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A pesar de la distancia, en cada expresión de René,                          Ramón y Antonio late el amor y la preocupación por la                          formación y educación de sus hijos desde la prisión.                          Increíblemente se las han ingeniado para permanecer, de                          algún modo, cerca de se desarrollo, como apuntó                          Elízabeth, la esposa de Ramón: "Aquí no se toma una                          decisión sin antes contar con la aprobación de Ramón,                          quien escribió a sus hijas Laura y Lizbeth:
 
A pesar de la distancia, en cada expresión de René,                          Ramón y Antonio late el amor y la preocupación por la                          formación y educación de sus hijos desde la prisión.                          Increíblemente se las han ingeniado para permanecer, de                          algún modo, cerca de se desarrollo, como apuntó                          Elízabeth, la esposa de Ramón: "Aquí no se toma una                          decisión sin antes contar con la aprobación de Ramón,                          quien escribió a sus hijas Laura y Lizbeth:
 
 
                          
 
                          
 
(…)Es mi papel de padre estar al tanto y siempre                          educar, aunque sea a distancia. A Lizbeth, mi                          pequeñuela, como aún no sabe leer, aquí le envío un                          dibujo con ideas y tareas para que las leas. Me gustaría                          que este dibujo con un patico serio, como cuestionando                          (donde le pondré tareas que realizará todos los días),                          se lo pongan encima de su camita, siempre a la vista,                          para que cada día le recuerde a papá y así educarla en                          los deberes diarios y embullarla con dibujos y lecturas                          (carta de Ramón Labañino a su hija, entonces más                          pequeña.  
 
(…)Es mi papel de padre estar al tanto y siempre                          educar, aunque sea a distancia. A Lizbeth, mi                          pequeñuela, como aún no sabe leer, aquí le envío un                          dibujo con ideas y tareas para que las leas. Me gustaría                          que este dibujo con un patico serio, como cuestionando                          (donde le pondré tareas que realizará todos los días),                          se lo pongan encima de su camita, siempre a la vista,                          para que cada día le recuerde a papá y así educarla en                          los deberes diarios y embullarla con dibujos y lecturas                          (carta de Ramón Labañino a su hija, entonces más                          pequeña.  
 
                          
 
                          
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A Laura, la mayor, le dice:
 
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(…) Hijita ya el año que viene cumplirás quince años                          y trataré de que sean los quince años más maravillosos                          de tu vida. Dime qué planes tienes para celebrarlos, qué                          desearías hacer, qué planes tiene tu mamá, en fin, todas                          las ideas que tengas. Preciosa mía, como casi eres una                          señorita es bueno que empecemos a hablarte de amor y                          solo quiero darte algunos consejos (…)
 
(…) Hijita ya el año que viene cumplirás quince años                          y trataré de que sean los quince años más maravillosos                          de tu vida. Dime qué planes tienes para celebrarlos, qué                          desearías hacer, qué planes tiene tu mamá, en fin, todas                          las ideas que tengas. Preciosa mía, como casi eres una                          señorita es bueno que empecemos a hablarte de amor y                          solo quiero darte algunos consejos (…)

Revisión del 10:09 29 jun 2011

El dulce abismo
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Tras la lectura de este amasijo de cartas, fragmentos de diarios, poemas, dibujos y confesiones de las esposas e hijos de los Cinco Cubanos injustamente encarcelados en Estados Unidos, por primera vez sale a flote la verdadera historia de un suceso cuyas claves han sido distorsionadas y, mas aún, alevosamente silenciadas».
Editorial:Editorial José Martí
GéneroEpístolas
Edición2004
Primera edición1ra edición
PaísBandera de Cuba Cuba

El dulce abismo. Cartas, fragmentos de diarios, poemas, dibujos y confesiones de las esposas e hijos de los Cinco Cubanos injustamente encarcelados en Estados Unidos.

Introducción

El silencio aún rodea al pueblo norteamericano sobre el insólito caso de René González Sehwerert, Fernando González Llort, Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar y Antonio Guerrero Rodríguez, luchadores antiterroristas que, desde el 12 de septiembre de 1998 guardan prisión en cárceles de Estados Unidos.

Descripción

Diez años en inexplicable confinamiento llevan estos Cinco Héroes, condenados por defender con dignidad y optimismo la verdadera lucha contra el terrorismo, expresada en toda su magnitud, para salvar a su pueblo e, incluso al norteamericano, de acciones terroristas de organizaciones anticubanas radicadas en la Florida.


"Golpe asestado a la rama siempre duele a la raíz", expresa un verso del bardo ariguanabense Angelito Valiente, y con él afloran a mi pensamiento las cartas escritas por René a Olguita y sus hijas; de Gerardo a Adriana, de Ramón a Elizabeth e hijas, Antonio a Mirta y Tonito, de Fernando a Magali y a Rosa Aurora; se percibe cómo el lirismo comunicativo prevalece sin cadenas. Igualmente resulta perceptible en sus poemas, dibujos, pinturas y caricaturas.


Entonces, queda prendado el recuento histórico de nuestros ancestros, contenido en los relatos de la novela cubana Francisco y Dorotea, de Anselmo Suárez y Romero, donde relata amargas experiencias acerca de la crudeza de la ruptura amorosa y familiar marcada por la imposición de la esclavitud.


Tal abrupto e injustificado es el intento del Gobierno de los Estados Unidos de romper el valor de la unidad de cinco familias cubanas. Pero unos y otros se mantienen unidos en pie de lucha, junto a miles de cubanos y otras personas honestas del mundo que claman a una sola voz por su excarcelación.


Basta hojear algunos textos del libro El dulce abismo de la Editorial José Martí, para comprender mejor cómo ser buen hijo, padre, esposo, amigo y, sobre todo, la crueldad con que el Gobierno de los Estados Unidos irrumpe inescrupulosamente entre ellos y todo lo que aman, buscando destruir sus sueños y esperanzas; pérfida intención que no han logrado ni lograrán jamás, como afirman nuestros compatriotas en sus misivas adistintos familiares:


"(...) Para la fecha en que me arrestaron, el 12 de septiembre de 1998, tú apenas habías cumplido los cuatro meses y medio de edad. En la noche anterior tu mami se había ido a trabajar y yo me quedé a tu cuidado. Cuando te di la leche te quedaste profundamente dormida y decidí dejarte sobre mí, mientras yo permanecía boca arriba en la cama viendo la televisión. Cuando tu mamá llegó le dio tanta gracia verte así dormida sobre mi -extremidades desparramadas y en la cara tal gesto de satisfacción- que no pudo resistir la tentación de tomarnos unas fotografías. Es la última en la que aparecemos juntos. (Carta de René a Ivette, su hija menor, la cual volvió a ver, cuando la niña ya tenía 9 años.


Esa sonrisa de confianza y optimismo transmitida por René a su esposa Olguita, sentó pautas en la lucha que libran estos cinco hombres en cinco celdas ubicadas en diferentes estados norteamericanos, para que no se apague la sonrisa de sus hijos, mientras aumenta la distancia y transcurren los años.


Cada una de sus expresiones constituye una cálida y conmovedora historia de amor que revela lo mejor del ser humano. "Mientras no tengamos el corazón completamente vacío, nuestros hijos continuarán recibiendo noticias nuestras", afirmaron. Mas, llegará el momento en que los hijos de estos hombres se pregunten por qué sus padres no estuvieron físicamente con ellos en gran parte de la infancia y la pubertad? ¿ Si no son culpables, por qué están presos?


¿Qué niño puede entender la ausencia de su padre a la fiesta de su cumpleaños? ¡Cuántas dudas!¡Cuánto dolor oculto tras la inocencia de una niña de apenas un añito que vea a su padre esposado, cual si fuera un perro atado, como revela René en esta misiva a su pequeña hija Ivette:

(…) Cuando pudimos vernos nuevamente ya habíamos visto pasar ocho meses y recién habías cumplido un añito. Estábamos bajo custodia y cuando notaste que me tenían esposado al brazo de la silla habrás pensado que era un perrito, pues comenzaste a decir: ¡guau, guau! Tu mami te trató de sacar de dudas con una expresión que la indignación hizo sarcástica. "No, Ivette, aquí el perro no es tu papá".


A pesar de la distancia, en cada expresión de René, Ramón y Antonio late el amor y la preocupación por la formación y educación de sus hijos desde la prisión. Increíblemente se las han ingeniado para permanecer, de algún modo, cerca de se desarrollo, como apuntó Elízabeth, la esposa de Ramón: "Aquí no se toma una decisión sin antes contar con la aprobación de Ramón, quien escribió a sus hijas Laura y Lizbeth:

(…)Es mi papel de padre estar al tanto y siempre educar, aunque sea a distancia. A Lizbeth, mi pequeñuela, como aún no sabe leer, aquí le envío un dibujo con ideas y tareas para que las leas. Me gustaría que este dibujo con un patico serio, como cuestionando (donde le pondré tareas que realizará todos los días), se lo pongan encima de su camita, siempre a la vista, para que cada día le recuerde a papá y así educarla en los deberes diarios y embullarla con dibujos y lecturas (carta de Ramón Labañino a su hija, entonces más pequeña.


A Laura, la mayor, le dice:

(…) Hijita ya el año que viene cumplirás quince años y trataré de que sean los quince años más maravillosos de tu vida. Dime qué planes tienes para celebrarlos, qué desearías hacer, qué planes tiene tu mamá, en fin, todas las ideas que tengas. Preciosa mía, como casi eres una señorita es bueno que empecemos a hablarte de amor y solo quiero darte algunos consejos (…)

En otra misiva les reitera:


(…) Pero sepan que hube de marchar por el amor a ustedes y a todos. Que donde quiera que he estado y estaré, ustedes siempre están y estarán presentes.

Sean fuertes, muy fuertes para vencer siempre con una risa en los labios cada tarea que enfrenten en la vida. Por mí no se preocupen, estoy bien y soy fuerte, mucho más ahora que me acompañan ustedes, todo mi pueblo y la dignidad del mundo. (…)

Injusticia

Diez años han transcurrido. Los hijos de René, Antonio y Ramón han crecido sin el calor de sus padres, mientras que a los de Gerardo y Fernando, el Gobierno de los Estados Unidos en marcada alevosía les priva del derecho de nacer. Los primogénitos de René, Ramón y Antonio comprenden mejor la injusticia. En tanto, los más pequeños, como Lizbeth, Gabriel e Ivette, encontrarán respuesta a sus interrogantes en la belleza del contenido de cartas, poemas, dibujos y pinturas contenidas en el libro El dulce abismo, de la Editorial José Martí. Comprenderán también la dimensión humana de los Cinco y su capacidad de amar en la distancia con profunda e infinita ternura, virtudes que honran y enaltecen los más altos valores formados por la Revolución que, con tanta gallardía, dignidad y vehemencia, defendieron del terrorismo.


Tras la lectura de este amasijo de cartas, fragmentos de diarios, poemas, dibujos y confesiones de las esposas e hijos de los Cinco Cubanos injustamente encarcelados en Estados Unidos, por primera vez sale a flote la verdadera historia de un suceso cuyas claves han sido distorsionadas y, mas aún, alevosamente silenciadas». Nancy Morejón

Características

Es este un libro en que la belleza se aprecia lentamente, en la medida en que el lector comprende de manera gradual la seriedad de lo que se esta intentando: nada menos que estar completamente presente en el crecimiento de los hijos mientras se esta no solo ausente sino encerado, lejos en pequeñas celdas de prisión (…).

Estos hombres (…) están demostrando algo extraordinario que no debe ser ignorado por el resto de nosotros: que el continuar amando con profundidad y ternura honra los mayores logros de la Revolución».

Fuentes

  • El dulce abismo. Editorial José Martí. 2008.
  • El Habanero