Tonacatecuhtli

Revisión del 13:53 7 dic 2013 de Yoarcen02053jc (discusión | contribuciones) (Página creada con ' {{Ficha Santos y Deidades <div align="justify"> |nombre = Tonacatecuhtli |imagen = tonacatecuhtli.jpg |religión = Azteca |sincretismo = |celebración = |canonización = ...')
(dif) ← Revisión anterior | Revisión actual (dif) | Revisión siguiente → (dif)

{{Ficha Santos y Deidades

|nombre = Tonacatecuhtli |imagen = tonacatecuhtli.jpg |religión = Azteca |sincretismo = |celebración = |canonización = |patrón = |origen = |venerado = }}


Tonacatecuhtli.Creador y suministrador de comida.Señor de la naturaleza, dios primordial de la creación y la fertilidad.


La Creación del Mundo

Por los caracteres y escrituras y por relaciones de los viejos y de los que en tiempos de su infidelidad eran sacerdotes y papas, y por lo dicho por los señores y principales a quien se enseñaba la ley y criaban en los templos para que la desprendiesen, juntados ante mí y traídos sus libros y figuras que según lo que demostraban eran antiguas, y muchas de ellas teñidas, la mayor parte untada con sangre humana parece que tenían a quien decían Tonacatecuhtli, el cual tuvo por mujer a Tonacacíhuatl o por otro nombre Xochiquetzal - señor y señora de nuestra carne - los cuales se criaron y estuvieron siempre en el decimotercer cielo, de cuyo principio no se supo jamás...

Este dios y diosa engendraron cuatro hijos: al mayor llamaron Tezcatlipoca rojo y los de Uexotzinco y Tlaxcala, los cuales tenían a éste por su dios principal, le llamaban Camaxtli, éste nació todo colorado. Tuvieron el segundo hijo, al cual dijeron Tezcatlipoca negro, el cual fue el mayor y peor, y el que más mandó y pudo que los otros tres, porque nació en medio de todos los seres y cosas: éste nació negro. Al tercero llamaron Quetzalcóatl, y por otro nombre "Noche y Viento". Al cuarto y más pequeño llamaban "Señor del Hueso", y por otro nombre "La culebra de dos cabezas", y los mexicas le decían: Huitzilopochtli, al cual tuvieron los de México por dios principal...

De estos cuatro hijos de Tonacatecuhtli y Tonacacíhuatl, el Tezcatlipoca negro era el que sabía todos los pensamientos y estaba en todo lugar y conocía los corazones, y por esto le llamaban Moyocoya, que quiere decir que es todopoderoso o que hace todas las cosas sin que nadie le vaya a la mano... Huitzilopochtli, hermano menor y dios de los Mexicas, nació sin carne, sino con los huesos, y de esta manera estuvo seiscientos años, en los cuales no hicieron cosa algunos los dioses.

La Tradición de la migración Azteca

En medio de una laguna estaba el lugar de donde las cuatro tribus de los mexicanos vinieron hacia acá. Cuando querían hacer méritos, colocaban ramas de pino en sus canoas. Las ocho tribus (de los nahuas) salieron del lugar llamado "cueva de origen": la primera tribu eran los uexotzinca, la segunda los chalca, la tercera los xochimilca, la cuarta los cuitlahuaca, la quinta los malinalca, la sexta los chichimeca, la séptima los tepaneca y la octava los matlatzinca. Estuvieron en ColhuacanTítulo del enlace donde tenían sus casas. Allí encontraron a los aztecas cuando llegaron desde Aztlán a través del agua. Cuando los vieron les dijeron: "Señores nuestros, ¿a dónde vais? permitid que nosotros os acompañemos". Los aztecas les preguntaron: ¿A dónde queréis que os llevemos?". Entonces respondieron las ocho tribus: "No señores, nosotros os llevaremos".

Los aztecas dijeron: "Está bien, entonces nosotros os vamos a seguir". En Colhuacan recibieron los aztecas a un dios; estableciendo como tal a Huitzilopochtli. Entonces se pusieron en camino; desde Aztlan habían traído una mujer llamada Chimalman. Repartidos en cuatro divisiones abandonaron a Colhuacan en el año "uno-pedernal" y cuatro de ellos llevaban a cuestas al dios (el bulto con el ídolo). Uno se llamaba Quauhcóuatl, el segundo Apanécatl, el tercero Tezcacouácatl, y la cuarta Chimalman. Cuando habían llegado a Quauitl itzintlan ("debajo del árbol"), establecieron su campamento en un lugar donde había un árbol grande. Allí hicieron una pequeña pirámide de tierra, sobre la cual pusieron al dios (al ídolo). Luego tomaron lo que traían para comer y querían tomar su alimento, el árbol bajo el cual estaban se partió en dos. Entonces dejaron la comida y estuvieron sentados tristemente, y con la cabeza baja, durante mucho tiempo. Entonces les habló el dios diciéndoles: "Llamad a las ocho tribus que os llevan y decidles: 'Nosotros no iremos adelante, sino nos regresaremos' ". Cuando los aztecas dijeron eso a las ocho tribus, éstas se pusieron tristes y dijeron, después de haber despedido a los aztecas: "Señores nuestros, ¿a dónde debemos ir? mejor os acompañaremos". Una vez más les dijeron los aztecas: "No, de todos modos tendréis que seguir adelante solos". Entonces las ocho tribus se fueron y dejaron a los aztecas en Quauitl itzintlan. Los aztecas se quedaron mucho tiempo en este lugar. Cuando ellos se habían puesto en camino también, se encontraron hechiceros que se habían caído entre cactus redondos; algunos también se habían caído debajo de mezquites. Ellos eran los que llamaban "serpientes de las nubes"; el nombre del uno era Xiuhnel, el del otro Mimich, la tercera era una mujer, la hermana mayor de ambos. Otra vez les habló el dios Huitzilopochtli a los aztecas: "Aprehended a los que están entre los cactus redondos; ellos serán los primeros que os darán tributo". Luego los aztecas cambiaron su nombre en el mismo lugar, pues su dios les dijo: "De ahora en adelante ya no os llamaréis aztecas sino mexicas". Mientras adoptaban el nombre de mexicas se emplumaron las orejas. El dios les dio el arco, flecha y la bolsa de red y les dijo: "Todo lo que hay en el aire sabrán tirar los mexicas con sus flechas". Después llegaron a Cuextécatl ichocayan (donde llora el huaxteca) y en el año "dos-casa" a Cóatl icámac ("en las fauces de la serpiente"). En este último lugar se ligaron por primera vez los años sobre ellos. En el año "dos-caña" se hizo el fuego en el Cerro de las Serpientes, y entonces los mexicanos se fueron a Tollan... En el año "seis-pedernal" llegaron los mexicas a Atlacuiuayan, donde se quedaron cuatro años. Allí mismo inventaron el lanza dardos y la flecha, y por eso llamaron al lugar "donde se recibe el lanza dardos". En el año "nueve-pedernal" pasaron a Chapultepec. Cuando los tepanecas y los de Colhuacan habían contado a los mexicanos en Chapultepec y cuando temerosos se dieron cuenta de cómo se habían multiplicado, vinieron de las cuatro partes para atacarlos. Los mexicas se quedaron veinte años en Chapultepec; a mediados del año partieron hacia Acocolco, donde fueron rodeados por enemigos en cuyas manos cayeron finalmente; lo que pasó en el tiempo en el cual se ligan otra vez los años. En Acocolco, donde fueron rodeados por enemigos en cuyas manos cayeron finalmente; lo que pasó en el tiempo en el cual se ligan otra vez los años. En Acolco los mexicas tuvieron que hacerse vestidos de hojas de maguey. Huitzilihuitl (su jefe) junto con su hija menor llamada Azcalxoch llevaron a los enemigos a Colhuacan, mientras que Tezpanxoch, la hija mayor, fue llevada a Ixtlahuacan; ella iba desnuda, ningún vestido cubría su cuerpo. En Colhuacan gobernaba un rey llamado Coxcoxtli. Huitzilihuitl le pidió protección para su hija, que no poseía ningún vestido, y le dijo al rey "Oh señor, ten un poco de compasión con mi hija". Pero Coxcoxtli respondió: "No, ella se quedará así, como se encuentra". En el año "tres pedernal" los mexicas se fueron a la región de Colhuacan, en Contitlan se detuvieron en Tizapan Colhuacan... En el año "seis-caña" los colhuas se armaron para la guerra y combatieron contra los xochimilcas. Cuando los xochimilcas habían puesto en peligro a los colhuas, el rey de de Coxcoxtli dijo: "¿No están los mexicas todavía allá? Que vengan". Luego los llamaron, y cuando llegaron a la presencia del rey, les dijo éste: "Venid, los xochimilcas nos vencerán si no nos ayudáis. Yo os prometo como recompensa todo un bulto de granos de cacao si vosotros los prendéis, de modo que sean vuestros prisioneros". Entonces los mexicas contestaron: "Está bien, pero danos oh rey, por piedad, un pequeño y mal escudo y una pequeña y vieja espada". El rey respondió: "No, quiero que os vayáis así como estáis". Los mexicas se consultaron entre sí y dijeron: "Qué llevaremos?, aunque solamente tenemos nuestros cuchillos de pedernal, les cortaremos las narices a nuestros prisioneros. Si les cortamos con ellos las orejas, no querrán saber nada de ello. 'Tal vez los prisioneros tengan cortadas las orejas de ambos lados. Desechadlas, dejadnos sus narices' Vamos a llevarnos bultos para poderlas contar; quién sabe lo que va a suceder". Entonces tomaron los bultos y se fueron a la lucha; algunos de ellos se fueron en canoas. Formaron su ejército en el "río de la serpiente". En este tiempo los de Colhuacan tenían como jefe de guerreros a Tetzitzilin. Éste llevaba como distintivo de rango una camisa de tiras de papel extendidas. Éste les dijo a los mexicas: "Poneos en camino, mexicas". Tan pronto como habían hecho los primeros prisioneros se aterrorizó y lloró por lo que les había dicho a los mexicas. Hasta las puertas de Xochimilco avanzaron los mexicas, entonces se regresaron. Luego se hizo la cuenta de sus prisioneros delante del rey Coxcoxtli. Los mexicas le dijeron "Oh rey, estos son todos nuestros prisioneros; hemos tomado cuatro bultos de ellos". Inmediatamente Coxcoxtli llamó a sus consejeros y les dijo: "Estos mexicas no son seres humanos. ¿cómo lo habrán hecho, ya que solamente los quería probar y burlarme de ellos?" Entonces les tomaron mucho miedo a los mexicas. Solamente a cuatro de sus prisioneros habían traído con vida, y no los mostraron al rey. Luego levantaron en Tizapan una pequeña pirámide de piedra, y luego se fueron a ver al rey y le dijeron: "Ahora, oh rey, deja que tus sacerdotes santifiquen nuestra pirámide con alguna pequeña cosa". El rey contestó "Está bien, merecéis alguna recompensa; que los sacerdotes lo hagan". Después se llamó a los sacerdotes y se les dijo que les pusieran cabello, excremento y un pájaro nocturno. Los sacerdotes se fueron de noche para dejar estas cosas. A la mañana siguiente los mexicas fueron a ver lo que les habían puesto en su pirámide. Cuando vieron el interior y se dieron cuenta de que les habían dejado excremento se pusieron muy tristes. Entonces quitaron estas cosas y santificaron la pirámide con ramas de espinas y de pinos. Y ya que esto estaba terminado convidaron al rey. Cuando éste vino, vio a los prisioneros que mataban y que estaban ataviados para el sacrificio con adornos preciosos, el "adorno de plumas de la gente de la costa", escudos de turquesa y banderas de quetzal, - pero solamente parecía que llevaban estas cosas, mas en realidad no era así. Y sobre los prisioneros sacrificados los mexicanos sacaron fuego, para expresar así que sus años en Chapultepec se habían ligado; ellos no habían podido prender el fuego nuevo, desde que habían sido rodeados por sus enemigos. Cuando esto había pasado, los de Colhuacan se impacientaron, montaron en cólera y Coxcoxtli dijo: "¿Quiénes son éstos? Ellos no son seres humanos, echadlos fuera". Entonces arrojaron a los mexicas de la tierra y éstos entraron sobre balsas de caña al juncal de Mexicatzinco; cuando pasaban en sus balsas de juncos fueron cubiertos por una lluvia de flechas... Axolohua y Cuauhcóatl (dos sacerdotes mexicas) fueron a buscar un lugar que pudiera servir para asentarse en él. Cuando habían penetrado al juncal, vieron una piedra que estaba allí, con un nopal encima, sobre el cual estaba parada un águila. Detrás de él estaba su nido, su lugar de descanso, que estaba formado por muchas clases de plumas preciosas - de quechol, de cotinga y de quetzal. Uno de los hombres, regresó y vino a decir a los mexicas: "Apenas habíamos visto el agua, que parecía remolino azul, cuando Axolóhua fue jalado debajo del agua". Cuando esto había sucedido, Cuauhcóatl regresó para contarlo a sus amigos.. pero ya al día siguiente apareció Axolohua otra vez y dijo: "Yo me fui y he visto a Tláloc. Éste me dijo: 'Ahora mi querido hijo Huitzilopochtli ha llegado a su meta, puesto que aquí estará su casa; pero él tendrá que trabajar duramente, para que los dos podamos vivir juntos sobre la pirámide de tierra'." Después de que ellos lo habían contado a todos, se fueron los mexicas para ver el milagro. Y cuando habían contemplado el nopal sobre la piedra, limpiaron el suelo detrás de éste y levantaron allí una pirámide de tierra. Xomímitl (un jefe mexica) se paseaba una vez, y entonces se encontró con el jefe de la guerra de Colhuacan, Chichilquahutl. Después de que lo habían hecho prisionero, lo trajeron y lo pusieron vivo en el interior de su pirámide de tierra; así santificaron su pirámide con el jefe de guerra de Colhuacan. El año en que ellos establecieron su pirámide se llamó "dos-pedernal".

Fuentes