Diferencia entre revisiones de «Polvo carnavalero»

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Revisión del 10:05 25 ene 2017

Polvo carnavalero
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País de origenColombia

Polvo Carnavalero. Divertida telenovela para toda la familia.

Sinopsis

Narra la historia de Alejandro, un hombre de la capital que siente un gran rechazo por la gente de la costa y sus costumbres. Él y su novia, María José, quien también es de la capital, quedarán sorprendidos cuando la mamá de Alejandro le confiese que él es producto de una noche de pasión en el Carnaval de Barranquilla, y que su padre es un costeño. Alejandro, ahora hijo de un padre desconocido, emprenderá un viaje para encontrar a su verdadero padre en Barranquilla y se convertirá en todo aquello que siempre odió. Alejandro encontrará un nuevo amor en la hermosa Elizabeth, una costeña que pertenece a una familia que detesta a los capitalinos. Alejandro deberá redescubrirse y seguir a su corazón para encontrar el amor verdadero entre dos mujeres totalmente opuestas.

Personajes

Elizabeth Abuabara es pura sabrosura, mango recién cortado, níspero maduro del carnaval y la pollera extendida, hombros y caderas que se mandan solas y se contonean al ritmo de la guacherna. Es la hermana de Ramón, su única familia, por el que haría hasta lo indecible, pues es mujer de una sola pieza, de amores sinceros y así mismo, de limites bien puestos. Está estudiando enfermería en la nocturna, pues la hace feliz curar los dolores y aliviar las amarguras. No obstante, el carnaval y la gozadera son muy importantes para ella, apenas inician las fiestas empieza a preparar disfraces, ensayar coreografías y ultimar todos los detalles de la parranda del año. De la misma manera, Eli será la encargada de despertar en Alejo el costeño que estaba rezagado, ella lo acercara a su esencia, a todo lo que él, hasta antes de conocerla juraba que jamás probaría ni viviría.

Alejandro Mallarino es un hombre de 27 años que estudió medicina por darle gusto a su ‘papá’, pero nunca la ejerció. Administra una librería esotérica, en la que concentra todas sus energías desde que sigue a los gurus del mundo zen. Allí realiza masajes tailandeses, medita y se dedica a activar sus chacras. Ama la música clásica, la buena comida, los teatros y los restaurantes gourmet, Alejandro es un hombre espiritual y esotérico, palabras más palabras menos es el más filipichín de los filipichines. Está a punto de comprometerse en matrimonio con María José Santamaría, su novia de toda la vida. Odia el calor, los moscos, la brisa, la playa, el mar, el vallenato, en fin… todo lo que tiene que ver con el caribe colombiano. Pero todo cambiará de manera drástica cuando en pleno Carnaval de Barranquilla, entienda que esa barrera con el Caribe, no era más que una resistencia a que el costeño que dormía en sus entrañas se despertara.

Pati Pumarejo, más conocida como La Madrina, es la suegra de Teo y la dueña y señora de la comarca, en su casa no se mueve una puntilla sin que ella antes lo apruebe. Vive sentada en su enorme mecedora, dándose abanico y viendo pasar a sus vecinos. Le conoce la vida a todos y de cada uno opina, sin embargo, todo el mundo la visita, la respeta y quiere sus consejos. A su hija no la entiende y a su yerno, lo detesta, si por ella fuera lo mandaría al medio del océano para se lo tragaran los tiburones. El gran amor que siente su nieta, Lorna, por su le mueve las fibras y la obliga a aceptar a Teo en su vida, un señor que de otra forma y en otras circunstancias, mandaría a vivir a la luna.

Loli María Botero es la primera esposa de Teófilo sabe perfectamente que es un hombre parrandero y que mientras estuvieron juntos, le puso los cuernos setenta mil veces, cosa que nunca le cuestionó, pues su lugar era al lado de él. Con el tiempo Teo desapareció y se dedicó al carnaval, Loli se quedó con sus hijos y su mamá, con quien se la vive peleando y rezongando desde que amanece hasta que anochece. Sin embargo, se la pasan juntas todo el día, compartiendo quehaceres, chismes y problemas familiares. Loli es vanidosa, regañona, cocina como los dioses y cuando se trata del carnaval, es la primera en coser disfraces, organizar comparsas y hasta inventa coreografías. Quiere a Eli como si fuera su propia hija, mientras que con Lorna, su verdadera hija, es estricta y exigente. La detención domiciliaria de Teo en su casa, la agarra por sorpresa y se le convierte en una pesadilla, pues ella ya había olvidado lo que era aguantárselo tanto tiempo bajo el mismo techo. Esto solo cambia cuando Beatriz aparece y Loli siente que la cachaca quiere agarrar el juguete que aunque viejo y olvidado, siempre ha sido de ella.

Teófilo Martínez, más conocido como ‘Peluca Vieja’, es el verdadero papá de Alejandro, es de esas personas que se las sabe todas, y si no se las sabe, se las inventa. Es un hombre querendón, enamoradizo, coqueto, fiestero y alegre. Cada año, cuando se termina el Carnaval de Barranquilla, comienza a contar los días y las horas para que llegue el siguiente, no solo porque se lo goza como ninguno, baila y chupa ron hasta mas no poder, sino porque cada carnaval, es un nuevo ‘Polvo Carnavalero’. Es por eso que poco a poco, le irán apareciendo hijos y amantes que ni él mismo recuerda. Sin embargo, hay una mujer que nunca ha podido olvidar a pesar de los años. A Beatriz Otero, su cachaquita sabrosa. Cansado de dar tanta pelea, pues le dedicó muchos años de su vida al boxeo, decide montar una cevichería en el garaje de su casa. No obstante, la tentación de meterse en el atractivo pero peligroso negocio del contrabando, hace que Teo se desvié del camino y pague con arresto domiciliario por mucho tiempo.

Julio Santamaría es el papá de María José, un hombre bien puesto, con modales, palabras y maneras siempre correctas, un caballero que hace honor a su cachaquería. Es de esos que se ríen con prudencia y estornudan emitiendo un silbido apenas. Es el digno padre de María José, solo a él, ella pudo heredarle el refinamiento y el gusto selecto. Lo cierto, es que detrás de este molde casi perfecto, se esconde un hombre tan frío como las mentas que mastica. Julio es calculador, ambicioso y es capaz de traicionar a sus mejores amigos por multiplicar sus dividendos. Esto fue precisamente lo que hizo con Adolfo, su socio en la clínica y a quien se encargó de tenderle una jugada rastrera para quitarle todo lo que tenía. Ese es el secreto que carga a cuestas y que tendrá que esmerarse por esconder, pues las huellas de su pasado amenazarán con salir a flote en cualquier momento.

María José es la atractiva novia de Alejandro, una mujer elegante, inteligente, bonita, administradora especializada en el área hospitalaria, más que en la medicina. Ella ve la salud como un negocio. Al ser hija única de una familia acomodada es un bastante caprichosa, no soporta que le digan que no, nunca. Además es obsesiva, a tal extremo que, cuando se entere que una costeña le está quitando a su cachaco, aun sabiendo que él no la ama y nunca será feliz a su lado, hará hasta imposible por mantenerlo a su lado.

Ramón Abuabara, más conocido como ‘Moncho’, es el hermano de Eli, un costeño alegre, dicharachero, buena onda que siempre ve el vaso medio lleno y si es de ron, mucho mejor, pues la rumba y el baile son sus fuertes. Trabaja como cevichero en plena calle de Bogotá, jamás se le oye una queja, porque la vida hay que gozársela lo que más se pueda. Moncho da la vida por su hermana, pues es su única familia. En un comienzo, Alejo lo verá como su gran enemigo, pero irá descubriendo que Moncho sin proponérselo, es quien verdaderamente vive de manera zen y con el tiempo, se volverá su pana, su cuñado y su más grande amigo.

Gustavo Torres, alias Gus, es el mejor amigo de Alejandro, ‘el papá de los cachacos’. Es un hombre ñoño y recatado que solo le bastanta cinco minutos bajo el sol para estar rojo todo el año. El calor le produce sarpullido, los moscos lo muelen cada vez que atraviesa un peaje, el ron le sienta pésimo y es de esos que no baila ni porque lo agarren a palo. Sin embargo, y a diferencia de la familia de María José, no es que él no quiera la costa, es la costa no lo quiere a él. Cada vez que viaja a Barranquilla, sin importar su buen ánimo, termina pasándole algo malo, los mariscos lo intoxican, el agua le cae pesada, le da chicunguña y zica, el sol lo quema y hasta un aguamala lo pica. Gustavo presentó a María José y Alejo y desde entonces siempre ha mirado a la mujer de su mejor amigo con otros ojos. Incluso, después de una noche de copas, en la que Alejo está enfrentando a su amor caribeño, Gus y Majo terminaran en la cama, situación que ella olvidará y Gus convertirá en un recuerdo que lo abrumará cada día. Cuando conozca a Lorna, la medio hermana de Alejo, su corazón también se verá enfrentado entre el mar y la montaña, decisión que no le resultara sencilla.

Beatriz Otero es la madre de Alejandro Mallarino, una cachaca refinada que en sus años de juventud ejerció como periodista. Tuvo un matrimonio tranquilo con su esposo Adolfo, hombre que siempre fue un caballero, ella lo respetó y lo quiso ‘casi siempre’. Solo le falló el día que, por su labor, tuvo que ir a cubrir el Carnaval de Barranquilla y allí la recatada mujer, invadida por el ánimo fiestero del carnaval, se fue de copas con un exboxeador al que apodaban ‘Peluca Vieja’. De ese apasionado y veraniego romance nació Alejandro, secreto que nadie supo hasta que ella lo confesó al estar grave de salud. Adolfo, su esposo, hasta el último día de su vida, estuvo convencido de que Alejo era su hijo.

Bony Martínez es el hijo mayor de Teo, habla, actúa y se viste como todo un gánster, sin embargo, por dentro, no es nada más que un costeño ‘bacaniado’. Cada vez que ponen su valentía y bravura en duda, se descontrola y cuando Eli lo manda al carajo, que es todo el tiempo, se empeña en no dejarse, ella así no quiera, es y será su mujer. Bony ‘trabaja’ con su papá en el negocio del contrabando y siempre ha querido ir un poco más allá, pero ‘Peluca Vieja’ no lo ha dejado porque tiene como límite moral, sacar provecho de su negocio mientras eso no amenace ni la integridad, ni mucho menos, la vida de nadie. La aparición de Alejo, su medio hermano, no solo le robará el amor de Eli, sino el de su padre, ya que él le demostrará que con solo poner un pie en la casa, se convirtió en el hijo que Teo siempre había querido tener al lado.

Lorna Martínez, alias La nena, es la hija consentida de Teo, es la mujer más tierna, sensible, inocente y buena de Barranquilla. Así mismo, es la costeña más costeña de todas, hiperactiva, frenética, alborotada, desparpajada y algo loca. No sabe qué hacer con su vida, un día amanece queriendo ser astronauta y al otro se levanta pensando en ser monja. Su vida sentimental es un completo caos, los que ella considera amigos la ven como novia y los que ella ve como novios, no la ven como nada más que una buena amiga. Quiere a Eli como si fuera su hermana y siente que si ella se quedara con Bony podría convertirlo en el hombre perfecto. Su mundo da un giro inesperado cuando llega a su vida Alejo, y no sólo porque la idea de tener un hermano cachaco le parece divertidísima sino porque con él llegarán sus dos pasiones. La librería que al final terminará administrando y el viejo Gus, el cachaco de media blanca que, con su piel roja y su cuerpo molido de picaduras de mosquito, la llevará a tomar la decisión más difícil de su vida, dejar su adorada curramba.

Fuentes