El ratoncito Key tiene que ser precavido (cuento infantil)

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El ratoncito Key tiene que ser precavido
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Ratoncito.jpg
Cuento para niños pequeños
GéneroCuento

El ratoncito Key tiene que ser precavido. Cuento para niños mayores de cuatro años, sobre un ratón que vivía con su madre, la que se preocupaba mucho por él.

Autor

Silvia García Ruiz, Nació en 1984 y empezó a escribir desde su infancia. Vive en Málaga con su pareja, quien le anima a seguir escribiendo, compaginando la escritura con su trabajo habitual.

Pasear por la orilla del mar le inspira a crear nuevos personajes y tramas para sus novelas. Sus historias de amor son refrescantes y amenas, situadas cada una de ellas en diferentes lugares y tiempos históricos.

Obtuvo el Primer Premio Zafiro de la Novela Romántica en 012 con su obra Jugar con fuego. Desde entonces ha seguido publicando otras novelas románticas como Mi perfecto sapo azul, Hasta que el amor nos separe o Mi príncipe canalla.

Valores

Favorece el valor de perdonar y el aprendizaje

Cuento

En un agujero de la ciudad vivían un ratoncito y su madre. Aunque la gente no lo sepa, en los bajos de la ciudad hay pequeñas escuelas para insectos y roedores. Nuestro amigo, el ratoncito Key, iba al colegio todos los días y su madre antes de que saliera rumbo a clase le decía:

-Key cariño, debes tener en cuenta que hay peligros ahí afuera, puede haber alcantarillas sin salida, gatos peleones, comida en mal estado y trampas para ratones. Estate pendiente, ahora vas solo al cole porque ya te veo mayor para ello, pero tienes que ganarte mi confianza.

-Bueno, mamá, que exagerada eres, todo lo ves con peligros.

-Si una vida buena quieres tener atención a las cosas tienes que prestar.

Key salía de casa sin discutir más con su madre, a la que veía una madre asustada, y corría por las calles, se metía en todas las alcantarillas, correteaba hasta llegar al colegio sin prestar mucha atención.

Un buen día Key encontró en una esquina un trozo de queso. Se encontraba encima de una tabla negra. Key pensó que esa tabla no sería nada malo, sería algo que se olvidó otro ratón y que vendrá a por ello más tarde.

Key salivaba, porque no hay nada que le guste más que un pedazo de queso. Se acercó sigiloso mirando para todos los lados. Cuando colocó su zarpita encima de la tabla negra para atrapar el queso con la otra zarpa una rejilla de metal se cerró sobre la primera mano.

-¡Oh, dios mío! -gritó Key-. Es una trampa.

Key estaba muy nervioso, porque no sabía cómo saldría de allí. ¡Menuda bronca que le iba a echar mamá! Eso si volvía a verla. De repente un gato salió de un túnel. Key ya vio que todo iba de mal en peor. El gato se acercó a él y le dijo:

-¿Qué haces ahí ratoncito? No eres nada prudente, ¿Quién piensas que va a dejar ahí ese trozo de queso?

- No me comas, por favor. Mi mamá me avisó de todos los peligros, pero no pensé que fuera cierto. Ayúdame a escapar por favor.

-Has tenido suerte, yo soy un gato bueno y apenas como ratones. Te soltaré.

Y así fue, el gato logró con sus garras liberar a Key que no paraba de llorar. El ratón agradecido le dijo que si alguna vez se encontraba podría pedirle el favor que quisiera. El gato se fue riéndose de lo asustado que estaba Key todavía. Cuando llegó a casa le contó lo ocurrido a su mamá que estaba preocupada porque no llegaba del cole. Le pidió perdón y le prometió que a partir de ahora sería un ratoncito precavido.

Fuentes

http://www.cuentoscortos.com/cuentos-originales/el-pajarito-envidioso