No pido permiso para hacer
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No Pido Permiso Para Hacer Este libro redactado por Alexis tiene, sobre todas las demás, la virtud de regodearse con deleite en el Ramón Silverio de El Mejunje, porque ese espacio (tan impensable e imposible como soñado y posible es) devino puerto para todas sus travesías. La iluminada tozudez del capitán que nunca abandona la nave ni le entrega las armas al enemigo, nos alumbra. Con lenguaje cotidiano ambos (autor y actor) nos presentan, por sus nombres y apellidos, a aquellos que, desde la misma trinchera —que no es la misma, que no es igual— no calibraban quilates a su utopía. De esa forma chocamos con los arrecifes que debió sortear El Mejunje para llegar a ser este espacio que hoy expide —por fuerza, sensibilidad y paciencia revolucionarias— pasaporte, para toda la ciudad y sus noctámbulos, hacia cientos de fronteras invisibles.
Argumento
Es imposible poner punto final a todo lo que El Mejunje representa. Yo creo que Marta Abreu se hubiera subido cuidadosamente las faldas para bailar con Los Fakires o, tal vez, quitado los zapatos para dejar sus huellas junto a las de ese benefactor de los tiempos modernos de Santa Clara ( y que Dios permita siga mejuneando), el no sustituible Ramón Silverio.
Fragmentos
De loma en loma. Siempre mantuve la idea de trabajar para los campesinos, pero mi estancia en el Experimental no me lo permitía. Por eso, cuando el grupo se divide, retomo el proyecto y se lo propongo al director de Cultura del municipio de Manicaragua. A él le pareció muy bien, era ya 1986 y yo tenía otro grupo de teatro al que sí le interesaba este trabajo. Siempre he partido de esta premisa: la voluntariedad para que los actores disfruten y no lo hagan por obligación.
Detalles
Por este libro, desde la ingenua mirada del niño campesino que fue Ramón Silverio, pasa la bondad de una revolución —con cuyos días iniciales tuvo el privilegio de sorprenderse— porque de ella recibió su caudal de esperanzas, la certeza de que lo imposible sucumbe ante su antónimo siempre que a este último lo anime una voluntad forjada con el fragor de los sueños. Una revolución a la que debe también, como filosofía, la firmeza de no entregar las esencias a cambio de nada. Una sola afirmación (que no aparece en el libro, pero es frecuente en el discurso “silveriano”) bastaría para confirmarlo: “En el Mejunje todo se oferta en moneda nacional —afirma con orgullo— porque el día en que el dólar entre aquí, por donde mismo él entra, salgo yo”.
Datos del autor
Alexis Castañeda Pérez de Alejo. Graduado de Historia y Periodismo. Poeta, crítico y ensayista. Trabaja como especialista en el Comité Provincial da la UNEAC de Villa Clara.
Fuentes
- No Pido Permiso Para Hacer. Alexis Castañeda Pérez de Alejo. Ediciones Sed de Belleza, 2010
- http://www.cubaliteraria.cu/articulob.php?idarticulo=11875

