Robert Christian Hansen
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Robert Hansen, asesino de prostitutas, conocido también como el depredador de Alaska, buscaba mujeres bellas que se dedicaban al baile exótico y a la prostitución para dejarlas correr por el bosque y asesinarlas.
Infancia de Robert
Robert Christian Hansen nació el 15 de Febrero de 1939 en Estherville, Iowa. Hijo de un cocinero de origen Danés, paso una infancia muy difícil al lado de su padre que lo obligaba a trabajar largas horas en el negocio de la familia. Al llegar a la adolescencia el severo acné que padeció se sumó al marcado tartamudeo que tenía. Era el perfecto objeto de las burlas y los abusadores de siempre en la escuela. Quienes se acuerdan de él, lo veían como un sujeto solitario que jamás socializaba con nadie. A pesar de haber nacido zurdo, sus padres lo obligaron siempre a usar la mano derecha, imposición que incrementaba la presión y el estrés en que vivía.
Vida
A pesar de todo lo anterior, en 1960 se casó con una muchacha pero su matrimonio no duró mucho. El 7 de diciembre del mismo año con el objetivo de vengarse por rencillas contra los pobladores de Pocahontas, fueran estas reales o imaginarios, Hansen obligó a un empleado del negocio de la familia a que lo ayudara a incendiar un garaje del autobús de la escuela. Este joven de 16 años tuvo la entereza suficiente de delatarlo. Fue sentenciado a una pena de 3 años en prisión, a los 6 meses su esposa tramitó el divorcio. Luego le fue otorgada la libertad condicional cumplidos 20 meses.
No pasaron muchos meses para que Robert Hansen se casara otra vez. De acuerdo a los estudios psicológicos que le fueron practicados, Hansen era de personalidad infantil y obsesiva. Y después de lo del incendio ahora había adquirido la afición por robar. Carecía de necesidades, así que lo hacía por la emoción momentánea del hurto. A pesar de que fue descubierto en sus pillerías, nadie hizo olas y no se levantaron cargos.
En 1967 los Hansen decidieron comenzar una nueva vida y se movieron a Alaska, a la ciudad de Anchorage. Ahí de nuevo continuaron los problemas de Robert, esta vez fue acusado de robar una sierra eléctrica. Fue sentenciado a 5 años de prisión y nuevamente fue estudiado por doctores, quienes diagnosticaron que Hansen padecía de trastorno bipolar, y que requería terapia a base de litio para controlar sus violentos cambios de humor.
Una vez fuera de la cárcel, prosiguió su vida matrimonial. Ya era padre de dos hijos cuando ideó una curiosa manera de hacerse con más dinero. Simuló el robo de una serie de objetos de valor de su casa, los cuales escondió en un área apartada y secreta de la misma. El seguro le reembolsó $13,000 dólares con los cuales instaló un negocio de comida. Entre los objetos reportados como robados se encontraban varios trofeos de cacería. Actividad en la que Hansen era una celebridad de la localidad. Poseía un numeroso arsenal de rifles y era muy comentada la hazaña en la cual con un arco y flecha dio caza a una cabra salvaje, habitante usual de los parajes boscosos de Alaska. La cacería le daba un alto status dentro de la sociedad que antaño cuando adolescente careció completamente. De hecho la gente consideraba a Robert Hansen como uno de los pilares de su comunidad. Era apreciado y respetado.
La gente ignoraba o negaba admitir que este singular hombre bajito y fervoroso padre de familia era en realidad un peligroso sociópata. Criminal consumado que había robado, incendiado y defraudado una aseguradora. Y peor aún, era un asesino de bailarinas y prostitutas, pero ese delito permanecería oculto por algún tiempo.
Sus crímenes
A consecuencia del boom petrolero de Anchorage, muchachas jóvenes y guapas pronto fueron seducidas con la posibilidad de hacer grandes ganancias bailando y prostituyendose en el área. Alrededor de estos lugares aparecieron puestos de revistas con toda la pornografía imaginable en aquella época. Esos y otros negocios de dudosa procedencia. Los robos, fraudes y riñas proliferaron notablemente y fue en este sórdido ambiente donde Robert Hansen acechaba a sus víctimas. Las nefastas actividades de Robert Hansen aparecieron a la luz poco a poco. El primer incidente ocurrió el 12 de Septiembre de 1982 cuando un par de oficiales cazaban en el valle del río Knik, lugar apartado y fuente inagotable de esparcimiento para cazadores profesionales. Ya fueran venados, ciervos, osos y cabras salvajes, de todo había sin embargo para John Daily y Audi Holloway no había sido un día de suerte así que antes que les cayera la noche encima decidieron regresar y tomaron un inusual atajo por la rivera del río. De pronto, de un banco de arena vieron una bota semienterrada en el suelo. Picados por la curiosidad se acercaron para descubrir una extremidad en descomposición. Les tomó unos instantes darse cuenta de la situación y se apartaron rápidamente para no alterar la escena de un probable crimen. Tomaron nota del sitio del hallazgo y pronto detectives y forenses analizaban minuciosamente el sitio. El sargento Rollie Port, experimentado veterano analizó meticulosamente la escena del crimen hasta que descubrió un cartucho percutido calibre .223 de uso común en rifles de alto poder como el M16, la AR15 y el Mini-14, armas que en muchas naciones son de uso exclusivo de las fuerzas del estado.
El cadáver fue analizado en Anchorage y se determinó que había muerto por las heridas de 3 disparos del calibre ya citado. Después de algún tiempo se determinó que en vida la mujer se llama Sherry Morrow de 24 años, bailarina exótica y que había fallecido hacía 6 meses. El 17 de Noviembre de 1981 fue vista por última vez por amigos del Wild Cherry Bar a quienes comentó que un hombre le había ofrecido $300 dólares por posar para algunas fotos.

