Cupertina Rubio Ochoa
Cupertina Rubio Ochoa
Sumario
Información Personal
Contrae matrimonio con el joven Luis Trinidad Rubio. La familia tuvo que trasladarse de la hacienda Guanaiba en Cacocum hacia Gibara. Participaron en la guerrita dirigida por los hermanos Sartorio, los que frecuentaban la casa para que les colaran café. En una ocasión estuvieron ocultos en una cueva cerca de la Silla de Gibara, a Luis no le agradaba esta situación y se van al monte. Se alimentaban de jugo de naranja agria, guarapo, guayaba, caimito y otros frutos que les proporcionaba la naturaleza.
Vida Revolucionaria
Al incorporarse su esposo a la lucha en la guerra de 1895, como la mayoría de las familias cubanas, tuvo que irse con él a los campos de combate. Como él se desempeñó como práctico de enfermería en el Cuerpo de Sanidad Militar del EEMM del Departamento Oriental, ella hizo de su asistente, encargada de llevar los medicamentos, la quinina, los vendajes y todo lo que pertenecían a curaciones. Muchas veces tenía que rescatar y curar herido arriesgando su vida. Para esta tarea de la guerra construían las casas tipo “vara en tierra”, de tal forma que pudieran trasladarse de un lugar a otro con facilidad y burlar al enemigo.
Hijos
De los hijos, los dos primeros murieron durante la guerra, tuvo un total de diez: José, Antonio, Luis, Rodrigo, Daniela, Juan Clemente, María Luisa, Carmita y Ana. Durante la contienda nació uno de sus hijos, a la hora del parto se presentó el enemigo y tuvieron que partir de forma apresurada, ella montada a caballo y esperar que llegara la noche para cortar el cordón umbilical con un vidrio, expulsar la placenta a un río y continuar la larga marcha, a pesar del malestar y los riegos para su salud que significaba el parto, así como el peligro para el niño.
Después de la guerra
Nina, como le decían todos los que la conocían, fue muy querida y respetada. Ayudó a su esposo en la escuelita donde era maestro, después de licenciarse del Ejército Libertador. No pudo ver a su Patria libre.
Muerte
Muere el 16 de octubre de 1958, dos meses antes del triunfo definitivo.
Fuente
Entrevista a su nieta Ana María Rubio.