Cirila López Quintero
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De sus primeros años prácticamente nada se conoce, pero el hecho real y cierto es que allá por el año de 1870 Doña Cirila se encontraba al frente de un hospital de sangre mambí en un rancho de la finca Santo Domingo en la zona de camagüeyana.
¿Cómo llegó esta villaclareña hasta dicha región?, no lo sabemos pero seguramente ella había tomado el camino de la lucha armada al lado de algún íntimo cuando los villareños se lanzaron a la lucha en febrero de 1869, marchando posteriormente hacia Camagüey con nuestras fuerzas que llegan hasta Guaimaro.
El día 7de octubre de 1871 llegó a su prefectura el Brigadier Julio Sanguily acompañado de su ayudante el Capitán Federico Diago y de su asistente Luciano Caballero, con la intención de que se les lavara alguna ropa y se preparara almuerzo para 20 personas de la escolta de Eduardo Agramante.
Nada hacía sospechar la cercanía de fuerzas españolas cuando estas irrumpen repentinamente en la tranquilidad del lugar. Sanguily que necesitaba para caminar del uso de un aparato ortopédico, se lo había quitado para descansar y esto impide al mismo el poder escapar de la encerrona. Mientras el Capitán Diago iba en busca de refuerzos, el asistente Caballero intentó inútilmente el llevar sobre sus hombros al Brigadier, siendo ambos hecho prisioneros.
Identificado el Brigadier se le subió sobre su caballo, amarrándole las dos piernas por debajo de la barriga del mismo, al tiempo que procedía al incendio del humilde bohío donde vivía Doña Cirila así como los ranchos utilizados como albergue de enfermos y heridos.
El Capitán Diago pudo contactar con el Mayor Ignacio Agramante el que inmediatamente dio las oportunas órdenes para recapturar a Sanguily. Es entonces que se realiza una de las grandes hazañas de la Guerra Grande, el llamado Rescate de Sanguily, hazaña que llenó de gloria al Mayor Agramonte y que por ser muy conocida por todos omitimos relatar.
Cuando se estaba en la euforia del triunfo se presentó Doña Cirila con 3 fusiles pertenecientes a los españoles los que hizo entrega a Ignacio Agramonte, quedando de hecho incorporada a las tropas mambisas camagüeyanas.
En varias oportunidades Agramonte utilizó los servicios de doña Cirila como mensajera, llevando y trayendo mensajes desde Puerto Príncipe, Camagüey a los jefes mambises. Estando en estas tareas fue apresada por las fuerzas españolas, sometida a juicio militar y condenada a la pena de tres años de privación de libertad.
Una vez cumplida su sentencia, nuevamente se incorpora Doña Cirila a la lucha clandestina, labor que también realizó durante la guerra del 95. Una vez terminada la contienda nuestra gloriosa coterránea regresó a su pueblo natal, la república neocolonial que ella había ayudado a crear se burló de ella, al igual que de muchos otros patriotas y solamente le entregó una mísera pensión que no le alcanzaba para solventar sus más perentorias necesidades.
Antes de morir, allá por la década de los años 30, tuvo la oportunidad de personificarse a sí misma en una película que se realizó con el título “Rescate de Sanguily” y es a ella principalmente que se debe el relato de lo acontecido el día que Sanguily fue capturado por los españoles.
Cirila López Quintero, Doña Cirila, por méritos propios, debe ocupar su lugar al lado de esas otras excelsas villaclareñas como Martina Lorda, Carmen Gutiérrez Morillo y otras que se entregaron plenamente a la lucha por la libertad de la patria.
El 17 de diciembre de 1937 falleció en esta villa en medio de la más absoluta pobreza, la destacada figura de nuestras luchas contra el colonialismo español y que ha permanecido casi completamente olvidada por las presentes generaciones.
Fuentes
- García González, Luís. Investigación inédita. Tomado de la Sala de Fondos Raros y Valiosos de la Biblioteca Provincial Martí.