Inés Morillo Sánchez
Inés Morillo Sánchez
Datos biográficos
Inés Morillo Sánchez
Labor Revolucionaria
Nació en Puerto Príncipe (Camagüey) el 25 de enero de 1825. Su padre José A. Morillo era natural de Santiago de Cuba. Su madre Antonia Sánchez era colombiana de Santa Fe, Bogotá. A los 43 años, unida al Comité Patriótico de Villa Clara, en 1868 comenzó a conspirar contra la dominación Española. Salió de sus manos la primera enseña nacional que iba a andar en los campos de Las Villas, confeccionó y repartió las escarapelas que usaron en dicho alzamiento los hijos de Villa Clara. Trabajó intensamente y con indiscutible efectividad en la propaganda por la lucha emancipadora, en la recolección de fondos para la misma y como enlace y confidente de las tropas mambisas del general Roloff. Fue una laborante de primera línea (lo que hoy llamamos trabajador de la clandestinidad) En 1875 fue detenida por las autoridades españolas por la delación de un cubano traidor de la que cuyo nombre la historia decidió no recoger presentando como una carta del general Roloff firmada por ella en la que le daba de la salida de la capital Villareña de una columna española destinada a sorprender un campamento de cubanos alzados esta carta había sido enviada al joven Rafael Martínez quien no pudo encontrar a tiempo las avanzadas de los patriotas que debían ponerlo en contacto con el mencionado general mambí. Desdichadamente dio con el cubano que resultó ser un delator quien obtuvo la misiva haciéndose pasar por este enlace, al día siguiente Inés y Rafael caían en poder de los enemigos de Cuba. El consejo de guerra no se hizo esperar y una semana más tarde ambos eran condenados a muerte. A Rafael lo pasaron por las armas a las 24 horas de haber dictado el fallo, no así a Inés cuya familia gestionó sin pérdida de tiempo su indulto. Esta gestión de indulto se llevo a cabo a través del gobernador español Elías de las Casas, que, según se decía era persona asequible y de ciertos sentimientos humanitarios y además estaba casado con una hermana del inolvidable patriota Eduardo Machado Gómez quien fuera representante a la cámara, electo en Guáimaro en abril de 1869. La gestión no calló en el vacío, el indulto le fue concedido por el general Balmaceda que conmutó la pena de muerte por la cadena perpetua a cumplir en la casa de recogidas de La Habana, pues era hacia donde se remitían las condenadas por los delitos comunes, es decir que allí cumplían condena por delitos más abyectos que se puedan pensar. El 24 de octubre de 1875, iba a salir Inés Morillo en cordillera de presos a cumplir su condena. Familiares y amigos inician una nueva gestión entre las autoridades carcelarias para que la valiente criolla no fuese conducida de la cárcel hasta la estación de ferrocarril en aquellas sucias carretas y junto al resto de los condenados, entre los que había hombres de las peores condiciones morales. Y además por que el viaje hasta La Habana no lo hiciese en el furgón de carga en que solían hacerlo los presos comunes. 500 pesos costo a la familia de Inés el que le permitiesen hacer el trayecto hasta la estación ferroviaria en un coche y el viaje hasta La Habana en carro de pasajeros de tren, tres días tardó la cordillera de presos en llegar a la capital de la isla Inés ingreso en la casa de recogidas el 27 de octubre donde se vio confundida con los delitos más repugnante. En cinco ocasiones trato en vano la familia Morillo de que fuese puesta en libertad bajo diversas condiciones y solo cuando el General Arsenio Martínez Campo llego a Cuba para implantar su política de concesiones pudo abandonar la terrible prisión habanera el 22 de julio de 1877 después de año y medio de encierro. Pero su libertad llevó una condición especifica: Inés Morillo Sánchez debía residir fuera de Santa Clara y su jurisdicción, como si el lugar fuese motivo para que nuestra valiente insurrecta dejase de ser en cualquier lugar de la isla en que se encontrase, la activa laborante que fue siempre.
Fuentes
- Archivo histórico recopilados en La Biblioteca Nacional José Martí