Teatro Principal de Matanzas
Teatro Principal de Matanzas
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Lugar donde la ciudad consolidó sus primeros movimientos culturales, su mayor escuela de arte, su espiritualidad y muchos de sus rasgos identitarios. Sitio donde muchos matanceros soñaron e hicieron suyos los misterios del arte; su escenario fue puerta y puente que nos unió a lo mejor de la cultura en su tiempo. El viejo coliseo de la calle Manzano fue el centro del alma y la cultura de los matanceros durante cerca de cuarenta años.
Breve Reseña Histórica
Unas décadas antes de que la Ciudad de los Puentes se engalanara con la magnificencia del Teatro Estéban (Sauto), exactamente en 1828, se estructura el primer teatro verdadero de Matanzas, el cual en sus inicios llamaron el Teatro de Manzano y luego, para diferenciarlo de uno abierto posteriormente en el barrio de Pueblo Nuevo, le dieron el nombre de Teatro Principal de Matanzas. Este coliseo, aunque pequeño y de escasa relevancia arquitectónica, contribuyó notablemente a realzar la bonanza cultural de esta localidad. Su fachada, la más antigua de un teatro en el continente americano, continúa siendo testigo de una rica tradición cultural perfectamente perceptible en la obra creadora de poetas, pintores, músicos, dramaturgos y artistas de todos los géneros.
La razón de llevar a cabo la construcción del Teatro Principal de Matanzas fue la pobreza material del teatro que le antecedió, el cual funcionó entre 1822 y 1828. Las características de aquel viejo “teatrico” no se correspondían con el crecimiento económico de la ciudad matancera de la época, considerada entonces la segunda plaza mercantil de la Isla. Esta fue la razón que finalmente alentó a algunos vecinos y en particular a Juan José Romero y José Dehogues a construir uno de mampostería en los terrenos que le hipotecaron a la parda libre María Ignacia Morales.
La construcción original estaba compuesta por dos plantas de palcos, los del piso alto costaban 20 reales por función y los del bajo 17 reales. Tras los palcos del segundo piso había una galería cuyo precio era de 3 reales y delante de los colocados en el primer piso estaban las lunetas a un precio de 2 reales por función. De la construcción original sólo se conserva el frente.
El Teatro Principal de Matanzas emergió al panorama artístico matancero con no pocas deficiencias, puesto que no era lo suficientemente amplio y poseía poca ventilación, no obstante, esto no le impidió erigirse durante más de tres décadas –hasta el nacimiento del teatro Esteban- en uno de los principales escenarios de la Isla, en lo relativo a la recepción de artistas y espectáculos de toda índole.
Valoración como Monumento
Algunas de las principales razones por las que el edificio que un día ocupó el Teatro Principal de Matanzas debe ser valorado como Monumento para la cultura nacional son las siguientes:
- Por ser la fachada más antigua de un teatro que se conserva en Latinoamérica
- Por haber sido testigo del estreno y representación de muchas de las obras más valiosas de la dramaturgia cubana en el siglo XIX. En él se llevaron a las tablas piezas de José Jacinto Milanés, Gertrudis Gómez de Avellaneda, Miguel Teurbe Tolón, Rafael Otero y Emilio Blanchet.
- Por haber ostentado la categoría del segundo teatro de la Isla durante su existencia.
- Por haber recibido en su escenario a figuras de prestigio mundial como la bailarina Fanny Essler, los cantantes Adelina Patti, Isabel Ferón, Atilio Valtellina, Paolo Montesol o Celestino Salvatori; músicos famosos como Isaac Albeniz, José White, Rafael Díaz Albertini, Luis Gottschalt, Pablo Desvernine, Francisco Tostado, Camilo Savoni, Henrich Herz, Maurice Staroch, Giovani Pagnuncelli y José Grau; así como actores de la talla de Francisco Covarrubias, los Robreños o Isabel García Luna.
- Por haber servido como escenario para el desarrollo de artistas matanceros y cubanos de renombre, tales como Ursula Deville, Concepción Cirategui, los hermanos Justo y Adolfo Diez, Merced Betancourt y Antonio Cortadilla.
- Por haber sido el primer teatro en Cuba que abriera sus puertas a los bailes públicos.
- Por haberse ensayado y estrenado en él la primera forma de baile en Cuba llamada Danzón.
Actualidad
Comenzaron a transcurrir los días y el entrañable edificio fue perdiendo, sobre todo en el interior, los rasgos de su antigua apariencia. Hoy, a más 150 años de la clausura, su fachada continúa en pie, tal vez para recordar que lo genuino y verdaderamente valioso siempre permanece. Es por ello que nombres como los de Gottschalk, White, Milanés, la Elssler, la Deville, la Patti, Strakosch y otros no pueden ser ignorados. Muchos desconocen, sin embargo, que todos pasearon su virtuosismo por el modesto escenario del Principal matancero.
Luego de inaugurado el Teatro Esteban, el viejo coliseo de la calle Manzano quedó sumido en el más profundo olvido. Entonces fue una logia masónica, una lavandería, un garaje, lo fragmentaron para casa de vivienda, y por último, un almacén y comedor obrero.
“Milagrosamente” el Principal arribó a la década de los años 90 del anterior siglo, hasta que la actriz Miriam Muñoz, enamorada de su singular historia, logró que las autoridades municipales le permitieran desarrollar la actividad teatral en la parte alta del inmueble. Hoy en día el Teatro Principal requiere de una urgente reparación capital, puesto que se encuentra en inminente estado de derrumbe total. Por lo pronto, algo debe hacerse para que no desaparezca la secular fachada que requiere de pronta atención oficial por parte de las autoridades competentes.
Fuentes
- Moliner Castañeda, Israel. El Teatro Principal de Matanzas. Ediciones Matanzas, 2007
- Cabrera Galán, Mireya. El Teatro Principal de Matanzas.
- El Portal de la Cultura Matancera
- http://hispanidadymestizaje.es/elteatro.htm

