Portal:Panorama Mundial/RESUMEN SEMANAL/2024-08-05
LA REVISTA DEL LUNES
No.171 /La Habana, lunes 5 de agosto de 2024/ Año 66 de la Revolución/RNPS2442
Sumario
- 1 Todo el que sirvió es sagrado
- 2 Bancarización y cumplimiento de los deberes tributarios: una cuestión de seguridad nacional(I, II y III)
- 3 Análisis de la bancarización en Cuba
- 4 ¿La única forma de eliminar la pobreza?
- 5 Más pobreza para los pobres
- 6 FMI y el proteccionismo económico
- 7 La lucha de clases en cada mercancía
- 8 La amenaza del supremacismo blanco
- 9 La tolerancia del poder a la disidencia en las sociedades abiertas
- 10 Venezuela: El “fraude”, las encuestas fake
- 11 El colapso de la esfera de influencia neocolonial de Francia está creando nuevas oportunidades para los países africanos, incluso en cooperación con Rusia
Todo el que sirvió es sagrado
Luis Toledo Sande* El título de este artículo proviene del discurso que José Martí pronunció el 10 de octubre de 1891, y también aparece en la parte de ese discurso que el propio Martí reprodujo en su carta del 12 de enero de 1892 a Enrique Collazo. La pieza oratoria expresa el fervor de la conmemoración del alzamiento de 1868, y la carta se ubica en la polémica desatada tras la impugnación que el 26 de noviembre de 1891, en otro discurso fundador, Martí le había hecho al libro A pie y descalzo, de Ramón Roa. Puesto que elucidar esos hechos desbordaría la finalidad del presente artículo, el autor remite a su ensayo “A pie, y llegaremos. Sobre la polémica Martí (-Roa-) Collazo”, publicado en la novena entrega (1986) del Anuario del Centro de Estudios Martianos, y en su libro José Martí, con el remo de proa (1990). En aquella polémica —instigaciones por medio— se acusó a Martí de lanzar dudas sobre los militares mambises del 68 que permanecían en Cuba, no en la emigración, desde donde él fraguaba la unidad necesaria para continuar la lucha por la liberación de su patria. Pero Martí no cultivaba una unidad abstracta y sin riberas, y dejó claro que su crítica de noviembre de 1891, basada en hechos, estaba dirigida a un caso particular, que propalaba el miedo a la guerra cuando urgía prepararla. Para ubicarse en la polémica —de la que su imagen salió fortalecida—, citó en la carta algo que había expresado el 10 de octubre: “Vivan o no en Cuba, los que militaron en la revolución son los hombres de quienes dije hace tres meses: ‘Y es lo primero este año, porque ha pasado por el aire una que otra ave de noche, proclamar que nunca fue tan vehemente ni tan tierno en nuestras almas el culto de la revolución. Aquellos padres de casa, servidos desde la cuna por esclavos, que decidieron servir a los esclavos con su sangre, y se trocaron en padres de pueblos’”, sostuvo para ejemplificar su juicio, y siguió alabando de ese modo a quienes lo merecían. Para no reproducir aquí todo el fragmento que les dedicó en el discurso y retomó en la carta, cítese: “son carne nuestra, y entrañas y orgullos nuestros, y raíces de nuestra libertad, y padres de nuestro corazón, y soles de nuestro cielo, y del cielo de la justicia, y sombras que nadie ha de tocar sino con reverencia y ternura”. La alabanza se resume en este final: “¡Y todo el que sirvió es sagrado!”. Pero Martí no abogaba por incondicionalidades, sino por la lealtad reflexiva, que fortalece las convicciones. Es conocido que en un texto de La Edad de Oro (1889), “Tres héroes”, acerca de fundadores que veneraba —especialmente Simón Bolívar, su gran inspirador en nuestra América, a quien alguna vez llamó “hombre solar”—, había escrito: “Los hombres no pueden ser más perfectos que el sol. El sol quema con la misma luz con que calienta. El sol tiene manchas. Los desagradecidos no hablan más que de las manchas. Los agradecidos hablan de la luz”. No soslayaba las manchas, ni pedía que los agradecidos hablaran únicamente de la luz, sino que la reconocieran, para guiarse por ella: “Los agradecidos”, dijo, “hablan de la luz”. No debe sorprender que el fragmento del discurso reproducido en la carta finalice así: “El que puso el pie en la guerra; el que armó un cubano de su bolsa; el que quiso la redención de buena fe, y le sacrificó su porvenir y su fortuna, ya lleva un sello sobre el rostro, y un centelleo en los ojos, que ni su misma ignominia le pudiera borrar luego”. Claramente (con luz) se refiere a la ignominia que algunos de ellos podrían haber echado sobre sí luego de haber protagonizado actos heroicos y que, aunque no bastara para borrar el valor de esos actos, él no eludía, sino que la incorporaba al análisis. De ahí que —fuera ya del fragmento compartido por el discurso y la carta, por la que aquí se ha citado siguiendo la edición de su Epistolario (1993)— le escriba a Collazo en los términos siguientes: “El que peleó en la revolución es santo para mí, Sr. Collazo. El que hace industria de haber peleado en la revolución, o goza después de ella entre sus enemigos de un influjo superior al que tuvo entre sus compatriotas, o usa de su influencia para aflojar la virtud renaciente de un país que necesita de toda su virtud, ese bajará ante mí sus ojos, Sr. Collazo, aunque haya militado en la revolución; y los bajará ante todo hombre honrado”. Vale también tener en cuenta que en el discurso, después de lo retomado en la carta, había sostenido: “¡A todos los valientes, salud, y salud cien veces, aunque se hayan empequeñecido o equivocado!”. Valoraba la importancia de los paradigmas, y en la semblanza —publicada en El Avisador Cubano, de Nueva York, el 10 de octubre de 1888— donde sabiamente los unió a los dos —táctica honrada en sí misma, y válida para revertir sectarismos—, elogió a Carlos Manuel de Céspedes (“el ímpetu”, “el volcán, que viene, tremendo e imperfecto, de las entrañas de la tierra”) y a Ignacio Agramonte (“la virtud”, como “el espacio azul que […] corona” al volcán). Así los valoró porque estaba convencido de que lo merecían: “Vendrá la historia, con sus pasiones y justicias; y cuando los haya mordido y recortado a su sabor, aún quedará en el arranque del uno y en la dignidad del otro, asunto para la epopeya”. Eran dos de los héroes en quienes buscaba y veía lecciones para sus compatriotas. El lugar de tales paradigmas no cesa ni mengua con el paso del tiempo, y algunos de ellos se ganaron títulos refrendados por sus actos, por su vida, hasta su muerte. El propio Céspedes no solamente fue, sino que es, el Padre de la Patria; como Agramonte fue, y es también, El Mayor. Algún otro título pudo aplicarse tardíamente, por las causas o sinrazones que hayan sido, pero será asimismo indeleble, como el de Madre de la Patria otorgado a Mariana Grajales. Semejantes rótulos no cabe restringirlos ni con las mejores intenciones. Huelga decir que son modelos históricos; pero igualmente huelga añadirles el adjetivo histórico, como si estuvieran congelados en el tiempo o debiéramos estar preparados para aplicarlos también a otros fundadores y fundadoras que puedan merecerlos. Los merecerán, pero esos títulos ya están ocupados, no por decreto, sino por méritos, y quienes los recibieron alumbran todo el linaje patriótico que haya venido o siga viniendo. Y que necesitamos. La historia no se detuvo en el siglo XIX: ha continuado su marcha, en la que brillarían nuevos pilares. ¿Acaso no surgió un Camilo Cienfuegos, El Señor de la Vanguardia; o un Ernesto Che Guevara, El Guerrillero Heroico? Seres históricos fueron, son, como históricos son los títulos que se ganaron, aunque en su modestia habrían podido rechazarlos. Y ninguno de ellos se debe limitar a “lo histórico”, cartel que puede tener el sabor del arrinconamiento en el pasado. En ese panorama de luz descuella Fidel Castro, quien desbordó el grado de Comandante en Jefe, y llenó otro título: El Líder de la Revolución Cubana. De conocido origen idiomático, y con diversas implicaciones en otras culturas y circunstancias, líder se aplica a quien dirige, a quien guía, a quien conduce. Y en la Revolución Cubana esas funciones están marcadas a la mayor altura por elluchador a quien, con respeto, veneración y familiaridad a la vez, durante años el pueblo llamó El Caballo — tratamiento inmortalizado por el poeta argentino Juan Gelman—, así como lo llamó y sigue llamándolo con su mero nombre, Fidel. Ponerle a su título El Líder la etiqueta de histórico es innecesario, y no parece hacerle —ni hacernos— justicia: él es El Líder. El 24 de febrero de 2008 el general de Ejército Raúl Castro, entonces presidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros, y primer Secretario del Partido, sostuvo en términos que merecen la mayor atención, el mayor respeto: “Fidel es Fidel, todos lo sabemos bien. Fidel es insustituible y el pueblo continuará su obra cuando ya no esté físicamente”, para añadir: “Solo el Partido Comunista, garantía segura de la unidad de la nación cubana, puede ser digno heredero de la confianza depositada por el pueblo en su líder”. Para ello, el Partido Comunista de Cuba ha de seguir cumpliendo las misiones y las exigencias cuya consumación permitirá decir de él lo que Martí se planteó que fuera el Partido Revolucionario Cubano. En el artículo con que el 3 de abril de 1892 saludó anticipadamente su fundación, proclamada siete días más tarde, definió ese deber ser: “El Partido Revolucionario Cubano, es el pueblo cubano”. Son palabras del guía a quien, en vida, sus compatriotas nombraron El Apóstol y El Maestro, títulos que deben mantenerse libres de toda parcelación que pueda empobrecerlos.
- Doctor en Ciencias Filológicas
Tomado de: cubaperiodistas.cu/2-7-2024
Bancarización y cumplimiento de los deberes tributarios: una cuestión de seguridad nacional(I, II y III)
Osvaldo de Jesús Figueroa* I Amanece el domingo, es día de descanso, las últimas jornadas de la semana han estado acompañadas por ambiente lluvioso, estos días transcurridos cargados en tareas de docencia de pre y postgrado, ayer he trabajado en casa con igual fin, salí del hogar unos minutos para una rápida gestión, me encuentro a Rodolfo, uno de mis amigos jubilados, bien informado, polémico y patriota. Me percaté que el tiempo de conversación con mi apreciado interlocutor se alargaría, me ha dicho, tenemos una conversación pendiente, así fue, nos vimos en la cola del «pan nuestro de cada día», en la tarde noche del jueves, larga espera y composición heterogénea pero bien ilustrada en el entorno polémico más privado sobre los temas abordados, entre ellos, la visita del presidente Vladimir Putin a Corea del Norte y Vietnam. Sin embargo, predominó en el improvisado debate las expectativas sobre el octavo episodio del podcast del presidente Miguel Diaz-Canel, donde se abordó la bancarización, anunciado en la Televisión Cubana para esa noche, retomamos la conversación de este último episodio de Desde la Presidencia. Rodolfo es Dr. C Económicas y sus años laborales los ejerció en la práctica del sistema empresarial estatal cubano. Ambos apreciamos de oportuno y reiteradamente educativo el pódcast y las valoraciones realizadas por el mandatario, e invitados. Coincidimos en que es hora de aumentar el rigor en cuanto a la exigencia y hacer cumplir las normas establecidas para el proceso de bancarización, violadas por inescrupulosos, cotidianamente, con total consciencia e impunidad, y propósitos individualistas. Al respecto hay innumerables ejemplos, se comenta en la cola, que hace pocos días, en la sección sindical de una importante entidad, en noble gesto se comunicó a sus afiliados, de la presencia de una Mipymes que traía mercancías de primera necesidad para venderles a los trabajadores. La sorpresa y decepción se produjo cuando al comprar los artículos y preguntar al vendedor por la pasarela de pago de Transfermóvil, este explicó que él tenía su tarjeta personal, no había traído la establecida, pues estaba haciendo un favor a los trabajadores de la institución, con acercar el producto a la misma. Es decir, los allí reunidos, fueron testigos y cómplices inocentes de un comportamiento deshonesto de evasión de impuestos, presumible y evidente costumbre de ese vendedor, sin proponérselo, los organizadores, llenos de buenas intenciones, le hicieron el juego a los violadores de lo establecido. Rodolfo me comenta de su vivencia personal en un cajero, donde en larga y molesta cola, apreció un individuo que se tardó mucho tiempo realizando repetidas operaciones, ello intranquilizaba a los allí presentes, el observaba como manipulaba varias tarjetas magnéticas, extraía efectivo y lo guardaba en una mochila, se mostraba nervioso. Me refiere el más conocedor de todos en cuestiones económicas, que se trataba de los llamados «mochileros», que tienden a vaciar los cajeros del efectivo, utilizan cuentas personales donde depositan el dinero del negocio, el siguiente usuario no pudo realizar la operación prevista, el cajero se quedó sin dinero. Le comenté al experto, Rodolfo, que el tiempo de explicar y enseñar sobre el proceso de bancarización ya ha transcurrido, debemos pasar a otra fase de control y fiscalización, es momento de tomar medidas sancionadoras de la violación a lo establecido. Es injustificado y desafiante a la ley que un número no despreciable de actores económicos, no se expresen conscientes de la obligación de utilizar las pasarelas de pago del comercio electrónico. II Un amigo me ha dicho que cuando escribo ilustro con ejemplos de la cotidianidad. Es así, en realidad escribo para mis estudiantes, componente de mi estrategia educativa, después socializo información, que creo interesante y necesario compartir con amigos. No obstante, insisto en pegar el oído a la tierra, no por casualidad el jefe de Estado expresaba que «el pueblo está diciendo lo que tenemos que hacer»; ahora me vienen a la mente interrogantes de la población, que solo se escuchan en la calle y que el compañero Díaz-Canel toma como punto de partida:¿La bancarización no tiene saldo positivo? ¿Es solo para cobrar? ¿Para qué tanta bancarización, si es un problema extraer dinero? En sus palabras el compañero presidente en el mencionado podcast, sentenciaba que la bancarización es uno de los procesos más importantes de la transformación digital de la sociedad cubana. Al respecto refirió: «Ayuda a reconformar todo un grupo de elementos que son parte del programa de estabilización macroeconómica del país y está asociado, entre otros elementos, al control de los niveles de efectivo en circulación, así como a la relación entre la masa monetaria en moneda nacional y en divisa». Entonces es imperativo que la bancarización es un proceso de país que debe incorporar a las personas y a los diferentes actores económicos, que además está respaldado por normas legales, y las desviaciones de lo instrumentado tienen un carácter de ilegalidad, se penaliza. Es conocido en conversaciones informales, por connacionales que no viven en Cuba, que en otro país es imposible violar estás normas, el hacerlo se paga con severidad, es decir, una misma persona actúa de forma diferente en dependencia del lugar donde se encuentre y la severidad de las leyes, para nosotros el mensaje de que hacer como Estado está muy claro. La composición de parte de los actores económicos comprometidos con el compromiso tributario en Cuba, es: • 1 109 894 contribuyentes • 1074, 446 son personas naturales y 35 448 personas jurídicas • 9 048 Mipymes • 527 258 trabajadores por cuenta propia De igual manera me viene a la mente que por estos días se ha comentado, el caso de Al “Scarface” Capone, el famoso Al Capone; gánster estadounidense de principios de los años 30, que dominó el crimen organizado en Chicago de 1925 a 1931 y se convirtió quizás en el mafioso más famoso de los Estados Unidos. Pues resulta que él recibió su castigo, no por ninguno de sus asesinatos y tropelías, sino porque le fueron imputados y probados cargos por el delito de evasión de impuestos –derivados del juego ilícito–, por el que recibió una pena de 11 años de privación de libertad y una multa de 50 000 dólares. ¿Existen en Cuba hoy los instrumentos legales para que ningún caso de evasión fiscal quede impune? III ¿Qué le puede suceder al que comete infracción constitutiva del delito de evasión fiscal? En Cuba existen los instrumentos legales para que ningún caso de evasión fiscal quede impune. El Código Penal, en su artículo 319.1, sanciona con privación de libertad de uno a tres años o multa de 300 a mil cuotas, o ambas, a quien evada la obligación del pago de un impuesto, tasa o contribución tributaria, o se niegue a satisfacerlas de manera total o parcial. Siempre que sea firme la resolución o acto de la administración tributaria, mediante el cual se le constituyó en deudor y se determinó el monto del tributo que se debe pagar, que se le hubiera exigido dicho pago según los procedimientos establecidos y que haya vencido el plazo para satisfacer la obligación. Se agrava la sanción entre dos y cinco años de privación de libertad o multa de 500 a mil cuotas, o ambas, si como consecuencia de estos hechos se ocasiona un grave perjuicio al Presupuesto del Estado. Se habla bastante de cultura tributaria, para mí un fenómeno relativo, en un país de alto nivel de instrucción, es inadmisible que algunos contribuyentes aprovechen las brechas en lo establecido para pagar menos, y no es por desconocimiento, lo cual, si así fuera, no libera de responsabilidad al comisor del delito. Se han retirado 323 autorizaciones y realizado 1150 cierres temporales y definitivos, con lo que se ve en nuestro andar cotidiano, aún es insuficiente, merece una ofensiva ejemplarizante. El artículo 90 de la Constitución de la República de Cuba, 436 de la ley tributaria, y el 320 del Código Penal, son fundamentos de un sistema normativo equilibrado, que no es abusivo, respalda la obligación de contribuir a los gastos públicos, aporte para una redistribución de los ingresos, necesaria equidad y la aplicación de medidas a los autores de una conducta delictiva de evasión fiscal. En un país amparado por el derecho y la justicia social, se impone: • Hacer cumplir lo legislado y normado. • Continuar trabajando por una cultura tributaria consciente y responsable. • Fomentar acciones que hagan efectivo que el que ingresa más paga más, respetando los principios de generalidad y equidad de la carga tributaria, en correspondencia con la capacidad económica de los sujetos obligados a su cumplimiento. • Lograr una mayor transparencia en el ejercicio tributario. Mientras escribo mis ideas, después de cumplir guardia obrera en la universidad y dormir algo, ya en pleno apogeo, en mi reflexión de domingo reafirmo la convicción de que en Cuba constituye un deber la contribución ciudadana al sostenimiento de los gastos públicos de un modelo de país concebido con todos y para el bien de todos. Evadir esta responsabilidad es más que delito, es cuestión de comportamiento ético y moral reprochable. Existen instrumentos legales para que no quede impune ningún acto de evasión fiscal, sin contemplación y de modo ejemplarizante, para el bien de todos, los comisores deben recibir severas sanciones, ello constituye un asunto de Seguridad Nacional.
- Licenciado en Historia y Ciencias Sociales. MsC. Dirección y Dr.C. Pedagógicas. Profesor Titular en la Universidad de Pinar del Rio
Tomado de: razonesdecuba.cu/25-6-2024
Análisis de la bancarización en Cuba
La publicación de la Resolución 111 del Banco Central, el 2 de agosto de 2023 en la Gaceta Oficial de la República de Cuba desató un proceso económico financiero complejo que penetra todo el tejido social porque toca, de un modo u otro, a todos los actores económicos y también a las personas naturales de nuestro país. Ya han pasado nueve meses de la implementación de la mencionada Resolución y reconocemos que se avanza hace falta avanzar más rápido en su implementación práctica. Existen diversas causas, objetivas y subjetivas, que ralentizan este proceso, las cuales analizaremos más adelante. La misma tiene como objetivo general contribuir al ordenamiento financiero del país en medio de esta coyuntura histórica, a escala global, como parte de las secuelas de la pandemia de COVID-19 desatada en el 2020. La bancarización tiene un contenido de alcance estratégico trascendente, más allá de la aguda crisis económica que atravesamos. Como se conoce, la crisis afecta todas las dimensiones de la vida de los cubanos y está recrudecida, no sólo por nuestra escasez de recursos financieros y por errores que hayamos cometido en la implementación de políticas aprobadas. En ella está presente el carácter inducido de las medidas de asfixia económica, comercial y financiera de los negativos impactos del bloqueo recrudecido e ilegal de los EEUU contra nuestro pueblo. En tal contexto tan complejo se han dado pasos para la implementación gradual de la Resolución 111/23 sobre la Bancarización. Es necesario mostrar que se avanza muy lento por diversos factores, a saber: 1. Previo a la publicación de la Resolución 111/23 ya el país venía trabajando en la creación de condiciones para desarrollar el comercio electrónico. No obstante, las Empresas Estatales Socialistas y los Nuevos Actores Económicos: TPC, Cooperativa No Agropecuarias, Empresas Extranjeras con inversiones directas, etc., no respondieron con la prontitud requerida. 2. Ante el desarrollo de transacciones comerciales y financieras extra bancarias, por una parte de los nuevos actores económicos, se fue produciendo un proceso de “no retorno» del flujo financiero (dinero físico) a los bancos cubanos. 3. Vinieron a agravar más la situación dos factores intrínsecamente relacionados: la posibilidad de exportación e importación comercial de materias primas, equipamiento y productos para la actividad de los nuevos actores económicos, cooperativos o privados, y el surgimiento de las Mipymes, más de 10 mil en cuestión de un año. 4. No puede faltar de mencionar dos aspectos más: La falta de control y de medidas antinflacionarias oportunas que evitarán la ola de precios especulativos y abusivos. También la decisión de caerle atrás a la inflación generada por estás y otras causas, como el ya mencionado bloqueo y el carácter inducido de la misma mediante la actividad de las plataformas digitales del Imperialismo, con destaque para El Toque. Hoy los operadores políticos del Imperialismo yanqui y de los círculos de la contrarrevolución generan falsas matrices de opinión en torno a la relación contradictoria entre desbancarizacion y el proceso de bancarización que estamos llevando a cabo como parte del Reordenamiento Macroeconómico y Financiero del país. Es necesario explicar que la bancarización es estratégicamente necesaria no solo como vía para lograr el mejoramiento de la salud financiera del país y sobre todo del flujo de liquidez bancaria. La bancarización es estratégicamente necesaria porque permite mejorar la utilización de todo el potencial financiero del país, que los actores económicos y las personas naturales puedan utilizar con rapidez y eficacia el comercio electrónico y las pasarelas de pagos existentes. Este es un «medio de pago» seguro y ágil que «llegó para quedarse» y extenderse cada vez más. La dirección de nuestra Revolución acompaña y monitorea el proceso de implementación de la bancarización e irá tomando nuevas medidas para hacerla crecer, crear facilidades y aumentos de los montos posibles de extracción, que los actores económicos y la población pueda hacer extracciones, primero con montos modestos, en divisas y así no recurrir a ese dañino y muy manipulado comercio informal de divisas ajenos por completo a los objetivos de justicia social por los que los que la Revolución trabaja incansablemente. Por eso es necesario contribuir, por todas las vías posibles a la labor de divulgación de los objetivos y la importancia del proceso. Hay que «salirle al paso» a todas las tergiversaciones y falsas matrices de opinión que empañan la aplicación de esta lúcida y necesaria Resolución Bancaria. Y demostraremos la voluntad de victoria de nuestro pueblo.
- Universidad de Matanzas. Licenciado en Filosofía y Doctor en Ciencias en Filosofía y Antropología Sociocultural. Trabaja la esfera de la
ciencia, la tecnología y la sociedad desde los enfoques filosóficos y antropológicos. Analista de temas políticos y sociales y de las relaciones internacionales. Tomado de: razonesdecuba.cu/24-5-2024
¿La única forma de eliminar la pobreza?
Jorge Majfud* "Alguien que piense que es posible sostener un crecimiento infinito en un medio finito o es un loco o es un economista" Según el presidente argentino Javier Milei, “la única forma que descubrió la humanidad de terminar con la pobreza es el crecimiento económico”. La máxima fue anunciada en una entrevista televisada desde la Casa Rosada el 11 de julio de 2024. La importancia de la idea no radica en su genialidad, sino en su simplismo y en sus trágicas consecuencias.Se trata de un conocido dogma inoculado por el sistema capitalista y fosilizado por los verdaderos capitalistas, es decir, por aquellos que viven de sus capitales y no de un salario (Un capitalista asalariado es un oxímoron.) Un conocido absurdo similar, reza: “no puede haber redistribución sin crecimiento”. En 2012, el biólogo e historiador británico David Attenborough reflexionó: “alguien que piense que es posible sostener un crecimiento infinito en un medio finito o es un loco o es un economista”. O las dos cosas. El crecimiento de la economía ni es la única forma de eliminar la pobreza ni su efecto contrario es infrecuente. La historia moderna (los últimos 300 años) lo desmiente a cada paso. Como vimos en Moscas en la telaraña, por siglos, muchas sociedades indígenas tenían menos pobres, eran más altos por su mejor alimentación y vivían más que los europeos de la Revolución industrial. Su seguridad social estaba mejor organizada. No conocían la miseria, ni las deudas, ni la propiedad privada ni la codicia, motor del progreso, según palabras de los colonos expertos en desarrollo, con o sin dinero, como lo reportó en 1885 el senador Henry Dawes de Massachusetts (ver La frontera salvaje. 200 años de fanatismo); tenían menos guerras, sufrían menos enfermedades y eran más higiénicos. Las películas (como The Mission, una recomendable) que representan a los indios sin dientes y a los europeos con una sonrisa blanca, no solo consolidan una idea falsa, sino que la realidad era la opuesta. Todo terminó con la llegada del fanatismo europeo a este continente y a otros. En las colonias (en menor grado en los imperios, ya que es más difícil tener pobres vampirizando el resto del mundo) cuando creció la economía creció también la pobreza. Los llamados “milagros económicos” como el brasileño de Médici o el chileno de Pinochet, milagros del capitalismo tutelado y financiado por el gobierno de EEUU en América latina lo confirman. Esta obsesión por el PIB de la economía capitalista surgió en los años 30 durante la Gran Depresión y, desde entonces, suma tanto la producción de bienes necesarios, innecesarios, constructivos, destructivos y contaminantes en un mismo número. En 1937, su inventor, el economista y luego premio Nobel Simon Kuznets, llegó a advertir ante el Congreso del peligro de un uso simplificado de su invento, pero los acuerdos de Bretton Woods lo canonizaron en 1944 como la única medida de éxito económico y social. En 1962, Kuznets insistió: “Es necesario distinguir entre la cantidad y la calidad del crecimiento… Las metas para un mayor crecimiento deben especificar de qué y para qué necesitamos más crecimiento”. Jason Hickel observó que “desde 1980, el PIB mundial se ha triplicado, mientras los pobres sobreviviendo con menos de cinco dólares diarios ha crecido en 1,1 mil millones; esto se debe a que, a partir de cierto punto, el crecimiento comienza a producir más efectos negativos que positivos”. Todavía quedan por discutir otras dimensiones de los seres humanos, como la justicia social, la que no es sólo una bandera de la izquierda, sino que fue la repetida crítica (profecía) en el caso de los profetas bíblicos y de otras religiones; queda por discutir o considerar la comercialización de la existencia, la deshumanización y alienación del individuo, la destrucción de la naturaleza, entre otros problemas centrales. El actual sistema capitalista no es capaz de resolver ninguno de los problemas existenciales que ha creado, como la acumulación surrealista de la riqueza, la destrucción de la biosfera, el agravamiento de los conflictos de forma directa por su insaciable industria de la guerra e, indirectamente, a través de exiliados y marginados de todo tipo, económicos y ecológicos. Ahora, hasta los más férreos defensores del sistema capitalista en Europa y EEUU comienzan a publicar libros, artículos y a dar entrevistas en los grandes medios proponiendo “salvar al capitalismo de sí mismo” a través de la intervención agresiva de los gobiernos en la economía y en la redistribución de la riqueza. Es decir, una vez más, desde la Depresión de los años 30 hasta las brutales crisis neoliberales en el Sur Global a finales de los 90 y la Gran Recesión en EEUU diez años después, se recurre al socialismo como bombero. Por no problematizar otras dimensiones humanas. Un estudio publicado en la British Medical Association en 2006 reveló un consistente aumento de los problemas psicológicos en los niños y jóvenes ingleses. Todo pese al incremento del PIB nacional, a la relativa estabilidad de la inflación y de la economía británica de entonces. Crecimiento económico no es desarrollo, como la obesidad no es un signo de salud. Ambos, crecimiento y desarrollo son producto del progreso acumulado de la humanidad a lo largo de siglos, algo que no ocurrió gracias al capitalismo sino pese al capitalismo y sus primeros beneficiados: los maniáticos con síndrome de Diógenes bancario. Como ya hemos desarrollado por años, los inventos tecnológicos, científicos y sociales más importantes que contribuyeron a este progreso y desarrollo humano se produjeron antes de que el sistema capitalista se desarrollara con la privatización de las tierras comunales de Inglaterra en el siglo XVI y, cuando ocurrieron a posteriori, casi siempre fueron autoría de científicos asalariados, inventores de talleres, activistas sociales, entre otros grupos e individuos que no invertían años en investigación y creación motivados por las ganancias futuras sino por el objetivo mismo de su vocación. De hecho, los mayores “milagros económicos” de la historia moderna se produjeron por dos únicas vías: (1) el imperialismo capitalista (saqueando, masacrando cientos de millones de «subhumanos», y destruyendo la competencia de otras potencias de ultramar) y (2) por la intervención de los gobiernos, desde la Unión Soviética del malo de Stalin hasta la China comunista posterior a la Gran hambruna (que, con sus millones de muertos y medida por los mismos estándares, ni siquiera compite con las mayores masacres y hambrunas del capitalismo). ¿Estoy proponiendo una vuelta a un sistema comunista del estilo soviético? No, para nada. Vuelta a nada. El pasado es una obsesión del fascismo. Entiendo que no debemos dejarnos pasar por encima del sermón del dogma capitalista y neoliberal que ha hambreado, matado y saqueado a las clases trabajadoras por siglos y siempre encuentra una forma de mantener el sermón del amo, aterrorizando a los desprevenidos y a los más necesitados. El actual terremoto ideológico y geopolítico lleva al poder hegemónico a echar mano a todos los recursos procediendo, según lo explicamos con la fórmula P=d.t por sus tres escalones principales: (1) narrativo, (2) legal y (3) bélico. ¿Hay esperanza? Claro. Afortunadamente, los seres humanos no son seres unidimensionales como Milei.
- Novelista, ensayista y pr
Más pobreza para los pobres
Jomo Kwame Sundaram* El título de Jomo y su nuevo puesto describen cómo los pobres se están quedando aún más atrás a pesar de la apariencia de que los niveles de vida en general están aumentando en la mayor parte del mundo. A nivel macro, es realmente cierto que los ricos se están volviendo más ricos y los pobres se están volviendo más pobres. El aumento de la concentración del ingreso y la riqueza en la parte superior del espectro ha ido acompañado de un deterioro aún mayor en la parte inferior. Muchos países de bajos ingresos (LIC) siguen quedando cada vez más rezagados respecto del resto del mundo. Mientras tanto, el número de personas en pobreza extrema ha vuelto a aumentar después de décadas de disminución. Quedándose más atrás La producción mundial se duplicó con creces, pasando de 36 billones de dólares en 1990 a 87 billones de dólares en 2021 (en dólares estadounidenses constantes), pero este crecimiento no se ha distribuido uniformemente, lo que ha provocado que la mayoría de los países de bajo ingreso se queden aún más rezagados. Muchas de las economías más pobres del mundo han tenido un escaso crecimiento desde los años 1960. A medida que la mayoría de los países en desarrollo han logrado avances, las brechas de ingresos entre las naciones han disminuido. El estancamiento económico mundial afecta negativamente a la mayoría de los países y personas, especialmente a los países en desarrollo que dependen de la demanda y los precios de los productos básicos. A medida que gran parte del mundo crecía, la mayoría de los países de bajo ingreso se quedaban aún más rezagados. Cientos de millones de personas están atrapadas en la pobreza extrema, y los ingresos per cápita en muchos países poscoloniales apenas cambian. Un documento del Banco Mundial sostiene que los pobres están especialmente en peor situación. Muchas naciones pobres no han alcanzado, y mucho menos diversificado, sus economías de tipo colonial. Mientras tanto, muchas naciones pobres siguen sumidas en conflictos, lo que profundiza su estancamiento. La pobreza ha aumentado debido al pobre progreso a medida que la población crecía. Otro informe del Banco Mundial encontró que un menor crecimiento se correlaciona con muertes en conflictos y fragilidad institucional. Como era de esperar, estos países a menudo tenían las tasas de pobreza más altas del mundo. Peor aún, el calentamiento global daña desproporcionadamente y mucho más a las naciones tropicales pobres y a sus poblaciones. Se espera que el cambio climático empuje a más de cien millones de personas a la pobreza extrema para 2030. Dejado atrás El coautor del artículo, Paul Collier, identificó a 58 países de África, Asia y América Latina, con alrededor de 1.400 millones de personas en 2021, como los "mil millones inferiores". Collier sostiene que la mayoría todavía enfrenta problemas y no ha logrado avanzar desde entonces. Estas naciones han sufrido durante mucho tiempo una pobreza persistente, un bajo crecimiento y una falta de desarrollo. Su difícil situación se ha visto exacerbada por los conflictos civiles, las limitaciones geográficas y, a menudo, la incapacidad de utilizar sus recursos naturales para acelerar el desarrollo económico. Desde los años 1980 –no desde los años 1960 y 1970, como afirma el documento del Banco– los países del billón inferior no han logrado crecer, sino que se han quedado atrás. Por el contrario, los pocos antiguos PBI que mantuvieron un alto crecimiento ahora disfrutan de una producción per cápita al menos tres veces mayor que la de otros países de los mil millones más pobres. Salvo estas pocas excepciones notables, la mayoría de los 58 países más pobres siguen siendo países de ingreso bajo o se han convertido en países de ingresos medianos bajos. Sólo seis han alcanzado la condición de países de ingresos medianos altos en la última década, principalmente debido al rápido crecimiento gracias al petróleo y el gas. Aunque los mil millones de más pobres existen en todas las regiones, alrededor de dos tercios se encuentran en África subsahariana. Representan el 77% de la población de los mil millones más pobres. Más de la mitad tiene abundantes recursos naturales, pero la mayoría no ha utilizado su riqueza mineral para sostener el progreso económico. En 2012, el FMI clasificó a 34 de los 58 países del billón inferior como "ricos en recursos", y las exportaciones de recursos no renovables y los ingresos a menudo superan el 20% de sus exportaciones totales e ingresos gubernamentales, respectivamente. Pero la mayoría todavía experimenta un crecimiento mediocre, si es que lo hay. Desde 1990, África Subsahariana (ASS) tuvo un crecimiento promedio del ingreso per cápita anual de apenas 0,8%. Mientras tanto, las tasas de crecimiento global se duplicaron a medida que regiones como Asia Oriental registraron tasas de crecimiento per cápita anual de más del 6%. El crecimiento anémico significó que los ingresos promedio de los africanos y otros países de bajo crecimiento de lento crecimiento quedaron aún más rezagados que los del resto del mundo. Utilizando el umbral de pobreza global del Banco Mundial, el número de africanos pobres aumentó en decenas de millones. Si persisten las tendencias actuales de crecimiento y pobreza, muchos PBI de lento crecimiento o estancados, principalmente en África, no podrán poner fin a la pobreza extrema, y mucho menos alcanzar al resto del mundo. Los más pobres y los peores Los modelos de crecimiento convencionales implican que los países rezagados deberían crecer más rápido que los que ya están por delante. La industrialización del este de Asia –que supuestamente emuló el crecimiento europeo anterior– respalda esta idea. El crecimiento en muchos países de bajo ingreso se ha desacelerado desde principios de siglo. El documento concluye que “a los mil millones más pobres les fue peor que a todos”, ya que la producción per cápita apenas aumentó. Los mil millones más pobres no experimentaron convergencia al ponerse al día con los demás. Si bien algunos estudios sugieren una convergencia general del ingreso, los más pobres del mundo están en relativa peor situación. Ahora, los mil millones más pobres se están "quedando atrás", mientras que aquellos en pobreza extrema pueden estar aumentando nuevamente. Es probable que los ingresos de los países y las personas más pobres del mundo queden rezagados, aunque sea relativamente, a pesar de cierta convergencia entre los países.La situación ha empeorado desde 2022. Además del colapso de los precios de las materias primas desde 2015, la pandemia de COVID-19, las guerras de Ucrania y Gaza y las sanciones unilaterales impulsadas geopolíticamente han garantizado un estancamiento prolongado. Los mil millones de países más pobres carecen del espacio político y fiscal para hacer frente, y mucho menos abordar, las inminentes crisis de deuda. La situación se ha visto exacerbada por la restricción del crédito con altas tasas de interés fijadas por la Reserva Federal de Estados Unidos. A pesar de décadas de reconocer las características de los LIC, el Banco Mundial aún tiene que desarrollar estrategias, políticas y medios para superar su pobreza. No está claro por qué el Banco ha respaldado la designación de los mil millones más bajos, aunque no ha mejorado nuestra comprensión de la pobreza.
- Jomo Kwame Sundaram, exsecretario general adjunto de Desarrollo Económico de la ONU. Publicado originalmente en el sitio web de
Jomo Tomado de: nakedcapitalism.com/25-7-2024
FMI y el proteccionismo económico
Álvaro García Linera* Ahora pregona una economía anfibia que combinara proteccionismo y libre comercio en gradaciones que dependerán de que sector social es el que conduce esta transición de época No dejan de sorprender las piruetas ideológicas que está ensayando el FMI. Acostumbrado a pontificar durante décadas sobre unas leyes de mercado escritas incorruptiblemente en roca, hoy, con una dosis de cinismo y asombrosa flexibilidad teórica, coquetea con planteamientos anteriormente excomulgados del léxico económico mainstream. Déficit fiscal cero, contracción del gasto público, reducción del endeudamiento, supresión de subvenciones, apertura comercial, privatizaciones de empresas públicas y desregulación del mercado laboral eran unos preceptos "universales" distribuidos bajo el formato copy-page a cuanto país del mundo solicite crédito externo. Podía ser Bolivia, Ecuador, Rusia, Polonia, Nigeria, Chile, Grecia o cualquier otra nación en apuros, había un único camino para abrazar la prosperidad occidental. Para problemas e historias distintas, se tenía el mismo inevitable y sagrado destino: el libre mercado que premiaría a los triunfadores y entregaría a la caridad a los perdedores. Hoy, en tanto haya algunas elites políticas y empresariales sobreviviente de esos jurásicos tiempos liberales, el recetario será el mismo. Pero los del FMI no son tontos. Saben que ese anacronismo solo es apetecible para algunos fósiles extraviados en África o Latinoamérica. Comprenden que en el resto del mundo, especialmente en los países que son miembros de las "economías avanzadas", el viejo vademécum de mercado ni funciona ni seduce a millones y millones de votantes enojados con la desigualdad y la humillación de ser los perdedores. Ante la guerra comercial iniciada por EEUU contra China desde 2018 y que tiro al basurero de la historia la muletilla de la "eficiente asignación de recursos por del mercado global", el FMI acuñó el atractivo concepto de "fragmentación geoeconómica", un eufemismo para aceptar que los tiempos del libre comercio mundial habían terminado para dar paso al "comercio de amigos". La "seguridad nacional" de las grandes economías occidentales, se ponía por encima de su ineficiencia productiva respecto al gran taller mundial de la China. Ahora, el 2024, acaba de publicar varios textos de antología equilibrista. El proteccionismo que hasta hace una década era considerado un desvarío pre-económico, ahora luce el reconocimiento fondomonetarista y es presentado como la nueva tendencia económica mundial que "ha regresado con fuerza". En un documento titulado "The return of industrial policy in data" (enero/ 2024) e "Industrial policy coverage in IMF surveillance" (feb/2024), el FMI intenta mezclar las viejas machaconerías de mercado con el nuevo léxico de intervencionismo y subvenciones estatales que ya se han convertido en irreversibles. Por prurito verbal, el FMI no se aferra al concepto de proteccionismo, lo que sería ya casi una abdicación moral, y prefiere referirse a las "industrial policies" o "políticas industriales". Lo interesante del último documento es que establece lo que el FMI tiene que hacer frente a esta indeseable realidad ascendente. Inicialmente el FMI define a las "políticas industriales" como "intervenciones gubernamentales especificas destinadas a apoyar empresas, industrias o actividades económicas nacionales para lograr ciertos objetivos nacionales (económicos o no económicos)". Y Se aplican mediante múltiples mecanismos a favor de empresas públicas y privadas: los subsidio, por ejemplo a los carburantes y la energía eléctrica; las donaciones económicas directas; prestamos estatales concesionales, reducción de impuestos, inyección de capital gubernamental, impuestos a las exportaciones, subsidios a la exportación, alivios a las cargas sociales, restricciones a la transferencia tecnológica, restricciones de contratación en obras públicas, requisitos de contenido local a productos comercializados, etc. A estas alturas los liberales jurásicos se estarán revolcando en el piso al ver juntas tantas "ofensas" a la libertad económica. Pero sí, ese es el nuevo lenguaje del FMI. Y no se trata de un exceso verbal sino de una realidad. Como se ve en la gráfica, este tipo de intervenciones estatales que ya comenzaron a aflorar tras la crisis del 2008, se han disparado los últimos años. De cerca de 200 a inicios del año 2000, a 3500 el año 2022 y cerca de 2800 en 2023. Según el Global Trade Alert, desde el 2008, se han implementado más de 32.000 acciones proteccionistas en todo el mundo, 5 veces más que las acciones en favor del libre comercio. Lo más llamativo de todo ello es que quienes encabezan este neoproteccionismo no son países en "vías de desarrollo" sino las llamadas "economías avanzadas".Las áreas donde más se está sustituyendo el "libre comercio" son en los sectores de semiconductores, minerales críticos necesarios para el cambio de la matriz energética; ramas industriales de acero y aluminio; tecnologías de uso civil-militar; tecnologías bajas en carbono; especialmente automóviles eléctricos y paneles solares; insumos médicos y, en general, cualquier sector de empleo de "tecnologías avanzadas", que incluye las actividades de mayor rentabilidad. En otras palabras, proteccionismo en cualquier parte. Un ejemplo claro y reciente de ello son los 6.600 millones de dólares de subvención, y 5.500 de crédito concesional del gobierno norteamericano para la instalación de una planta de microprocesadores de la empresa taiwanesa TSMC en Arizona; o la elevación de los impuestos a la importación de autos eléctricos chinos, del 100 % al ingresar a EEUU; del 47 % el hacerlo a la Unión Europea. Sin embargo, el FMI no pierde sus raíces y añoranza por los "dorados años" del hiperglobalismo, hoy en retirada. Resignado al curso del viento de los nuevos tiempos de revival nacionalista o regionalista de la economía mundial, considera que el neoproteccionismo no solo tiene el "listón bien alto" para intentar abordar las "fallas del mercado" sino que, además, puede generar numerosas "ineficiencias", como las distorsiones en la asignación local de recursos, en los flujos comerciales, en la inversión y, además, alentar "políticas de ojo por ojo" del lado de los socios comerciales, como lo que viene sucediendo entre EEUU y China. De ahí que, para adelante, el FMI elabora un catálogo de "recomendaciones" para la ejecución de nuevas "políticas industriales", además de establecer un conjunto de requisitos para involucrar al propio FMI en su aplicación. ¿Significa esto que el FMI se ha vuelto proteccionista? No, para nada. Solo se trata de una dosis de sobrio realismo y una enorme voluntad de atemperar, lo más que se pueda, un proteccionismo que parece querer desbocarse. Entre las recomendaciones para políticas proteccionistas está el de pedir a sus ejecutores que previamente estudien si en verdad existe alguna falla en el mercado; el de mantener la neutralidad competitiva que no discrimine demasiado a privados locales o extranjeros; el de implementar una gobernanza sólida y evaluar los costos y beneficios de esas medidas. El propio FMI se da cuenta de la ingenuidad de estos pedidos frente a la impronta de la "seguridad nacional" y la competencia geopolítica, pero confía en que algún gobernante pequeño de algún país empequeñecido tenga oídos receptivos. Que se sepa hasta hoy, ninguna medida proteccionista ha sido implementada consultándole al FMI. Y en lo que respecta a las condiciones para "supervisar" o "acompañar" políticas industriales, señala que esto podrá suceder si "son consistentes con la promoción de la estabilidad macro económica", es decir, no se incrementen déficits fiscales; no se ponga en riesgo la balanza de pagos, es decir, se pague puntualmente a los acreedores extranjeros; ser rentables, es decir, nada de desvaríos para subvencionar bienestar social. Y, en el caso de tratarse de temas de "seguridad nacional", el FMI mirara a otro costado, preocupándose únicamente en el impacto económico interno y sus "efectos transfronterizos". Con estos requisitos, tengo curiosidad de saber cuándo se producirá el primer "memorándum de asistencia proteccionista" del FMI. Claramente nunca sucederá con las grandes potencias que están implementando su proteccionismo como les da la gana y les importa un comino si este incumple "sus obligaciones con la Organización mundial del Comercio", tal como reclama lastimeramente el FMI. Estas condiciones, son para la nueva realidad que se avecina en los países en "vías de desarrollo". No cabe duda que las reglas de la economía mundial están cambiando, aunque no necesariamente el bienestar de la gente. Mientras ahora, en "occidente" comienza a ser bien vistas las políticas proteccionistas para contener el avance industrial chino, en las relaciones laborales sigue campeando las reglas de liberalización de los contratos que aseguran bajos salarios y precariedad ocupacional. En ello se devela la hipocresía empresarial, denunciada hace más de 150 años por Marx en su manuscrito sobre el paladín del proteccionismo decimonónico, Friedrich List, que pretendía "desconocer para afuera de las fronteras" aquellas reglas del libre comercio que se aplican implacablemente contra los trabajadores al interior de cada país. El resultado, una economía anfibia que combinara proteccionismo y libre comercio en gradaciones que dependerán de cuál sector social es el que conduce esta transición de época.
- Político y teórico marxista boliviano
Tomado de: pagina12.com.ar/20-7-2024
La lucha de clases en cada mercancía
Jeremy Algate* Para no olvidar y no perderse nunca en una cuestión básica de la economía ¿qué es valor de uso y el valor de cambio? Cada año, Pew Research publica un estudio sobre las prioridades políticas de la población estadounidense. Su informe de 2024 muestra que, al igual que en años anteriores, “ningún tema en particular se destaca después de la economía”, ya que casi el 75 por ciento de los encuestados la califica como el objetivo principal de la próxima administración, una tasa “considerablemente mayor” que cualquier otra política 1 . Sin embargo, cuando vemos a los expertos hablar de “la economía” en las noticias, hablan un lenguaje confuso. La economía es una abstracción, en el sentido de que no existe tal cosa como la economía. Lo que llamamos “la economía” es, en realidad, la forma en que los seres humanos producen, distribuyen, intercambian y consumen productos o servicios. En este sentido, “la economía” tiene una historia tan antigua como la humanidad.Sin embargo, existen diferentes formas de organizar la economía. A diferencia de lo que nos enseñan, la economía capitalista es un fenómeno relativamente reciente y no es la forma final, justa, más eficaz ni posible de organizar qué, cómo y por qué producimos. Este artículo explica una de las contradicciones más fundamentales del capitalismo: la que se da entre el valor de uso y el valor de cambio 2. Comprender esta contradicción es de gran ayuda para entender el antagonismo entre quienes vivimos trabajando y los pocos que viven haciéndonos trabajar. El conflicto entre el valor de uso y el valor de cambio es una expresión de la lucha entre clases. Esta entrada explica algunos aspectos de la contradicción entre el valor de uso y el valor de cambio, cómo nos ayudan a comprender mejor el mundo que nos rodea y algunas formas en que podemos utilizar esa comprensión para explicar la explotación que padecen los humanos, todas las criaturas vivientes y la Tierra, lo cual es necesario para eliminar la causa raíz de ese sufrimiento. Mercancías capitalistas El valor de uso describe la utilidad de los bienes y servicios que producimos y consumimos. A primera vista, parece simple, pero en realidad es muy amplio y detallado. El valor de uso designa lo que una sociedad en general considera útil, ya sea que nosotros, como individuos, lo consideremos útil o incluso seamos conscientes del uso que nos proporciona. El valor de uso de un mismo producto puede variar de una persona a otra: una persona puede comer pan por su sabor mientras que otra lo come por sus carbohidratos. Los valores de uso son dinámicos en un nivel superior, en el sentido de que lo que una sociedad considera útil ahora, puede no resultarle útil el año que viene. En el capitalismo, las mercancías también son valores de cambio. A primera vista, el valor de cambio es la relación entre una mercancía y otra (por ejemplo, una barra de pan equivale a dos litros de leche). Para comprar una mercancía por su valor de uso, tenemos que intercambiarla por una de nuestras mercancías (o algo que las represente, generalmente dinero o crédito). La contradicción entre el valor de uso y el valor de cambio es la base de muchos de los problemas fundamentales del capitalismo, lo que significa que es la base de gran parte del sufrimiento del mundo. Esta contradicción es útil cuando se agita en torno a una variedad de cuestiones para avanzar en una lucha específica y aumentar la conciencia de clase en general 3. Los ejemplos más atroces de esta contradicción son las luchas por la privatización de bienes que antes eran públicos. La privatización es otro nombre para la mercantilización, el proceso mediante el cual el capital toma un valor de uso del público, lo vuelve privado y lo convierte en una mercancía para vendérnoslo de nuevo. Los ejemplos más atroces son las luchas por los derechos sobre el agua. En 2023, Beverage Industry informó que Coca Cola ganó 948.411.136 dólares, o casi 1.000 millones de dólares, en 2022 4. Al igual que Pepsi y su agua embotellada Aquafina, Coca Cola obtiene ganancias comprando los derechos de aguas públicas (como lagos) a los municipios, filtrándolas, embotellando y vendiendo a los hogares de las casas cercanas la misma agua del grifo a precios inflados, alrededor de 133 veces más que lo que cuesta el agua del grifo, según Consumer Reports 5 ¡y hablan de innovación capitalista! En Detroit, por ejemplo, la gente se enfrentó a cortes de agua y cortes de suministro si se retrasaban 150 dólares en el pago del servicio. Durante el mismo período, las empresas de agua embotellada como Coca Cola “también acumularon decenas de miles de dólares en facturas de agua vencidas que no se pagaron durante meses” sin ninguna repercusión. En otras palabras, Detroit privó a miles de hogares de la misma “agua natural” a la que siguieron permitiendo que las empresas accedieran y vendieran con enormes márgenes de ganancia. Eso tiene todo el sentido para Coca Cola. Si no tiene sentido para tu compañero de trabajo, significa que ya sabe que el capitalismo es ilógico. El agua es para que la use el mundo, no una fuente de ganancias para las corporaciones. Antes de entrar en algunos detalles de las contradicciones entre el valor de uso y el valor de cambio, deberíamos tomarnos un minuto para aclarar qué quiere decir Marx con “utilidad social”. “Libre elección” bajo la dictadura del capital Para vivir y reproducirnos, todos los seres humanos, independientemente del tiempo o el lugar, necesitamos crear valores de uso. Las sociedades no capitalistas también han intercambiado distintos valores de uso, y hoy en día lo hacemos con frecuencia. Cuando intercambio un libro que le he leído a un amigo por uno que él ha leído y yo quiero leer, estamos participando en un intercambio. Ninguno de los dos produjo los libros, y mucho menos su valor de cambio. Simplemente estamos transmitiendo valores de uso entre nosotros. Un factor que distingue al modo de producción capitalista de otros es que, bajo el capitalismo, las mercancías se producen únicamente por su valor de cambio (o su valor de cambio potencial) y para su venta en el mercado. En consecuencia, la producción capitalista —incluido el tipo de trabajo disponible y la variedad de productos en el mercado— no está determinada por lo que la sociedad realmente encuentra útil o desea de verdad, sino por lo que genera el mayor valor de cambio para los capitalistas individuales. No es como si las sociedades capitalistas se involucraran en procesos democráticos para decidir lo que queremos producir; no votamos si nuestra sociedad debe crear buques de guerra y armas o escuelas y casas. Vivimos en una dictadura del capital. No “elegimos” libremente comprar nuevos adaptadores o cables para nuestros teléfonos todos los años, al igual que no “elegimos” libremente comprar cosas que se planea que se vuelvan obsoletas en un corto período de tiempo. Es más preciso decir que, en este sistema, los valores de uso son lo que los capitalistas encuentran útil para la sociedad sobre la que gobiernan. Una primera mirada a la contradicción: Cantidad versus calidad Los valores de uso están ligados a las propiedades o cualidades inherentes de un producto. A tu amigo le gustan las manzanas por su sabor, textura y olor, y las prefiere a las naranjas, mi fruta favorita y accesible, porque no son tan sucias para comer. En un primer momento, el valor de cambio parece ser también el resultado de las propiedades específicas de una mercancía. Podríamos suponer que una marca de fruta es más cara que otra porque no contiene pesticidas, por ejemplo.Como escribe Marx, “el valor de cambio, a primera vista, se presenta como una relación cuantitativa”, y como el valor de cambio (o el precio de una mercancía) sube o baja (normalmente sube), “parece ser algo accidental y puramente relativo, y en consecuencia un valor intrínseco” 6. Como no sabemos por qué una barra de pan vale dos refrescos grandes, suponemos que debe deberse a las cualidades reales de las mercancías o que la sociedad en general considera que dos refrescos grandes tienen el mismo uso que una barra de pan. El valor de cambio es, en esencia, el precio por el que se puede vender una mercancía. Esto es algo que se asigna a las mercancías en el contexto del comercio o el intercambio. Todo lo que hacemos, por supuesto, requiere alguna forma de trabajo humano, en el nivel más básico. Todo, desde la vivienda, la ropa, el cuidado de alguien, la crianza de un hijo, lavar los platos, tender la cama, el entretenimiento, etc., implica que alguien realiza un trabajo. ¡Sin trabajo, estamos muertos! Y luego se puede explicar que esto es aún más cierto en el caso de las mercancías: cosas producidas para satisfacer algún uso o necesidad, que en el capitalismo se reducen al valor de lo que se puede vender. Si mi amigo me hace una manta tejida a crochet y hace una versión idéntica de la manta para venderla, el último diseño tejido a crochet adquiriría un valor de cambio. La primera manta que está en mi sofá no tiene valor de cambio. ¿Cómo pueden dos cosas completamente distintas, como manzanas y calcetines, o manzanas y naranjas, entrar en una relación de intercambio igualitario? Tienen algo en común: ambas contienen valor , o el tiempo de trabajo socialmente necesario que se requiere para su producción. El valor de una mercancía dada (y en este punto podemos suponer que el valor de cambio de las mercancías es igual a su valor, determinado por el tiempo de trabajo socialmente necesario que se requiere para su producción) está determinado por la habilidad promedio, el tiempo, el grado de intensidad y el conocimiento general requeridos para su producción en su conjunto 7 . El valor de cambio se refiere a lo que se puede vender para ganar más dinero que lo que se invirtió en la producción. Esta es la preocupación de los capitalistas y los propietarios. La gente necesita cosas para usar. Los capitalistas y los propietarios necesitan producir y/o vender cosas para acumular capital y, para superar a los demás en competencia, tienen que producir y/o vender más que sus competidores y a valores más bajos. Los capitalistas individuales encuentran todo tipo de formas de producir más mercancías a un ritmo más rápido, desde acelerar la línea de montaje hasta reemplazar a los trabajadores por máquinas. Como el capitalismo es inherentemente competitivo, los capitalistas no tienen otra opción y terminan reduciendo los tiempos de producción. Como resultado, terminamos con una cantidad cada vez mayor de bienes, cuyo valor disminuye. Al final , si trabajamos eficazmente nos encontraremos desempleados. La fórmula general para el capital y para el resto de nosotros Si analizamos el capitalismo desde este prisma, resulta evidente que los trabajadores y los patrones tienen intereses opuestos en cualquier mercancía. Marx describe estas dos motivaciones contrapuestas para interactuar con las mercancías en las siguientes fórmulas: CMC y MCM*. Son menos intimidantes de lo que parecen. Veámoslas una a una. Los trabajadores están interesados en los valores de uso. El intercambio para los trabajadores se desarrolla de la siguiente manera: tenemos una mercancía (C) que nos vemos obligados a vender (nuestra fuerza de trabajo), que intercambiamos por dinero (M), que luego intercambiamos para comprar bienes y servicios que necesitamos o queremos (C). Los valores de uso se realizan a través de su uso; y tenemos que comenzar el ciclo nuevamente. Los capitalistas están interesados en los valores de cambio. El intercambio para los capitalistas se presenta así: tienen dinero (M), que utilizan para comprar mercancías (C): nuestra fuerza de trabajo, los materiales y las máquinas con las que trabajamos, y otras cosas como lugares de trabajo y contables. Toman los productos de nuestro trabajo no para usarlos sino para venderlos (M). Aunque nadie haría esto sólo para terminar con la misma cantidad de dinero con la que comenzó, por lo que las mercancías deben venderse a un costo que sea más alto que nuestra fuerza de trabajo y otros materiales combinados, para poder venderlos por más dinero (M*), donde * representa el plusvalor de nuestra fuerza de trabajo. ¿Cuál es su próximo paso? A diferencia de nosotros, ellos no estan obligados a vender su fuerza de trabajo a cambio de dinero para sobrevivir. En cambio, tienen más dinero para reinvertir en el circuito. En teoría, no hay un final posible para lo que Marx llamó la “fórmula general del capital” o MCM*. Sin embargo, hay finales concretos, que llamamos crisis económicas. El capitalismo participa en el capitalismo a través de la CMC. El único bien que tenemos, que no es natural sino un producto del capitalismo, es nuestra fuerza de trabajo, o la capacidad de vender nuestra capacidad de trabajar a un patrón durante un tiempo determinado. El salario que recibimos, “M”, lo tomamos y, si no lo hemos gastado en necesidades básicas, generalmente lo gastamos en bienes que necesitamos, ya sea gasolina, ropa, comida o educación. Terminamos exactamente donde empezamos: tenemos que vender nuestra fuerza de trabajo al capitalista de nuevo para sobrevivir y poder seguir trabajando. Mientras tanto, las personas que empiezan con dinero tienen una relación completamente diferente con la producción. Los capitalistas utilizan el dinero con la esperanza de ganar más dinero –que es cuando el dinero funciona como capital– y la fuente de este valor de cambio adicional es nuestra explotación, o el trabajo que realizamos después de haber trabajado lo suficiente para crear nuestro salario. La decisión de qué comprar para que los trabajadores puedan fabricar otra cosa no le importa al capital: naranjas, sillas o armas; para el capitalista solo importan en la medida en que se puedan intercambiar por valor adicional. Conclusión El capitalismo organiza toda nuestra vida en torno a la producción de excedentes. Trabajamos para producir la mayor cantidad posible de bienes y otros capitalistas intentan que consumamos la mayor cantidad posible de ellos. Los capitalistas trabajan constantemente para obtener más valor de cambio de los bienes existentes e incluso para convertir los bienes públicos, como escuelas, hospitales, el agua y el aire en mercancías. La producción de mercancías por su valor de cambio es una elección que se hace a nivel de toda nuestra estructura política y económica.El socialismo es, en esencia, un sistema organizado en torno a la producción de mercancías por su valor de uso, que es mucho más capaz de responder a crisis como el cambio climático, porque no hay un incentivo que compita por aumentar las ganancias.
- Trabaja para Liberation School (liberationschool.org), centro educacional creado por el Partido por el Socilimo y la liberación de EEUU.
Notas: 1. Pew Research Center, “La principal prioridad política de los estadounidenses para 2024: fortalecer la economía”, Pew Research, 29 de febrero de 2024. 2. Derek Ford, “Capitalist Contradictions and Revolutionary Struggle: An Introduction”, Liberation School , 19 de diciembre de 2023. 3. Ibíd. 4. Chloe Alverson, “2023 State of the Beverage Industry: Sparkling, Flavored Waters Make a Splash”, Beverage Industry , 6 de julio de 2023. 5. Ryan Felton, “Cómo Coca-Cola y Pepsi ganan millones embotellando agua del grifo, mientras los residentes se enfrentan a cortes de suministro”, Consumer Reports , 10 de julio de 2020. 6. Karl Marx, El capital: crítica de la economía política (vol. 1): El proceso de producción capitalista , trad. S. Moore y E. Aveling (Nueva York: International Publishers, 1867/1967), 44. 7. Derek Ford y Mazda Majidi, “La plusvalía es la lucha de clases: una introducción”, Liberation School , 30 de marzo de 2021. Tomado de: observatoriocrisis.com/26-7-2024