Diferencia entre revisiones de «Drazen Petrovic»

Línea 3: Línea 3:
 
|nombre completo =  Drazen Petrovic
 
|nombre completo =  Drazen Petrovic
 
|otros nombres = El Genio de Sibenik
 
|otros nombres = El Genio de Sibenik
|imagen      =  
+
|imagen      = Dranzen.jpeg
 
|descripción  =  
 
|descripción  =  
 
|fecha de nacimiento =[[20 de octubre]] de [[1964]]
 
|fecha de nacimiento =[[20 de octubre]] de [[1964]]

Revisión del 15:00 18 mar 2011

Drazen Petrovic
Información sobre la plantilla
260px
NombreDrazen Petrovic
Nacimiento20 de octubre de 1964
Sibenik Bandera de Croacia Croacia
Fallecimiento7 de junio de 1993
Munich Bandera de Alemania Alemania
Otros nombresEl Genio de Sibenik
OcupaciónDeportista

Drazen Petrovic. “Mozart” o “El genio de Sibenik” son algunos de los apodos que recibió a lo largo de su carrera.


Síntesis Biográfica

El 7 de junio de 1993, en una autopista cercana a Múnich, un genio del baloncesto de 28 años perdía la vida en un accidente de tráfico. Han pasado más de 15 años de aquello, y aún en el recuerdo de mucha gente ese día es triste: se fue Drazen Petrovic, pero comenzó su mito.

Como una estrella del rock, como un Mozart del baloncesto, así es recordado el jugador croata Drazen Petrovic. Un talento desbordante y el precursor de la incursión de los jugadores europeos en la NBA. Gasol, Calderón, Kukoc, Nowitzki y todos los demás que triunfan o triunfaron en la liga americana le deben mucho a Petrovic. Él fue el primero en barrer los prejuicios que existían hacia los jugadores que venían del viejo continente y de otro baloncesto. Ahora las diferencias entre la NBA y las Ligas Europeas no son tan abismales, pero cuando Petrovic pisó Portland por primera vez, muchos pensaron que había llegado un palurdo desgarbado que jugaba a otro deporte. Luego les daría lecciones a casi todos.

Entre las personas que tuvieron el placer de verle jugar, sólo hay dos opiniones, sus aficionados le adoraban y sus rivales le odiaban. Jugador de grandísima clase y provocador hasta las últimas consecuencias. Si jugaba contra ti era imposible no tenerle tirria, no sólo porque hiciera polvo a tu equipo, sino porque era maleducado en la cancha como ningún otro. Eso sí, así era su actitud dentro de la pista, fuera dicen que era todo lo contrario.

Cuando era un niño se pasaba 7 horas a solas con su balón de básket. Su vida entera fue lucha, esfuerzo y trabajo, sólo vivía para el baloncesto. Amaba el baloncesto mucho más que cualquier otro jugador que lo ha jugado. Petrovic dijo sentirse miserable cuando no podía jugar ni entrenar. Comenzó su vida deportiva en el equipo de su ciudad natal, el Sibenka, que pronto se le quedaría pequeño, pasando a jugar en la Cibona de Zagreb. En este equipo lo ganaría todo, incluyendo dos Copas de Europa (años 85 y 86), una recopa (87) y dos ligas Yugoslavas hasta que fichó por el Real Madrid en 1988. Promedio 37,7 puntos por partido en los 4 años que paso en la Cibona. Fue nombrado 4 veces jugador del año en Croacia y logró un record increíble, impresionante para cualquier jugador de baloncesto: anotar 112 puntos contra el Smelt Olimpija esloveno en 1985, con un 40 de 60 en tiros de campo. En 1988 ficharía por el Real Madrid y la afición blanca pasó de odiarle a venerarle. Ese año conquista la copa del Rey y la Recopa de Europa en una final inolvidable en la que anota 62 puntos. Sin embargo, le queda la espina clavada de no poder ganar la liga ante el Barcelona que ganó 3-2 en la serie final a 5 partidos, ya que esa misma temporada se marcha a la NBA.

Cuando se incorporó a los Portland Trail Blazers, campeones de la Conferencia Oeste en 1989 y que contaban con el escolta miembro del Equipo de las Estrellas Clyde Drexler, Petrovic tuvo que adaptarse a su nueva función y superar una operación de espalda. Promedió sólo 12,5 minutos en cancha y 7,6 puntos por partido, pero las estadísticas de Petrovic no tenían peso comparadas con la dedicación y el talento que evidenciaba en las prácticas y que le valieron el respeto de sus entrenadores y compañeros de equipo. Cuando los Blazers acordaron el traspaso del escolta de 1,96 m. a los New Jersey Nets en enero de 1991, Drexler predijo grandes cosas para el nativo de Croacia.

“Les repito, en dos años, este chico va a estar en el equipo de las Estrellas del Este,” declaró Drexler. “Se lo aseguro. Nunca antes había visto a alguien tirar como él lo hace, o trabajar tan duro.”

Drexler tenía razón. Si bien Petrovic finalmente no fue tenido en cuenta para tales honores, aceptó con gusto este nuevo comienzo con los Nets y estaba decidido a demostrar al público de Estados Unidos lo que sus seguidores en su país natal estaban extrañando. Su manera obsesiva de practicar se incrementó aún más y su objetivo de fortalecerse se tradujo en 9 kilos de músculos adicionales. Los beneficios no tardaron en aparecer. En la primera temporada completa con los Nets, el promedio de Petrovic se disparó a 20,6 puntos por partido con un porcentaje de tiro de 50,8% en casi 37 minutos de juego.

Y ya nunca abandonó su protagonismo deleitando a todos con su dominio del bote, sus fintas y su puntería de francotirador. En la cancha el miedo no existía para Petrovic y se enfrentaba a sus oponentes sin importar si su apellido era Jordan, Barkley, Bird o Johnson. Recordemos que Drazen jugó en la época más brillante y dorada de la NBA, pero la palabra intimidación no existía en su vocabulario, ni en inglés ni en croata. Y así lo demostró en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, en los que llevó a Croacia a la medalla de plata, perdiendo la final contra el mítico Dream Team.

Este éxito no hizo más que despertar el apetito de Petrovic, sentando las bases para su mejor temporada en la NBA, la 92-93. Drazen promedió 22,3 puntos con un 51,8 por ciento de eficacia en sus tiros, incluyendo un 44,9 desde la línea de tres puntos, donde destacaron sus habituales lanzamientos en arco desde bien lejos de la línea de tres puntos.

Petrovic había triunfado por juego y estadísticas, y tendría que haber formado parte del Equipo de las Estrellas de esa temporada, pero eso era demasiado para los americanos. En compensación por tan injusta exclusión, le ofrecieron participar en el concurso de triples, pero Petrovic, fiel a su orgullo, declinó la propuesta. La prensa no dejó pasar sus logros y votó para incluirlo en el Tercer Equipo de Estrellas de la NBA. Justo cuando su carrera en la NBA comenzaba a tomar vuelo, llegó la tragedia. Transcurridas menos de dos semanas luego de ser reconocido como uno de los 15 mejores jugadores en la NBA, Petrovic falleció. Fue incluido en el Basketball Hall of Fame el año 2002.

El 7 de junio de 1993, en una autopista cercana a Múnich, un genio del baloncesto de 28 años perdía la vida en un accidente de tráfico. Han pasado más de 15 años de aquello, y aún en el recuerdo de mucha gente ese día es triste:

Drazen PETROVIC nace en Sibenik (hoy Croacia, pero cuando vino al mundo pertenecía a Yugoslavia) el 20 de octubre de 1.964. Su nombre, que significa "cariñoso o dulce" contrasta con su carácter en la pista, donde se ganó enemigos acérrimos por su descaro, genialidad y desconsideraciones. Medía 1,98 m. y en su etapa de la NBA llegó a pesar 95 kilos.

Después de empezar jugando en su barrio, con 15 años (medía ya 1.91 m) fue fichado por el Sibenka donde jugaba su hermano Alexander. Con este equipo debutó en Primera división en 1980, ganando dos veces el campeonato yugoslavo. Su técnica individual era ya en esta época difícil de mejorar, a pesar de que su afán de superación le llevaba a entrenar continuamente.

En 1984 firma por Cibona de Zagreb, donde ya juega también su hermano. Alcanza con este equipo dos veces la Copa de Europa, convirtiéndose en "la bestia negra" del Real Madrid. Era un ganador nato, capaz de levantar continuamente la moral de sus compañeros y a la vez de encrespar a los rivales y a la afición del equipo contrario.

El Real Madrid, viendo lo difícil que resultaba vencerle en la temporada 88/89 le ficha por 4 años. Con este equipo gana una Copa del Rey y una Recopa -en la final de este torneo consiguió sesenta y dos puntos-, pero a finales del primer año se fuga a la NBA.

Fichó por los Portland, pero una lesión en la espalda que le llevó al quirófano le tuvo gran parte del año en el dique seco, y cuando volvió jugó poco, aunque su equipo fue finalista de la NBA. En el torneo americano eliminó su actitud provocadora y todo rastro de fanfarronería.

Estaba jugando en Estados Unidos cuando se produjo la guerra que disgregó la antigua Yugoslavia, la cual le afectó mucho, como no podía ser de otra manera. Desde el principio, él siempre se definió como croata, apoyando las reivindicaciones de su pueblo.

La temporada 90-91, al no encontrarse cómodo en Oregón cambia de equipo y ficha por los Nets, con los que se convirtió en el máximo encestador de su equipo los dos últimos años con más de 20 puntos por encuentro.

Murió en un accidente de coche el 7 de junio de 1993. El New Jersey Nets retiró su dorsal, al igual que la Cibona, que puso el nombre del jugador a su pabellón. Además, se colocó frente al Museo Olímpico de Lausana una escultura en su honor.

Desde 1.999 ocupa un lugar en el Salón de la Fama del baloncesto en Springfield (Estados Unidos).

Desde septiembre de 2002 ocupa un lugar destacado en el "olimpo de lo dioses del baloncesto" como es conocido el Salón de Fama del baloncesto.



Fuentes