Clavibacter michiganensis sp
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Clavibacter michiganensis sp. Una de las enfermedades del tomate más temidas, especialmente en los refugios. Además del daño que causa, a menudo obliga a una reorganización del trabajo en los cultivos. Una vez instalado en un cultivo se hace muy difícil deshacerse de él sin la implementación de medidas extremas.
Su daño puede ser considerable en una situación mal controlada, casi todas las plantas pueden verse afectadas. En última instancia, el número de plantas muertas es alto y los rendimientos se reducen considerablemente.
Nombre común
Cáncer bacteriano del tomate
Historia
La enfermedad fue descrita originalmente en 1910 como la causa del cancro bacteriano del tomate en América del Norte. El patógeno está ahora presente en todas las principales zonas de producción de tomate. La ocurrencia suele ser errática; Las epidemias pueden seguir a años de ausencia o de aparición limitada.
Ciclo de vida
Es una enfermedad que se propaga por semillas y tubérculos, la infección primaria tiene lugar principalmente a través de material de propagación infectado. Se propaga a otras plántulas al tocar las plantas en los cultivos en invernadero y por el agua en los cultivos a pleno campo, que puede ser por salpicaduras de lluvia o irrigación. Tanto en los invernaderos como en el campo, la pulverización también puede propagar la bacteria. Las bacterias también se pueden dispersar a través de la maquinaría y las herramientas. La bacteria infecta las plantas nuevas penetrando a través de heridas y luego se desarrolla en los vasos de la planta. Se inhibe el crecimiento de la planta y esta se marchita a consecuencia del bloqueo de los vasos de la xilema. La bacteria puede sobrevivir un tiempo en los residuos del cultivo, tales como las bortas o rebrotes y los residuos del cultivo de papa. Los tubérculos afectados infectan los tubérculos sanos durante el almacenamiento postcosecha.
Huésped
El tomate es el cultivo que más afecta, pero en algunos casos también se han registrado infecciones naturales en Capsicum, berenjena (Solanum dulcamara) y varias malas hierbas de Solanum (Solanum nigrum, Solanum douglasii, Solanum trifolium). Otras plantas solanáceas son susceptibles a la inoculación artificial. Varias plantas solanáceas y no solanáceas, Datura stramonium, Chenopodium álbum y Amaranthus retroflexus han sido identificados como reservorios para la supervivencia y propagación de las epífitas. La importancia de estas poblaciones epífitas no se comprende completamente, aunque parecen contribuir a las infecciones por heridas de poda.
Síntomas
La infección causa manchas en tallos, hojas y frutos. Las hojas y los brotes se marchitan y se enrollan hacia arriba, empezando normalmente por un lado de la planta. En las hojas inferiores se observan lesiones blancas similares a ampollas, que más tarde se vuelven marrones y pueden agruparse, pero no se caen. En los tallos y brotes se forman rayas claras, que se desgarran y facilitan la formación de úlceras. En las hojas de las tomateras, se observan lesiones llenas de agua, normalmente blancas con un centro marrón.
Prevención
Para prevenir infección del cultivo se debe utilizar un material de propagación limpio, usar solo semillas testadas y desinfectadas.
Retirar las plantas infectadas en bolsas de plástico cerradas, destruir los residuos de los cultivos, utilizar ropa y guantes protectores, desinfectar las herramientas y las estructuras del invernadero.
Realizar un arado en profundidad para estimular la descomposición de los residuos de los cultivos.
Fuentes
https://www.koppert.es/enfermedades-de-las-plantas/cancer-bacteriano-del-tomate/
http://ephytia.inra.fr/es/C/5044/Tomate-Clavibacter-michiganensis-cancro-bacteriano
