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San José de Guisa es fundado oficialmente el 16 de agosto de 1765, con la presencia del gobernador Casas Cagigal. Convergen en este hecho la colonización interna que tiene lugar en la región estimulada por las plantaciones del tabaco y los intereses económicos y sociales del fundador, José Antonio de Silva y Ramírez de Arellano, Coronel de milicias y regidor perpetuo del Ayuntamiento de Bayamo. En 1774, Carlos III, rey de España, le otorga a Silva y Ramírez el título de Marqués de Guisa, en atención a sus esfuerzos para fomentar el pueblo con recursos propios. Tal rango de nobleza da origen a uno de los cinco señoríos de vasallos de la Isla. Con la creación del Ayuntamiento (1775), la factoría de tabaco y el montaje de un ingenio azucarero, deviene el auge en las primeras décadas, evidentemente considerado por Joaquín Infante Silva para situar a Guisa al lado de Bayamo y Puerto Príncipe con derecho a uno de los cinco diputados del poder legislativo en su proyecto de Constitución Republicana, primer documento de este género en la Historia de Cuba. Pero ya entrada la primera mitad del siglo XIX, el absentismo de los marqueses, el fraccionamiento de la hacienda, los palenques de esclavos en las montañas, el afianzamiento de las rentas feudales y la supresión del Ayuntamiento, entre otros factores, expresan la decadencia del Marquesado, cuyos bienes embarga el gobierno de Bayamo mediante resolución judicial por litigio entre los últimos dos sucesores con derecho al título nobiliario. En esta etapa la economía de Guisa se va quedando a la zaga en la región y aunque a mediado de siglo son fundados tres nuevos ingenios, es el partido más pobre de la jurisdicción. En la esfera de la cultura todo se circunscribe a una pequeña escuela y a las fiestas de nuestra Señora del Rosario. <br>
 
San José de Guisa es fundado oficialmente el 16 de agosto de 1765, con la presencia del gobernador Casas Cagigal. Convergen en este hecho la colonización interna que tiene lugar en la región estimulada por las plantaciones del tabaco y los intereses económicos y sociales del fundador, José Antonio de Silva y Ramírez de Arellano, Coronel de milicias y regidor perpetuo del Ayuntamiento de Bayamo. En 1774, Carlos III, rey de España, le otorga a Silva y Ramírez el título de Marqués de Guisa, en atención a sus esfuerzos para fomentar el pueblo con recursos propios. Tal rango de nobleza da origen a uno de los cinco señoríos de vasallos de la Isla. Con la creación del Ayuntamiento (1775), la factoría de tabaco y el montaje de un ingenio azucarero, deviene el auge en las primeras décadas, evidentemente considerado por Joaquín Infante Silva para situar a Guisa al lado de Bayamo y Puerto Príncipe con derecho a uno de los cinco diputados del poder legislativo en su proyecto de Constitución Republicana, primer documento de este género en la Historia de Cuba. Pero ya entrada la primera mitad del siglo XIX, el absentismo de los marqueses, el fraccionamiento de la hacienda, los palenques de esclavos en las montañas, el afianzamiento de las rentas feudales y la supresión del Ayuntamiento, entre otros factores, expresan la decadencia del Marquesado, cuyos bienes embarga el gobierno de Bayamo mediante resolución judicial por litigio entre los últimos dos sucesores con derecho al título nobiliario. En esta etapa la economía de Guisa se va quedando a la zaga en la región y aunque a mediado de siglo son fundados tres nuevos ingenios, es el partido más pobre de la jurisdicción. En la esfera de la cultura todo se circunscribe a una pequeña escuela y a las fiestas de nuestra Señora del Rosario. <br>
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== Desarrollo del territorio  ==
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Desde los propios inicios de la independencia en que el campesinado se esforzó por contribuir a incrementar el desarrollo del territorio, éste se verá pobremente reflejado en la educación y la cultura. Todo se circunscribe a la creación de algunas escuelas públicas de enseñanza elemental y otras privadas. En las públicas sólo se podía alcanzar el 5to grado; en una de las privadas (que funcionó de 1953 a 1956) se impartía hasta el 8vo. grado. No obstante la reanimación económica, ésta ni siquiera logra atenuar las necesidades más urgentes. La atención a la salud depende de tres médicos con consultas privadas; una gran parte de la población continúa analfabeta, sobre todo en el sector rural, en el urbano la escuela privada cierra sus puertas y en las escuelas públicas sólo se puede cursar hasta el quinto grado. La enseñanza media, técnica y profesional en planteles de otros pueblos o ciudades es posible únicamente a la clase burguesa o familias acomodadas.

Revisión del 07:27 29 mar 2010

Ubicación

Guisa, municipio enclavado en la Sierra Maestra, como parte de este macizo montañoso, se distingue por sus genuinas elevaciones apreciándose en ellas sus pintorescos paisajes donde se destaca la palma real, árbol nacional. Este municipio fue escenario de los combates decisivos de Calixto García, durante la guerra de independencia y del Comandante en Jefe Fidel Castro en el año 1958, que abrió el camino para extender la guerra al resto del país y lograr la victoria el 1ro de enero de 1959.

La región que comprende el territorio municipal de Guisa y su cabecera del mismo nombre con 20 112 habitantes urbanos y un área de 3.1 Km2. Este municipio tiene una extensión superficial de 595.9 Km2 y una aprobación de 50 022 habitantes. Ocupa este municipio la porción suroeste de la provincia. Limita al norte con los municipios Bayamo y Jiguaní, al Sur con Buey Arriba y el Uvero, al este con Contramaestre y Tercer Frente y al oeste con el municipio de Buey Arriba.

Historia

San José de Guisa es fundado oficialmente el 16 de agosto de 1765, con la presencia del gobernador Casas Cagigal. Convergen en este hecho la colonización interna que tiene lugar en la región estimulada por las plantaciones del tabaco y los intereses económicos y sociales del fundador, José Antonio de Silva y Ramírez de Arellano, Coronel de milicias y regidor perpetuo del Ayuntamiento de Bayamo. En 1774, Carlos III, rey de España, le otorga a Silva y Ramírez el título de Marqués de Guisa, en atención a sus esfuerzos para fomentar el pueblo con recursos propios. Tal rango de nobleza da origen a uno de los cinco señoríos de vasallos de la Isla. Con la creación del Ayuntamiento (1775), la factoría de tabaco y el montaje de un ingenio azucarero, deviene el auge en las primeras décadas, evidentemente considerado por Joaquín Infante Silva para situar a Guisa al lado de Bayamo y Puerto Príncipe con derecho a uno de los cinco diputados del poder legislativo en su proyecto de Constitución Republicana, primer documento de este género en la Historia de Cuba. Pero ya entrada la primera mitad del siglo XIX, el absentismo de los marqueses, el fraccionamiento de la hacienda, los palenques de esclavos en las montañas, el afianzamiento de las rentas feudales y la supresión del Ayuntamiento, entre otros factores, expresan la decadencia del Marquesado, cuyos bienes embarga el gobierno de Bayamo mediante resolución judicial por litigio entre los últimos dos sucesores con derecho al título nobiliario. En esta etapa la economía de Guisa se va quedando a la zaga en la región y aunque a mediado de siglo son fundados tres nuevos ingenios, es el partido más pobre de la jurisdicción. En la esfera de la cultura todo se circunscribe a una pequeña escuela y a las fiestas de nuestra Señora del Rosario.

Desarrollo del territorio

Desde los propios inicios de la independencia en que el campesinado se esforzó por contribuir a incrementar el desarrollo del territorio, éste se verá pobremente reflejado en la educación y la cultura. Todo se circunscribe a la creación de algunas escuelas públicas de enseñanza elemental y otras privadas. En las públicas sólo se podía alcanzar el 5to grado; en una de las privadas (que funcionó de 1953 a 1956) se impartía hasta el 8vo. grado. No obstante la reanimación económica, ésta ni siquiera logra atenuar las necesidades más urgentes. La atención a la salud depende de tres médicos con consultas privadas; una gran parte de la población continúa analfabeta, sobre todo en el sector rural, en el urbano la escuela privada cierra sus puertas y en las escuelas públicas sólo se puede cursar hasta el quinto grado. La enseñanza media, técnica y profesional en planteles de otros pueblos o ciudades es posible únicamente a la clase burguesa o familias acomodadas.