César Aurelio Castillo Bozo
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César Aurelio Castillo Bozo, destacado payador, escritor y poeta de Chile.
Sumario
Nacimiento
Nació en Rengo el 3 de marzo de 1948. Hijo de Clementina Bozo y Carlos Castillo, tomo la afición por los versos y la paya motivado por su padre Carlos Castillo.
Trayectoria estudiantil
El apodo de Tranca se debe a que en la Escuela Superior Bernardo O’Higgins de Rancagua, donde cursó sus estudios básicos, un día, aburrido por tener que esperar por la llegada de sus compañeros, ya que su madre lo llevaba muy temprano por tener que concurrir a trabajar, y viendo que el auxiliar dejó la puerta abierta y se retiró a realizar otros deberes, César le trancó la puerta a los compañeros y profesores y desde el segundo piso los miraba como se agruparon en la puerta de entrada. Y desde ese día llamaron al de la travesura, el que tranca la puerta, quedando posteriormente solo como Tranca.
Ambito social y laboral
En el año 1974 contrae matrimonio y, por razones políticas, emigra a Argentina, regresando a Chile en 1975. De esa unión nace su hijo Claudio a quien dedicó su libro Claudicuentos de Sol y Luna. Realiza diversas actividades laborales, entre ellas, mueblista, titiritero, mago, etc. además, participa del grupo teatral Machi. Desde 1976 comienza su vida de docente al incorporarse a trabajar en la Escuela Nº 1 anexo Santa Julia. Inició nuevamente sus estudios recibiendo su título de profesor básico en 1984. Anteriormente, en 1981, ya había recibido su título de Contador General en el Instituto Comercial de Rancagua.
Además de payador, fue profesor, poeta, escritor y contador, profesión que según decía, le tenía que servir para financiar el vicio del cigarrillo.
Trayectoria artística
A partir del año 1978 comienza formalmente su vida de escritor, folclorista, cultor y defensor de la Poesía Popular. Participando en más de 60 Encuentros de payadores, ya sea de carácter local, regional, nacional e iberoamericano. En 1985 vuelve a contraer matrimonio, del cual nacen dos hijos, Carlos y Tania. En 1991 debido a cambio de domicilio, solicita traslado de escuela e inicia su función laboral en la escuela Hermanos Carrera donde permaneció hasta el día 8 de agosto de 2005. César Castillo, no solo participó en Encuentros de Payadores donde se observa su gran calidad en cuanto a conocimiento e improvisación, además, publicó cintas fonográficas (casettes), libros, etc.
Para su nacimiento el tranca decía:
El año cuarenta y ocho Siendo marzo un día tres, A este mundo yo llegué Después de febrero mocho...
Entre los que se puede recordar:
Discos
- El tranca y los güenos versos
- Payadores en vivo
- Romancero Gaucho y Huaso
- Contrapuntos de Hermandad
Libros
- El tranca y los güenos versos
- El circo y otros cuentos
- De aquí no se libra nadie
- Décimas a Neruda
Como recuerdo aquella de liras populares de poetas de la VI región, con una colección de liras con versos en décimas de varios de nosotros, Los Poetas Populares. Durante toda su vida, César Castillo Bozo se caracterizó por su solidaridad, defensa de los derechos humanos y de los más segregados de la sociedad, su activa participación gremial, la defensa del arte y la cultura, especialmente de la poesía y canto popular.
Fue persona alegre, chispeante, ante cualquier situación, por la más adversa que pudiera parecer, tenía lista una respuesta ingeniosa que era de admirarse. Casi no lo podrán creer, pero los versos del Tío Juan, fue un chiste que le conté cierto día en que estábamos con el Manguera de Puente Alto, a la semana siguiente cuando nos vimos, nos dijo, - Miren en lo que quedó el chiste. Y nos leyó El Tío Juan. Había transformado el chiste en un cuento en décimas, con una genialidad impresionante. Era Inquieto por hacer feliz a la gente, de esa inquietud nació un guitarrón chileno de 25 cuerdas, que fabricó y que parece pieza de museo por el aspecto de antiguo que le imprimió a su fabricación.
Cada vez que hay reunión de payadores, terminamos haciendo o diciendo cosas que el Tranca hacía, recordándonos de sus dichos, su amistad nos dejó el signo de la alegría para siempre. Por ello y por su legado como ser humano es que cada vez que un payador diga un verso, volarán no solo los reflejos de nuestra tradición decimera, sino en cada verso se respirará la herencia de Lázaro Salgado, de Bernardino Guajardo, de Abel Fuenzalida y de César Castillo Bozo “El Tranca” de Rancagua.
Fuentes
Portal del CIDVI (Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado)

