Y el mundo sigue andando (Libro)

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Y el Mundo Sigue Andando
Información sobre la plantilla
260px
Autor(a)(es)(as)Daniel Chavarría
Editorial:Editorial Letras Cubanas
GéneroBiografía
PaísCuba

Y el Mundo Sigue Andando. Chavarría recoge en 589 páginas, el tránsito desde su niñez hasta el presente, su bregar por diferentes países, y por distintos personajes en la misma piel, tan intensos como un buscador de oro en Brasil, un obrero metalúrgico en Alemania y un conspirador revolucionario en Colombia..

Argumento

`Aquel año en Madrid´ es una novela inusual. Una mezcla de diferentes géneros. Es una novela de intriga, de amor, también nostálgica, testimonial y autobiográfica si se quiere. Es una novela y muchas novelas al mismo tiempo, pero también retazos de Historia reciente. La novela narra la historia de un joven de 19 años que a lo largo de toda su azarosa vida, no olvida la búsqueda apasionada de una mujer que dijo ser alguien y que actuó como alguien que no era, y que lo dejó marcado. Pero no es solo eso, como el mismo Daniel Chavarría advierte: En esencia es un melodrama de amor. Pero ojo, no cualquier melodrama, ni cualquier amor.

El autor y su obra

Daniel Chavarria

El Premio Nacional de Literatura de Cuba contó que varios de sus editores le habían propuesto que escribiera un libro autobiográfico, pero él sentía vergüenza de hacerlo. No obstante, decidió que contaba con público suficiente en la Isla como para elaborar un volumen de ese tipo, y se lanzó en la aventura. Lo que ha narrado en su libro son vivencias mucho más reales , mucho más fantásticas, más verídicas, sobre las que brincan la ilusión, el pesimismo, la sorpresa, la confianza, el temor, el heroísmo, la fe, la desilusión, la confianza, el optimismo, la sospecha, el delirio, el patriotismo, el desprecio, la nobleza, el sacrificio, el miedo al padecimiento físico, la sensualidad, la cultura, la curiosidad, el rigor, la duda, es decir, las leyes que conforman al hombre.

Pero existe una excepción: El juego. Chavarría es un jugador desenfrenado, que juega a todos los juegos sin importarle las consecuencias, juega con la muerte, con el paisaje, con el amor, a encarnar personajes, juega con los idiomas y juega con las leyes y el orden… para arribar a un puerto, aunque en este caso fuera un aeropuerto. El de La Habana.

…Y el mundo sigue andando es un road book, un formidable juego de personajes reales como nosotros, pero también un periplo en el que el protagonista acaba encontrando, no el vellocino de oro, sino una Itaca donde descansar tras el agotador viaje.

El protagonista cruza selvas, ríos, ciudades, aldeas, autopistas; combatió, engañó, se arriesgó mil veces, defendió, espió, enseñó, aprendió, cultivando, en un continente castigado mil veces de norte a sur por tiranías asesinas, el gusto por la solidaridad, por un mundo mejor que él sabia más que posible. Y hoy, décadas después, esa Latinoamérica camina hacia una democracia real. El tablero ha cambiado, porque el verdadero pueblo ya había comenzado a hablar, alto y fuerte, en Cuba.

Hoy lo hacen también, Venezuela, Argentina. Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay, Guatemala, Nicaragua, Ecuador, Bolivia, mostrando orgullosamente a los intelectuales europeos de pensamiento blando, que su primer mundo tiene que aprender mucho que esta América casi liberada.

Qué felicidad, Daniel. El último y maravilloso capítulo (que supongo, como decía al comienzo, nos abre la puerta de un segundo tomo), cierra esta enternecedora y única historia de amor, con un beso sorprendente. Porque ese ha sido el motor del viaje: el amor al género humano, el amor al combate por una existencia digna, el amor al conocimiento.

Daniel ama tanto la vida, que ante los brazos de la Revolución cayó rendido, que no exhausto. Y quienes amamos a Cuba, no sentimos la menor fatiga, no tenemos el menor pudor en gritar ese cariño, desde lo alto del Everest o desde las profundidades abisales del Pacífico.

Conclusión

La empatía que genera la lectura de esta novela, obliga irremediablemente a sufrir mal de amor junto al joven, y más tarde maduro señor, del cual no es posible desprenderse emocionalmente hasta que se logra el esclarecimiento de la intriga de Mata Hari (llamémosle así) que de tanto atormentarlo a él, nos deja en vilo también a nosotros,al cabo, lo menos importante es cuán real será la historia, como en la novela de Marilyn Bobes, Mujer perjura, sino la maestría en sostener la tensión. En ambos libros, ocurre que al principio nos dejamos llevar por el interés malsano de estar descubriendo intimidades ajenas, hasta que más tarde (un tarde que es bien pronto, debo añadir) el posible cotilleo es sustituido por la admiración de estar contemplando una obra literaria impecable, divertida, intrigante. Imposible de dejar a un lado.

Fuentes

Enlaces externos