Andén

Andén
Información sobre la plantilla
99995.jpg
Localización
País(es)Perú

Los andenes son bancales o conjuntos de terrazas escalonadas que datan de los tiempos precolombinos construidas en las laderas de las montañas andinas y rellenadas con tierra de cultivo. Los ríos que discurren por la cordillera de los Andes forman valles estrechos por encima de los 500 msnm. A diferencia de la costa peruana donde la irrigación con canales permitió ganar tierras cultivables a los desiertos planos, en las zonas montañosas del Perú existen valles muy estrechos y profundos que impedían la agricultura a gran escala. Los antiguos andinos, al necesitar tierras de cultivo adicionales a las que les ofrecían sus valles estrechos, ganaron tierras a costa de las montañas y crearon los primeros andenes.

La escala de los andenes no parece haber sido muy importante hasta aproximadamente el siglo VI de nuestra era, cuando el Estado Huari o Wari empieza una construcción masiva de andenes en la región de Ayacucho, lo que implicaba gran inversión de fuerza de trabajo. Es precisamente a partir de ese momento en que Huari cobra importancia geopolítica y empieza su expansión por los Andes Centrales en lo que es considerado el primer imperio andino siglos VI a X.

En los siglos sucesivos se perfeccionó la técnica de construcción de andenes, incorporando capas de diferentes materiales al relleno, para controlar mejor el drenaje de los mismos frente a las lluvias. En el siglo XV, los incas invirtieron recursos considerables no solo en los rellenos sino en la calidad de los muros de piedra. En el período incaico, precisamente, los andenes fueron usados para otros fines, como controlar la erosión de las montañas donde construían sus centros ceremoniales. Por ejemplo, buena parte de los andenes construidos en el extremo oeste de Machu Picchu tienen esa finalidad. Después de la conquista española, el uso de los andenes se mantuvo y hasta el día de hoy existen regiones donde se cultiva en ellos de forma abundante.

Conjuntos de Andenes famosos

Los andenes poseen un atractivo extra más allá del histórico y de sus originales motivaciones económicas: Son en sí mismos recursos paisajísticos y su distribución en las montañas andinas no está exenta de valores estéticos. Muchos de ellos siguen la curva natural de las laderas lo que hace que guarden armonía visual con el entorno. La idea de jardines colgantes en las montañas, puede calzar bien con la descripción de los andenes.

Entre el centro del Perú y el norte de Bolivia se encuentran los conjuntos de andenes mejor conservados. Probablemente la zona de Andenes más impresionante sea el Valle del Colca cuyas terrazas fueron construidas por los collaguas a partir del siglo XI. Son visualmente impactantes los de las islas del lago Titicaca (construidos por los aimaras) y los del llamado Valle Sagrado de los Incas en el Cuzco, construidos por los incas donde destacan especialmente los conjuntos de andenes concéntricos de Moray, y las enormes terrazas de Pisaq y Ollantaytambo. Buena parte de estos andenes son usados hasta el día de hoy, lo que refleja la calidad de su diseño. en la cual consiste en nada es una hisrotiamuy bonita vgy x.cjhc1x5c c xcx15c47x x2vccescx24bv5g303218 4 86 154 9Texto pequeño.

Písac

Písao (también Pisao) está ubicado a 33 kilómetros de la ciudad del Cusco, en el Perú. Su sitio arqueológico es uno de los más importantes del Valle Sagrado de los Incas. Se encuentra al este de la Cordillera de Vilcabamba. Como era costumbre en la arquitectura inca, las ciudades fueron construidas sobre la base de trazos figurativos de animales. Písac, tenía la forma de una perdiz, como dice su nombre.

Esta población tiene una parte incaica y otra colonial. Su plaza principal es un lugar entretenido lleno de colorido y con diversos artículos artesanales a la venta. Este pueblo es conocido por su observatorio astronómico. La arquitectura de Písac también es mestiza construida sobre restos indígenas por el virrey Francisco de Toledo. Aquí se puede asistir a una misa en quechua en medio de indígenas y varayocs o alcaldes regionales. Igualmente, se puede comprobar cómo los agrónomos incas resolvieron el problema de sembrar en las pendientes de los cerros.

Actualmente atrae a muchos turistas por las ruinas incaicas, que forman parte junto con Ollantaytambo y Machu Pichu del circuito arqueológico del Cusco, que lo hacen la mayor fuente de ingreso del pueblo, aparte de la agricultura de subsistencia.

Písac no escapa a las famosas leyendas incas. La ciudad presenta una estatua que tiene una muy particular: se dice que el cacique Huayllapuma tenía una hija, llamada Inquill, a la que tenía que casar con el hombre que pudiese construir, en sólo una noche, el puente sobre el río Willcamayu - Actualmente "Vilcanota" ó "Urubamba"- (un puente de mucha importancia para la defensa del lugar). Pese a la dura tarea, Asto Rímac -un apuesto príncipe- decidió aceptar el reto, y pedir la mano de la princesa. Las autoridades del lugar dispusieron todo para que Asto Rímac iniciara las labores, mientras la princesa debía subir un cerro sin voltear; porque, de lo contrario, ella y su prometido se convertirían en piedra. Casi al amanecer, el príncipe había culminado con la obra, pero Inquill, no pudiendo soportar más, volteó y quedó convertida en piedra hasta el día de hoy.

Fuentes

http://apuntesdearquitecturadigital.blogspot.com/2012/03/arquivideo-3-los-andenes-de-moray.html