Minas de Matahambre
Etapa prehispánica en el territorio minero
Los primeros hallazgos arqueológicos relacionados con los aborígenes mineros datan de mediados del siglo XX, pero los primeros intentos de sistematizar la información aportada, se realizaron a partir de la década de1920.
En el Departamento de Arqueología del CITMA se registran del municipio de Minas de Matahambre 96 sitios arqueológicos, lo que representaba el 25,7 % del total provincial, siendo éste uno de los municipios de mayor número. En todos estos sitios, habitaron y realizaron alguna otra actividad, grupos de aborígenes pescadores-recolectores, entre 3500 y 400 años antes de n.e. La mayoría de estos sitios arqueológicos del territorio minero son paraderos, o sea, estancias provisionales de nuestros aborígenes. En 1998 en un estudio realizado se calculaban alrededor de 8 sitios arqueológicos con manifestaciones rupestres o pictografía. Estos sitios se encuentran en: la cueva de Camilo en el valle de Luís Lazo, que fue declarado monumento local y contiene entre otras, un gran mural pictográfico, La cueva de Manila o de Nicolás en la sierra de Sumidero; solapa Los Círculos en la ensenada de Los Burros en Cabeza, un sitio de habitación ceremonial con evidencia de arte rupestre, además de encontrarse restos de alimentos y de instrumentos líticos; solapa la Peldiguera o la Conga Blanca en la sierra de Resolladero, con evidencia de pictografía además de encontrarse abundancia de artefactos líticos; Cueva de Jorge Félix en la sierra Mesa; solapa de los Pintores en Cabeza; solapa María Antonia en sierra Gramales y solapa el Cormillo en sierra Cabezas, habitaciones ceremoniales con manifestaciones de pictografías.
Además de estos sitios arqueológicos con arte rupestre, el municipio cuenta también con sitios de habitación funeraria como son: la cueva de Jagüey en el mogote de Pan de Azúcar, se encontraron entre otras, restos humanos con entierros primitivos y secundarios; Cueva de Pío Domingo en el valle de Pica Pica donde en 1953 se observaron entierros primarios; Solapa del Indio, en la Pimienta, sitio de habitación con evidencias de entierros primarios y secundarios. Cueva Román en Caliente, sitio funerario con evidencias de huesos humanos; Solapa del Santo o de los 12 kilos en sierra Gramales, habitación funeraria con evidencias de restos humanos y Cueva la Guataca.
En 1915 Mark Raimond Harrington, arqueólogo norteamericano, descubrió en unos de los sitios arqueológicos de Luís Lazo, utensilios de piedras y de barros y entre 1918 y 1919 exploró algunas cuevas del valle de San Carlos y el Pesquero.
El 29 de julio de 1944, en una cueva situada en la base de la Sierra de Pan de Azúcar, el doctor Antonio Núñez Jiménez y otros, descubrieron restos humanos aborígenes, un mortero de piedra y otras piezas.
En noviembre de 1949, Armando Rivas exploró la cueva de Brea en Pan de Azúcar y encontró restos indígenas.
En 1950 Arturo Díaz García informó ante la Sociedad Espeleológica Nacional de Cuba que en una reciente expedición por el Álbum Geográfico de Cuba encontraron un residuario en la cueva Caliente.
En 1953 el maestro pinareño Pedro García Valdés descubrió un sitio arqueológico en Río del Medio y otro en Biajaca, en el primero se encontró conchas y objetos ornamentales de huesos. Fue un sitio de prolongación aborigen ya destruido, en el segundo caso, Biajaca o Cocuyo II, también de prolongación aborigen. Este residuario aborigen se exhibe en la sala de Arqueología del Museo Provincial de Historia, en calle Martí de la ciudad de Pinar del Río, donde se observan restos óseos de un feto aborigen, restos óseos de mandíbulas, fémur, vértebras, esternón, etc, de aborigen, así como caracoles, conchas, etc. En esa misma sala se puede apreciar un entierro secundario que fue descubierto, en la cueva del Jagüey en Pan de Azúcar, en el que se puede observar huesos que fueron coloreados de rojo con fines rituales, después de haberlos fragmentados intencionalmente y con posterioridad fueron enterrados nuevamente en forma de “paquete”. Todos los huesos corresponden a una misma persona y probablemente al sexo femenino.
La etapa colonial (siglo XVI hasta el XVIII)
A partir del descubrimiento de la Isla por Cristóbal Colón, a finales del siglo XV y en víspera de la conquista española, el grueso de las comunidades vivía al modo de los pescadores-recolectores, mientras que otras iniciaban el tránsito a ciertas prácticas agrícolas y alfareras. El escaso desarrollo de las comunidades aborígenes pobladoras del occidente cubano fue factor influyente en las decisiones de Diego Velásquez acerca de la ubicación de las primeras villas que fundó. Fue el cabildo de la villa de San Cristóbal de la Habana, quien se encargaría de realizar los primeros repartos de tierra en esta región occidental. No es hasta 1569 en que es mercedada (entregada) la primera hacienda del actual territorio minero, en este caso se trata de Nombre de Dios. Sin embargo ya desde la segunda década del siglo XVI (1520-1530) por la influencia de la conquista y sojuzgamiento por la población aborigen en otras regiones de la Isla, pudieron haber arribado el extremo occidental grupos de indígenas deseosos de rehuir el contacto con los españoles. En el transcurso de varias generaciones, la población cambió hábitos seculares y sufrió un proceso de mestizaje biológico que llevaría con el tiempo a su desaparición total, hasta llegar a convertirse en el criollo y cubano.
Rápidamente agotada la minería, se desarrollaba una economía de plantación, que dio lugar a la introducción masiva de esclavos africanos autorizado oficialmente por el Rey de España en 1513 y a fines del siglo XVI, con el nacimiento de la industria azucarera, se aumentaban estas cifras. A mediados de los siglos XVI el territorio minero prácticamente aún estaba despoblada de españoles. En la zona occidental, el ganado fue más bien lo que determinó la colonización, en las haciendas de crianzas concedidas por el Cabildo o Ayuntamiento de la Habana (Gobierno). El territorio minero estaba cubierto por una espesa y rica vegetación, su suelo hizo posible la vida y la producción en el relieve montañoso. Los aborígenes pronto fueron exterminados y estos se multiplicaban, porque los propios españoles por falta de mujeres se unían en matrimonio con estos aborígenes, y aparecía el mestizaje.
Mercedaciones de tierras. Características de este proceso en el territorio minero. Su relación con la toponimia
Las necesidades de la conquista y colonización española hicieron que se repartieran las tierras sin uso alguno, con carácter gratuito y como recompensa a aquellos que servían a España. En el caso de Vuelta Abajo y por tanto del actual territorio minero, eran directamente por el cabildo o gobierno español radicado en la Habana. Por regla general, cuando se mercedaba o repartía una hacienda, se le denominaba con el mismo nombre que ya antes le había puesto los moradores de esa región, así por ejemplo Pan de Azúcar, fue mercedaba el 20 de abril de 1646, sin embargo ya con anterioridad, desde el punto de vista toponímico se nombraba así, y según nuestra hipótesis, los navegantes la bautizaron con ese nombre, y sirviéndoles como puntos de referencia, debido a que en las costas de Brasil, en Río de Janeiro ya existía un pico de una montaña muy parecida al pico de Pan de Azúcar del territorio minero, y por su semejanza, le pusieron ese nombre. A esta misma hacienda, en 1852 le cambiaron oficialmente su nombre por el de nuestra Señora del Carmen, sin embargo siempre se le continuó nombrando Pan de Azúcar hasta nuestros días, de manera que el nombre toponímico (originario) de un lugar, siempre es el que prevalece, porque es así como se le conoce por todos. Otro ejemplo tenemos el de Matahambre, el 6 de septiembre de 1697 fue mercedada a Nicolás Cardoso, las dos haciendas que hasta ese momento eran realengas (tierras sin dueños) Matahambre y Ceja de Matahambre, esta última se conoce como Ceja de la Mina porque a finales del siglo XIX existía en ella una mina. En el caso de Matahambre, ya con anterioridad a esa fecha los moradores de esta región la nombraban de esa forma, y según una hipótesis generacional, la denominaron así porque cuentan que los monteros dedicados a la cría de reses y cerdos recorrían entre haciendas situadas a los alrededores de esta zona, al pasar por este realengo les llegaba la hora de almorzar o comer, tanto los monteros como animales, algunos exclamaron, vamos a “matar el hambre aquí “, ya después dirían de “matar el hambre “ en este paraje, hasta quedarse con su nombre toponímico de Matahambre, que debió ocurrir antes de 1697, que fue cuando el gobierno español radicado en la Habana, la oficializó como hacienda y la entregó a Cardoso con ese mismo nombre que ya se conocía en esta comarca. En dicha fecha de mercedación, conjuntamente con el nombre de Matahambre, la oficializaron con el nombre de San Cristóbal de Matahambre, quizás retomando el nombre de San Cristóbal de la Habana, pero lo cierto que siempre se ha conocido con sus nombres propios originales o toponímicos, Matahambre y la Habana. Con el descubrimiento de las Minas, a partir de 1910, comenzaría a nombrarse Minas de Matahambre, por los propios mineros, sin embargo jamás se le nombró popularmente su nombre oficial de San Cristóbal de Matahambre.
La hacienda Malas Aguas fue mercedada el 20 de febrero de 1687 pero con anterioridad ya sus moradores habían denominado este nombre a dicho lugar, según nuestra hipótesis, el río que baña a esta zona, recibe ese mismo nombre y algunos de sus pequeños afluentes tradicionalmente han arrastrado sedimentos de minerales sulfurosos que se encuentran en las capas terrestres de esta zona, lo cual le ha dado a las aguas del río un olor desagradable y maloliente, de ahí el surgimiento del nombre de Malas Aguas al río y por ende a la zona, en cambio cuando fue mercedada, le antepusieron otro nombre adicional de San José de Malas Aguas, pero se continuó nombrando por sus moradores hasta nuestros días como Malas Aguas. Es de señalar, que los españoles con sus arraigos religiosos, muchos de estos nombres que les incluían eran de santos.
Poblamiento y actividades económicas fundamentales del territorio minero hasta finales del siglo XVIII
En los primeros años de conquista y colonización en Minas habitaba una pequeña población rural, dedicadas en lo fundamental a la cría de ganado mayor y menor además de granos y tubérculos para el autoconsumo.
El territorio contaba con las ensenadas y bahías o puertos de Baja, Río del Medio, Santa Lucía y Malas Aguas, para la transportación del comercio. Las orillas de los ríos fueron aprovechadas para el cultivo del tabaco, fundamentalmente el Cuyagüateje que sus aguas bañan la parte meridional del territorio, destacándose las zonas de San Carlos, Sumidero, Cabeza, Isabel María, etc.
Durante el siglo XVI la arquitectura ha sido llamada de bohío. Hasta fines del siglo XVIII los habitantes del territorio vivieron orgullosos en sus bosques de maderas preciosas como la caoba, el cedro, ébano, etc, entre las cuales emergían las palmas gigantes, las maderas preciosas fueron el primer símbolo exacto del territorio
Algunos pasajes de guerra entre 1896 y 1898. La Campaña de Antonio Maceo en 1896 en este territorio
Culminando la invasión, el 22 de enero de 1896, en Guane, Antonio Maceo designa al coronel Pedro Vargas para que se trasladara a diferentes puntos de Guane, Luís Lazo, San Carlos, Sumidero, Cabeza e Isabel María, hasta continuar hacia Viñales. Maceo trataba de desconcertar al enemigo y obligarlo a que dispersara sus columnas.
El 24 de enero de 1896 Maceo partió de Mantua y al día siguiente 25 de enero después de media jornada de marcha, llega al poblado de Baja. El destacamento de voluntarios que se guarnecían allí, al conocer de la presencia del Ejercito Libertador, huyó hacia el monte y estaba ocupado por una unidad pinareña de soldados mambises. Ese mismo día, un grupo de mujeres de Baja, cuyos esposos eran voluntarios y habían huido, les pidieron a Maceo que los perdonara y el Titán de Bronce se dirigió al cura de ese pueblo y le entregó un documento en el cual lo autorizaba para que les manifestara que regresaran a sus hogares con la garantía de no ser molestados por las tropas mambisas. En Baja Maceo fue recibido con grandes muestras de simpatía, allí le confirmaron la noticia de la salida definitiva de Cuba, de Arsenio Martínez Campo. Ese mismo día 25 continúa hacia Santa Lucía y por la noche, Maceo con su tropa acampó en el batey del ingenio “Nuestra Señora de las Nieves”, situado en lo que actualmente es Sarmiento, en la Sabana. Próximo a este lugar se encontraba una columna enemiga bajo las órdenes del General Echagüe. Al amanecer del día siguiente, 26 de enero, las avanzadas cubanas dispararon al enemigo que intentaba moverse sobre el campamento. La caballería mambisa dirigida por Bermúdez maniobró para detener al enemigo. Maceo colocó convenientemente sus tropas en las alturas cercanas. El general español ordenó disparar con una batería de abuses, unas cuantas docenas de descargas, los que les pareció suficiente y se replegó a sus primitivas posiciones. Las cornetas mambisas tocaban marcha y siguió Maceo su ruta. El combate de Santa Lucía, si bien no fue sangriento, por el repliegue del ejército español del teatro de operaciones, sin embargo fue el bautismo de fuego de las tropas de Maceo, en territorio minero. La marcha invasora del 26 de enero, en territorio minero, fue ruda, cruzaron ríos, desfiladeros, bosques y maniguales. Llegaron a Quemados de Pineda y de allí continuaron su avance hacia Santo Tomás, abandona momentáneamente el territorio minero. Mientras Maceo se encontraba fuera de este territorio, una unidad del ejército libertador radicado en esta zona, el 11 de marzo del propio año, redujo a cenizas el poblado de Baja, y dos días antes quemaron varias casas en Biajaca, como consecuencias de ser defensores del gobierno español, al igual que en Río del Medio, quemando un almacén y varias casas . Maceo, desde fuera del territorio minero, en mayo del propio año efectuó una entrevista con el General Díaz y le dio instrucciones para que efectuara reconocimientos, con la Brigada Norte, entre otros lugares, en la zona sur del territorio minero, y en la zona de Pan de Azúcar.
En los meses de junio y julio del propio año la expedición del Coronel del Ejército Libertador Francisco Leyte Vidal desde los EEUU, y que había desembarcado por las Canas, con hombres y armas para unirse a Maceo, bajo aguaceros torrenciales cruzaron el territorio minero, a través del itinerario de la Manaja, Los Jobos, Peña Blanca y Pan de Azúcar. Hay que destacar de este territorio, que fueron festejados por tropas mambisas del territorio, y por vecinos, todos cooperaron y muchos se incorporaron a sus filas. Esta expedición compuesta por 45 hombres el 12 de julio de 1896, llegó a la Manaja y acampó esa noche allí, el 14 de julio cruzaron por Peña Blanca y Pan de Azúcar. Más tarde fuera de este territorio Leyte Vidal se unía a Maceo.
El 29 de agosto a las 6 de la tarde, nuevamente hace entraba Antonio Maceo en territorio minero actual, esta vez por Pan de Azúcar y acamparon esa noche en ese lugar, el 30 de agosto, desde la zona de Viñales, avanza con su ejército, junto a Bermúdez Sotomayor, Núñez y Leyte Vidal, con 300 hombres de combate y 200 campesinos de la región, que conducían las reses y entran al territorio por las vegas de Isabel María, zona muy peligrosa, donde había 4 fuertes españoles a 200 metros uno del otro. LA retaguardia de las tropas mambisas tuvo que combatir y experimentar 5 heridos entre ellos el coronel Leyte Vidal. Continuaban su avance hasta llegar a Peña Blanca, el propio día 30 de agosto, donde se produce otro pequeño combate, obligando al enemigo a retroceder, esa noche acamparon a una legua de la prefectura de Peña Blanca. Al día siguiente, a las 4 de la madrugada Maceo ordenó trasladar a Leyte Vidal hacia la prefectura de Ceja de la Mina, para que se repusiera, dado su estado de gravedad y Maceo continuó su recorrido hacia Los Jobos, donde lo esperaban 400 campesinos desarmados, los cuales se les unieron. Por su parte Leyte Vidal, en Ceja de la Mina estaría convaleciente durante 70 días, entre la vida y la muerte, hasta que logró mejorar, y abandona el campamento el 11 de noviembre. Maceo, de los Jobos se dirigió a Ceja de francisco, donde tuvo ligeros tiroteos con el enemigo. Por estas travesías del territorio minero, Maceo tuvo que montar un mulo, por el difícil acceso del mismo. De Francisco, Maceo se dirige hacia Tumbas de Estorino, fuera del territorio minero. El 8 de septiembre establece el cuartel general y por Orden General # 421 Maceo, reorganiza la brigada de Occidente que contaría con 2 regimientos. Como jefe de uno de los escuadrones, Maceo puso al mando al Teniente Coronel Antonio Tarafa y Oliva, que pocos meses después, caería en el combate de Ceja del Negro, y que vivía en San Carlos convirtiéndose en mártir de este municipio minero.
Al día siguiente 9 de septiembre, Maceo traslada el campamento a Ceja de Francisco, haciendo entrada de nuevo al territorio minero.
El 27 de septiembre, se desarrollaban los acontecimientos de la Batalla de Montezuelo en territorio mantuano, dirigida por Antonio Maceo, pero los españoles tenían apostadas 2 columnas, una en Francisco y otra en la Manaja, con el objetivo de evitar que la tropa invasora avanzara hacia el este. La columna de Ceja de Francisco avanzó hacia Tumbas de Estorino, en cambio la columna enemiga de La Manaja, que tenía la misma misión que la otra se encontró en el río, destacamentos cubanos dejados por Maceo, quienes trataron de resistir el avance de esta tropa, Maceo entabla combate en Tumbas de Estorino y paralelamente, para no descuidar el campo de la Manaja, envía el regimiento nombrado Gómez, que se uniría a las 2 compañías mambisas que luchaban contra los españoles, quienes se vieron obligados a huir hacia la sierra de Francisco, en que un aguacero torrencial impidió su persecución y batida al enemigo, en este combate el enemigo tuvo 100 bajas y los cubanos 27, este combate de la Manaja, fue encarnizado. Los días 29 y 30 de septiembre, Maceo descansó con su tropa en Ceja de Francisco y el 1 de octubre continuaron su recorrido hacia Peña Blanca y aquí reunió a 800 hombres bien armados. Al siguiente día 2 pasó por Quemados de Pineda hasta llegar a Cabeza y sostuvo un combate con los voluntarios de este barrio, hubo disparos de fusilería y de cañones por parte de la tropa mambisa, a las 12 de la noche el caserío quedó arrasado, acampando a la vista de los fuertes enemigos. Al amanecer del día 3 de octubre, Maceo se dirigió hacia la zona de Sumidero y regresó hacia Isabel María, donde sostuvo combate, ese mismo día 3 de octubre en Isabel María, contra los guerrilleros y voluntarios al servicio de los españoles. El día 4 de octubre, a las 6 de la mañana, reanudó la marcha rumbo al territorio de Viñales, donde se desarrolló el combate de Ceja del Negro, donde murió heroicamente el mártir minero teniente coronel Antonio Tarafa y Oliva. Mientras tanto la lucha mambisa que dejó organizada Antonio Maceo, en este territorio continuó, no solo en ese año, sino también hasta después de su caída en combate, y durante los años 1897 y los primeros meses de 1898. Se han podido cuantificar un total de 29 combates en territorio minero, por las tropas insurrectas de las cuales 6 tuvo participación el Titán de Bronce, quien acampó 8 noches en este territorio.
A esta cadena de combates se une los efectos sufridos por la población minera durante la Revolución llevada a cabo por Valeriano Weyler.
Archivo:Mina CAF.jpg
Descubrimiento de las Minas de Matahambre
Antes del año 1912, Matahambre formaba parte de la hacienda llamada San Cristóbal de Matahambre, perteneciente al término municipal. de Pinar del Río, de propiedad privada de Luís Piñán y Malván, ciudadano español y comerciante de la ciudad de la Habana.
La Mina fue descubierta entre 1910 y 1911; Este hallazgo de la Mina fue descubierto por el campesino de esta zona, Victoriano Miranda Miranda que en uno de sus recorridos, pudo observar un material que por su color y textura le llamó mucho la atención, se trataba de una roca sedimentada de color azuloso y fue extraída por el campesino. Pudo contactar con el ingeniero Manuel Luciano Díaz Sosa y el alcalde de Pinar del Río Alfredo Porta Rojas y les enseña el preciado mineral. El primero decide enviar la muestra al laboratorio de la Secretaría de Agricultura, para su análisis. Como resultado se obtuvo el 45% de ley de cobre que resultaba ser de un contenido deshidratado de sustancia en disolución arrastrada por las aguas en una zona mineralizada. Manuel Luciano Díaz Sosa propuso que esta zona debía ser explorada por expertos en la materia, se trajeron 6 mineros de la mina La Constancia. Entre Días y Porta realizaron una inversión en la compra de equipos y se llevaron a cabo las exploraciones. Estas se realizaron barrenando a mano, con pistola y mandarria, utilizando la dinamita a 150 pies sin obtener resultados. Al fin apareció la mina tan ansiada. Las muestras de calcopirita de cobre resultaron ser de alta ley. Continuaron los trabajos de exploración hasta alcanzar las primeras 5000 toneladas, las cuales posteriormente fueron comercializadas con los EEUU.
Manuel Luciano Díaz le ofreció a Victoriano Miranda una finca pero éste prefirió participar en el negocio de la Mina, y Luciano Díaz quedó en concertar acuerdos con él. Mientras tanto, la Mina continuaba su progreso.
Para llevar a cabo el fomento y desarrollo de la Mina, Alfredo Porta Rojas y Manuel Luciano Díaz Sosa fundaron la compañía conocida como Porta- Díaz.
Se fundó el 24 de febrero de 1913, fecha ésta en que hacía exactamente 18 años que se había iniciado la Guerra del 95 organizada por nuestro Héroe Nacional José Martí. Según se hace constar esta compañía sería mercantil colectiva que podía establecer agencias en cualquier otro lugar de la República. Se prescribía que la Compañía Porta- Díaz era para explotar las minas Gustavo Alfredo, María Rita, Juan Narciso y el Ruiseñor, todas propiedades de Alfredo Porta, existentes en el territorio de Minas de Matahambre. Se afirmaba además que el término de ésta sería de 20 años, desde el 10 de abril de 1912 hasta el 10 de abril de 1932.
Educación en el municipio de Matahambre
Al triunfar la Revolución, en el pueblo de Minas habían dos escuelas públicas de enseñanza primaria, una escuela solo para hijos de los americanos y una escuela privada de enseñanza secundaria para los hijos de familia adineradas. En el pueblo de Santa Lucía una escuela pública de primaria, en Sumidero de la misma forma, en las zonas rurales existían algunas escuelitas. De inmediato en 1960 se inició en Santa Lucía, un aula de preescolar en una oficina habilitada, aulas de primaria en un antiguo almacén de víveres, se inauguró la Secundaria Básica en Minas, en una casa habilitada, la escuela primaria americana de Minas pasó a escuela pública, en Managuaco, más tarde se inauguró otra escuela de primaria, en Pinillo se habilitó un local para dos aulas de primero y segundo grado. En 1966 se inauguró en La Pimienta, por iniciativa de nuestro Comandante en Jefe un internado de primaria llamado “Ho Chi Minh”, cuyo primer director fue Miguel Mayor. El 15 de octubre de 1973 se inauguró el seminternado “Isidoro García”, en el reparto Viet Nam Heroico, con 8 maestros y 203 alumnos, como directora Magalys Carreño Carmona. En 1972 se inaugura el Círculo Infantil de Minas y su primera directora fue Eloína Diego por poco tiempo y la sustituyó Mercedes Díaz. En este año se inicia la Filiar Universitaria en las especialidades de Minas y Geología. En 1975 comienza a funcionar el seminternado de primaria Marta Abreu en Santa Lucía con una matrícula de 900 alumnos y su directora Eulalia Pérez. En 1973, el 18 de agosto se inauguró el Circulo Infantil de Santa Lucía, con 22 niños y su directora Carmen Miranda nombrándose a este centro XX Aniversario”. En 1981 se traslada la Universidad para Moa y se inaugura en este centro el Instituto Politécnico de la Minería “Ramón González Coro, cuyo director fue Ángel Custodio Hernández, donde se graduaban como técnicos medios en geología de los minerales sólidos, perforación de petróleo, geodesia y cartografía, geología de petróleo, extracción de petróleo y geofísica . EN 1986 se cierra el Politécnico y su instalación pasaría a ocuparla la secundaria básica, que había sido construida por la Revolución en calle primera al frente del estadio de béisbol. Al pasar la secundaria para el antiguo Politécnico, el seminternado de primaria “Isidoro García Rodríguez”, ubicado en el reparto de Viet Nam Heroico, pasó a ocupar la instalación de la secundaria básica, que había sido construida su nueva instalación en 1963.
En 1981 se inaugura la escuela especial en Isabel María, para niños con retardo escolar con una matrícula de 72 alumnos. En 1977 se inauguró la secundaria básica “Batalla de Montezuelo”, en el micro distrito Roberto Amarán, 276 alumnos, cuyo primer director fue Félix Cabrera.
En 1978 se inició la escuela de idioma, en Minas (en idioma de inglés), con una matrícula inicial de 50 alumnos, cuya directora fue Dosinda López Martínez, en diferentes instalaciones, primero en la actual dirección municipal de deporte, luego pasó a la escuela Ignacio Agramante y más tarde a la que fuera filial universitaria. En 1984 fue trasladada hacia Santa Lucía, con 2 grupos y la misma profesora. En Minas, en 1978 se inicia el idioma ruso y luego pasó en 1984 a Santa Lucía, siendo su profesora Marilín Rodríguez, en el seminternado “Marta Abreu”. La escuela de Economía se inició en 1980, en la actual secundaria básica, que en aquel entonces era Filial Universitaria y después continuó siendo esta instalación el Politécnico, su primera directora por varios años fue Zunilda García Torres y con 6 profesores y una matrícula de 70 alumnos, su primera graduación fue en 1984 que se graduaron 32. Las especialidades eran Planificación y Contabilidad.
EOC_SOC y FOC se desarrolló desde los primeros años de la Revolución, para vincular a las personas adultas que deseaban continuar realizando estudios de primaria, secundaria y de pre universitario para luego poder alcanzar la Universidad, muchos de esos alumnos eran obreros y alfabetizados en 1961, la secundaria básica servía de dirección y de aulas a esta enseñanza. La FOC se inició en Sulfometales y SOC, la FOC continuó después en la secundaria básica de Minas, más tarde la Facultad Obrero Campesina pasó a la calle Hospital esquina Ruiz Señor, donde hoy se encuentra situada la Dirección, Mpal del INDER. En Santa Lucía y Sumidero también se inició la FOC, como parte del programa de la Revolución, en 1961 se llevó a cabo la alfabetización en Minas, el presidente fue Ramón Ungo Llano. De un estudio realizado en el territorio había un total de 1247 analfabetos, que representaban el 45% de la población existente en Minas de Matahambre, fue dividida en zonas para desarrollar la campaña y los alfabetizadotes fueron distribuidos en esas zonas. En Minas la responsable de la alfabetización fue Hilda Robaina. La oficina central de la campaña radicaba en el antiguo local de la CTC, hoy Comité Militar, fueron alfabetizados 325 obreros de bajo mina, sin contar el resto de la población. Los brigadistas que provenían de otros municipios, fundamentalmente de Ciudad de la Habana, fueron albergados en Educación Mpal, CTC Mpal, escuela Ignacio Agramante, así como un gran número de viviendas particulares con un brigadista. En Minas participó un guatemalteco como alfabetizador. El 17 de diciembre de 1961, Minas de Matahambre se declaró territorio libre de analfabetismo. Después continuarían realizando estudios de nivelación cultural a través de EOC; SOC y FOC. En 1962 se iniciaron las aulas para alcanzar el sexto grado (EOC) en diferentes zonas del territorio minero.
Cultura en el municipio Minas de Matahambre
En 1960 se crearon algunos grupos musicales por Bartolo Coro, entre el trío integrado por Alberto Diego y otros. Otros músicos aficionados como Salvador Gómez y Zoilo Abreu, este último llegó a fundar un grupo. En este año 1960 se fundó el conjunto “El Centenario”. El conjunto el Niño Lara continúo tocando al fundar La Revolución en zonas campesinas, hasta 1962. En 1960 también se fundó el Conjunto Renovación Campesina, y se desintegró en la década de 1970. En 1961 se creó el coro de la FMC atendido por Bartolo Coro, con 25 integrantes. En 1966 se creó el grupo de teatro de Santa Lucía que funcionó hasta 1968 siendo renovado posteriormente. En 1966 fue creada la primera compañía artística del movimiento de aficionado de Santa Lucía, apadrinada por Sulfometales. En 1967 surgieron los “Fono mímicos” que doblaban a los Zafiros, los cuales eran de la secundaria básica de Minas. En esta etapa surgió como solista María Antonia Jiménez, participando en festivales provinciales y nacionales. En 1969se desintegra Fono mímicos y surge el grupo musical “los Fantasmas”, más tarde se le nombró “Los Satélites” y finalmente el 8 de marzo de 1970 cambian su nombre por “Los Méridas”, sus instrumentos musicales fueron donados por nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro. En el período 1983-84, el municipio fue declarado Módulo Cultural, al crearse las 10 instalaciones básicas culturales. En 1961 se interviene el cine Minas y de Santa Lucía, posteriormente se construyen cines en Pons y en Sumidero.
Salud en el territorio minero
Al triunfar la Revolución, el territorio minero solo contaba con una posta médica. En 1963 se construyó el Hospital “José Elías Borges” en Matahambre, la mortalidad infantil del municipio durante el año 1972 fue de 17 niños y en 1973 fue de 14. La tasa de mortalidad infantil en 1977 fue de 26,2, en 1978 fue de 32,8 en 1979 de 19,3. En 1980 fue de 23,1. En 1981 de 18,3 en 1982 fue de 18,9 en 1983 fue de 11,4 en 1984 fue de 11,7.
De 8 médicos que se contaba en el territorio, en 1959 cuando triunfo la Revolución en 1984 ya se contaban con 24 que representaban 1 médico por cada 1284 habitantes. El 13 de octubre de 1986 se inauguraron 17 consultorios del médico de la familia en el pueblo de Minas, contando con un médico y una enfermera en cada uno de ellos. En el período 1983-84 comenzaron los procesos inversionistas del policlínico de Sumidero, la clínica estomatológica en Minas y la casa de calderas, la mortalidad infantil logró descenderse a una tasa de 13.7, gracias a la puesta en práctica del Hogar Materno, en el plan de vacunación colocó al municipio en el cuarto lugar, las citologías fueron cumplidas en su totalidad y se destacó la campaña de saneamiento. Al cierre de 1987 contábamos con 50 médicos y un especialista, un médico por 732 habitantes y ya se había concluido la Clínica Estomatológica. En el Hogar Materno fue inaugurado, se instaló un retinoscopio, un aminoscopio, un nuevo equipo de rayos x en Minas, se incorporaron dos consultorios más, quedando solo el policlínico de Sumidero que estaba prácticamente concluido. Al cierre de 1987 el programa materno infantil se vio afectado, pues al cierre de julio de 1987 se contaba con 6 fallecidos contra 4 en el pasado año en igual etapa, aumentando la tasa a 17,7%, 5 décimas más alto que en igual período del año anterior.
Deporte minero
El 23 de febrero de 1961 se creó el INDER. En los primeros tiempos de la Revolución la actividad deportiva estuvo dirigida por los consejos voluntarios, fungiendo como director José Gandoy, como tesorero Juan Martínez de Osaba y otros miembros, se crearon equipos de boxeo dirigidos por el Moro Fernández y el béisbol, en distintos centros de trabajos se crearon equipos de pelota de segunda categoría y el equipo de primera categoría conformado por peloteros que ya se habían consagrado antes del triunfo de La Revolución, como fueron Tomás Martínez(Nene) René Melo, Rodolfo Osaba, Ramón Rodríguez García (Toto), Pedro Martínez (Tatica), Raúl Martínez, Nancio Martínez, José Manuel Cortina, Braulio Rodríguez, etc. En Santa Lucía también había otro equipo formado por Doli Wei, Orestes Casañas, Genaro Dueñas, Chacha, etc. Se construyó el muro y gradas del estadio de Minas así como la ampliación del mismo en 1966, al frente de esta obra estuvo Mario Pérez y para sufragar los gastos se realizaron actividades para recaudar dinero habiéndose logrado la suma de 2896 pesos. En 1962 se fundó el baloncesto masculino en Minas, en equipo de categoría libre, para competir con equipos de Pinar del Río, y los juegos se efectuaban en ambos lugares y otro equipo de menores de 16 años organizados oficialmente por el INDER, jugándose en toda la Provincia, incluido Mariel que en ese entonces pertenecía a Pinar del Río, sus jugadores fueron: Juan Osaba, Rodolfo Olivera, Rolando Beades, Roberto Rodríguez, Pedro Díaz (Maco), Manolito el Gallego, etc. Posteriormente, de la secundaria básica surgieron equipos de baloncesto, también organizados en competencias oficiales que participaron en la Provincia, se destacaron entre otros: Celso Machín, Rafael Padrón, Pedro Bosmenier, Sergio Amalfi, José Luís Rodríguez, Osvaldo Cordero (Tito), Manuel Morales (el Fino).
Entre los peloteros que jugaron en serie nacionales, tenemos entre otros a: Juan Serrano, Braulio Rodríguez (Chiche), Felipe Álvarez, Raúl Álvarez, Raúl Martínez, José Manuel Cortina, Rolián Hernández, como asistente de equipos nacionales Primitivo Díaz, durante muchos años. En boxeo se destacó entre otros: Rolando Herrera, que integró el equipo nacional y viajó a Rumania en 1981-82. En tenis de campo se destacó Paula Hernández que integro el equipo nacional, otra destacada fue Griselda Cabrera. En remo Jorge Luís Álvarez quien participó en los Juegos Juveniles de la Amistad en 1976, y en la Olimpiada de Moscú de 1980. En ciclismo se destacaron Rolando Cartaya (el chero), quien integro el equipo Cuba compitiendo en Francia, México, Domingo Díaz y otros. En balonmano femenino se destacó Maritza Ramírez, quien participó en un campeonato nacional en 1985 y 1986 y a finales de este año integra el equipo nacional y en 1987 participa en una copa celebrada en México y Canadá, así como en los Panamericanos de Indianápolis, EEUU. En los últimos años de la década de 1970 ya el INDER había logrado incrementar el total de instructores y técnicos, construcción del gimnasio, incremento de 7 deportes, más creación de áreas especiales, etc. En 1982 se construyeron las áreas de judo, pesa, fútbol, balonmano y esgrima. En 1983-84 se construyó el gimnasio de Sumidero, un terreno de balonmano y tenis de campo, se remozo el gimnasio de Santa Lucía, se creó el combinado rústico de Río del Medio.

