Mammillaria herrerae
| ||||||||||||||||||
Sumario
Origen
Lallaria herrerae procede del estado de Querétaro, cerca de la ciudad de Cadereyta, donde crece muy camuflada sobre laderas de caliza, entre 1300 y 1920 m. de altitud. Se encuentra gravemente amenazada por su recolección y por la construcción de la presa de Zimapán.
Descripción
Los tallos son solitarios o, a veces, ramificados desde la base, globosos, de hasta 3,5 cm. de diámetro. Los tubérculos, como cilindros con la punta truncada, sin látex, se disponen en 8 y 13 espirales. Las axilas son desnudas. Las aréolas son redondas u ovaladas, al principio con lana y más tarde desnudas. Las espinas son un centenar o más, todas radiales, superpuestas, desiguales, de 1 a 5 mm., rectas, sedosas y entrecruzadas con las de las aréolas vecinas; su color es gris o blanco (blanco puro normalmente en cultivo).
Las flores, en forma de embudo, son de 2 a 2,5 cm. de ancho, con los tópalos lanceolados, los externos con la parte media verde oliva y los bordes rosados; los internos son de color rosa, violeta o magenta, con la línea media más obscura; los filamentos son de color rosa violeta, las anteras amarillas anaranjadas, el estilo es blanco y los 6 lóbulos del estigma verdes. El fruto es blanquecino o rojizo, subgloboso y permanece retenido en el cuerpo. El color de las semillas va del marrón o negro.
Cultivo
Si podemos obtener sus esquivas semillas, éstas germinan bien. Su cultivo requiere abundante tierra caliza, aunque un ph 5 es el más indicado, porque crece en los huecos de roca caliza donde se forman bolsas fumíferas. Conviene que en la tierra de cultivo, aparte de los trocitos de caliza y el humus, tenga un 50% de sílice. Conseguir que florezca es todo un reto y si produce flores, podemos estar bien satisfechos, para ello hemos de disponer la planta en una exposición soleada.