Emilio Herryman Pérez

Emilio Herryman Pérez
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Combatiente revolucionario cubano
Emilio Herryman Pérez. En los difíciles y amargos años de la década del 30, en una Cuba explotada, asediada por una tiranía cruel y sedienta de sangre, la madre naturaleza quiso dar a luz la vida de un niño que fue un regalo de esta Patria, un hijo del indómito y legendario pueblo de Cuba.

Su infancia

Nació en Yara el día 31 de enero de 1932, hijo de familia campesina formada por Hermógenes Herryman Rodríguez y Maria Pérez Pérez, era el mayor de los 4 hermanos. Aprendió las primeras letras en la escuela de Jobosi, Yara, en esta alcanzó el 4to grado. Comenzó a trabajar desde temprana edad, ayudó a sus padres en las labores agrícolas, posteriormente trabajó en una tienda de víveres en el Jíbaro y mas tarde trabajó en la arrocera del latifundista Roca y Alvarez. En esta arrocera conoció la explotación y pobreza a que estaban sometidos los trabajadores.

En la clandestinidad

Se entregó a las labores del Movimiento 26 de julio, sus primeras actividades fueron la venta de bonos para recaudar fondos para la causa revolucionaria, desarrollaba estas actividades con los mismos trabajadores de la arrocera, así mismo le expresaba a sus compañeros que el día que se consolidara el Triunfo de la Revolución, el poder se le entregaría a los trabajadores, a los campesinos y estudiantes.

En la Sierra Maestra

Posteriormente ingresa en las filas como soldado en las tropas del Comandante Angelito Verdecía y el 10 de abril de 1958 participa en el combate del Pozón ocasionándole una derrota a las fuerzas de la tiranía, después de haberse tendido dignas tropas, desarmó a 2 soldados, llevándose las armas capturadas y una decena de prisioneros que los condujeron en una caminata con destino al Cerro, lo que fue ametrallada por aviones de la tiranía en la que resultaron ilesos.

Su muerte

El 7 de junio de 1958 cuando se encontraba realizando una misión en su pueblo natal de Yara, fue sorprendido por una emboscada tendida por los soldados de la tiranía, cayó abatido a balazos para quedar en la historia como ejemplo de valor y patriotismo de nuestro pueblo.

Fuente

Museo Municipal Yara.