Portal:Panorama Mundial/RESUMEN SEMANAL/2024-08-01
REVISTA LATINOAMERICANA Y CARIBEÑA
(ESPECIAL VENEZUELA) No.31 /La Habana, jueves 1 de agosto de 2024/ Año 66 de la Revolución/RNPS2442
Sumario
- 1 SOS Venezuela: ¿otro capítulo intervencionista?
- 2 Venezuela decidió que hay Maduro para seis años más
- 3 Ganó la paz, ganó la soberanía, ganó el pueblo de Venezuela
- 4 Venezuela no les necesita
- 5 Elecciones en Venezuela: un veedor argentino dijo que "no hay posibilidad de fraude"
- 6 Del "fraude" a la violencia: el recorrido (hasta ahora) de la operación
- 7 Seguir de rodillas o ponernos de pie
- 8 Una nueva etapa en Venezuela
SOS Venezuela: ¿otro capítulo intervencionista?
Marina Menéndez Quintero* La injerencia siempre ha sido mala consejera, y ahora está alimentando a los elementos fascistoides que perviven en Venezuela, cuya acción depredadora era predecible porque su mentora, la derecha servil a los intereses foráneos, había dejado ver hace semanas que trancaría el juego si su candidato de pacotilla, Edmundo González, no era proclamado ganador de los comicios presidenciales del 28 de julio. La negativa a comprometerse con respetar los resultados que arrojara el Consejo Nacional Electoral fue el primer aviso que dio la Plataforma de la Unidad Democrática —donde se agrupan esos partidos virulentos, nucleados finalmente y luego de muchas escaramuzas en torno a la inhabilitada María Corina Machado—, de que una vez más recurrirían a la desestabilización. Luego de una jornada de votación ejemplar el domingo, los primeros amagos de guarimbas empezaron a verse 24 horas después, de manera coincidente con las irrespetuosas opiniones de políticos de la región que cuestionan los resultados de las elecciones y se niegan a reconocerlos… como si la institucionalidad de Venezuela tuviese que depender de que lo hicieran. Sin embargo, intentar levantar nuevamente, como tras las presidenciales de 2018, una cortina de aislamiento diplomático y de ilegitimidad en torno a Nicolás Maduro y al Gobierno bolivariano, constituye una nota grave que allana el camino para cualquier otra acción artera contra la nación venezolana, más allá de las 900 y tantas medidas coercitivas aplicadas unilateralmente por Estados Unidos contra ese país para ahogarlo económicamente, y los intentos de sabotaje y de magnicidio que han tenido en vilo durante los años recientes a la vida nacional. Conspiran quienes afuera, con sus actos, buscan catapultar a aquella derecha; y pecan de incautos quienes cuestionan «de buena fe», porque están contribuyendo a poner en peligro la paz venezolana, y abriendo espacio a una nueva entrada de la mano del imperio en Latinoamérica. Luego de contemplar la reiteración el lunes de algunas de las dantescas escenas de persecución y golpeaduras en plena calle y con saña a ciudadanos agredidos porque «parecían chavistas», el sentimiento de indignación crece entre quienes observamos desde fuera. Con esa visión por delante, una pudiera detenerse a pensar si ese «respaldo» a la derecha violenta de parte de representantes gubernamentales de Argentina, Costa Rica, Chile, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay apenas alienta a las pequeñas hordas que en 2017 quemaron a personas vivas en las calles al señalárseles por ser bolivarianas, o si unos y otros están confabulados y todo forma parte de un plan para provocar la desestabilización. Ojo, porque ello podría justificar cualquier otra acción ilegítima, de mayor calado, desde el exterior. Desde el Gobierno bolivariano se ha denunciado que el propósito es una reedición del fallido Grupo de Lima, cuyo quehacer fue instrumento para el propósito de hacer valer la supuesta presidencia interina de Juan Guaidó, seguida en ese momento por 50 naciones que lo reconocieron. Edmundo González, el anodino candidato de la Plataforma que María Corina maneja como su ventrílocuo, es la figura decorativa que asumiría la nueva versión del personaje, solo que mucho más viejo, insulso y gastado. El de ahora es, pues, un modus operandi reiterado que ya se implementó, y ¡fue derrotado! por un pueblo mayormente amante de la paz, y un Gobierno que brega por ella. Pero esos pronunciamientos externos contra la nación bolivariana constituyen un acto injerencista inadmisible. Todos quienes se sumen o permanezcan en silencio serán cómplices del nuevo ataque contra el Estado de Venezuela: su institucionalidad debe ser respetada. La democracia no admite revisionismos, sea del signo y el modelo que sea.
- Marina Menéndez Quintero: Analista internacional del diario Juventud Rebelde. Ha colaborado con distintos medios radiales y actualmente tiene un espacio en
la emisora Habana Radio. Invitada habitual del espacio televisivo cubano Mesa Redonda. Ha dado cobertura a procesos electorales en Nicaragua y Venezuela, así como a otros eventos en la región y distintos lugares del mundo. Premio Latinoamericano de Periodismo José Martí de Prensa Latina, y Premio Nacional José Martí por la Obra de la Vida (2023).
Venezuela decidió que hay Maduro para seis años más
Álvaro Verzi Rangel* Hace dos mil años Aristóteles decía que la única verdad es la realidad: Nicolás Maduro, actual presidente venezolano y candidato a la reelección, se impuso en los comicios de este domingo frente al candidato de una coalición de derecha y ultraderecha, Edmundo González, apadrinado por la inhabilitada María Corina Machado. Las elecciones en la República Bolivariana de Venezuela se llevaron a cabo luego de 25 años de hegemonía bolivariana. Su resultado condiciona el futuro de la región latinoamericana y caribeña en lo que respecta a su integración, y al mismo tiempo acelerará o retrasará el movimiento irreversible hacia la multipolaridad planteada por los BRICS+ como expresión del Sur Global. Estos comicios causaron expectativa en el mundo pues los resultados de las votaciones de 2018 (en las que Maduro resultó reelecto) fueron desconocidos por parte de la llamada comunidad internacional, algo que profundizó la crisis social y política en Venezuela. «Fraude», gritó la oposición, los políticos de la derecha latinoamericana y sus repetidoras de los medios hegemónicos. Pero no existió fraude, sino nueva frustración. Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional dijo: «Se cierra una etapa a los que recurrían a la violencia, y sanciones contra el país, esto es, la derrota de los agresores que desde el exterior atacan a Venezuela». Agregó que «Venezuela ostenta el récord en el que uno de los 10 candidatos canta fraude antes de la elección. El plan era utilizar el evento electoral para que la violencia se desatara. Queremos rechazar cualquier intento de violencia. Lo que Venezuela quiere es paz y continuar con esta recuperación económica acelerada”. En esta campaña, especialmente el sector que lidera María Corina Machado-Edmundo González, abandonó el discurso ideologizado y confrontacional, y puso énfasis en el retorno de los migrantes (estimados en siete millones), y en la reunificación familiar a partir de la mejora de las condiciones económicas, especialmente aumentando la productividad (sin preocuparse en aclarar cómo mejorar el tema salarial). El programa opositor tenía mucha sintonía con el del libertario argentino Javier Milei, con la privatización de lo público –incluído el petróleo- como camino para la prosperidad, algo que la historia venezolana y la experiencia regional desmienten. Cuando aún no se habían dado a conocer los resultados de este domingo, la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris, señaló que “EE.UU. apoya al pueblo de Venezuela que expresó sus voces en la histórica elección presidencial de hoy. La decisión del pueblo venezolano debe ser respetada. Más allá de los muchos desafíos, continuaremos trabajando hacia un más democrático, próspero y seguro para el pueblo de Venezuela”. El desgastado gobierno de Nicolás Maduro llegó a esta contienda electoral con el peso de casi mil sanciones económicas que afecta directamente a la calidad de vida de los venezolanos y los servicios públicos. Obviamente, la angustia y la incertidumbre que genera esta circunstancia ha venido creando un voto neurótico, donde más del 25% de los electores no sabe quién es Edmundo González, el principal candidato de oposición. Son diez los candidatos de partidos de oposición, pero la estrategia de la oposición –en medios de comunicación nacionales y extranjeros, en redes sociales y declaraciones públicas- fue la de acentuar la neurosis de manera de garantizar respuestas neuróticas el día de la elección: no importa el candidato ni sus credenciales, sus cualidades ni su oferta electoral, porque el temor es el día después. Pese a ese clima de reurosis, no se registraron incidentes durante la contienda electoral. Ocho de las diez candidaturas de la oposición expresaban los adelantos en las negociaciones de Maduro con la oposición ocurridas entre 2017-2024, una transición pacífica, un nuevo modelo de alternancia democrática y muchas cuestionan el bloqueo estadounidense contra Venezuela. La novena candidatura es la de Edmundo González que expresa el sector que no ha logrado un entendimiento mínimo con el gobierno (ni lo desean) y están por el cambio radical en una lógica de encuentro de la vieja burguesía con el capital trasnacional. La candidatura de Edmundo González representa el programa de ajuste estructural, privatizaciones y destrucción de la agenda social que encarnan hoy libertarios ultraderechistas como Javier Milei. La candidatura de Maduro representaba la continuidad de un programa de ajuste estructural aplicado entre 2017-2024, en un contexto de bloqueo de EEUU y las naciones imperialistas europeas sobre Venezuela, que ha colocado sobre la clase trabajadora el peso de la crisis económica, mientras la burguesía (vieja y nueva) se hace más rica. Es la neurosis del cambio “como sea y con quien sea”, que se asocia a la pérdida de conquistas sociales, la paz y queda en el imaginario colectivo el desprecio de las élites al poblerío y la exclusión. El mantra de votar se enfrentó a las desconocidas cualidades del principal candidato opositor, sin ninguna experiencia política, débiles condiciones de salud y energía, cuyo nombre conocía apenas el 25% de los electores, ya que la campaña se hizo con la figura de María Corina Machado. Estas elecciones tuvieron como marco el incremento del ingreso personal y familiar, que crea expectativas positivas con respecto al futuro económico y una mejor evaluación de la actual situación económica. Tampoco se puede ignorar que la oposición sigue muy dividida: sus principales dirigentes están enfrentados a María Corina Machado y carece de una efectiva maquinaria electoral. La oposición todavía carece de liderazgos, propuestas, narrativas y conexión con las mayorías populares y sigue entrampada en su estrategia de desestabilización política y violencia programada, ahora con un plan de desconocimiento de los resultados electorales y las denuncias de fraude electoral. El gobierno ha venido recuperando el crecimiento económico y el bienestar social, la estabilidad cambiaria y el descenso de la inflación, además de la lucha contra la corrupción en sus propias filas. La oposición hace mutis por el foro ante las evidencias innegables de corrupción y tráfico de influencias en el manejo de los activos de Venezuela en el exterior que ellos administran desde 2017 mediante la figura de “gobierno interino”. La salida brusca, la «continuidad abúlica« Algunos analistas, para explicar la realidad, señalan que 20 millones de venezolanos, un pueblo «silencioso» que no sabía por quién votar, quedó atrapado entre ofertas de «salida brusca» y otra de «continuidad abúlica». La izquierda venezolana no supo capitalizar la situación que se abría con la radicalización de las masas y el discurso del socialismo del siglo XXI que postulaba Hugo Chávez, para incidir en la disputa contrahegemónica. Para el educador Luis Bonilla, la orientación política de los gobiernos de Maduro ha tenido dos momentos: 2013-2017 y 2017-2024. En el primero «su apuesta se centró en fortalecer a la nueva clase social burguesa, la subalternización definitiva del precario poder popular y comunal a los intereses de la nueva burguesía, y el enfrentamiento e intento de aniquilación de la vieja burguesía». En el segundo momento, «potenció y amplió los procesos de diálogo con la derecha política y la vieja burguesía, pero también abrió una línea de negociación con los Estados Unidos». El decreto 2792 de 2018 que «elimina las contrataciones colectivas y el derecho a huelga, el instructivo que desconoce los derechos adquiridos de una parte importante de los empleados públicos, trabajadores de la educación, salud y otros sectores, es parte de una natural medida de contención y muestra de coincidencias entre la nueva y vieja burguesía, para avanzar en acuerdos con amplios sectores del capital nacional y sus representaciones políticas», añade. Hoy, el líder de la Revolución Bolivariana hubiera cumplido 70 años: este triunfo es una buena forma de recordar a Hugo Chávez.
- Álvaro Verzi Rangel: Sociólogo y analista internacional, Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y analista senior del Centro
Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
Ganó la paz, ganó la soberanía, ganó el pueblo de Venezuela
La militante comunista Marta Martín acudió como observadora internacional y nos cuenta la normalidad deomcrática del proceso electoral venezolano y la apuesta nítida del pueblo de Venezuela por revalidar a Maduro en la presidencia para mantener el legado de Chávez. Marta Martín* Mundo Obrero Con un 51,2% de apoyo en las urnas, el Presidente Nicolás Maduro fue reelegido en las elecciones presidenciales de este domingo 28 de julio, frente al 44,2% obtenido por la candidatura de extrema derecha de Maria Corina Machado y Edmundo González. Venezuela ha apostado por la paz no por vender su soberanía a una banda fascista, ni al interés del imperialismo, en una jornada que, pese a los intentos de sabotaje por parte de mercenarios colombianos, del hackeo al CNE (que ya investiga la Fiscalía venezolana), o de los llamados a la violencia de María Corina, transcurrió con absoluta normalidad y en un ambiente de armonía festiva, de un pueblo, que una vez más, ha dado una lección de democracia popular al mundo. El triunfo del Presidente Maduro se vivió en las calles del país con un entusiasmo desbordante por parte de un pueblo que inundó las calles de Caracas y del resto de estados, en apoyo de su Presidente con alegría revolucionaria, emoción y en un constante llamado a la paz.. Para quienes hemos tenido la suerte de vivirlo en primera persona y empaparnos del ambiente y la emoción que reinaban en Miraflores, sabemos que hemos sido parte de un momento histórico de importancia desorbitada para el futuro de la región, así como para el de la segunda ola progresista en el Continente. Ni los llamamientos violentos y golpistas de Milei o Macri o el servilismo imperialista de Boric (solo puedo pensar en si Allende levantara la cabeza) o de Bernardo Arévalo en Guatemala, podrán con un pueblo alegre, pacífico y combativo. El triunfo bolivariano se produjo en un día muy especial, en el 70 cumpleaños del Comandante Eterno Hugo Chávez en una jornada que estuvo acompañada por más de 900 veedores y acompañantes internacionales de más de 100 países, debidamente acreditados por el CNE tras cumplir, de forma rigurosa, con los criterios exigidos por la Ley Electoral Venezolana para desarrollar tales funciones en el país. Ni shows vergonzantes, como los protagonizados por los «diez del PP» que llegaron a Caracas envueltos de su aura neocolonialista, y se encontraron de bruces con un pueblo, con unas instituciones y con un Presidente dignos, ni los intentos golpistas desesperados de Maria Corina, amargaron la jornada de un país que, como anunció su Presidente, se volverá a citar en las urnas en una nueva consulta popular para elegir los proyectos a desarrollar en lasVENEZUELA NEWS 29 de julio de 2024 VENEZUELA PÁGINA 12 29 de julio de 2024 ARGENTINA comunas, el próximo 25 de agosto, en lo que es una muestra más de desarrollo de la democracia protagónica y popular de Venezuela. Ni más ni menos que gobernar obedeciendo al pueblo. El legado de Túpac Amaru, de Micaela Bastidas, del Libertador Bolívar, de Manuela Sáenz, y del Comandante Chávez, el legado de su Revolución, quedó claro este 28 de julio, que está a buen recaudo en manos del Presidente Nicolás Maduro y su pueblo, le pese a quien le pese.
- Marta Martín: Politóloga española, participó como observadora en las elecciones de Venezuela el 28 de julio
Venezuela no les necesita
Pascual Serrano* Los mismos gobiernos que, hace un tiempo, nombraron presidente de Venezuela a un tipo que se subió a un taburete en la calle andan pidiendo las actas de todas las mesas de votación para investir ellos al nuevo presidente venezolano. Lógicamente me estoy refiriendo a Estados Unidos y su pajes europeos, España incluida. No se han dado cuenta de que, mientras esperan, van reconociendo y felicitando a Nicolás Maduro como vencedor China, Rusia, Irán, Siria, Bolivia y otros países de América, Asia y África. Creen los de Guaidó (el del taburete) que su sentencia importa, porque no se han dado cuenta de que el mundo ha cambiado. El problema de sancionar a un país, pretendiendo aislarlo no comprándole sus productos, robándole sus divisas y persiguiendo a sus líderes, es que esos países sancionados pueden terminan comprándose los productos entre ellos. Desarrollando sus propias relaciones comerciales y, por supuesto, respetándose a sus gobiernos. Y entonces el que resulta aislado es el sancionador. Y eso es lo que les está pasando a los guaidófilos, que ya solo les queda la OTAN y el genocida Israel como ecosistema de convivencia. ¿Qué le pueden hacer a Venezuela para mostrar que no reconocen a Maduro? ¿Robarle CITGO? ¿Robarle el oro que hay en el búnker del Banco de Inglaterra? ¿Prohibir que su vicepresidenta pueda venir a Europa? ¿No dejar que sus refinerías hagan negocio con el petróleo venezolano? El problema es que todo eso ya lo han hecho, y ya no sirve como amenaza. Venezuela no necesita de ellos Venezuela no necesita de ellos, ya tiene socios comerciales para vender y comprar, opciones monetarias de comercio exterior diferentes al dólar. Además, sistemas bancarios internacionales que no pasan por Estados Unidos. Los brabucones del mundo de ayer se han quedado solos, solo tienen monedas virtuales, economía especulativa y multimillonarios jugando en las redes que ellos mismos han comprado. Pero siguen pensando que el mundo está a sus pies. La verdad, más les vale limpiar el Sena, que hasta parece que les está viniendo grande organizar los Juegos Olímpicos; buscar candidatos electorales que no sean seniles ni dementes, organizar unas elecciones sin que les asalten el Capitolio y mientras, ya pueden empezar a ahorrar para comprar placas solares a China, porque, a este paso, se quedarán sin tener a quién comprarle petróleo.
- Pascual Serrano: Es licenciado en Periodismo. Crítico con la prensa tradicional, en 1996 fundó la publicación electrónica Rebelión (www.rebelion.org), proyecto
que abandonó hace 13 años. Durante 2006 y 2007 fue director editorial de Telesur. Su denuncia a los métodos de información de los grandes medios tradicionales se ha reflejado en libros como Desinformación (2009), con prólogo de Ignacio Ramonet, o La prensa ha muerto: ¡viva la prensa! (2014). En Foca ha publicado Traficantes de información (2012), Medios democráticos (2016) y Paren las rotativas (2019). En 2019 recibió el Premio de Periodismo de Derechos Humanos que anualmente concede la Asociación ProDerechos Humanos de España (APDHE). En la actualidad dirige en Akal la colección A Fondo y colabora con varios medios.
Elecciones en Venezuela: un veedor argentino dijo que "no hay posibilidad de fraude"
Carlos Raimundi criticó a Milei y Macri Elecciones en Venezuela: un veedor argentino dijo que "no hay posibilidad de fraude" El exdiputado Carlos Raimundi explicó por la 750 que el sistema que se utilizó en las urnas es absolutamente confiable y que fue aprobado por todos los partidos políticos que participaron en las elecciones. El exdiputado y exembajador argentino ante la OEA, Carlos Raimundi, veedor internacional en las elecciones de este domingo en Venezuela, aseguró que “no hay ninguna posibilidad de fraude” en la jornada democrática que vivió el país y que estableció, una vez más, a Nicolás Maduro como presidente. En medio de las denuncias de la oposición, Raimundi recordó que se viene trabajando desde hace más de un mes en la fiscalización y seguimiento del paso a paso del sistema electoral en todo Venezuela. “Después de cada auditoría, cada uno de los fiscales por cada partido político, algunos políticos y otros técnicos, firmaba las actas para prestar el acuerdo sobre la transparencia del sistema”, señaló sobre un sistema que tenía, por lo tanto, rotundo respaldo político. Pero, más allá de eso, tras una jornada intensa de seguimiento, expresó: “El día de ayer fue ejemplar. Hay filmaciones. Hay testimonios. Fuimos a las mesas. Vimos la agilidad de la votación. Después la participación de los fiscales del partido. Hicimos entrevistas, conversamos”. “El sistema es imposible de adulterar. La gente, finalmente, salió a la calle y participó. No hay ninguna posibilidad de fraude. Ninguna posibilidad de adulterar los datos. Se puede interrumpir la transmisión de datos si se hace un apagón, pero los datos que están dentro del sistema no se pueden modificar. El resultado es el resultado”, añadió. Por eso, repudió la declaración de algunos funcionarios argentinos que pidieron sacar a la fuerza del poder a Maduro: “Más allá de eso, están las barbaridades que se dijeron. Macri y Milei pidieron la intervención militar. Un golpe de Estado. Es una cosa deplorable, asqueante”. “El problema es que ellos instalan la sensación de que ganaban por 20 puntos con una irresponsabilidad. ¿Cómo hace Mondino para saber cómo salió la elección antes de los resultados? Y uno que está acá, que se pasó el día visitando meses, somos los falsos y ellos tienen la verdad”, dijo. Luego, finalizó: “Yo creo que fue muy prudente la posición de Brasil, que dijo que va a esperar que todas las actas se verifiquen. No hay ningún dato verificable que tenga la oposición. Funciona con sensaciones que instala a través de la prensa en el estado de ánimo de la gente”.
Del "fraude" a la violencia: el recorrido (hasta ahora) de la operación
El presidente Nicolás Maduro, candidato a la reelección por el Gran Polo Patriótico, se ha alzado con la victoria en los comicios presidenciales celebrados este domingo en el país. Según los resultados preliminares emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), Maduro obtuvo el apoyo de 5.150.092 participantes, lo que representa 51,20% del total de votos escrutados. El presidente del CNE, Elvis Amoroso, anunció estos números tras el conteo de 80% de los votos y los calificó como una "tendencia contundente e irreversible". El segundo lugar lo ocupó el opositor Edmundo González, de la Mesa de la Unidad, quien obtuvo 4.445.978 votos, 44,2%. La suma de otras candidaturas alcanzó 462.704 votos, 4,6%. La participación electoral llegó a 59%. A las 8:30 a.m. el CNE informó que los técnicos se encontraban en los centros de votación y que 95% de las mesas de votación estaban habilitadas. Observadores electorales internacionales participaron en el proceso. Son más de 700, entre ellos miembros de una misión del Centro Carter y de un panel de expertos de las Naciones Unidas. El general Vladímir Padrino López aseguró que "no se ha presentado ninguna incidencia que valga la pena mencionar". El Ministro de Defensa también expresó su deseo de que la jornada culminara de la misma forma en que se había desarrollado: "En paz, con civismo, tranquilidad". El vicerrector del CNE Carlos Quintero ratificó que 100% de las mesas electorales en el país estaban operativas y que todas las agrupaciones políticas habían logrado acreditar a sus representantes frente a las mesas electorales. Se trató del evento comicial con menores incidencias en los últimos siete años, tal y como lo indicó el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, en unas declaraciones al final de la tarde. "Hemos estado vigilando y monitoreando este día histórico. Podemos decir que, en los últimos siete años, este ha sido el proceso electoral con menores incidencias; pido un aplauso para el pueblo de Venezuela", expresó Saab. Agresión al sistema electoral La emisión del primer boletín con resultados oficiales por parte de la autoridad electoral puso de relieve una grave agresión al sistema de transmisión de datos del CNE. Este ataque cibernético causó un retraso significativo en la divulgación de los resultados, lo que generó que el boletín fuese anunciado pasada la media noche del domingo, en la madrugada del lunes. Al hacer la denuncia, Amoroso solicitó al Fiscal General iniciar una investigación. En declaraciones más recientes, el fiscal Saab reveló que la ofensiva se originó en Macedonia del Norte y responsabilizó a políticos opositores venezolanos prófugos de la justicia, como Léster Toledo y Leopoldo López. Además, se mencionó la posible implicación de la dirigente opositora María Corina Machado. Del mismo modo la oposición venezolana protagonizó acciones violentas en la embajada de Venezuela en Buenos Aires. La sede diplomática fue víctima de un asedio de manifestantes, luego de una arenga por parte de funcionarios del gobierno de Javier Milei. Carlos Morao, testigo de mesa que se encontraba dentro del edificio, relató que la canciller argentina Diana Mondino y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich participaron en las manifestaciones a grito. Morao denunció que el asedio impidió el normal desarrollo de la jornada electoral, y realizó un llamado a la comunidad internacional a hacer frente a la agresión: "Aquí estamos testigos de diferentes partidos, partidos de oposición, partidos de gobierno, recordamos que esto es una sede diplomática donde también coexisten niños menores de edad, adolescentes, hombres y mujeres que pretendemos seguir viviendo y coexistiendo en nuestra república de manera pacífica en Venezuela y en Argentina, los que todavía habitamos esta tierra sureña". SE ACTIVA OPERACIÓN PARA CANTAR FRAUDE Una vez conocidos los resultados, la coalición opositora de la PUD los desconoció. González Urrutia, en declaraciones a los medios, acusó al CNE de violar todas las normas y de no haber entregado la mayoría de las actas. Por su parte, Machado afirmó que el candidato de la PUD había resultado vencedor en la contienda, sin mostrar ningún tipo de evidencia. Este desenlace estuvo precedido por una serie de "boletines oficiales" emitidos por el comando de campaña de Machado a través de las redes sociales, que contenían supuestos datos de participación electoral que ayudaron a alimentar aun más las falsas expectativas respecto a los resultados finales. Asimismo, tras votar, Machado realizó declaraciones en las que difundió cifras sin respaldo sobre la participación. Previamente González había manifestado que contaban con sus propios mecanismos para conocer los resultados electorales y que, en caso de que el CNE no los anunciara, ellos se encargarían de hacerlo. Las acciones de la oposición fueron rápidamente desmentidas por las autoridades electorales. Elvis Amoroso, presidente del CNE, instó a los medios de comunicación a no difundir proyecciones basadas en encuestas de salida, argumentando que solo reflejan lo que desea escuchar quien las financia. La rectora principal del CNE Aime Nogal subrayó que está estrictamente prohibido adelantar resultados o publicar encuestas antes de la culminación de la jornada. Al mediodía del domingo el periodista Eugenio Martínez insinuaba una ventaja de 22 puntos para González. Sin embargo, más tarde, el secretario de la PUD, Omar Barboza, admitió que solo contaban con 30% de las actas procedentes de los centros de votación. En un giro aun más confuso, María Corina Machado, al desconocer los resultados oficiales, dijo: "Tenemos todas las actas que transmitió el CNE", con lo cual proclamó ilegalmente un resultado insostenible de 70% favorable a González Urrutia. Lo que se estuvo señalando a lo largo de la campaña presidencial terminó confirmándose: una estrategia premeditada que buscó desconocer los resultados electorales. La PUD y Machado, repitiendo la táctica de 2019 con la autoproclamación de Juan Guaidó, pretenden usurpar las funciones del Estado operando desde instancias paralelas y simulando una transferencia de legitimidad cuyos asideros son proporcionales a quien las patrocine. La participación activa de Elon Musk, el actual hombre más rico del mundo, en la campaña contra los resultados electorales venezolanos, deja clara que la confrontación, más allá de los operadores políticos nacionales, saca a relucir el peso y participación de intereses extraterritoriales. Otro elemento: el periodista estadounidense Ben Norton señala que esta se basa en una encuesta a boca de urna realizada por la firma Edison Research, que antes había trabajado en Georgia, Ucrania e Irak, y que opera como otro frente de la CIA. La apuesta al fraude es un recurso recurrente, particularmente para María Corina Machado, personaje que repite su historial de denuncias infundadas con su ONG Súmate. De hecho, en su más reciente aparición pública, ha presentado un sitio web donde se publican resultados electorales paralelos y falsos. EL MARCO DE LA VIOLENCIA Dicha estrategia, si bien les resulta sencilla de implementar, también ha demostrado ser completamente inútil en muchos intentos anteriores de provocar el caos y la desestabilización en el país con el fin de acceder al poder a través de la fuerza y la violencia.REBELIÓN 27 de julio de 2024 ESPAÑA Queda claro el propósito de construir una nueva versión Guaidó 2.0, una institucionalidad paralela como el interinato, el TSJ o el parlamento "en el exilio", la cual busca legitimarse a sí misma y obtener reconocimiento internacional que, aunque no altere el balance de poder real a escala nacional, genera un proceso desestabilizador con consecuencias ya conocidas por el país en el ámbito económico, social y político. Desde sus inicios públicos Súmate y Machado —con apoyo de la NED— nunca han desistido en producir mecanismos paralelos cuya única fuente de legitimidad es Estados Unidos y, a remolque, lo que antes se llamaba la "comunidad internacional" y ahora el "orden basado en reglas". Las acciones de violencia, en apariencia caóticas pero focalizadas y con miras específicas dentro del desastre, sugieren objetivos establecidos. Y en buena medida esclarecen la razón de ser esencial de los llamados "comanditos". La vaguedad inicial de su definición auguraba y les daba un delgado velo de cobertura a lo que vimos hoy en acción, en especial en algunos puntos del centro-oeste de Caracas. Así, como quizás trágicamente era de esperarse, se va desenvolviendo una estrategia que combina choques y escenas de calle de alto impacto con el no menos intensivo ensayo de instalar sus números de la nada, a contrapelo de las vías de escrutinio históricas, reconocidas por organismos internacionales y por la oposición al menos cuando ha ganado. Ambos factores viciosamente se retroalimentan. De esta manera, se insiste en esto, súbitamente el escenario cobra rango de confirmación cuando a lo largo del proceso de la campaña, e incluso el bullying político durante el proceso de las tragicómicas primarias, cada declaración y cada paso dentro del trayecto que obligaba a reconocer los resultados, o al árbitro electoral, quedaba debidamente registrado que la PUD y el binomio Machado-González, con la estatura moral de una amebiasis, se insertó en las vías electorales, ignorando su esencia y sustancia, para pretender una vez más reducir el sistema que emana de la Constitución a ser simple y llanamente un vehículo para el golpe.
Seguir de rodillas o ponernos de pie
Pedro Pierre* La situación del país va de mal en peor. La promesa de un ‘nuevo Ecuador’ se está esfumando. Definitivamente el sistema neoliberal promovido por el gobierno demuestra ser incapaz de resolver los problemas del país; más bien los empeora. Ya tenemos más de 7 años de esta experiencia y un cambio real no está a la vista. El papa Francisco lo dijo en su Carta encíclica ‘La Alegría del Evangelio’ hace 11 años, a los pocos meses de haber sido elegido papa: “Este sistema es terrorista… ¡No a la economía de la exclusión!… ¡No a la idolatría del dinero!… ¡No a un dinero que gobierna en vez de servir!… ¡No a la inequidad que genera violencia!” ¿Por qué los católicos estamos bien poco enfocados en los problemas sociales que nos aquejan? ¿Por qué somos tan tibios y confundidos cuando se trata de elecciones y campañas electoral? ¿Por qué no somos más transformadores de nuestra sociedad para adecuarla al Reino de Dios inaugurado por Jesús, que es compartir, solidaridad, justica, equidad, igualdad…? Los problemas de nuestro país abarcan a toda la nación pues afectan al 90% de los ecuatorianos; las respuestas deben ser colectivas y nacionales. ¿Qué esperamos para ponernos mano a la obra? ¿O esperamos hundirnos más todavía? Tampoco hay que creer que otros tienen que dar el primer paso o que alguien venga a salvarnos individualmente. Si los problemas son nacionales, es el conjunto de los ecuatorianos que deben resolverlos. Si no comenzamos a poner en marcha un proceso que subvierta el neoliberalismo, vamos a peor empobrecimiento y peor violencia. Claro que el gobierno tiene la mayor responsabilidad porque aplica un plan neoliberal. Pero somos nosotros, una mayoría, que lo hemos elegido y otros muchos que no hemos abstenido de votar o que hemos votado nulo o blanco. Hemos creído las promesas del presidente que responde a un sistema que hace imposible su aplicación. Había de saberlo, por eso nos ha mentido y nos hemos dejado engañar. Ahora sufrimos las consecuencias. Es tiempo para cada uno de nosotros de empezar otra manera de vivir y actuar individual y colectivamente. Individualmente tenemos que, primero, convencernos que todo lo que hacemos como todo lo que dejamos de hacer repercuta en bien o en mal sobre los demás y al nivel de todo el país. Nadie es una isla. Todos estamos relacionados y dependemos los unos de los otros. Esa es la realidad: Nos ayudamos a crecer o a retroceder en la convivencia. Un segundo paso es discernir nuestras complicidades con el sistema neoliberal, porque o lo fortalecemos, muchas veces inconscientemente, o lo debilitamos. Nos puede ayudar lo que dijo el papa: ‘¡No a la excusión!’ Tenemos que ser personas de relaciones y no caer en la indiferencia y el individualismo. ‘¡No a la idolatría del dinero’! A lo mejor no nos damos cuenta que el dinero es lo más importante para nosotros, porque acumulamos más y más cosas, cayendo en el consumismo o queremos tener siempre más dinero. La amistad, el compañerismo y la justicia pasan en un plano secundario. ‘¡No al dinero que gobierna en vez de servir!’ Decía Jesús de Nazaret: “Con ese maldito dinero háganse amigos”. Revisemos si esa es nuestra opción. ‘¡No a la inequidad!’ Tal vez creemos que somos mejores que los demás y se lo hacemos sentir. O buscamos ser más rico que muchos. San Juan Crisóstomo, gran escritor de los primeros siglos de nuestra era, decía: “El rico -o sea, aquel que no deja de acumular dinero y bienes- es ladrón o hijo de ladrón”. Para vivir bien y convivir dignamente, se trata de tener lo necesario… y hacer que otros también tengan lo necesario gracias a nosotros, sabiendo que lo superfluo pertenece al que lo necesita. Quedémonos con estas cuatro propuestas. Si nos esforzamos a cumplirlas, vamos a descubrir nuevas maneras de ser felices. Al mismo tiempo descubriremos que sin la unión con los demás es algo difícil lograrlo y mantenernos en estas dinámicas. Nos daremos cuenta que, muchas veces, nuestro entorno no nos ayuda a avanzar con estas metas y mantenernos fieles a ellas. Reconoceremos que los medios de comunicación nos manipulan, la educación nos prepara para fortalecer el sistema neoliberal, la falta de honestidad y la corrupción nos asedian… Solos, es casi imposible llevar una vida digna, fraterna, justa. La unión, la organización, la integración a diversas comunidades son absolutamente necesarias. La maldad es grande y bien organizada para convencernos. Descubriremos la perversidad del sistema neoliberal y su poder de llevarnos adónde el quiere: la ilusión de encontrar la felicidad en las muchas cosas materiales. Esta perversidad está organizada y estructurada -es decir, organizada en estructuras- mediante la mayoría de las instituciones que nos gobiernan: una justicia atropelladora de los derechos humanos, una educación deshumanizante, los servicios públicos corrompidos, los medios de comunicación mentirosos, las Iglesias adormecedoras en su gran mayoría… A veces terminamos denunciando que ‘todo está podrido’. Sí, mucha podredumbre, hasta en nuestra propia casa y nuestro propio corazón. ¿Quiénes son los grandes personajes que nos animan, nos levantan, nos impulsan a descubrir que el bien, la belleza, la verdad? Los talentos para lograrlo están en cada uno de nosotros, pero dormidos y descuidados. Estos valores están en todos y todas como semillas que esperan crecer y desarrollar. Sólo juntos podremos alcanzarlo. La tarea es grande: Es el desafío de cada uno de nosotros, crecer individual y colectivamente. Eso es el sentido y la felicidad de la vida. Lograrlo depende de cada uno de nosotros. Juntarnos es el camino. No hay más alternativa: Seguimos de rodillas o nos ponemos de pie.
- Pedro Pierre: Sacerdote diocesano francés, acompaña las Comunidades Eclesiales de Base (CEB) urbanas y campesinas de Ecuador, país adonde llegó en 1976.
Una nueva etapa en Venezuela
Desde Caracas El triunfo de Nicolás Maduro marca el inicio de una nueva etapa en la historia de la revolución bolivariana. Estamos en presencia de un momento de refundación del proyecto iniciado por el presidente Hugo Chávez en 1999. Entonces todos los esfuerzos de la diplomacia de los Estados Unidos se habían concentrado en una serie de tácticas que resultaron insuficientes para obtener los resultados buscados: probaron con el golpe de estado en el 2002 y fracasaron; luego con el paro petrolero y también fracasaron. El chavismo se consolidaba y el gobierno de Estados Unidos profundizaba su ataque desde Colombia y, posteriormente, armaba distintas coaliciones en la región para aislar al gobierno de Chávez. Pero no lo lograron. Más tarde pensaron que con la muerte de Chávez el proceso se paralizaría y nuevamente la historia desmintió sus predicciones. Intentaron por la vía de las guarimbas y con la violencia callejera precipitar un cambio de régimen en el 2014 y en el 2017 durante mucho tiempo -en algunos casos casi tres meses- las guarimbas sembraron el terror en toda Venezuela. Gente que era quemada viva simplemente por portación de cara chavista, pero el gobierno no entró en el juego y finalmente las guarimbas se quedaron huérfanas de apoyo, incluso dentro de los partidos de la derecha sus principales líderes se exiliaron para huir de la acción de la justicia. Intentaron luego el asesinato de Maduro a través de un dron y el plan fracasó; poco tiempo después intentaron un desembarco de una tropa mercenaria que realmente sufrió una derrota aplastante a manos de la comunidad de pescadores que vio que llegaban estos tipos y los desarmaron. Y los pusieron a disposición de la justicia en cuestión de minutos, lo cual demostraba lo arraigado que estaban las enseñanzas de Chávez y sus mensajes permanentes en el famoso programa televisivo Aló Presidente. La guerra económica iniciada por Barack Obama con su infame orden ejecutiva establecía que Venezuela era una «amenaza excepcional e inminente a la seguridad Nacional de los Estados Unidos». Dicho hoy, tras nueve años, demuestra lo absurda que fue esa fundamentación que dio lugar a una serie de medidas que fueron creando un clima cada vez más hostil y más tenso dentro de Venezuela. Con Donald Trump esas restricciones ya asumen un carácter masivo y sistemático: 935 medidas coercitivas unilaterales, en realidad sanciones económicas, fueron emitidas por el gobierno republicano deseoso de apoderarse cuanto antes de las inmensas reservas petroleras de este país. A pesar de todo eso la economía venezolana pudo absorber este tremendo Impacto – basta con mencionar que las exportaciones de Venezuela a partir de todas las agresiones se redujeron al 1% a partir del año 2019- pero de a poco comenzó a recuperar su producción de petróleo con la ayuda fundamental de tres países: China, Rusia e Irán -por algo son los enemigos a vencer según la generala Laura Richardson-. El desprecio del gobierno de Estados Unidos por Venezuela se hizo patente de una manera increíble durante la pandemia, ya que ni Cuba ni Venezuela podían recibir insumos para combatir el covid 19 en un gesto que habla de la putrefacción moral de la dirigencia y del imperio norteamericano. Pese a todas las circunstancias, Venezuela sobrevivió a la guerra económica y en los últimos dos años ha estabilizado su economía, ha logrado abatir la hiperinflación, algo que en la Argentina no se ha podido hacer a pesar de la palabrería hueca de Javier Milei. Venezuela ahora es capaz de garantizar su autoabastecimiento alimentario, ha dejado de importar alimentos como lo hizo durante tanto tiempo. La apuesta estadounidense siempre fue la de obtener un cambio de régimen, con la colaboración de la oligarquía mediática de los países latinoamericanos y caribeños e incluso con el oligopolio mediático existente en España. La derecha derrotada es una gran noticia para el futuro de América Latina y el Caribe, porque la revolución bolivariana sigue siendo un puntal fundamental en los procesos de integración. Si el gobierno venezolano hubiese sido derrotado, el futuro de nuestra región se convertiría realmente en un espanto, dadas las condiciones en las cuales quedarían las correlaciones de fuerzas en el plano regional. Con Venezuela reestablecida e insisto, transitando una fase refundacional del chavismo, aprendiendo de los errores del pasado, se abre una perspectiva muy interesante, luminosa en cierto sentido, para los países de la región. También es una muy mala noticia para el gobierno argentino, porque demuestra los límites que puede tener un proyecto basado en el atropello de las libertades públicas, de la democracia, la utilización de la presión de la extorsión y todos los elementos que han caracterizado la gestión gubernamental de Milei en la Argentina. Por lo tanto, como dice la consigna: «Chávez vive, la lucha sigue» y en poco tiempo más tendremos noticias muy interesantes desde Estados Unidos. El posteo de Kamala Harris cuando todavía se estaban contando los votos habla de una necesidad estructural que hay para avanzar en un diálogo entre Estados Unidos y Venezuela, en momentos en que la superpotencia muestra una incapacidad de producir las municiones que se necesitan para librar la guerra en Ucrania. Un acuerdo entre Washington y Caracas para ir levantando la restricciones económicas va a ser Inevitable a partir de la jura del nuevo gobierno que haya en Estados Unidos, sea quien quiera que sea su gobernante.
- Atilio Boron: Sociólogo, investigador, politólogo y ensayista argentino