Farid Pescoza Majfud

Plantilla:Personaje deportivo

Farid Pescoza Majfud. El béisbol tiene su historia en Nicaro, primero el equipo Mineros, luego el legendario Los Mulos. Farid Pescoza Majfud, el catcher de Los Mulos fue, al igual que otros, alma del equipo.

Apuntes de su vida

Farid nació en Guaro, municipio de Mayarí, el 6 de Julio de 1933. De padre español y madre siria. Siendo pequeño la familia se traslada al poblado de Preston, hoy Guatemala. Allí creció y estudió la primaria, los estudios secundarios los realizó en Mayarí. Su padre era tornero del central. Desde chiquito su vida fue la pelota, nació siendo pelotero.
Luego se trasladó a Santiago de Cuba, para el Instituto, allí se integró al Movimiento 26 de Julio. Conoció a Otto Parellada, a Cuqui Bosch, a Tony Alomá. Solía reunirse con ellos en el Parque Céspedes y hacían huelgas y sabotajes.
En Santiago dejó los estudios y comenzó a jugar pelota. Sus padres no lo sabían, eso constituía un dolor para él, por tanto se lo ocultó durante un tiempo. Jugaba mucho con profesionales, jugó con Cocaína García, con Talúa Dandrich?
Cuando el golpe de estado del 10 de Marzo estaba alquilado en una casa de huéspedes en Heredia 363. El esposo de la dueña del negocio era telegrafista del Cuartel Moncada.

Farid llega a Nicaro

Llegó a Nicaro en 1955. Entró jugando con los Mineros, que eran un buen equipo. Al poco tiempo le ofrecieron jugar con Los Mulos.De ahí comenzó a trabajar en la Comercial del Uno. En ese entonces contó con la ayuda de muchas personas mayores. Cobraba cien pesos mensuales y con el overtime le pagaban un poco más, pero esto no era suficiente, no tenía donde vivir y viajaba diariamente hacia Preston en su auto. Luego conseguió donde vivir en Nicaro, aprovechó la oportunidad y trajo a su esposa. Sus padres se quedaron en Preston. Así continuó, trabajando y jugando béisbol.

Memorias de un Juego Decisivo

Fue en 1957. Ya Los Mulos habían barrido con todos los equipos de Oriente y nada más faltaba el enfrentamiento al equipo de Fuerza Aérea del Ejército.

“Ellos vinieron desde La Habana a disputarse con nosotros el Champion League. Yo recuerdo que en uno de los juegos contra ellos aquí en Nicaro ocurrió un suceso que nunca he olvidado. El pitcher de nosotros ese día era Alejandro Castro, ¡imagínate que nombre en que fecha! Él era un mulato grandón de Matanzas. Pues resulta que por el left field del campo había una lomita pequeña, era una irregularidad en el terreno, pero que mucha gente lo sabía. Y la gente empezó a gritarle al pitcher:
-¡Arriba Castro que los cogemos en la loma!
“Aquello fue tremendo. Después que se acabó el juego tuvimos que buscar cuanto papel pidiera la gente del ejército para justificar que realmente Alejandro era de apellido Castro." (Farid Pescoza)
“Y se tomaron tan a pecho aquello que después que nosotros les habíamos ganado y nos convertimos en los campeones de toda la isla nos sacaron al primera base, a un pitcher y no me recuerdo a quien más, alegando que eran profesionales. Y eso no era cierto, todos éramos amatéurs. Ellos lo que querían era sustituirlos por gente de su equipo para que fueran a Puerto Rico con nosotros, porque allí iríamos a jugar”.

En Puerto Rico

“A San Juan llegamos en un avión del Ejército que cogimos en Santiago de Cuba. Cuando entrábamos en la términal aérea pensábamos que nos recibían cubanos por los colores de la bandera, que se parecen a la cubana. De ahí nos fuimos para un hipódromo. Ya eran como las tres de la tarde. Allí casi todos apostamos en las carreras de caballos. Después nos instalaron en el quinto piso de El Palace, un hotel muy lujoso."
“Pusieron un ómnibus para transportarnos y recuerdo que a muchos lugares que iban nos recibían con el Himno Nacional de Cuba. Definitivamente una gran mayoría de puertorriqueños apoyaban la revolución cubana.
“Una noche nos llevaron a un Night Club y nos dieron lo que pedimos, esa era la orden de los jefes, claro. Al ratico fui hasta un baño y mientras lavaba mis manos me encontré una sortija de oro con una piedra lindísima. Se la entregué al encargado del lugar y resultó ser de un militar puertorriqueño. Aquel señor no sabía cómo agradecerme. "
“Allá jugamos en diferentes lugares y contra diferentes equipos. Estuvimos en Ponce, en Cumacao, Maniabón. En el primer juego pusieron como catcher al de La Habana. Después jugué en los restantes. Me gustaban mucho aquellos estadios repletos de gente, mientras más llenos estaban más confiado me sentía. Yo había ganado mucha experiencia en Santiago de Cuba con los profesionales."
“ Cuando nos coronamos campeones nos brindaron una actividad muy bonita que tuvo lugar en un Balneario. Fue un día entero. Nos hicieron comida cubana.

Farid, revolucionario de la lucha clandestina

Después del regreso de Puerto Rico vino para Nicaro otra vez pero jugó muy poco. Había decidido entregarse por completo al M-26-7, dentro del Movimiento era el tesorero aquí en Nicaro.
“Contribuíamos con la Sierra enviando dinero, ropas, zapatos, alimentos, armas. Considero que gran parte de los recursos que recibía la Sierra lo enviaban Nicaro y La Mina, por eso fue bautizado Nicaro, la Gallina de los Huevos de Oro.  "Pude haberme ido para México. El sueño de casi todos los peloteros es jugar en las Grandes Ligas como pelotero profesional, pero preferí quedarme con la Revolución. Había que triunfar.
“Me he alejado un poco de la pelota, ya no la sigo como antes. Me parece que en mi época era más bonita. Ahora se cometen muchos errores, aunque sí me gusta ver al equipo Cuba cuando sale afuera”.
Actualmente vive en El Dos de Nicaro, junto a su esposa. Este hombre de voz enérgica y pausada, cuya mirada serena y respetuosa no apaga con los años, tuvo el privilegio de hacer historia en el afamado equipo de Los Mulos de Nicaro y fue un revolucionario completo. Tenga Farid el merecido honor que merecen los hombres que hacen historia.

Fuentes

Museo de la localidad

Multimedia "Nicaro, semblanza de un pueblo"

http://www.ahora.cu/secciones/deporte/4264-los-mulos-de-nicaro-53-anos-de-una-victoriosa-gira.html