Miguel Grau

Miguel Grau Seminario
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Retrato del Gran Almirante del Perú Miguel Grau Seminario hecho en 1879 por el artista español Pedro Muñiz
Gran Almirante del Perú
NombreMiguel Grau Seminario
Años de servicio1854 - 1879
ApodoEl caballero de los mares.
LealtadMarina de Guerra del Perú Bandera de Perú
Servicio/ramaFuerza de Superficie
Lugar de operaciónCallao, Perú. Bandera de Perú
Unidad1ª División Naval.
CondecoracionesGrado de Contralmirante (Ley del 1 de agosto de 1879)
Grado de Almirante (Ley Nº 10689 de 1949)
Grado honorífico de Gran Almirante del Perú y ratificación del titulo de Héroe Nacional (Ley Nº 16730 del 24 de noviembre de 1967)
Héroe Nacional y Almirante de Bolivia por el Congreso Nacional de Bolivia (6 de octubre de 1989).
MandosComandante del Blindado, tipo Monitor, "Huáscar".
Comandante en Jefe de la Escuadra Peruana.
Comandante General de la Marina de Guerra del Perú.
Participó enGuerra Hispano-Sudamericana.
Guerra del guano y del salitre.

Nacimiento27 de julio de 1834
Piura, Perú, Bandera de Perú
Fallecimiento8 de octubre de 1879
Punta Angamos, Bolivia Bandera de Bolivia
Causa de la muerteEn combate.
Otros empleosMarino Mercante
Diputado por Paita.
CónyugeDolores Cabero Nuñez.
HijosRafael Leopoldo Grau Cabero
Miguel Grau Cabero
Elena Grau Cabero
Carlos Grau Cabero
Enrique Grau Cabero
Ricardo Grau Cabero
María Luisa Grau Cabero
Óscar Grau Cabero y
Victoria Grau Cabero.
PadresJuan Manuel Grau y Berrío y Luisa Seminario del Castillo.

Miguel Grau Seminario (Piura, 27 de julio de 1834 - Punta Angamos, 8 de octubre de 1879) fue un marino y político peruano. Es considerado héroe máximo de la Marina de Guerra del Perú, y uno de los jefes navales más famosos del continente americano. Comandante del buque de guerra blindado "Huáscar", y Comandante en jefe de la escuadra nacional peruana, murió en el combate naval de Punta Angamos (Bolivia) durante la guerra con Chile.

Síntesis biográfica

Nació en Piura el 27 de julio de 1834 en la calle Mercaderes 62. Su madre fue la distinguida dama piurana Luisa Seminario del Castillo, y su padre fue el teniente coronel Juan Manuel Grau Berrío, colombiano de noble ascendencia catalana y que luchó por la independencia del Perú en el ejército de Sucre y estuvo en Junín y Ayacucho y llegó a ser mas tarde empleado de la Aduana de Paita.

Parte de su infancia transcurrió en el puerto de Paita que a mitad del siglo XIX era el centro marítimo comercial más importante de la costa del Perú. Allí funcionaba una escuela náutica, donde recibió sus primeras instrucciones.

A los nueve años Miguel Grau obtiene el permiso de su familia e hizo un viaje a Buenaventura en un bergantín particular, de nombre Tescua, que naufragó en la isla colombiana de Gorgona.

Como afirma el notable historiador peruano Dr. Jorge Basadre:

Aprendió, pues, primero en la vida que en los libros. Fue un colegial taciturno, distraído. Tenía once años de edad cuando empezó a trabajar en la marina mercante. Allí fue desde grumete hasta piloto. Conoció Panamá, las islas Marquesas, las islas Sandwich, las islas Sociedad, Burdeos, Río de Janeiro, Hong Kong, Macao, Singapore, San Francisco, Nueva York. Supo de las galletas rancias, del agua podrida, de la carne salada, del escorbuto, del incendio, del temporal, del naufragio, de las peleas y de las juergas en los puertos. Había carecido de infancia; pero la suya fue una autentica juventud aventurera. Puede decirse que si bien no ha ingresado a la Armada Nacional es ya un marino. En 1854, este joven lobo de mar quiso ser guardiamarina. Apenas egresado de la Escuela Naval sirvió en el vapor Rímac, luego en el pailebot Vigilante y posteriormente en el Ucayali y en la fragata Apurímac. Como alférez de fragata participó en la sublevación vivanquista de 1857 y por ello fue separado del servicio. De este modo, la aptitud para la juvenil rebeldía sirve para explicar la rígida disciplina de su madurez. Fue uno de los asaltantes a la casa de Castilla. De vuelta a la marina mercante, hizo la carrera a la China, a la India y a la Polinesia. Solo en 1863 reingresó al servicio de la armada nacional como teniente segundo y segundo comandante del vapor Lerzundi.[1]

Trayectoria naval

Ingreso a la Marina de Guerra

El 11 de marzo de 1854, luego de abandonar la marina mercante en 1853, ingresó a la marina de guerra del Perú como guardiamarina en el vapor “Rímac”.

Apenas egresado de la Escuela Naval, el 4 de marzo de 1856 como Alférez de fragata, sirvió en el vapor "Rímac", luego en el pailebot "Vigilante" y posteriormente en el "Ucayali" y en la fragata “Apurímac”.

Como Alférez de fragata, cuando estaba al mando de la fragata “Apurímac”, participó en la sublevación vivanquista de 1857 y por ello fue separado del servicio. Fue uno de los asaltantes a la casa de Castilla. De vuelta a la marina mercante en 1858, hizo la carrera a la China, a la India y a la Polinesia.

Solo el 11 de septiembre de 1863 reingresó al servicio de la armada nacional como Teniente segundo y segundo comandante del vapor Lerzundi.

El 4 de diciembre de 1863 asciende a Teniente primero graduado.

El 8 de enero de 1864 Grau es Teniente primero efectivo.

El capitán de corbeta Aurelio García y García y el teniente primero Miguel Grau son comisionados a Europa como integrantes de un programa de adquisiciones navales. Es enero de 1864.

El 15 de diciembre de 1864, Miguel Grau recibirá en Saint Nazaire, Francia la documentación de la corbeta "Unión", en la que se hará a la mar del día 18.

Estando en Europa Grau vería erigirse el blindado de tipo Monitor "Huáscar" en los astilleros ingleses de Laird & Brothers, en el puerto de Birkenhead, (Reino Unido).

El 31 de marzo de 1865 Grau asciende a capitán de corbeta.

Guerra Hispano-Sudamericana

A su regreso de Europa las escuadras de Perú y Chile se unieron en una flota binacional contra los intentos españoles de reclamar sus colonias americanas.

Con la declaración de guerra a España el 14 de enero de 1866, la corbeta Unión, al mando del capitán de corbeta Miguel Grau, y otras naves peruanas se hallaban en aguas chilenas, conformando la denominada Flota Aliada, la misma que el 7 de febrero del mismo año, se batió contra una división naval española en el Combate naval de Abtao.

El 22 de julio de 1866 Grau asciende a capitán de fragata.

Después de la guerra

El 25 de julio de 1868 Grau asciende a capitán de navío graduado.

El 23 de abril de 1873 Grau fue ascendido a capitán de navío efectivo y con ese rango fue nombrado comandante del blindado "Huáscar".

En 1876 incursionó en la política. Fue miembro del Partido Civil y en la Cámara de Diputados se desempeñó como Diputado por Paita, dejando el comando del Huáscar durante dos periodos legislativos.

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Miguel Grau Seminario en 1876, a los 42 años, cuando fue diputado nacional representante de Paita.

En 1877 fue nombrado, por el presidente Mariano Ignacio Prado, Comandante General de la Marina. Al año siguiente, presentó una Memoria de Marina al Gobierno, documento en el que se informaba y evaluaba la situación general de la Armada tanto en lo material como en lo referente al personal de la Armada.

Por la Ley del 1 de agosto de 1879 se le ascendió al Grado de Contralmirante.

Guerra del Guano y del Salitre

Ante la inminencia del conflicto con Chile, el presidente Prado le asignó la 1ª división naval, compuesta por los blindados "Huáscar" e "Independencia".

El 5 de abril de 1879 se inició la Guerra del Guano y del Salitre (llamada por los chilenos Guerra del Pacífico), en que la República de Chile atacó a la República del Perú y a la República de Bolivia. Miguel Grau era capitán de navío de la Marina de Guerra del Perú, al mando del blindado "Huáscar". Grau desempeñó un papel importante al hostilizar las líneas de comunicación y suministro chilenos, perjudicando, capturando o destruyendo varios barcos enemigos y bombardeando instalaciones militares de Chile.

Tuvo una destacada actuación en la guerra.

El blindado "Huáscar" comandado por Miguel Grau se volvió famoso por moverse sigilosamente y atacar por sorpresa. Bajo el comando de Grau el monitor Huáscar se trasformó en la nave de más destacada participación de la escuadra de la marina de guerra del Perú durante la Guerra del guano y del salitre.

Batalla Naval de Iquique

En el combate naval de Iquique (21 de mayo de 1879), el blindado "Huáscar" hundió la corbeta chilena Esmeralda, al mando del capitán de fragata Arturo Prat, quien falleció en la batalla. Grau ordenó el rescate de la tripulación sobreviviente. Grau también expresó por escrito sus condolencias a la viuda de su oponente Arturo Prat, Carmela Carbajal, entregándole una carta y adjunto a esta objetos personales de Prat como su sable de marina sin vaina, fotografías, un escapulario, gemelos de camisa, etc.

En el puerto de Iquique, a las dos de la madrugada del 10 de julio de 1879, el Huáscar avista al transporte enemigo Matías Cousiño y lo ataca rindiéndolo al primer cañonazo. Grau, en gesto humanitario, advierte a la tripulación chilena que abandone el barco porque va a hundirlo. Estos y otros gestos le valieron el calificativo de “Caballero de los Mares” por parte de sus oponentes chilenos, como el más puro elogio del emblemático guerrero del mar cuya gloria bastaba por sí sola para dar honor a un continente, reconociendo sus acciones humanitarias y su comportamiento caballeroso, combinado con su capacidad excepcional, que unida a su valor y a la serena concepción de sus planes le permitieron ejecutar con extraordinaria eficiencia las más variadas operaciones.

Batalla Naval de Angamos y fallecimiento

El combate naval de Angamos se produjo el miércoles 8 de octubre de 1879 y en él se enfrentaron los buques peruanos Huáscar y Unión contra dos divisiones de buques chilenos compuestas por el Cochrane, Blanco Encalada, O'Higgins, Covadonga, Loa y Matías Cousiño.

El contralmirante Miguel Grau estaba en su torre de mando. Los artilleros de la fragata blindada Almirante Cochrane dispararon varios proyectiles hacia las partes vitales del monitor. Una de las bombas impactó en la torre de mando donde se encontraba Miguel Grau, quien murió en el acto.

El blindado Huáscar fue capturado por los chilenos cuando estos verificaron que, como consecuencia del duelo de artillería, el buque peruano ya no tenía los elementos de defensa necesarios que le hubieran permitido impedir el abordaje de la nave. Aunque no se pudo recuperar la mayor parte del cuerpo de Grau, sus restos fueron enterrados con honores militares por los chilenos.

En 1890 sus restos fueron entregados al Perú.

Según el diario El Independiente de Santiago y El Heraldo de Valparaíso, en su edición del 25 de febrero de 1899, el marino argentino apellidado Barraza se levantó de su silla, levantó su copa y pidió brindar… “por otra figura mundial de la historia americana; por un héroe legendario cuya gloria bastaba por sí sola para dar honor a un continente; por un marino que debió alumbrar al mismo océano en la reciente Guerra del Pacífico; por uno de esos guerreros sublimes ante los cuales el sentimiento de la nacionalidad desaparece para dejar solo en el alma el sentimiento de la admiración”. Barraza terminó su brindis con estas palabras: “… por un héroe eminentemente americano; por el inmortal marino a quien todos los que seguimos la carrera del mar debemos tomar como ejemplo y como modelo. Señores: ¡un brindis por Miguel Grau!”.

En el museo flotante Monitor Huáscar se exhibe un retrato del almirante Grau.

En 1967, el Congreso del Perú le otorgó póstumamente el rango de «Gran Almirante del Perú».

Grau es el héroe máximo de la marina peruana de guerra y es conocido como el Caballero de los Mares, calificativo que se le dio por el valor y la humanidad que mostraba ante sus enemigos, siendo estimado tanto por peruanos como por los chilenos.

En una encuesta realizada a fines del siglo XX se le reconoció y denominó el Peruano del Milenio.

Vida privada

El 12 de abril de 1867 Grau contrajo matrimonio, en la iglesia Parroquial del Sagrario de Lima, con la dama limeña Dolores Cabero, con quien tuvo diez hijos.

Referencias y notas

  1. Historia de la Republica del Perú 1822-1933, primera edición, 2014, Tomo VIII, página 280, de Jorge Basadre.

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