Helecho de Java
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El Microsorum pteropus es un helecho proveniente de Asia, que abunda especialmente de la Isla de Java, de ahi su nombre común "Helecho de Java". Sus hojas, aunque pueden presentar varias formas, suelen ser alargadas y hondeadas. Su coloración varía desde el verde bajo hasta el verde intenso, aunque puede amarronarse cuando está en fase reproductiva. Puede ser un helecho acuático o terrestre, aunque a menudo se encuentra en las orillas completamente inundado.
Sumario
[ocultar]Tamaño y crecimiento
Su tamaño es muy variable, pero suele estar entre los 15 y los 30 cm de altura, y no más de 15 o 20 cm de anchura. Su crecimiento es muy lento.
Condiciones necesarias
El Microsorum es especialmente resistente
- Temperatura: de 18º a 30ºC (a temperaturas muy altas necesita mayor aporte de nutrientes)
- Agua: pH entre 5,5 y 8,0 ; soporta cualquier dureza pero se desarrolla mejor en una dureza media-blanda (<20dGH); puede soportar ambientes salinos.
- Iluminación: soporta cualquier nivel de iluminación, pero si es muy intensa necesita estar bajo alguna otra planta o se deteriorará.
- Sustrato: no necesitan sustrato pues sobreviven muy bien sujetas a piedras y troncos.
Posicionamiento y plantado
Por su altura media, el helecho de Java es adecuado para zonas centrales o traseras de nuestro acuario, dependiendo de la altura del resto de nuestras plantas. Si tenemos una iluminación muy intensa en nuestro acuario, lo situaremos de manera que esté a cobijo de otras plantas mayores o de vegetación más intensa, para evitar que se decolore. No necesitan sustrato ya que se desarrollan perfectamente sujetas a troncos y piedras. Si no queremos que estén unidas a algún elemento decorativo, podemos coger un pedazo pequeño de un tronco, atarla a él y cubrir el pedazo de tronco con grava.
Mantenimiento y cuidados
El Microsorum es una de las plantas más adecuadas para los principiantes, dado que sus cuidados son nulos. Es resistente, versátil y no necesita sustrato, además no suelen ser de gusto agradable para los goldfish así que no corremos el riesgo de que acaben con ellas. El único problema que pueden darnos es que si las dejamos muy expuestas a la luz se cubran de algas, lo que puede llegar a ahogarlas. Con limpiar frecuentemente las algas acumuladas en las hojas prácticamente tendremos cubierto su mantenimiento.