Grupo de Teatro Pálpito
| ||||||||
Grupo de Teatro Pálpito. Destacado Grupo de Teatro Cubano fundado en el año 1993 por su actual Director Ariel Bouza Quintero.
Sumario
Fundación
El 25 de marzo de 1993 unos jóvenes se juntaron en La Habana para soñar a través del teatro. Desde entonces se han aventurado en un enriquecido juego, no exento de riesgos, que apuesta por la comunicación con un público diverso. Teatro Pálpito surge a partir de un taller de actuación de la compañía La Colmena a la que pertenecía Ariel Bouza, este taller estaba diseñado para todos aquellos jóvenes que estaban interesados en entrar en aquel grupo inmenso que dirigía Carlos Alberto Cremata. Bouza y Cremata estudiaron juntos en el Instituto Superior de Arte y desde entonces se fomentó el diálogo entre ambos creadores, lo cual permitió que el máximo representante de La Colmena le pidiera a Ariel Bouza que impartiera ese taller de actuación, que reunía a jóvenes egresados de la escuela de la Escuela Nacional de Instructores (ENIT), del Instituto Superior de Arte (ISA) y otros si formación académica pero con mucho talento y deseos de trabajar.
Ariel Bouza tenía en ese entonces inquietudes como director por lo que realiza un proceso de selección dentro del propio grupo según los talentos con que contaba para ver quién podía escribir, hacer la música, el diseño… Estos presupuestos del inicio se ha mantenido de alguna manera en Teatro Pálpito donde todos los actores cumplen dobles roles desarrollándose también en las distintas disciplinas que lo comprenden. El actor no es simplemente un ejecutante sino que conoce al teatro desde diferentes planos, se desdobla y puede hacer el sonido de una obra, una banda sonora, algunos han escrito un texto, elaborado el diseño de alguna de las obras o colaborado con el mismo.
Historia
Cuando surge Pálpito, al salir de uno de sus talleres, seguía los mismos presupuestos de La Colmena. Había que seguir la misma línea porque después estos actores que se formaran en el taller pasaban a trabajar con Carlos Alberto. Pinocho fue el espectáculo fundacional, la dramaturgia del mismo así como la música y el diseño corrió a cargo de los propios actores. El montaje se realizó en el patio de la casona de 25 y A en tiempos extras al trabajo de La Colmena. Cuando Cremata vio la puesta y el resultado artístico de la misma sugiere a Ariel Bouza que cree su propio proyecto con ese grupo de nuevos actores con los que estaba trabajando ya que en varias ocasiones habían hablado sobre ese sueño que sostenía Bouza desde su etapa de estudiante. Así se funda Teatro Pálpito el 25 de marzo del año 1993 en el apartamento A del edificio Focsa. En el piso 23.
Ese día se reúnen todos los integrantes y deciden ponerle al fin un nombre al grupo ya que estaban concretando el nuevo camino por el que transitaría y para ello necesitaban nombrar la agrupación. Cuentan los fundadores, en un ejercicio de reconstrucción de la memoria que hicieron una especie de Concurso, herederos de la tradición del grupo del que se desprenden, para seleccionar el nombre y el logotipo. El logotipo de Pálpito seleccionado es de Frank Daniel Suazo. Aparecieron nombres diversos, casi todos relacionados con la obra Pinocho por ser el espectáculo fundacional, pero eso enmarcaba al grupo en un tipo de teatro que no era el que querían hacer toda la vida, el interés del grupo no era solamente hacer teatro para niños, sino alternar con diferentes obras para diversos públicos. Fue el actor de Teatro Estudio Luis Muñiz, que quería tener un grupo al que querría llamar Pálpito quien sugiere el nombre. A los integrantes del grupo les parecía que tenía que ver con la idea de lo que perseguían en el grupo. Pálpito puede ser un diapasón también, es actuar con el corazón, es actuar enamorado de lo que uno hace, es ese susto que siente el actor antes de salir a escena, es la posibilidad de emocionarte y sensibilizarte ante las acciones del día a día, es perseguir quimeras, son un compendia de todas esas cosas juntas por lo que se enamoran de la idea, así es como desde ese día comienza a conocerse en el panorama teatral cubano como Teatro Pálpito.
El año en que surge Teatro Pálpito, 1993, estaba signado por una crisis económica muy grande en Cuba conocida como Período Especial. ¿Qué hace Pálpito para sobrevivir y permanecer en el panorama teatral? Pues su director y muchos de los integrantes tenían la experiencia de trabajo en La Colmena, y de las Brigadas Serranas. Ariel Bouza descubre rápidamente que si montaban un espectáculo para niños y para las salas estaba enmarcando al grupo en algo muy cerrado. En aquel tiempo había constantes fallas en el fluido eléctrico, y se suspendían las funciones porque no había corriente en muchos de los teatros. Elabora entonces un espectáculo accesible para todos los gustos y edades, desde un niño de 7 años hasta un adulto de 78 años, por poner un ejemplo, ese espectáculo fue Pinocho que dialogaba con todos los públicos y se podía representar lo mismo en una calle que en un patio, en un centro laboral, en un parque y en un teatro también. Con esa obra llegan a la cifra de más de 300 funciones. La música era ejecutada en vivo por los propios actores sin necesidad de equipo reproductor de música o lo que es lo mismo de electricidad. La archiconocida frase “Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma” se convierte en lema del joven colectivo que surgía, y piensan que si el público no puede ir a las salas porque las condiciones no eran las correctas, harían el teatro fuera de la sala y se iba a donde estaba el público. ¿Dónde estaba el público, en el Parque Lenin?, pues con una mochila al hombro se montaban en una guagua y llevaban la obra al Parque Lenin. Esa fue una manera de darse a conocer y como fueron creando un público adepto a Teatro Pálpito.
En los inicios trabajaban cuatro directores: Ariel Bouza, Yanisbel Martínez, Rey Montesinos y Frank Daniel Santos. Cuando aceptan el proyecto es Ariel Bouza su director general, en ese momento sólo le permiten tener dos plazas para los actores y poco a poco fueron aumentando las plazas hasta quedar contratados los 25 actores. Como eran muchos integrantes el director general los dividía en subgrupos y montaban varios espectáculos a la par en la sede de La Madriguera, donde empezaron a trabajar después de la fundación y donde permanecieron hasta el año 1998. Como premisa tenían que la dramaturgia, la música, el diseño, surgieran del mismo colectivo. Frank Daniel, Yanisbel Martínez y Ariel Bouza escribían sus propias obras y Rey Montesinos escogía obras que estuvieran acorde al momento en que estaban viviendo y que permitiera dialogar con el público sobre la temática del momento, surgirían así espectáculos como Los juglares de Fandelli dirigido por Frank Daniel, Historias para contar y Tamarita, el pozo, el gato, el cojín bailador y las siete piedritas a cargo de Yanisbel Martínez, El cochero azul, Alfa del alba o la quimera de los siete sueños, un espectáculo musical a cargo de Ariel Bouza, Galápagos y Que el diablo te acompañe dirigidos por Rey Montesinos.
Significativos momentos tendrá Teatro Pálpito en esos primeros años de trabajo como es el caso de un espectáculo que conmocionó a muchos, me refiero a Historia para contar, a cargo de la entonces estudiante de dirección en el Instituto Superior de Arte Yanisbel Martínez quien articuló un espectáculo inspirada en Juan Salvador Gaviota, el hermoso relato de Richard Bach pero nos encontramos que su texto toma el anterior como metáfora, como material de inspiración más que como recreación o versión. En su obra, acude a la fórmula tradicional de la dramaturgia destinada a los niños de contraponer El Bien con El Mal y redondear un final feliz. Un espectáculo escrito en versos que dialoga con hermosura con los espectadores.
Cuando hay varios directores trabajando en un mismo grupo es muy difícil hablar de un estilo o poética a seguir, porque cada director tiene una visión distinta del fenómeno artístico y una manera de hacer que lo particulariza esto llevó a que cada cual fuera tomando un rumbo distinto en pos de la superación y para el año 1995 sólo quedan dirigiendo en el grupo Ariel Bouza y Yanisbel Martínez. En juego entran los intereses artísticos de los integrantes y eso pasó dentro de Teatro Pálpito por lo que de un grupo numeroso de 25 actores se reduce a pocos integrantes. Algunos entraban al ISA y ya no tenían todo el tiempo libre para trabajar en Pálpito, como es el caso de la propia Yanisbel Martínez quien estudia en el ISA la especialidad de dirección y Tamara Venereo que entra en la especialidad de actuación.
Espectáculos como El pez enamorado, de Frank Daniel Suazo, Sácame del apuro e Historia de una muñeca abandonada de Norge Espinosa, Con ropa de domingo, Puerto de coral, Pesadilla campesina y Un mar para Tatillo de Maikel Chávez han marcado pautas significativas en la evolución de una poética centrada en el trabajo directo con el actor, elaborando un modelo dramatúrgico en función de la recepción de un público diverso y donde los intereses de todos los integrantes son parte esencial de ese material dramático.
El doble diálogo con un público infantil y adulto es una de las características que distinguen al grupo: la convergencia de generaciones entre sus actores, los cuales se convierten en protagonistas de todo montaje. El texto dramático es el punto de partida, basados en el concepto minimalista del arte e interconectando historias con la vida de los creadores comprometidos en cada proceso. El teatro es concebido como artesanía en su construcción y como un puente de solidaridad entre los habitantes de este mundo.
Premios
Pinocho. 1994- Encuentro nacional de teatro para ninos y jovenes de Guanabacoa. Premio Puesta en escena
El cochero.
1994- Encuentro Nacional de Teatro para Niños y Jóvenes de Guanabacoa. Mención de diseño.
El pez enamorado.
1996- Festival de Pequeño formato de Santa Clara. Premio de actuación masculina. Encuentro Nacional de Teatro para Niños y Jóvenes de Guanabacoa. Premio de puesta en escena y Premio de actuación masculina. Premio Unima al mejor trabajo de juglar. Sácame del apuro. 1996- Pequeño formato Santa Clara. Premio de puesta en escena y Premio de la escuela de arte: Samuel Feijoo. 1996- festival Espacio vital, Pinar del Río. Premio de puesta en escena. 1998- Festival de Camagüey. Premio de actuación masculina y Premio Uneac. Premio de puesta en escena. Premio A.H.S (Puesta en escena y actuación.) Premio Villanueva de la crítica. Historia de una muñeca abandonada. 2000- Festival Nacional de pequeño formato, Santa Clara.PremiosdeActuación masculina y Actuación femenina. 2001- Premio Caricato de Actuación Masculina. 2002- 1º Festival de Pequeño Formato Habana.Premio de maquillaje y Premio de actuación. La cucarachita martina. Festival Nacional de pequeño formato, Santa Clara. Premio de actuación masculina con muñecos. Mención de Puesta en escena. Con ropa de domingo. 2003- VIII Encuentro Nacional de Teatro para Niños y Jóvenes de Guanabacoa, Premio de texto, Premio Villanueva de la Crítica ASSITEJ, Premio de Actuación Masculina y Premio de la Revista cubana Tablas. 2003- Premio Caricato (UNEAC), en la categoría de actuación masculina, femenina y Premio único de puesta en escena 2004- Festival de Pequeño Formato de Santa Clara El Mejunje: Premio de actuación masculina y femenina, Premio de puesta en escena, Premio de la Escuela de Arte Samuel Feijoo y del Centro Provincial de Casas de Cultura. 2004- Festival Espacio Vital, Pinar del Río: Premio de actuación masculina y femenina y puesta en Escena. 2004- Festival Nacional de Teatro de Camagüey: Premio de actuación masculina y de puesta en escena y el Premio al mejor texto que concede la Asociación Hermanos Saiz. 2004-Premio Villanueva de la Crítica, otorgado por la Sección de Crítica de la UNEAC a los mejores espectáculos estrenados durante el año. Puerto de coral. 2006- Premio Villanueva de la crítica 2009-premio Avellaneda de Puesta en escena, Texto y Actuación a Beatriz González. Un mar para Tatillo. 2009- Caricato de Actuación para niños: femenina (Yudith Martín) 2010- Festival nacional de Teatro, Camagüey. Actuación femenina (Yudith Martín). 2010- Festival de Pequeño formato de Santa Clara. Premio de actuación, (Maikel Chávez) y Mención de actuación (Yudith Martín). Historias con sombrillas. 2011- Premio Adolfo Llauradó de Actuación para niños: masculino (Reinier Chávez) y femenina (Liliana Bergues) Pedir la mano. 2016- Festival Nacional del Humor Aquelarre. Mejor actuación femenina. Actriz: Yanelis Mora 2016- Caricato de actuación femenina.Actriz: Yanelis Mora
