Waldo Oliva Brunet
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Waldo Oliva Brunet, el sentir educacional del Caguairán
Despertó en cuna humilde, familia virtuosa y color discriminado, pero la Revolución triunfante en 1959 le abrió las oportunidades para ascender desde el aula primaria hasta la formación universitaria en Pedagogía, Historia y Ciencias Políticas, contribuyendo con eficacia a la formación inicial y continua del personal docente en La Habana y a la redacción de valiosos textos escolares de Historia Universal y de Cuba. Forjador de generaciones y de una familia honorable, la férrea voluntad de su conducta por la autoexigencia para superar limitaciones de salud y por el mejoramiento humano de sus semejantes durante toda su vida constituyen cualidades por las que merece respeto, elogio y reconocimiento auténtico.
Sumario
1.1 Nacimiento y familia
1.2 Estudios y trayectoria laboral
1.3 Muerte
Síntesis biográfica
Nacimiento y familia
Ocurrió el 9 de abril de 1940 en el hogar familiar de la calle Gloria, esquina a Indios, antiguo barrio de Jesús María, en La Habana Vieja. Lo nombrarían Waldo, segundo hijo después Pedro, nacido cuatro años antes. Era una familia humilde, discriminada por el color negro de la piel, colmada de honestidad, cultura y dignidad. El padre, paradigma en la familia, fue maestro, abogado, magistrado, dominaba cuatro idiomas extranjeros y con ideología comunista, dado lo cual su casa era visitada por Blas Roca, Lázaro Peña, Juan Marinello y Carlos Rafael Rodríguez, entre otros dirigentes del Partido Socialista Popular. Ante la temprana pérdida de la madre, Waldo recibió el cuidado de su padre, abuela y tías maternas, del hermano mayor que tejería una trayectoria relevante en el área industrial y de las comunicaciones, junto al amor que le brindara la segunda esposa de su padre, Luisa Cordero Naranjo, devenida, con los años, en madre amantísima de Waldo.
Estudios y trayectoria laboral
Cursó los estudios de Maestro Normalista en La Habana, graduándose con honores tras el triunfo de la Revolución. La familia diría que Waldo nació para enseñar. Matricula la carrera de Pedagogía el 29 de octubre de 1959, contrajo matrimonio con la maestra Gladys Roche Sánchez el 19 de marzo de 1960 y de esta sólida relación amorosa nacería en el hogar de Santos Suárez su único hijo, Alexis, quien llena de felicidad a todos, en la actualidad un destacado dramaturgo y creador audiovisual de la televisión nacional.
En junio de 1961 Waldo marchó voluntariamente a Ti Arriba, Alto Songo, Oriente, poblado rural con anterior asentamiento de franceses, donde se desempeña como maestro primario y Asesor Técnico de la Campaña Nacional de Alfabetización que se desarrolla en ese año. Recordaba con emoción su inesperado encuentro con el entonces Comandante Raúl Castro Ruz y la orden que recibió de éste, donde le encomendaba convertir el cuartel de Ti Arriba en escuela rural. Una maravillosa alianza entre los libros que descubren la cultura y las armas que garantizan el derecho a la vida.
Al regreso a su hogar de Santos Suárez, su afán por la superación le posibilitó terminar la carrera de Pedagogía y desarrollar los estudios de la carrera Profesoral de Historia del nivel medio básico. Labora de profesor de Historia y director de la Escuela Nacional Agustín Gómez Lubian, situada en San Francisco núm. 285 entre Lawton y Armas. Cursa desde 1964 la carrera Profesoral de Historia, nivel secundario superior, que concluyó en 1967.
En 1972 fue promovido a la Comisión de Elaboración de textos de Historia Universal y de Cuba en la Dirección de Formación y Superación del Personal Docente, encabezada por Asela de los Santos Tamayo, en el Ministerio de Educación. En esos momentos se constituyeron grupos de autores idóneos por materias para el nuevo plan de estudio de las flamantes Escuelas Pedagógicas que se abrirían en todas las provincias. En esta tarea Waldo participó en un colectivo encargado de la redacción de once textos de Historia Universal y seis de Historia de Cuba, bajo la orientación del Dr. Julio Le Riverend Brusone y la jefatura del Dr.C. Mario Sampedro Brito. Se utilizó un diseño docente en la estructura de los libros ideado por la Prof. Teresita Miranda Lena, que los convirtió en los textos escolares que se necesitaban. La colección de Historia de Cuba marcó una etapa superior en la redacción de textos de esta disciplina, obras que editoras extranjeras todavía comercializan.
A partir de 1974 Waldo ofreció cinco cursos en el Instituto de Superación Educacional del entonces regional Diez de Octubre como docente de Historia. El profesor Horacio Díaz Pendás, reconocido catedrático cubano, resalta la maestría de Oliva Brunet en la enseñanza de la historia. “Dominaba el programa de la escuela y era un magnífico profesor, en Waldo hay un modelo de orientación de la preparación de la clase, siguiendo las enseñanzas de Dolores Lolita” Breuil Grandal”.
En las décadas de 1980 y 1990 se desempeñó como profesor y jefe de los colectivos de la disciplina de Historia de Cuba en los antiguos institutos superiores pedagógicos de Lenguas Extranjeras y del “Enrique José Varona”, donde cosechó nuevos saberes y aportó a profesores y estudiantes en diferentes carreras, dejando una huella` elocuente de profesionalidad, humanismo y autoridad ética. Testimoniantes evidencian sus aportes.
En sus últimos años de vida profesional avanzó en la redacción de la tesis doctoral con la figura de Agustín Martín Veloz “Martinillo”, precursor del ideal socialista en Cuba, que le recomendó el Dr. Julio Le Riverend. La dirección del Pedagógico “Enrique J. Varona” le hizo acreedor póstumo de un certificado excepcional donde se reconocía el mérito académico de Oliva Brunet pasados seis años de su fallecimiento que ocurrió lamentablemente en medio del batallar del trabajo y la investigación científica.
Muerte
Lo sorprendió con 59 años de edad, sin disfrutar el descanso merecido, sobreponiéndose durante años a la enfermedad que le limitaba cada vez más sus movimientos y que burlaba con su férrea voluntad. Su hijo Alexis diría al respecto: la progresiva invalidez le fue ganando terreno a su sonrisa; pero, siempre, el último gesto, de mi padre, fue dirigido a hacer el bien, por encima de cualquier circunstancia. Honrarlo es reconocer y agradecer su legado ejemplar. Su vida erguida frente a todos los retos hace ver en Waldo el sentir del árbol Caguairán que conoció en Oriente: incorruptible, de una dureza extraordinaria, de color rojo púrpura como la sangre que oxigenaba cada día su mentalidad educadora en bien de los demás.
Fuentes
• Archivo General de la Universidad de La Habana. Expediente universitario de Waldo Oliva Brunet, núm. 84,837.
• Testimonio escrito de Zoraida Enríquez O'Farrill, 21 de diciembre de 2022.
• Entrevista a Horacio Díaz Pendás, 8 de enero de 2023.
• Testimonio escrito de Edmundo de la Torre Blanco, 12 febrero de 2023.
• Entrevistas a Ondina Lolo Valdés, marzo-mayo de 2023.
• Entrevistas a Alexis Oliva Roche, 2022 y 2023.

