Juan Olimpio Varcarcel
Muchos son los jóvenes cubanos que han dado su vida por la independencia de Cuba, de muchos conocemos su historia de otros como este pionero avileño no tenemos ni una foto. En este escrito conocerás a un joven que dió lo mas preciado que tenia por amor a la Revolución.
Juan Olimpio Varcarcel “Tin”
Fue un niño muy pobre, tan pobre que de él no existe ni una foto. Era medio paralítico pues tenía un padecimiento que hacía que tuviera que caminar con mucha dificultad, auxiliándose de muletas. Sufrió mucho de niño. No tuvo juguetes, no pudo ir a la escuela. Vivía con su mamá que era tan pobre que andaba descalza (le decían Mariíta la descalza), y con su padrastro. Para ganarse con qué vivir y ayudar a su casa Tin empezó a hacer carbón en la zona costera, donde había mucha soledad, fango mosquitos, jejenes. Con mucho trabajo y mucho sufrimiento Tin fue reuniendo dinero hasta que pudo comprarse una yegüita con la que se trasladaba hasta la costa para hacer el carbón, y con la que luego iba trasladando hasta la zona del central Stewart, donde vivía, el carbón ya hecho.
Cuando llegó la columna invasora del Che en septiembre de 1958 a la zona costera del central Stewart donde Tin hacía carbón muchos de los rebeldes venían muy enfermos y hambrientos. Tin fue a donde estaban, y en la medida de sus posibilidades los ayudó a curarse y buscarle algo de comer. Conoció personalmente al Che. Cuando la columna fue a seguir para las Villas Tin le pidió al Che que lo aceptara en su columna para también combatir con las armas contra la sangrienta dictadura de Batista que oprimía a su padre y asesinaba a su pueblo; pero el Che le dijo que el era muy jovencito, no tenía ni 15 años, y que además estaba enfermo. También le dijo el Che que cuando la revolución triunfara él lo mandaría a buscar para que se curara y estudiara. Tin al no poder incorporarse a la tropa le dijo al Che que se quedara con su yegüita, pues le hacía más falta a los enfermos que a el.
El Che aceptó el regalo de Tin, era su única propiedad, era su único medio de transporte, era el medio del que se valía para ayudar a ganarse la vida. Pero Tin lo dijo y lo hizo: se desprendió de su más preciado tesoro para que sirviera en la lucha por la patria.
En cuanto triunfó la revolución, el Che a pesar de todos lo trajines en que se encontraba en La Habana se acordó de su promesa con Tin el niño pobre pero muy patriota y lo mandó a localizar con los revolucionarios avileños y que con su madre lo trasladaran desde Ciego de Ávila hasta La Habana.
Salieron en un automóvil que pusieron a su disposición, pero este tuvo un accidente en la carrera central y murieron Tin y su mamá. Cuando el Che se enteró se puso muy triste y ordeno que el niño Tin lo velaran con los grados de primer Teniente y así se hizo.
El niño Tin es un ejemplo de un niño patriota y desinteresado para el que lo primero era su patria por eso todos lo niños avileños deben conocer quien fue Tin. Por eso Tin es el símbolo de los niños avileños.
Fuente:
El libro Juan Olimpio Valcárcel, el primer teniente de 14 años, del autor Efraín Morciego.