Animación a la lectura
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Animación a la lectura Son aquellas actividades participativas que tienen como objetivo animar el texto y dotar de vida a los libros. Es una forma de promoción de la lectura que utiliza algunas estrategias con carácter lúdico que acercan al niño y al lector de manera activa y gratificante. En ellas la interacción resulta imprescindible y todo el proceso se estructura con una metodología abierta y flexible que permite su adaptación a las personas para las que se ha proyectado, incluidos los adultos.
Sumario
Etimología de la expresión
Es un galicismo, una traducción literal del término animation a la lecture. Animación proviene de la locución latina “animatio” que significa acción y efecto de animar o animarse. Animar significa dar alma, mover, motivar, dinamizar y comunicar. Es llenar el alma (ánima) de vida.
Antecedentes históricos
Su origen se sitúa en las décadas de 1960 y 1970 del siglo XX, aunque existe contradicción en ubicar el lugar donde se iniciaron. Autores como Margarita Muñoz, afirma que fueron los educadores y bibliotecarios franceses los precursores de este tipo de actividades. Sin embargo Santiago Yubero Jiménez alega que este fenómeno surge en España como resultado de la apertura educativa en ese país, la cual permitió una visión de la lectura menos rígida y con métodos más abiertos y creativos en la búsqueda del hábito lector. Dominica Legañoa y coautoras fundamentan que en Cuba, el Sistema de Información para la Educación (SIED), comienza a incursionar en el tema a raíz del Primer Taller Nacional de Promoción de Lectura celebrado en Santiago de Cuba en 1998. A partir de ese momento, especialistas y bibliotecarios trabajan en aras de lograr una mayor promoción de la lectura, piedra angular del trabajo de las bibliotecas escolares. Lo cierto es que en Cuba muchas actividades que se realizan cotidianamente en las escuelas, bibliotecas y hogares para producir este tipo de resultados, son actividades de animación a la lectura, lo que ocurre es que la expresión tiene poco uso en el país.
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Objetivos generales
- Lograr una actividad lectora sistemática.
- Favorecer una lectura consciente y gozosa.
- Ayudar a comprender el texto.
- Estimular el análisis crítico de lo leído.
- Hacer descubrir el encanto de la lectura.
Características
- Carácter público.
- Proceso de aprendizaje eminentemente educativo.
- Necesidad de un grupo para su realización.
- Carácter lúdico.
- Creativas.
- Flexibles.
- Clima de invitación permanente a la lectura.
- Presencia de un animador (figura con funciones de liderazgo).
El animador
La animación a la lectura requiere de un intermediario (animador) el cual debe conocer tanto a los lectores como el texto que desea difundir entre ellos. Ser animador a la lectura requiere de una persona que además de poseer experiencia lectora, sea creativo y entusiasta. Sólo así su papel de mediador entre el lector y el libro construirá un ambiente apropiado para entusiasmar y transmitir sus conocimientos y emociones en torno a lo leído.
La función del animador consiste en formar a los lectores, compartiendo con ellos el gozo de leer, ya que se trata de algo que no se enseña, sino que se contagia, se difunde, se transmite. En definitiva, presta a los lectores un soporte para reflexionar, entender mejor y apreciar los textos, haciéndoles no estacionarse en un nivel simplemente literal, sino conduciéndolos a un nivel interpretativo y crítico de comprensión, promoviendo un diálogo participativo, por medio del cual tratará de humanizar y dar vida a la literatura.
Importancia de animar la lectura
La animación a la lectura es un proceso de aprendizaje intencionalmente formativo, cuyo objetivo final es acercar el sujeto al libro. Supone el paso de una lectura fundamentalmente pasiva y descodificadora, a una lectura activa y viva que permite profundizar en su contenido para obtener respuestas a sus interrogantes, divertirse, soñar, aprender, recrearse y tener conocimiento sobre los más variados temas. Este tipo de actividad utiliza diferentes estrategias que combinan acciones creativas para lograr que los lectores sientan motivación e interés por la lectura y desarrollen la capacidad lectora y el cultivo de la inteligencia.
Recomendaciones para su desarrollo
- Presentación – motivación del programa de lectura. Es importante para dar a conocer los libros que van a leer, para interesar al lector en lo que se propone el animador, haciéndoles protagonistas de la experiencia.
- Las sesiones de trabajo se pueden realizar previas a la lectura, durante la lectura o posteriores a ella. Con la animación “a posteriori” se pretende, más que incitar a la lectura de un libro concreto, conseguir una profundidad de lectura que potencie la capacidad de gozar con ella y reclame una nueva experiencia lectora.
- El tiempo asignado para la lectura individual debe fluctuar entre 15 o 20 días, para que la experiencia lectora del libro esté reciente cuando llegue el momento de comentarla.
- Pueden aplicarse en el turno de biblioteca en el horario docente y extradocente.
Fuentes
- [Arias Leyva, G. (2004). “Hacia un encuentro con el libro”. En Rodríguez Pérez, L. (comp.). Español para todos. Temas y reflexiones. (pp. 76 - 84). La Habana: Editorial Pueblo y Educación]
- [______. (2007). “Incentivación de la lectura en escolares de primaria”. En Rodríguez Pérez, L. (comp.). Español para todos. Otros temas y reflexiones acerca del Español y su enseñanza (pp. 125 - 141). La Habana: Editorial Pueblo y Educación]
- [______. (2008). Hablemos sobre promoción y animación a la lectura. Español 8. La Habana: Editorial Pueblo y Educación. (Cartas al maestro)]
- [Gómez – Villalba Ballesteros, E. (1996). Animación a la lectura: desde el juego a la comprensión. En Cerrillo, P. C. y García Padrino, J. (comp.). Hábitos lectores y animación a la lectura (pp. 59 - 69). La Mancha: Unidad de Servicio de Publicaciones de la Universidad de Castilla. (Colección Estudios; 34)]
- [Muñoz Cardona, M. (2001). “La animación: un camino para descubrir la lectura”. En SIED. La lectura y su promoción (pp. 23 - 32). La Habana: Ministerio de Educación]
- [Yubero Jiménez, S. (1996). “animación a la lectura en diversos contextos”. En Cerrillo, P. C. y García Padrino, J. (comp.). Hábitos lectores y animación a la lectura (pp. 59 - 69). La Mancha: Unidad de Servicio de Publicaciones de la Universidad de Castilla. (Colección Estudios; 34)]
- [Zanuy Palacio, M. (1980). “Influencia de la biblioteca escolar en la formación de hábitos de lecturas”. Educación, 38, 32-42]
