Pilón
Plantilla:Municipio Pilón
El municipio Pilón, perteneciente a la provincia oriental de Granma, por su extensión territorial ocupa el 11no lugar entre los municipios de la provincia. Su superficie es de 462. 2 Km2, siendo 4.7 Km2 la parte urbana y 457.4 Km2 la parte rural, representando el 5.5% del total de la provincia. En el 2008 tenía una densidad poblacional de 29 610 hab. y el gentilicio que los identifica es pilonences.
Ubicación
Este municipio costero está situado al Sur de la provincia Granma, limita al Norte con los municipios de Media Luna y Campechuela, al Este con el municipio de Bartolomé Masó y el municipio de Guamá, perteneciente a la provincia de Santiago de Cuba; al Sur con el Mar Caribe y al Oeste con el municipio de Niquero. Se encuentra aproximadamente a 145 Km al sureste de la Ciudad de Bayamo y a 80 Km de la Ciudad de Manzanillo, sus actividades económicas fundamentales son la pesca, el cultivo de viandas y hortalizas y el turismo, entre otras.
Historia
Surgimiento y desarrollo del Partido de Portillo de 1790 a 1891. En 1790 se establece el partido pedáneo rural de Vicana (Partido de tercera clase) con límite al Este con el río Tana y el partido de Guá hasta Puerto de Mota y la Costa hasta Cabo Cruz, en lo que encuraba a todos las cartas actuales de la Ensenada de Mora. Tres años después el capitán Francisco Sánchez Grinan Sub-Inspector del Batallón de Pardos de las Milicias disciplinados de infantería de Santiago de Cuba y de la Villa de Bayamo, fue enviado a la costa sur de Oriente a cumplir la disposición de prohibición de expedición de licencia y del comercio de contrabando para lo que realizó un estudio hasta Ramón del Portillo y la cordillera comprendida hasta La Plata, además de encontrarse otras zonas del actual territorio de Pilón dentro de dicho estudio. Hacia 1801 el asentamiento de Portillo se va desarrollando y ya cuenta con un capitán pedáneo y cuatro cabos para controlar el comercio y evitar el contrabando. Tenía 20 casas, una taberna y una tienda mixta. Como resultado de este proceso que abarcó casi media centuria en el año 1851 del siglo XIX se crea el Partido de Portillo que incluyó parte de Pilón y alcanzaba 3 400 caballerías cuadradas, se extendía entre la costa meridional y la cordillera de la Sierra Maestra, limitaba al Norte con los Partidos de Guá y Vicana, por el Este con la jurisdicción de Santiago de Cuba, por el sur con el Mar Caribe, por el Oeste con el Mar Caribe y el Partido de Vicana. Contaba con 789 habitantes, 14 esclavos diseminados en gran cantidad de hatos, corrales y sitios de labranzas. Una década después poseía 814 habitantes, se independiza del Partido de Vicana y queda constituido bajo la dirección de Manzanillo. Por los efectos de la guerra de los Diez Años hay una disminución de la población en el Partido de Portillo ya que en el año 1868 había 814 habitantes y para 1899 existían 440 habitantes.
La punta de farallones como parte del sistema de fortificaciones españolas en la Costa Sur de Oriente. Desde 1779 la Corona Española prohíbe el corte y exportación de maderas, además del comercio de contrabando que establecían los habitantes del interior de la isla de Cuba con los corsarios y piratas holandeses, franceses, e ingleses. El comercio de contrabando tuvo gran auge debido a la política de “puerto único”, aplicada por la Metrópoli a la Colonia, mientras que el puerto de La Habana se desarrollaba y ampliaba por la afluencia constante de las flotas españolas. En los puertos del interior de la isla sus habitantes carecían de los productos más necesarios, los corsarios y piratas que recalaban en Jamaica intercambiaban por la zona sur de Oriente productos europeos como: zapatos, telas y baratijas por carne salada (cebo), maderas preciosas y miel. Bayamo por tener el río Cauto, caudaloso y de buena navegación fue una de las villas que más se benefició con este comercio. Para impedir el comercio de contrabando que violaban el rígido monopolio comercial en el territorio agreste y despoblado de la costa sur de Oriente; el gobierno español creó el sistema de fortificaciones que abarcaba desde el Morro en Santiago de Cuba hasta Cabo Cruz, basado en la transmisión de señales heliográficas en clave Morse. Estos heliógrafos estaban ubicados en torres, fortines o atalayas. Falta por determinar todo los puntos donde pudieron haber existido y comprobar si se utilizaron helio telégrafos, heliotropos, helióstatos o heliógrafos durante la guerra de 1895. Pero allí donde hoy se levanta el bello hotel Farallones, sobre una roca de la montaña quedó la vieja huella de lo que fue un fuerte español.
Fuerte Punta Farallones. Se construyó en 1868, como parte del sistema defensivo de la costa sur cuyo centro era la fortaleza San Pedro de la Roca en Santiago de Cuba, a la entrada de la bahía abarcaba desde Maisí a Cabo Cruz. El móvil de construcción fue el inicio de la guerra del 68. Era de dos pisos, la entrada por arriba a través de una escalera móvil, protegido por alambradas, trincheras y empalados. Con artillería ligera, de 8 a 12 hombres de acuerdo a la situación. Su misión era transmitir información empleando un heliógrafo que se mantuvo en servicio hasta 1878, finalizada la guerra de los Diez Años. Completaba el sistema defensivo hacia 1895, la ronda de la guardia marina española por toda la costa de la Ensenada de Mora. La orilla del mar y la montaña guarda secretos centenarios, barcos hundidos, naufragios, tumbas de los que no hallaron un barco salvavidas, fortines y corsarios; portillos que llenarían de nombre al mapa geográfico del nuevo siglo.
La prefectura mambisa. La agudización de la profunda crisis cubano – española en el levantamiento del 24 de febrero de 1895. Extendida a la red insurrecta de la provincia de Oriente, se establecieron, por lo propicio de sus tierras vírgenes poco habitadas, limitada por el mar y la sierra y aisladas, sin comunicación exterior a no ser por mar, la prefectura mambisa de Guá, Vicana y Piloncito, a dos kilómetros de la costa en el territorio de la Ensenada de Mora. En el cuartel de Piloncito había unos 150 hombres dedicados a la vigilancia de las costas y al cuidado de los caballos. El Comandante Toscano Martínez y los Capitanes Ismael Martiliano y Tiburcio Peña, organizaban el patrullaje por pareja hasta el Macho y Cabo Cruz. Este territorio también fue asentamiento de la prefectura mambisa, los que cumplieron importantes servicios en el aseguramiento logístico y combativo, además de mantener organizada la población asegurando no solo la supervivencia en tan difíciles condiciones, sino además produciendo bienes materiales para el Ejercito Libertador, mantuvieron informados a los mambises del movimiento del ejercito español, organizaron un eficiente sistema de correo, ejercieron un riguroso control en el movimiento de ciudadanos y de vigilancia en las áreas costeras dirigidos a detectar y a avisar el movimiento de los medios navales del enemigo, y el arribo de las expediciones en auxilio de las fuerzas mambisas. Según la ley del gobierno del 9 de noviembre de 1896 la provincia de Oriente se dividió en 10 distritos, Manzanillo y Pilón fue uno de ellos, que en principio contó con 8 prefecturas dos de esta estuvieron en este territorio. La prefectura de Sevilla Arriba que tenía talleres en Palmar, Vicana y Guaimaral y la prefectura de Portillo que contaba con los talleres de Ojo de Agua, Pilón, Plátano y Calabaza. Para el 10 de julio de 1896 se refundó la prefectura de Vicana a cuentas de las que fueron las prefecturas de Sevilla Arriba y Portillo.
Las expediciones de La Estafeta “El Mambí”. La prefectura mambisa ubicada en la zona de la Ensenada de Mora recibía correspondencia, abastecimiento armamento y vituallas, directamente de Jamaica a través de un bote que hizo historia en el territorio “El Mambí”, la estafeta de la Revolución. El Mambí salía generalmente de cualquier puerto del norte de Jamaica o por su misma capital Kingston al atardecer y en la mañana del siguiente día, arribaba a las costas de la Ensenada de Mora. Las expediciones de El Mambí se realizaban generalmente una vez al mes, si no era menester de alguna urgencia. Tenía capacidad para 200 rifles y algunas cajas de municiones. Transportaba medicina, correspondencia, ropa, zapatos y otros enseres que tuvieran que enviar los grupos revolucionarios de Jamaica. “El Mambí” desembarcada siempre o bien en la misma Ensenada de Mora o un poco más hacia Cabo Cruz, la desembocadura de los ríos de la Puercas o Toro que limitaban a la Ensenada de Mora con Niquero. La tripulación de “El Mambí” estaba integrada por Gervasio Sabio como Capitán y Gregorio Carnet (Gollito) como marinero, El Venezolano. Cuando Gervasio Sabio arribaba a estos parajes era esperado por gente armada, solo debía cuidarse de las cañoneras (El Pozón) y la (Gaviota). Ante la posibilidad real de ser sorprendido, Gervasio acostumbraba a llevar en el bote, 20 libras de dinamita para volarlo antes de ser apresados. El último viaje de “El Mambí” lo realizó Gervasio durante la ocupación Americana. Después el bote quedó varado en Cabo Cruz y por deterioro se perdió esta joya patriótica de la zona.
El desembarco y recepción del teniente norteamericano Andrew Summer Rowan. En la guerra del 95, esta zona del actual municipio fue testigo de un hecho de importancia trascendental: el desembarco por la Ensenada de Mora del teniente Andrew Summer Rowan, quien portaba un mensaje del presidente Mac. Kinley para el mayor general Calixto García. En el libro del Dr. Manuel Sánchez Silveira “ La Ensenada de Mora” se cuenta un valioso testimonio de este hecho, el que fue amigo personal de Gollito Carnet y obtuvo la historia de fuente directa; durante mucho tiempo se decía que el desembarco del teniente Andrew Summer Rowan había sido por la falda del Turquino. A Sánchez debemos el conocimiento de la verdad. El hecho ocurre a finales de Abril de 1898 y evidencia una vez más la estrategia de los EE.UU. para intervenir en Cuba. Al llegar a La Ensenada de Mora estaba el teniente del Cuartel General del Chino el Sr. Eugenio Fernández Barrot, oficial abanderado del Estado Mayor de la segunda división que había venido a llevar caballos de la capitanía de Guá que pastaban en Piloncito. El mensaje era verbal y debía su testimonio al Mayor General Calixto García. Se supone que debía traer orientaciones sobre el apoyo y coordinación entre las tropas norteamericanas y las Mambisas. Andrew Summer Rowan era teniente del Estado Mayor del Ejército Americano y fue recomendado al presidente Mac Kinley para portar el mensaje para el Jefe de Operaciones del Departamento Oriental de Cuba, Mayor General Calixto García. Coordinado su viaje por el comité pro- liberación de Cuba radicado en Jamaica sé le informó la ruta que seguiría para llegar a su destino con el menor riesgo posible. El bote El Mambí, que realizaban frecuentes viajes a Cuba como correo de la Revolución, estaba en contacto directo con las tropas cubana s y sería la vía más segura. En él salieron una tarde del puerto Saint Annis Bay, Jamaica a finales de Abril de 1898, a la madrugada siguiente llegaron a las costas de orientales por La Ensenada de Mora (Pilón) El bote y sus tripulantes fueron receptados por soldados de las tropas pertenecientes a las fuerzas del destacamento de Piloncito. El oficial abanderado del Estado Mayor de la segunda división, Eugenio Fernández Barret, se encontraba allí por pura casualidad, y cumplía la histórica misión de conducir al mensajero norteamericano a través del territorio de la provincia actual de Granma hasta Bayamo, punto en el que se encontraba en esos momentos el Estado Mayor del Mayor General Calixto García y presentarlo al General Río quien lo conduciría hasta García el 1ro de mayo de 1898.
La Ensenada de Mora. Nacimiento de un Batey entre el mar y las montañas en el siglo XX. A partir de 1880, la industria de refinación de azúcar del este de los Estados Unidos, se concentra desde el punto de vista financiero y se orienta a la obtención en Cuba del azúcar crudo que es su materia prima. Como resultado de la penetración norteamericana en 1905, había 29 ingenios de propiedad norteamericana en Cuba, cuya producción constituía el 29% del azúcar cubana. Uno de estos ingenios fue el Cape Cruz, construido en 1902 en La Ensenada de Mora, actualmente Pilón. Esta población estaba formada de negros y mestizos, además de algunos blancos, gente toda buena y trabajadora. La población fija era de unos 2000 habitantes, distribuidos en los siguientes bateyes; Purgatorio, Calabazas, Estrada, Dos Bocas, Macaca, Caoba, Las Puercas, Cocobao, Reventón y otros; además, durante la zafra venía gente de lugares apartadísimos de la costa, retirándose al terminar estas labores. Los obreros empleados en la construcción del ingenio, desbroce del monte, siembra y cultivo de la caña, eran en su mayoría trasladados de un caserío, llamado Piloncito. El ingenio se construyó en el área que ocupa el actual núcleo urbano del municipio de Pilón, que en aquella época era monte firme, despoblado; duró dos años y aparejado a él se creó la infraestructura que garantizaría su funcionamiento. El ingenio, montado con técnicas industriales avanzadas, realizó su primera zafra en febrero de 1903. Puede decirse que Pilón es un poblado de Oriente sin orientales, pues cuando se fundó el Central Pilón no había en los alrededores el personal suficiente para atender las labores, siendo necesario traer gentes de otras localidades y en su mayoría, de Trinidad.
Presencia de la inmigración antillana en la cultura pilonera. Desde el principio, el Cape Cruz llamó a muchos hombres al trabajo. Eran necesarias las llamadas “invasiones”; obreros venidos mayormente de Trinidad, Bayamo, Manzanillo y Santiago hacían la zafra y luego retornaban a sus casas, algunos se fueron quedando y Pilón tendría entre sus raíces a los trinitarios; por ahí andan los apellidos Arrechea, Borrell, Lugones. Del otro lado del mar de Haití y Jamaica vendrían otros hombres a participar en la gran mezcla de razas y sudores. No se puede precisar la fecha de llegada de los primeros haitianos a Pilón, posiblemente desde las primeras zafras. Fueron recluidos en las llamadas colonias cañeras, allí tenían el clásico barracón, vivieron aislados del Batey y su ocupación fundamental era cortar caña. Algunos con el tiempo, fueron construyendo sus propias casas con techo de cogollo de caña, llegaron a tener siembras y animales. En 1934, por Ley del 50% o Nacionalización del Trabajo, fueron repatriados obligatoriamente “los extranjeros desocupados y sin recursos”, la ley afectó fundamentalmente a los haitianos. En la minoría de los piloneros está vivo el momento en que fueron sacados a la fuerza por el muelle, algunos ya tenían familias y años viviendo en este lugar, les quitaron todo; fue un despojo y un agravio a quienes ayudaron con su sudor a la riqueza de muchos. Todavía Julián Borrell, recuerda el rostro de Ti Noel cuando lo fueron a buscar al cañaveral.