Finca Santa Elena (Monumento Local Nueva Paz)

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Finca Santa Elena Monumento Local en Nueva Paz
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Ubicación Geográfica:Municipio Nueva Paz

Monumento Local Finca Santa Elena.

Este lugar histórico situado en la Localidad de Los Palos en el Municipio Nueva Paz fue escenario de las prácticas de tiro y entrenamiento militar de los revolucionarios que asaltaron el Cuartel Moncada y fue declarado Monumento Local en el año 1990.


Origen de la finca Santa Elena


Desde finales de 1800 una parte de la finca La Teresa pasó a manos de los antecesores de Mario Hidalgo-Gato González. Sesenta y tres años después, en 1953 Mario entregaba a la generación del centenario este lugar para la realización de prácticas militares bajo el nombre por el cual lo reconoce la historia: Santa Elena.
Esta finca, por su acercamiento geográfico, pertenece al pueblo de Los Palos, en el que a su vez está situado en el municipio de Nueva Paz, provincia de La Habana. Por carretera poco menos de 2 kilómetros la separan del poblado y por ferrocarril se reduce un poco más la distancia.
Los terrenos de Santa Elena poseen una forma semejante a la de un cuadrado, por el norte limita con las finca Purilimpia, por el sur con los herederos de Francisco Pérez, por el este, el camino de El Combate y por el oeste, un lado con los hermanos Ginoris y el otro con los herederos de Francisco Pérez.
La parte este de la finca de los Hidalgo-Gato se encuentra, casi en su totalidad, ocupada por sembrados de caña. La parte sureste es de vegetación muy tupida y de suelos con abundante diente de perro. La parte oeste está atravesada de norte a sur por la cañada de Los Quesos, la cual poseen un cauce ancho de márgenes rocosas, cubiertas de árboles y arbustos.
El norte presenta una fachada tupida en su interior donde se destacan algunos claros. Las tres caballerías de Mario están atravesadas por el ferrocarril de este a oeste. Al sur de la línea hay aproximadamente una caballería y tres cuartos de terreno laborables en el cual se cultivan caña de azúcar y frutos menores.


Prácticas de tiro en la finca Santa Elena

El 8 de junio 1953, se encuentran Fidel y Mario Hidalgo-Gato dueño de la finca en la oficina donde trabajaba Abel Santamaría en la calle Consulado. Fidel explica el problema que se presenta para seguir realizando las prácticas de tiro, la falta de nuevos lugares. Habla de la necesidad de seguir practicando, por lo que es imprescindible encontrar con la mayor premura donde continuar ésta labor. Se dirige a Mario y le dice que trate de conseguir en la zona donde él vive un lugar lo más seguro posible. Se cierra el compromiso bajo la palabra de resolver el asunto en una semana.
El lunes 15 de junio 1953 Mario se traslada nuevamente a Consulado para encontrarse con Fidel y darle la noticia del hallazgo. Fidel de inmediato hace un viaje de reconocimiento a Santa Elena, acompañado por Oscar Alcalde.
Después de revisar minuciosamente el lugar, Fidel se mostró complacido con las condiciones estratégicas que mostraba, sobre todo le impresionó mucho el bajo relieve de terreno, el cual nos resguardaría de miradas indiscretas y a la vez amortiguaría el eco de los disparos y dijo: el lugar está tremendo.

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Mata de mamonzillo donde se colocaban dianas para efectuar los disparos.


El miércoles 17 de junio 1953, cumpliendo orientaciones de Fidel, Ernesto Tizol viaja a Los Palos, donde se hace acompañar de Mario, Tomás David Rodríguez y Rolando Guerrero. Con el pretexto de tomar unas medidas se dirige a Santa Elena llevando lianza y otros instrumentos de topografía. La encomienda traída por el delegado de Fidel es escoger los lugares donde se efectuarían las prácticas de tiro. Caminan durante horas, hacen disparos en diferentes sitios y bien entrada la tarde posponen su trabajo para el día siguiente.
Al día siguiente el grupo vuelve a trasladarse a Santa Elena. Se hacen nuevos disparos, nuevas valoraciones y a la altura del mediodía quedan determinados los lugares que se utilizaría en las prácticas.
Tizol escoge un descampado que está antes de llegar a la cañada para la realización de ejercicios de comando. La topografía del terreno permitía el despliegue de varios hombres a la vez. En la parte más ancha de la cañada se practicaba el tiro. Las paredes servían de receptor y se aprovecharía su amplitud para concentrar varios hombres.
El viernes 19 de junio Ernesto Tizol vuelve a trasladarse a Los Palos. Esta vez con un cargamento de dianas, trípodes y cuatro fusiles calibre 22. Mario Hidalgo-Gato recibe éstos implementos y lo traslada de inmediato a su finca, ocultándolos en la casita del patio, debajo del palmiche.
El 21 de junio de 1953 comienzan las prácticas de tiro en la finca Santa Elena. Fidel parado bajo una guásima destacó la diferencia del movimiento en preparación con la campaña de intrigas y engaños de los políticos, cuyo alimento era el juego a la revolución. Explicó también como se desarrollarían los entrenamientos y enfatizó en la discreción que se debía guardar para mantener en secreto ésta labor revolucionaria.


Medidas estratégicas para asegurar las prácticas de los revolucionarios


Como medida estratégica para la realización de los ejercicios se llegaba a Santa Elena por diferentes lugares, evitando con ello la formación de grupos muy numerosos.
Al principio las actividades con armas en Santa Elena se realizaban los domingos, dirigidas directamente por Fidel. En ellas los instructores militares eran Ernesto Tizol, Pedro Miret y José Luis Tascende, quienes empleaban los conocimientos adquiridos en la preparación de la Universidad.
Por lo cercano de la fecha en que se llevaría a cabo las acciones de los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, las actividades en Santa Elena se intensifican. A partir del domingo 12 de junio comienzan a realizarse prácticas casi a diario. Ernesto Tizol fue responsabilizado con el nuevo ciclo de entrenamientos.
Los entrenamientos diarios no tenían la masividad de los dominicales ya que la mayor parte de los jóvenes de La Habana y de otros lugares, no asistían en grandes grupos. Estas actividades de ejercicios militares y prácticas de tiro se desarrollaban bajo rigores de discreción y desinformación, pero además de esa medida de seguridad mayor, organizar la vigilancia de estos entrenamientos. Los obreros de la finca Santa Elena, con decisión y disciplina, protagonizaron este renglón tan importante.
La buena organización del movimiento creado por Fidel, la disciplina de los participantes y la discreción y silencio de los responsables de la salvaguarda de las prácticas, trajeron como resultado positivo el arribo al último día de entrenamiento sin el menor rozamiento con la policía ni la guardia rural, cumpliéndose los fines trazados.


Consecuencias de la práctica en Santa Elena


Al ser conocidos los sucesos del Moncada la familia Hidalgo-Gato y los trabajadores de la finca, realizaron inmediatamente una limpieza de todo lo comprometedor. Dos paquetes de dianas que estaban en la casita del patio fueron escondidos en un cañaveral, después hicieron una minuciosa recogida de casquillos.
A más de una semana de los hechos, después de andar deambulando por La Habana es detenido Enrique Cámara Pérez, llevado posteriormente a la finca de Los Palos, producto de que habían hecho varios entrenamientos allí como además de que seis o siete compañeros de esa parte de ahí de Nueva Paz fueron al Moncada, para que identificara el lugar como campo entrenamiento, pero no lo identificó, porque no tenían un porqué de hacerlo en esos momentos.



Trascendencia de todas las prácticas.


Las prácticas militares realizadas en diferentes lugares del país por aquel grupo de jóvenes, que con decisión y patriotismo se ganó un lugar en nuestra historia no fueron aspavientos políticos. Esas prácticas sirvieron para entrenar militarmente a los nuevos luchadores de la patria, prestos a terminar con el oprobio existente en Cuba.
El Moncada fue la culminación de todo ese ciclo de preparación, siendo Fidel el máximo dirigente de esa gran epopeya. Los entrenamientos de la Universidad de La Habana, Artemisa, El Globo, el Club de Cazadores del Cerro, la finca Santa Elena y otros lugares, cumplieron su objetivo.

Madres de Raúl Gómez García y Manuel Isla Pérez en acto efectuado en la Finca(Small.jpg



Militarmente se prepararon hijos de este municipio y otros valientes en una finca nombrada Santa Elena, situada en Los Palos, Nueva Paz. Después de tantos años, se comprende el valor y la importancia de aquellas prácticas que une nuestras dos grandes gestas libertadoras y vive en la finca Santa Elena.


Fuente


Informaciones del JCCE Nueva Paz II
Entrevista al Historiador José López del Municipio Nueva Paz
Museo Municipal de Nueva Paz
Organismos e Instituciones de Nueva Paz