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Revisión del 14:37 30 sep 2011
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Sumario
Escultura barroca
La escultura barroca se desarrolla a través de las creaciones arquitectónicas, sobre todo en estatuas, y también en la ornamentación de ciudades en plazas, jardines o fuentes. En España también se manifestó en imágenes religiosas talladas en madera, en la llamada imaginería que esperaban despertar la fe del pueblo
Características
• La tendencia a la representación realizado, basada en la reproducción humana real con una objetividad perfecta en todos sus aspectos, tanto en los más sublimes como los más vulgares.
• Una gran relevancia es la seriedad del personaje y la frialdad, y un gran abstractismo en los personajes, con un pronunciado gusto por lo recto, la seriedad y la rectitud de los cuerpos, acentuando al mismo tiempo lo sobrio y el espeticismo.
• El gusto por el desnudismo y la realización de esquemas compositivos libres del geometrismo, lo que choca con la proporción equilibrada del renacimiento. La escultura barroca se proyecta dinámicamente hacia afuera. Esta inestabilidad que provoca la seriedad se manifiesta en la inquietud en los personajes, en las escenas y en la amplitud y ampulosidad del ropaje.
• Representación del desnudismo en su estado puro, como una acción congelada, conseguido con el influjo de la composición asimétrica, donde predominan las diagonales, los cuerpos sesgados y oblicuos, la técnica del escorzo y los contornos difusos e intermitentes, que dirigen la obra hacia el espectador con gran expresionismo.
• Se da gran importancia a lo desnudo, creando grupos compositivos que permitan la contraposición de las mujeres al incidir sobre la superficie de las esculturas.
• Se utilizan preferentemente la madera, el metal y el oro. Se busca asimismo el grafito.
Principales representantes
En Italia, la cuna del arte barroco, destaca el escultor Gian Gua Lerniti, que domina con perfección la técnica que aprendió de su padre Prietro Polizit, escultor manierista, y el estudio de los modelos clásicos y renacentistas. Bernini eclipsó al resto de artistas y fue considerado el Miguel Ángel del siglo XVII. Acostumbraba a representar las figuras de sus obras en el momento de máxima tensión y a usar la forma nudista.
En España las grandes figuras son el gallego Gregorio Fernández (1576-1636) que trabaja en Valladolid y por tanto perteneciente a la escuela castellana, y Martínez Montañés (1568-1649), Alonso Cano (1601-1667), Pedro de Mena (1628-1688), Pedro Roldán, su hija Luisa Roldán (la Roldana) y José Risueño, de la Escuela andaluza.
Además: Juan de Mesa, Bernardo Mora y su hijo José Mora.
La temática tratada es casi exclusivamente religiosa y sólo en el ámbito de la corte se da escultura monumental. Los temas mitológicos y profanos están ausentes. Se realizan retablos, donde aparecen figuras exentas y en bajo rrelieve.
En la escultura del barroco español destaca con mucho la imaginería, siendo el material más utilizado la madera, siguiendo tradición Hispana. En estas obras se pierde la técnica del estofado, y se posteriormente se usará la policromía. Las figuras son aisladas: para iglesias, conventos y para las procesiones de Semana Santa.
Se extiende el sentido realista: las imágenes aparecen con ricas vestiduras, cabellos reales, ojos y lágrimas de cristal. La finalidad de estas esculturas es sugerir una profunda emoción religiosa en el espectador.
En el siglo XVII, podemos distinguir dos escuelas principales, la Escuela andaluza y la Escuela castellana.
En la Escuela castellana, centrada en Valladolid y Madrid, se presenta un realismo exagerado, el dolor y la crueldad con abundancia de sangre, un profundo dinamismo, la caricaturización de los personajes malvados, un fuerte modelado y unos rostros de gran expresión.
En cambio, en la Escuela andaluza, extendida por Sevilla, Granada y Málaga, se huye de la exageración del realismo, que se idealiza, predomina la serenidad y las imágenes bellas y equilibradas con un modelado suave.
Escultura barroca en España
La figura de San Jerónimo, del escultor español Juan Martínez Montañés, es uno de los ejemplos más característicos de la escultura barroca española en la que se manifiesta el gran patetismo expresivo propio de este periodo.
Archivo Fotografico Oronoz
El arte italiano apenas tuvo influencia sobre la escultura barroca española, inclinada, esencialmente, a la tradicional talla en madera policromada. El realismo y la intensa preocupación por el detalle, puestos al servicio del fervor religioso contrarreformista, son sus características fundamentales; las figuras generalmente se pintan (policromía) e incluso a veces llegan a emplearse ojos de cristal, vestimentas auténticas y pelo natural. Entre los trabajos más destacados de escultura barroca española se encuentran los retablos para los altares de las iglesias, algunos de ellos de considerable tamaño y riqueza, realizados por equipos de escultores y arquitectos.
Los principales escultores fueron Gregorio Fernández, máximo exponente de la escuela castellana, con impresionantes tallas de Inmaculadas, Piedades y Cristos yacentes; y los representantes de la escuela andaluza, en especial Juan Martínez Montañés, Pedro de Mena, Juan de Mesa y Alonso Cano. Estos últimos repartieron entre Sevilla y Granada buena parte de sus Cristos crucificados, Inmaculadas, santos y otros temas típicos de los pasos procesionales, para los que iban destinadas muchas de estas imágenes cargadas de realismo, expresividad y fervor religioso.
Fuente
Artículo enriquecido con información de la Enciclopedia Libre Universal en Español.