Bengalí rojo
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Bengali rojo. Su nombre científico es Amandava amandava, estos multicolores pajarillos de los que existen varias razas, miden entre 9 ó 10 cm de longitud. La cabeza proporcionada, ostenta un pico cónico de base ancha, acabado en punta y casi tan alto en el nacimiento como largo, que tiene un color rojo intenso y brillante. Los ojos pequeños, circulares, son de color rojo vino característico. El dimorfismo sexual se acentúa durante la época reproductora en la que los machos se visten con un plumaje rojo granate más oscuro en las alas y cola, salpicado en los flancos, costados y supracoberteras caudales, por pequeños lunares blancos muy nítidos y contrastados. Las hembras son pardas, más claras en garganta, pecho, vientre y flancos, mientras el dorso se oscurece hasta el castaño grisáceo. Las supracoberteras caudales son granates, y las rectrices, casi negras, como en los machos. Fuera de la temporada de cría, los machos adquieren un plumaje muy similar al de sus compañeras, aunque a menudo conservan algún vestigio de sus galas nupciales antes de cambiar de nuevo la pluma.
Hábitat
Viven libres en bandos numerosos que frecuentan los claros y praderas cercanas a zonas arbóreas, e incluso, los campos cultivados desde la India hasta China y Archipiélago Malayo. Se han extendido hacia otros países como Egipto y Estados Unidos de América. Esta especie fue Introducida en la Península Ibérica donde se pueden observar en diferentes zonas de este territorio.
Frecuentan zonas de ribera, con vegetación espesa, asociado a cursos de agua, charcas, lagunas, ríos, acequias, zonas de carrizal y zonas de cultivos. Es una especie gregaria y territorial de hábitos diurnos.
Carácter y comportamiento en cautiverio
Son ruidosos, sociables, cantores, son huéspedes excepcionales para principiantes o expertos que ponen una nota de brillante colorido en la habitación pajarera.
Reproducción
En su hábitat natural el nido lo construye cerca del suelo, entre la maleza y lo hace con plumas y plantas.
En cautiverio no es difícil cuando disponen de espacio suficiente y cajitas de madera o rincones protegidos. Se les facilitarán materiales clásicos: hilo de esparto o fibras vegetales, pelote esterilizado, musgo y hierbas secas. Las hembras depositan en el interior de los confortables nidos de cuatro a seis huevos que son incubados alrededor de doce días. Los polluelos, cebados por ambos progenitores, abandonan el nido a las tres o cuatro semanas de vida. Pueden criar varias veces a lo largo del año, pero deben retirarse los nidos a finales de verano, con objeto de permitir un descanso antes del cambio de pluma invernal.

