Fulgencio Batista
Fulgencio Batista. Dictador cubano. Nació el 16 de enero de 1901 en Banes, en un modesto bohío de la campiña oriental de Cuba. Fue desde 1934 hasta 1959 el hombre fuerte de los norteamericanos en Cuba. Se caracterizó por la malversación, el robo, la represión sangrientas y las alianzas con la mafia norteamericana. Primeros años Siendo muy joven realiza labores campesinas, y de ese trabajo ingresa como fogonero en los ferrocarriles. De los ferrocarriles se alista en el Ejercito, y en base a sus estudios pasa de soldado a cabo, y de ahí a sargento taquígrafo del Estado Mayor. Esforzándose por ascender en la vida militar, estudió inglés, física gramática, etc. El 4 de septiembre El 4 de septiembre de 1933 hizo su debut en el escenario político de Cuba. Hábil, taimado y henchido de ambiciones personales se adjudicó la supremacía de un movimiento organizado por clases y soldados con el apoyo de estudiantes universitarios para derrocar al gobierno provisional que siguió a la caída de Machado. El país vivía momentos de efervescencia revolucionaria y crisis nacional. Habían transcurrido tres semanas de la caída del dictador como consecuencia de una huelga general. Machado huyó raudo hacia Nassau y dejó tras si caos y desorden que recayeron sobre los hombros del gobernante provisional Carlos Manuel de Céspedes y Quesada, un nimio subordinado del derrocado dictador e hijo menor del Padre de la Patria. La asonada castrense que Batista capitalizó tuvo su origen en el descontento que por varios años acumulaban los escalones de menor rango en las instituciones armadas, una tropa con escasa cultura, casi iletrada, que se sentía preterida al ver esfumarse las esperanzas de mejoras para sus condiciones materiales y de vida. Era común que la alta oficialidad utilizara a alistados como elementos de la servidumbre en sus propiedades, retrasarles el salario con frecuencia, además de discriminarlos. Gravitaba sobre ellos la amenaza de licenciamientos masivos, un rumor que formaba parte de las medidas para enfrentar la depresión económica en la Isla. Este descontento creó las condiciones para la insubordinación. Amanecía el 4 de septiembre cuando, sin contratiempos, importantes unidades militares de La Habana fueron controladas por los conspiradores, a quienes se les sumaron de inmediato otros efectivos del Ejército, la Marina de Guerra y la Policía. De inmediato los hechos transcurrieron vertiginosamente. El gobierno de Céspedes se desmoronó y en su lugar quedó instaurada una junta denominada Pentarquía, sin el cargo de presidente, e integrada por miembros del Directorio Estudiantil Universitario y de otras organizaciones antimachadistas. Casi una semana después, al quedar disuelta la Pentarquía fue constituido un nuevo gabinete de composición heterogénea que trascendió a la historia como el Gobierno de los 100 días. Ramón Grau San Martín, un profesor de fisiología fue nombrado presidente. Una lucha de tendencias, entre las que estaba un núcleo revolucionario y antiimperialista liderado por Antonio Guiteras, caracterizaron al nuevo régimen no reconocido por Estados Unidos y amenazado por sus cañoneras frente a las costas de Cuba.
El “hombre fuerte” de los norteamericanos E 4 de septiembre catapultó a Batista de sargento taquígrafo a “jefe de todas las fuerzas armadas de la República”. Batista comenzó a conspirar, acudió en secreto a entrevistarse con Benjamín Sumner Wells, embajador norteamericano en Cuba Benjamín Summer Wells y con su sucesor Jefferson Caffery. Washington lo consideró su “hombre fuerte” en Cuba. Ordenó disparar a mansalva contra los participantes en el frustrado entierro de las cenizas del líder comunista Julio Antonio Mella, en septiembre de 1933 y fue determinante en el derrocamiento del gobierno de Grau mediante un cuartelazo en enero de 1934, luego contribuyó a ahogar en sangre la huelga general de marzo de 1935 y fraguó el asesinato de Antonio Guiteras ese mismo año. A partir de 1938, como hombre fuerte detrás del gobierno, presionado por el creciente movimiento de masas y por la coyuntura internacional de lucha contra el fascismo, hizo algunas concesiones políticas y sindicales. Tomó posesión de la más alta magistratura cubana, en el año 1940 tras unas elecciones muy discutidas. Su mejor aliado siempre fue el gobierno estadounidense. En 1944, se exilió voluntariamente, cediendo su puesto a Grau San Martín. Volvió a Cuba en 1948 y el 10 de marzo de 1952, , rompe el ritmo constitucional dando un cruento golpe de estado, que le convirtió en presidente. Tras el golpe del 10 de marzo Cuando el 10 de marzo de 1952, a escasos cuatro meses de las elecciones presidenciales, dio un golpe de Estado que pisoteó la Constitución de la República tuvo el beneplácito y la asesoría militar de los Estados Unidos. Por eso, en su orgía de sangre y horror a lo largo de casi siete años, estuvo rodeado y amparado por una jauría de connotados asesinos como Esteban Ventura, Pilar García, Conrado Carratalá y muchos otros ejecutores de crímenes y torturas. Si tenía que asesinar, robar, malversar o corromper, lo hacía sin miramientos. Fidel Castro denunció el golpe de estado, asaltó el Cuartel Moncada y al frente del grupo político "Movimiento 26 de julio", desembarcó en Cuba desde México donde estaba exiliado después del ataque al Cuartel Moncada, y de ahí se intrincó en la Sierra Maestra para combatir el régimen de entonces que ensangrentaba a Cuba. Huida y muerte La noche de fin de año de 1958, con la población en contra y el avance del Ejército Rebelde liderado por Fidel Castro, Batista huyó del país. Cuando salió precipitadamente hacia República Dominicana en la madrugada del Primero de enero de 1959, uno de sus cómplices llevaba en un maletín 3 millones de dólares en efectivo, cifra que no le alcanzó para tributarle al sátrapa Rafael Leónidas Trujillo el pago de diversas deudas, entre ellas, la compra de armas para combatir –infructuosamente- a las fuerzas guerrilleras en la Isla. Se estableció primero en la República Dominicana, luego en Madeira y por último en Guadalmina, cerca de Marbella (España), donde murió. Falleció el 6 de agosto de 1973. Fuentes http://www.somosjovenes.cu/index/semana11/batista.htm Revista Somos Jóvenes http://www.radiobaragua.cu/Palma%20Soriano/moncada/bibliografia_batista.htmn Radio Baraguá http://www.trabajadores.cu/materiales_especiales/suplementos/memoria-historica/neocolonia-1/fulgencio-batista-de-sargento-a-dictador Telleria Alfaro, Evelio; Fulgencio Batista: de sargento a dictador, Periódico Trabajadores

