en vez, siempre ante las peticiones de su público, nunca se negó a dedicarle una que otra décima.

Este vehemente defensor del verso efímero, dejó su legado en las diferentes generaciones de meleneros, güineros, quivicaneños, habaneros, lajeros, en toda Cuba, pero pocos versos de su autoría quedaron plasmados en un papel. Solo se conservan algunos en la memoria de sus familiares, poetas, amigos o alguno que otro que dedicara a un amigo, u otros que la autora le invocara a balbucear. Ricardo Díaz Llanes le regaló por los años 2007-2008 una caricatura a la que él en gesto de agradecimiento respondió:

Parece una fantasía

Pero es un don de natura

En tus versos hay pintura

Y en el cuadro hay poesía

Cual sublime maestría

Estampas en el papel

Cuando al más alto nivel

Del artista diferente

Puedes pintar con la mente

Y cantar con el pincel.

Anécdotas

Osiel Llanes cita una anécdota que le relatara Nieves sobre lo ocurrido en una competencia de pie forzado, durante una de las tantas Jornadas Cucalambeanas en que participó. “a los demás repentistas participantes (algunos de prestigio reconocido) -apunta-, se les había dado con antelación un pie forzado y a él, quizás por un descuido, se lo dan en el mismo momento en que los instrumentos daban las primeras entradas para que cantara. El verso decía: La mirada en el ocaso. Nieves con la habilidad de relámpago que siempre lo caracterizó expresó:

Cuando juventud tenía

mi paso alegre y ligero

me ayudó a ser el primero

que llegó a la canturía.

Pero de aquella energía

solo me queda un retazo

y si con un lento paso

me ven que llego a la fiesta

es porque ya llevo puesta

la mirada en el ocaso.

Homenaje

Fue inolvidable para él un homenaje que le realizaran en el lugar donde nació en el año 2003. Se reunieron en el Navío poetas de toda la antigua provincia Habana, del Cotorro y sus seguidores del terruño. Confiesa en entrevista a la autora “yo sabía por algunas preguntas que me hizo Tejeda que estaban planificando algún guateque, pero nunca imaginé que tuviera tal envergadura, improvisaron un escenario allá en la Finca donde nací, donde di mis primeros pasos y sembré un Macurí. Fue un día de muchas emociones, -agregó”.

Muerte

Nieves fallece un 18 de noviembre del 2009, pero aún permanece vivo en cada uno de sus pupilos, en su pueblo melenero que siempre lo admiró y lo admira.

No hay canturía en Melena en que no se resalte su figura, su ejemplo, su maestría al improvisar. Y como expresara Juan Antonio:

Y cuando la cuerda suena

La nieve se le derrite,

Ya no hay Dios que le evite

Otro diluvio a Melena.

Orlando Laguardia sobre Nieves dijo:

Tú tienes Nieves Romero

la enseñanza de Martí,

la risa de Naborí

y la gordura de Homero.

La gracia del casimbero,

lo noble de Mirabal

el timbre de Marichal

y el honor de Justo Vega

la vida nada te niega

para ser un inmortal.

A Nieves nunca se le oyó hablar de sus cuantiosos triunfos, la mayoría de sus décimas se fugaron con el viento porque él cumplió con su palabra al decir:

No quiero que se me alfombre

con flores que no merezca

ni que mañana aparezca

en algún libro mi nombre

si un verso que al pueblo asombre

por grande o por chico digo:

no quiero que haya testigo

de mi derrota o mi gloria

para que muera la historia

de mi poeta, conmigo.

En los versos siguientes Nieves expresa su sentir con relación a la vida y su orgullo de ser melenero.

Yo no abandono mi río

Ni mi campo, ni mi playa,

No dejo la guardarraya

Ni la humildad del bohío.

Ante un citadino brío

Nadie me ha visto altanero,

Me da el surco lo que quiero

Porque frente al porvenir,

Mi orgullo será morir

En mi pueblo melenero.

Siempre tuvo la simpatía de su pueblo, de su auditorio, que él correspondía con su trato afable y con su respuesta poética a la velocidad de un relámpago, cautivaba, convencía, brillaba en la controversia.

Bibliografía

• [Museo Muncipal]
• [Colaboración de Luanda López Aragón]