Quilombo
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Definición de quilombo
El término quilombo, de raíces africanas, tiene varios usos diferentes. En algunos países se emplea para nombrar algo que provoca escándalo, bullicio, altercados o conflictos, o a aquello que está descontrolado. Por ejemplo: “Con las protestas estudiantiles, la calle es un quilombo”, “¿Podés dejar de hacer quilombo? Estoy tratando de estudiar”, “No voy llevar a mis hijos al concierto porque siempre hay quilombo y aún son muy chicos”. --
Un quilombo o también cumbe y palenque1 es un término usado en América Latina para denominar a los lugares o concentraciones políticamente organizadas de esclavos cimarrones que se emancipaban de la esclavitud en lugares con fuente de agua y cuevas, con alcaldes que ejercían su autoridad en el interior de los mismos. En el caso de Brasil los quilombos contemporáneos se cuentan por miles y sus habitantes, los quilombolas, son reconocidos constitucionalmente desde los años 80. Desde entonces existe un proceso de restitución de las tierras despojadas e históricamente ocupadas por quilombos.
podremos visualizarlo como un término que se origina en las comunidades negras de la región que, traídas como esclavas desde África, mostraban una fuerte tradición y pervivencia de muchas de sus prácticas y costumbres.
En este sentido, el quilombo fue en diferentes comunidades africanas, y luego en espacios de América donde la presencia negra era muy fuerte, un lugar con gran concentración de personas organizadas. En el caso de Latinoamérica, esta palabra pasó a utilizarse para hacer referencia a comunidades negras más específicamente ya que al mismo tiempo coexistían con ellas comunidades indígenas y los pueblos o ciudades fundados por los europeos. El sentido más primario y principal del término
Tal como señalamos más arriba, quilombo fue entonces el lugar donde se emplazaban las diferentes comunidades negras. Por mucho tiempo y en gran parte de América Latina, este término se vinculó a los establecimientos esclavistas donde se mantenía a los africanos y a sus descendientes en las peores y más inhumanas condiciones de vida, donde se los forzaba a trabajar y al mismo tiempo donde pasaban sus horas y momentos de esparcimiento. Esto solía darse en las aldeas que se formaban en grandes viñedos, algodonales y plantaciones bananeras, las unidades de producción que más típicamente utilizaron la mano de obra esclava.
También comenzó lentamente a asimilarse a aquellos lugares donde los hombres podían asistir para mantener relaciones sexuales con las negras esclavas que luego derivaron en la idea de quilombo como referencia a un prostíbulo. ¿Y qué sentido tiene hoy en día?
Como ocurre con muchas palabras, el término que aquí buscamos definir también ha ganado y adquirido nuevos sentidos a lo largo del tiempo. Así, hoy en día decir que algo es un quilombo es aplicarle a ese algo un tono despectivo, haciendo referencia más que nada al desorden, al lío, al caos que puede haber en ese lugar y que hace referencia claramente al tipo de vida que se llevaba en los antiguos quilombos esclavistas.
¿Por qué para los argentinos todo es un ‘quilombo’?
De dónde proviene uno de los términos más utilizados en el país sudamericano y que más llama la atención de los visitantes
Diversos medios de Argentina señalan que el dueño de un correo privado le dijo a un sindicalista: “Si va a haber quilombo, que haya”; un guitarrista define a su propia banda como “un caos total, todo esto es un quilombo”; y el hijo de un actor se refiere a una obra de su padre como “un quilombo en el que mi papá se divertía”; elperiodista Ernesto Tenembaum tituló su columna en EL PAÍS: "La Argentina es un kilombo". Resulta imposible establecer un solo significado del término quilombo en Argentina, Incluso es posible que cada vez que se lo usa se quiera decir una cosa diferente. Se trata de uno de los términos más utilizados en las calles de Buenos Aires y también en el interior del país, aunque muchos argentinos ni siquiera sepan su origen y sus diferentes usos. La Real Academia Española la define como “Lio, barullo, gresca, desorden”, aunque en el sur americano adquiere algunos significados más.
Quilombo se le llama a cualquier ocasión conflictiva, de difícil resolución. Pero también existe una acepción positiva. Una fiesta muy divertida puede ser un gran quilombo, también puede serlo una idea renovadora y, en ocasiones, puede tratarse hasta de una amenaza. En Argentina, todo es según cómo se diga, de qué manera el histrionismo envuelve al término. “Es de esas palabras valija. Palabras que o combinan distintas palabras o combinan distintos conceptos. En cierto sentido son un empobrecimiento del lenguaje y un enriquecimiento de la figuración”, dice José Luis Fernández, investigador y docente de la Universidad de Buenos Aires. “No sos porteño si no decís quilombo”, explica.
El lunfardo es considerado el argot bonaerense, y se usa en forma muy habitual. Se nutre sobre todos de términos que llegaron con la inmigración, tanto europea, como africana, aunque es también lenguaje carcelario. Es tan importante en la cultura local que la licenciatura en folclore de la Universidad Nacional de las Artes tiene al lunfardo como materia obligatoria. El titular de esa cátedra es el académico Oscar Conde, quien recuerda que “la palabra quilombo se introduce en Buenos Aires a mediados del siglo XIX, antes de la creación del tango y del surgimiento del lunfardo. En las épocas donde germina el tango puede llegar a aparecer, pero no en las letras sino en poemas anónimos o milongas. Hay testimonio de eso en un libro que publicó el alemán Robert Lehmann-Nitsche, en 1923, y acá se tradujo recién en 1981 con el nombre Textos eróticos del Río de la Plata. Ahí se lee la palabra quilombo en varios poemas, pero solo con la acepción prostibularia”. Prostíbulo es otro de los significados que recibe la palabra.
¿Pero cuál es su origen? Viene del Quimbundo, la lengua de los bantúes del centro y el norte de Angola, de la cual también viene ‘milonga’, y tiene que ver con la idea de unión. “En el siglo XVII se llamaba quilombos a las poblaciones de esclavos fugitivos de las plantaciones. Eran lugares que fortificaban para defenderse de los amos que iban a buscarlos. Hubo muchos quilombos en Brasil y uno fue muy famoso, el Quilombo dos palmares, en el estado de Alagoas. Resistió durante mucho tiempo bajo la dirección de un esclavo llamado Zumbí hasta que cayeron derrotados en 1695”, dice Conde.
“En situación de queja, ante una larga fila de un trámite nos miramos entre los porteños y decimos ‘esto es un quilombo’”, describe Fernández, “En términos generales, presupone una opinión, no es descriptivo, porque nuestra sociedad es mucho más prescriptiva y argumentativa que descriptiva. No decimos ‘llueve’, podemos decir ‘es como que llueve’. La segunda frase agrega una interpretación psicológica, lo cual indica que no hablamos de los fenómenos sino de su causalidad y su destino”. “Ya sabemos que no hay ninguna palabra que tenga significado en sí”, agrega Conde, “Las palabras y las imágenes son pasajes de sentido. Podes meter quilombo en una declaración de amor y en una de guerra. Las palabras no tienen significado propio, lo que importa es entender el sistema de intercambio discursivo. Quilombo es como todas las palabras, una nota musical con un significado más o menos estable”.
“Hacer quilombo no es lo mismo que tomar el poder, cortar las calles y destruir vidrieras. Es un concepto paraguas y eso permite entender que la sociedad tiene un número indeterminado de situaciones conflictivas. Es un término que permite hacer un primer ordenamiento. El problema es cuando eso se convierte en palabra política de gestión. Cuando Francisco dice ‘hagan lío’ (aquí hubiese sdicho hagan quilombo), está genial, pero si después encuentro a un tipo rompiendo una iglesia diciendo que el Papa dijo que hagamos lío, hay que explicarle que no se trata de eso”, dice el lingüista.
Para conocer a los porteños, quien mejor que un taxista, esos que conducen verdaderos bancos de sonidos citadinos. Sobre todo uno con experiencia, como Eduardo Stizza, que maneja desde hace 30 años unas 12 horas por día. Aproximadamente, unas 90.000 horas de de su vida. “Quilombo es una de las palabras que más usamos. Yo mismo la utilizo muchísimo. Si el que va atrás te habla del país, es un quilombo; si te habla del tránsito, es un quilombo, de la AFA y [Jorge] Sampaoli es un quilombo, los derechos humanos, las tarifas, la inflación; y si te habla de su propia vida también es un quilombo.
historia En 1502, llegaron los primeros esclavos de África a América. Fueron traídos para reemplazar la mano de obra indígena, que iba disminuyendo ostensiblemente en las colonias españolas. Desde ese momento y hasta comienzos del siglo XIX, unos 60 millones de africanos fueron sacados por traficantes europeos de sus tierras, de manera violenta, para ser utilizados como mano de obra esclava en América, llegando con vida sólo unos 12 millones.5
Eran traídos en buques especiales, llamados «ataúdes» o «tumbeiros». Estos nombres eran expresión de las características de tales expediciones mercantilistas, porque llegaban vivos a América sólo la mitad de las personas que habían salido de África. Venían enmarrocados (amarrados), apiñados en las bodegas de los buques, sin las mínimas condiciones de higiene, sin la adecuada alimentación; en estas condiciones aquellas personas eran presa fácil de enfermedades y epidemias. En América, miles de esclavos eran vendidos a los hacendados y ciudadanos europeos en los llamados mercados de trata. Para este fin eran exhibidos encadenados apenas arribaban mientras eran denigrantemente subastados. Los precios variaban de acuerdo con el sexo, fortaleza, salud y edad. Una vez adquiridos, pasaban a ser patrimonio de su amo, quien disponía de su destino y de su vida. Tenían un valor en dinero y pertenecían a alguien y los alimentaban para utilizarlos en faenas y servicios que el amo creyera convenientes. Si este quería deshacerse del esclavo, lo ofrecía en el mercado de trata de esclavos, poniendo un sobreprecio, para recuperar su inversión y sacar algún beneficio. Condiciones de vida de los esclavos en América
Los esclavos vivían en las haciendas en barracas o barracones; en las ciudades, estas barracas estaban ubicadas en un rincón de los huertos o solares. Dichas barracas, como es de suponer, propendían al hacinamiento.
Las mujeres esclavas, en las haciendas y en los solares virreinales, fueron destinadas para labores domésticos. Sin embargo, muchas de ellas, en las haciendas, principalmente costeñas, hacían labores de campo como, por ejemplo, en los viñedos y algodonales, conocidas en este último caso, como «apañadoras». Los varones efectuaban el trabajo más pesado tanto en las zonas urbanas como en las haciendas, por ejemplo, limpieza de excusados, galpones, porquerizas, caballerizas, etc.
Los amos retribuían este servicio gratuito con la vivienda y la alimentación que les proporcionaban. Los esclavos no podían salir de la propiedad del patrón y carecían de libertad. Al esclavo que infringía alguna norma se le castigaba severamente, por lo que existieron varios sistemas de tortura. Sea cual fuere el castigo aplicado para el esclavo rebelde, se cuidaban de no desfigurarlo, dado que, de ser así, su precio de venta en el mercado disminuiría. Sin embargo, se tiene noticia de que al esclavo muy rebelde o cimarrón le cortaban las orejas, lo castraban e incluso le cortaban las manos. El más famoso refugio del colonialismo en América Latina fue el Quilombo de los Palmares, en el Brasil (colonia portuguesa). Tenía una población de más o menos 15 000 esclavos rebeldes y se mantuvo durante casi todo el siglo XVII. Las tropas reales portuguesas usaron 6000 soldados y les costó dos años rendirla.
A partir de los años 80 inició un proceso de justicia histórica, siendo reconocidos y delimitados como quilombos los territorios históricos ocupados por las comunidades y sus habitantes como quilombolas. Se han contabilizado unas quince mil comunidades quilombolas dispersas en 16 estados del territorio brasileño.6 Colombia Artículo principal: Palenque de San Basilio
Los colonos españoles introducían en Suramérica a los esclavos negros raptados en el Golfo de Guinea por el valle del Río Magdalena, que desemboca cerca de Cartagena de Indias, donde se desembarcaban los esclavos africanos. Algunos de estos africanos escapaban y fundaron pueblos propios o palenques en las ciénagas cercanas a los Montes de María. Estos africanos eran una amenaza constante para los barcos cargados de esclavos que llegaban a Cartagena, ya que los asaltaban y liberaban a cuantos africanos podían. La Corona española, presionada por los gobernadores de Cartagena, firmó un Real Decreto en 1691, que confería libertad a los africanos del Palenque de San Basilio, cuyos habitantes se convirtieron en la primera comunidad africana libre de América, mucho antes que los de Haití o de otros lugares de América, y de que Colombia alcanzase la independencia de España en 1810.7
El más famoso palenque de la actual Colombia fue el de San Basilio, cerca de Cartagena de Indias. Benkos Biohó, el Rey de Arcabuco, dio el primer grito de libertad en América. Otros palenques importantes fueron los de los Montes de María, como el de San Miguel y el del Arenal; Betancur y Matubere, en el actual departamento del Atlántico; y los de Norosí y Cimarrón, al sur del actual departamento de Bolívar. Ecuador
El grupo de africanos liderados por Alonso de Illescas y Francisco Arobe y sus descendientes establecieron el Reino de los Zambos de Esmeraldas, tras el naufragio de su barco procedente de Panamá en 1553 donde establecieron una política de compadrazgo y matrimonio con los indígenas y complejas relaciones de negociación con la Real Audiencia de Quito de la que tuvieron reconocimiento oficial y autonomía hasta mediados del siglo XVIII. Jamaica
En Jamaica, antes de que los británicos entraran en la isla, ya había esclavos cimarrones, huidos de sus amos españoles, escondidos en las montañas. Uno de sus líderes, el capitán Cudjoe, insistió en que todos sus seguidores hablaran inglés (sustituyendo su lenguas originales, como el akan, de Ghana). Sostuvieron una guerra de guerrillas contra la industria azucarera. México
Gaspar Yanga vino a ser el jefe de una banda de esclavos por libertad en un poblado veracruzano, alrededor de 1570. Escapándose a las montañas de difícil acceso, él y su gente construyeron la primera colonia libre de América la cual llamaron San Lorenzo de los Negros, Panamá
En el Panamá colonial, el cimarronaje de los esclavos negros empezó con las primeras dotaciones de esclavos en el istmo, en la década de 1520. Los negros sublevados no se escondían de las tropas españolas, pocas y mal armadas, sino que atacaban las caravanas que atravesaban el istmo e interferían con todo el tráfico comercial.
En 1548 tiene lugar una fuga de esclavos negros, los cuales organizaron un gobierno y reconocieron como rey a un esclavo llamado Bayano. De la misma manera, otro grupo en 1549, el cual era encabezado por Felipillo, se organizó en el Golfo de San Miguel.
Los grupos más conocidos se encontraban en la Costa Arriba de la actual Provincia de Colón, en Portobelo, Nombre de Dios, Palenque y otros pueblos afropanameños al este del actual canal transístmico. Existen otros antiguos palenques en la Costa Abajo de Colón, al oeste del canal.
Para la época de fundación de Portobelo, la mayoría de los negros que transitaban Portobelo seguían otros rumbos. Sin embargo, el poblado tenía un número considerable de negros residentes, que trabajaban en el embarcadero y en las ferias. Como consecuencia de aquello, se fueron conformando barrios que constituían las negrerías y núcleos afrocoloniales, como el barrio de Guinea, que existe todavía, así como el barrio Malambo.
Otra población fue el pueblo llamado Palenque (a unos kilómetros de la actual aldea del mismo nombre), que era una comunidad cimarrona típica: tenía un centenar de negros prófugos, que vivían en chozas dispersadas por el bosque tropical.
El más famoso refugio del colonialismo en América Latina fue el Quilombo de los Palmares, en el Brasil (colonia portuguesa). Tenía una población de más o menos 15 000 esclavos rebeldes y se mantuvo durante casi todo el siglo XVII. Las tropas reales portuguesas usaron 6000 soldados y les costó dos años rendirla.
A partir de los años 80 inició un proceso de justicia histórica, siendo reconocidos y delimitados como quilombos los territorios históricos ocupados por las comunidades y sus habitantes como quilombolas. Se han contabilizado unas quince mil comunidades quilombolas dispersas en 16 estados del territorio brasileño.6 Colombia Artículo principal: Palenque de San Basilio
Los colonos españoles introducían en Suramérica a los esclavos negros raptados en el Golfo de Guinea por el valle del Río Magdalena, que desemboca cerca de Cartagena de Indias, donde se desembarcaban los esclavos africanos. Algunos de estos africanos escapaban y fundaron pueblos propios o palenques en las ciénagas cercanas a los Montes de María. Estos africanos eran una amenaza constante para los barcos cargados de esclavos que llegaban a Cartagena, ya que los asaltaban y liberaban a cuantos africanos podían. La Corona española, presionada por los gobernadores de Cartagena, firmó un Real Decreto en 1691, que confería libertad a los africanos del Palenque de San Basilio, cuyos habitantes se convirtieron en la primera comunidad africana libre de América, mucho antes que los de Haití o de otros lugares de América, y de que Colombia alcanzase la independencia de España en 1810.7
El más famoso palenque de la actual Colombia fue el de San Basilio, cerca de Cartagena de Indias. Benkos Biohó, el Rey de Arcabuco, dio el primer grito de libertad en América. Otros palenques importantes fueron los de los Montes de María, como el de San Miguel y el del Arenal; Betancur y Matubere, en el actual departamento del Atlántico; y los de Norosí y Cimarrón, al sur del actual departamento de Bolívar. Ecuador
El grupo de africanos liderados por Alonso de Illescas y Francisco Arobe y sus descendientes establecieron el Reino de los Zambos de Esmeraldas, tras el naufragio de su barco procedente de Panamá en 1553 donde establecieron una política de compadrazgo y matrimonio con los indígenas y complejas relaciones de negociación con la Real Audiencia de Quito de la que tuvieron reconocimiento oficial y autonomía hasta mediados del siglo XVIII. Jamaica
En Jamaica, antes de que los británicos entraran en la isla, ya había esclavos cimarrones, huidos de sus amos españoles, escondidos en las montañas. Uno de sus líderes, el capitán Cudjoe, insistió en que todos sus seguidores hablaran inglés (sustituyendo su lenguas originales, como el akan, de Ghana). Sostuvieron una guerra de guerrillas contra la industria azucarera. México
Gaspar Yanga vino a ser el jefe de una banda de esclavos por libertad en un poblado veracruzano, alrededor de 1570. Escapándose a las montañas de difícil acceso, él y su gente construyeron la primera colonia libre de América la cual llamaron San Lorenzo de los Negros, Panamá
En el Panamá colonial, el cimarronaje de los esclavos negros empezó con las primeras dotaciones de esclavos en el istmo, en la década de 1520. Los negros sublevados no se escondían de las tropas españolas, pocas y mal armadas, sino que atacaban las caravanas que atravesaban el istmo e interferían con todo el tráfico comercial.
En 1548 tiene lugar una fuga de esclavos negros, los cuales organizaron un gobierno y reconocieron como rey a un esclavo llamado Bayano. De la misma manera, otro grupo en 1549, el cual era encabezado por Felipillo, se organizó en el Golfo de San Miguel.
Los grupos más conocidos se encontraban en la Costa Arriba de la actual Provincia de Colón, en Portobelo, Nombre de Dios, Palenque y otros pueblos afropanameños al este del actual canal transístmico. Existen otros antiguos palenques en la Costa Abajo de Colón, al oeste del canal.
Para la época de fundación de Portobelo, la mayoría de los negros que transitaban Portobelo seguían otros rumbos. Sin embargo, el poblado tenía un número considerable de negros residentes, que trabajaban en el embarcadero y en las ferias. Como consecuencia de aquello, se fueron conformando barrios que constituían las negrerías y núcleos afrocoloniales, como el barrio de Guinea, que existe todavía, así como el barrio Malambo.
Otra población fue el pueblo llamado Palenque (a unos kilómetros de la actual aldea del mismo nombre), que era una comunidad cimarrona típica: tenía un centenar de negros prófugos, que vivían en chozas dispersadas por el bosque tropical.
Qué es Quilombo:
Un quilombo puede ser un palenque de negros cimarrones, un lío o alboroto, una cosa complicada o difícil, un prostíbulo o un lugar remoto.
La palabra quilombo es una voz de origen africano, que proviene de la lengua kimbundu, lengua bantú hablada en Angola.
Originalmente, en los tiempos de la esclavitud, la palabra quilombo designaba un cumbe o palente adonde se fugaban los negros cimarrones, escapados de sus amos esclavistas, para vivir en relativa libertad, fuera del control de la autoridad colonial.
Los quilombos eran lugares organizados políticamente como comunidad en torno a la autoridad de un líder o jefe. Por lo general, quedaban en lugares apartados, pero próximos a cuevas y fuentes de agua.
Vea también Esclavitud y Colonia.
La palabra quilombo, en países del Cono Sur, pero también en Bolivia u Honduras, pasó a designar igualmente un lío o alboroto. Por ejemplo: “¡Qué quilombo se armó en lo de Manuel”.
Quilombo también puede hacer referencia a un problema de difícil solución: “¡Pero en qué quilombo te has metido!”
Asimismo, en el Cono Sur la palabra se integró al dialecto coloquial para referirse a un prostíbulo o burdel de poca monta. Por ejemplo: “No vayas para ese lugar, es un quilombo”.
En Venezuela, la palabra quilombo hace referencia a un lugar de difícil acceso, internado en la espesura del bosque o la selva. Por ejemplo: “Se metieron monte adentro y llegaron a aquel quilombo”.
