Sistema:Pre-Frases de Martí2
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No pongas la etiqueta <li> que solo está para mostrar que número es la frase. Este sistema tiene 282 frases de José Martí
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Es la hora del recuento y de la marcha unida y hemos de andar, en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes
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El amor, Madre, a la Patria, no es el amor ridículo a la tierra, ni a la hierba que pisan nuestras plantas
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Hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro
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Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra.
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...amor cuerdo, no es amor...
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Ayudar al que lo necesita no sólo es parte del deber, sino de la felicidad
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Buscamos la solidaridad no como un fin sino como un medio encaminado a lograr que nuestra América cumpla su misión universal.
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El único autógrafo digno de un hombre es el que deja escrito con sus obras.
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El que tiene un derecho no obtiene el de violar el ajeno para mantener el suyo.
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El arma es para herir, y la palabra para curar las heridas.
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Para la patria nos levantamos. Es un crimen levantarse sobre ella.
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Sin sonrisa de mujer no hay gloria completa de hombre.
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Hacer es la mejor manera de decir.
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Haga hombres, quien quiera hacer pueblos.
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Haga cada uno su parte de deber, y nada podrá vencernos.
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Debe de andar triste por dentro el corazón de quien ayuda a oprimir a los hombres.
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El vanidoso mira a su nombre; y el hombre honrado a la patria.
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Hay que prever, y marchar con el mundo. La gloria no es de los que van para atrás, sino para adelante.
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Hay un solo niño bello en el mundo y cada madre lo tiene.
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La fama es un mito inútil
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La gratitud, como ciertas flores, no se da en la altura y mejor reverdece en la tierra buena de los humildes.
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La ignorancia mata a los pueblos, y es preciso matar a la ignorancia.
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La libertad no puede ser fecunda para los pueblos que tienen la frente manchada de sangre.
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El dar la vida sólo constituye un derecho cuando se la da desinteresadamente.
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La libertad es el derecho que tienen las personas de actuar libremente, pensar y hablar sin hipocresía.
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La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida.
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La madre del decoro, la savia de la libertad, el mantenimiento de la República y el remedio de sus males es, sobre todo lo demás, la propagación de la cultura.
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Se hacen versos de la grandeza, pero sólo del sentimiento se hace poesía.
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(...) la sociedad es un libro muy delicado, no hay que lastimar sus hojas al estudiarlo.
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Hay un cúmulo de verdades esenciales que caben en el ala de un colibrí, y son, sin embargo, la clave de la paz pública, la elevación espiritual y la grandeza patria.
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La palabra no es para encubrir la verdad, sino para decirla.
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Pueblo que se somete, perece.
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Patria es humanidad.
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Los hombres son como los astros, que unos dan luz de sí y otros brillan con la que reciben.
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Los bárbaros que todo lo confían a la fuerza y a la violencia nada construyen, porque sus simientes son de odio.
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Todo hombre verdadero debe sentir en su mejilla el golpe dado a cualquier mejilla de otro hombre.
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Todo está dicho ya; pero las cosas, cada vez que son sinceras, son nuevas.
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Toda la Gloria del Mundo cabe en un grano de maíz.
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Saber leer es saber andar. Saber escribir es saber ascender.
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El vino, de plátano; y si sale agrio, ¡es nuestro vino!
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La crítica es el ejercicio del criterio: destruye los ídolos falsos, pero conserva en todo su fulgor a los dioses verdaderos.
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Toda la vida es deber.
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Ver con calma un crimen es cometerlo.
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(...) ¡la mordaza que se pone en la boca ajena se vuelve esposas para las propias manos!
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Vale más un minuto de pie que una vida de rodillas.
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En revolución, los métodos han de ser callados; y los fines, públicos.
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Para los niños trabajamos, porque ellos son los que saben querer, porque ellos son la esperanza del mundo.
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Toda madre debiera llamarse Maravilla.
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La Patria es ara, no pedestal.
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Los hombres necesitan quien les mueva a menudo la compasión en el pecho y las lágrimas en los ojos; y les haga el supremo bien de sentirse generosos.
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El primer deber de un hombre de estos días, es ser un hombre de su tiempo.
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De América soy hijo y a ella me debo.
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Dígase Hombre y ya se han dicho todos los derechos.
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Jamás sin dolor profundo produjo el hombre obras verdaderamente bellas.
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Pero mientras haya obra que hacer; un hombre entero no tiene derecho a reposar. Preste cada hombre sin que nadie lo regañe el servicio que lleve en sí.
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En los pueblos libres, el derecho ha de ser claro. En los pueblos dueños de sí mismos, el derecho ha de ser popular.
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Tengo bajo el cielo vasto un mundo nuevo.
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Hemos de poner la justicia tan alta como las palmas.
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¡Y entre pueblos hermanos, todas las flores deben abrirse el día del abrazo primero del amor!
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Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud...
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El hombre que clama vale más que el que suplica (...) Y los derechos se toman, no se mendigan.
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Debe hacerse en cada momento lo que en cada momento es necesario.
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Ahora todos los pueblos del mundo se conocen mejor y se visitan...
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El lenguaje común tiene de base el estudio del mundo, legado de padres a hijos, en máximas finas, y la impresión pueril primera.
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La patria necesita sacrificios. Es ara y no pedestal. Se le sirve, pero no se la toma para servirse de ella.
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Vivi en el monstruo, y le conozco las entrañas.
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Yo sé desaparecer, pero no desaparecerá mi pensamiento.
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Para mí la Patria nunca será triunfo, sino agonía y deber.
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Quien piensa en sí no ama a la Patria.
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¡Grande es la palabra cuando cabalga en la razón! Penetra entonces más que la más larga espada.
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El lenguaje es humo cuando no sirve de vestido al sentimiento generoso o a la idea eterna.
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El deber de un hombre está allí donde es más útil.
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Hombre es más que blanco, más que mulato, más que negro.
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Todo lo que divide a los hombres es un pecado contra la humanidad.
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¡A la obra, todos a la vez, y tendremos casa limpia!
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A la raíz va el hombre verdadero. Radical no es más que eso: el que va a las raíces.
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Independencia es una cosa, y revolución es otra.
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No se llame hombre quien no ayude a la seguridad y dicha de los demás hombres.
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La libertad es la tiranía del deber
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...pongamos alrededor de la estrella, en la bandera nueva, esta fórmula del amor triunfante. Con todos y para el bien de todos.
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El pueblo más feliz es el que tenga mejor educados a sus hijos, en la instrucción del pensamiento, y en la dirección de los sentimientos.
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(...) los pueblos todos de la Tierra se juntan, en clarísimo espacio, por todas partes matizado -como por lenguas de gozo- de banderas, a celebrar la unión de los mares.
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Por toda nuestra América empieza a mostrarse el deseo -como si ya hubiese comenzado a cuajar el alma continental- de conocer, por sus raíces y desarrollo, la composición de los pueblos americanos.
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Todos los pueblos tienen algo inmenso y majestuoso y de común, más vasto que el cielo, más grande que la tierra, más luminosos que las estrellas, más ancho que el mar: el espíritu humano.
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(...) la creación de un archipiélago libre donde las naciones respetuosas derramen las riquezas que a su paso han de crear sobre el crucero del mundo.
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Así, en el goce continuo de aquel mundo ordenado y hermoso, nace, a despecho de las turbulencias de la vida, la felicidad que hace al hombre bueno.
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Los pueblos, hombres magnificados, como los hombres tienen su edad de predominio de imaginación, y de predominio de razón.
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En todo gran escritor hay un gran pintor, un gran escultor y un gran músico.
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Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud.
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Ahora todos los pueblos del mundo se conocen mejor y se visitan.
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En los pueblos libres, el derecho ha de ser claro. En los pueblos dueños de sí mismos, el derecho ha de ser popular.
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Los pueblos no se unen sino con lazos de fraternidad y amor.
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La mesa del mundo está en los Andes.
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Tengo bajo el cielo vasto un mundo nuevo.
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Es la nueva poesía, que anuncia el mundo nuevo.
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Escasos. Como los montes, son los hombres que saben mirar desde ellos, y sienten con entrañas de nación, o de humanidad.
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La Tierra tiene sus cráteres; la especie humana, sus oradores.
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La palabra hablada, además, funde a los hombres mejor que la palabra escrita.
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La razón es nuestro escudo.
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No hay como pensar firmemente para hablar elocuentemente.
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Lo que esté definido en el juicio, será de seguro bien puesto en los labios.
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El espíritu humano es la única Retórica que debe estudiar el orador.
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¿Debemos los hombres juiciosos contentarse con grandeza formal, externa y aparente de los sistemas, o estudiarlos sinceramente en su agencia, funciones y resultados?
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Unos tienen ojos para los lunares, y cuando ven cosa bella, airados de que lo sea, buscan coléricos la mancha o defecto y gozan cuando la hallan –que son las almas ruines.
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Hombre es el que le sale al frente al problema, y no deja que otros le ganen el suelo en que ha de vivir y la libertad de que ha de aprovechar. Hombre es quien estudia las raíces de las cosas.
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Surgen los estadistas naturales del estudio directo de la naturaleza (...) Los oradores comienzan a ser sobrios.
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La manera de decir realza el valor de lo que se dice.
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Buscamos la solidaridad no como un fin sino como un medio encaminado a lograr que nuestra América cumpla su misión universal.
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Es que cuando ya nos ahoga, se hace preciso cortar el lazo que no sabe aflojarnos a tiempo.
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La libertad es el derecho que todo hombre tiene a ser honrado, y a pensar y a hablar sin hipocresía.
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(...) de mudo no peca el pueblo americano, que de la Naturaleza misma tiene la elocuencia.
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Peleamos en Cuba para asegurar, con la nuestra, la independencia hispanoamericana.
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Los fuertes, prevén, los hombres de segunda mano esperan la tormenta con los brazos en cruz.
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En la cruz murió el hombre un día: pero se ha de aprender a morir en la cruz todos los días.
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Lo que está definido en el juicio, será de seguro bien puesto en los labios.
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¿Y por qué no se ha de usar de la tribuna para decir en ella una verdad útil, aunque no sea estrechamente pertinente al objeto del debate?
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Del peso de la idea requiebran las frases.
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El arte de escribir ¿nos es deducir? La verba mata sin duda la elocuencia. Hay tanto que decir, que hade decirse en el menor número de palabra posibles: eso sí, que cada palabra lleve ala y color.
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Yo voy sembrándote por doquier que voy, para que te sea amiga la vida. Tu cada vez que veas la noche oscura o el sol nublado piensa en mi.
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Es la hora del recuento y de la marcha unida y hemos de andar, en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes.
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Sigo mi labor, más pura. Madre mía, que un niño recién nacido, limpia con una estrella, sin mancha de ambición, de intriga o de odio.
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La capacidad de ser héroe se mide por el respeto que se tributa a los que lo han sido.
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Donde escribió, grabó. Donde censuró, curó. Lo que imitó, realizó. Desconfió de sí mismo y amó puramente. He ahí un epitafio.
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La intuición se ha convertido en inteligencia; los hijos de la revolución se han hecho hombres.
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Orador, arrastro; poeta, sedujo.
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Para rendir tributo, ninguna voz es débil; para ensalzar a la patria, entre hombres fuertes y leales, son oportunos todos los momentos.
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La paciencia es la dote de los fuertes.
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Las esferas no vienen hacia nosotros, es preciso ir a las esferas.
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A fuerza de igual en el mérito hay que hacer desaparecer la desigualdad en el tamaño.
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Al poder se sube casi siempre de rodillas. Los que suben de pie son los que tienen derecho a él.
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(...) lo que importa no es el número de armas en la mano, sino el número de estrellas en la frente.
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Al poder se sube casi siempre de rodillas. Los que suben de pie son los que tienen derecho a él.
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Si de algo serví antes de ahora, ya no me acuerdo: lo que yo quiero es servir más.
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Al placer se despiertan los hombres solos. Al deber ha de haber quien les toque en la puerta todos los días.
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Las etapas de los pueblos no se cuentan por sus épocas de sometimiento infructuoso, sino por sus instantes de rebelión.
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No yerra quien intenta componer un pueblo en la hora en que aun se lo puede; sino el que no lo intenta.
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Resolver el problema después de conocer sus elementos, es más fácil que resolver el problema sin conocerlos. [...] Conocer es resolver.
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Sólo perdura y es para bien, la riqueza que se crea, y la libertad que se conquista con las propias manos.
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Ser culto es el único modo de ser libre.
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Un pueblo que entra en revolución no sale de ella hasta que no se extingue o la corona.
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Dennos al menos para resucitar todo el tiempo que nos dieron para morir. ¡Pero no necesitamos tanto!
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El abono puede traerse de otra parte, pero el cultivo ha de ser de acuerdo al suelo.
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Patria es humanidad, es aquella porción de la humanidad que vemos mas cerca, y en que nos tocó nacer.
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Un hombre que oculta lo que piensa, o no se atreve a decir lo que piensa, no es un hombre honrado.
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Los hombres van en dos bandos: los que aman y fundan, los que odian y deshacen.
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El amor, Madre, a la Patria, no es el amor ridículo a la tierra, ni a la hierba que pisan nuestras plantas.
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No hay más que un modo de vivir después de muerto. Haber sido un hombre de su tiempo o un hombre de todos los tiempos.
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La felicidad tiene garantía sólida en el concepto de independencia y dignidad humano.
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Sólo se empieza a poseer la vida cuando vaciamos sin reparo y sin tasa, en bien de los demás la nuestra.
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El justo de la tierra no comprende la injusticia en quien ha de encaminarlo y dirigirlo.
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El primer trabajo del hombre es reconquistarse, urge devolver los hombres a si mismos.
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El tesón y la unidad de una obra sólo son inteligibles para quienes sean capaces de ella. Es el estigma de la pequeñez ajena.
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Cuando se sirve bien a la Patria se tiene en todas partes muchos amigos viejos.
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Trae cada raza al mundo su mandato, y hay que dejar la vía libre a cada raza.
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Los flojos respeten, los grandes adelante; esta es una tarea para grandes.
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Todo está dicho ya pero las cosas, cada vez que son sinceras son nuevas.
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No dudes hombre joven. No niegues hombre terco. Estudia y luego cree.
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Jamás sin dolor profundo produjo el hombre obras verdaderamente bellas.
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Ayudar al que lo necesita no sólo es parte del deber, sino de la felicidad.
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Nadie tiene derecho a dormir tranquilo mientras haya un hombre infeliz.
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Sobre la tierra no hay más que un poder supremo, la inteligencia humana.
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La urbanidad de la forma no se excluye la vehemencia en las convicciones.
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Corresponde a los más bravos el derecho a llevar la bandera al combate.
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Quien ha sabido preservar su decoro sabe lo que vale el ajeno, y lo respeta.
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La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida.
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No ¡La vida humana no es toda la vida! La tumba es vía y no término.
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No hay más que una gloria cierta: y es la del alma que está contenta de sí.
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Si se es honrado y se nace pobre, no hay tiempo para ser sabio. Y ser rico.
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Para mí la crítica no ha sido nunca más que el mero ejercicio del criterio.
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El Partido existe, seguro de su razón, como el alma visible de Cuba.
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El mejor ciudadano es el que cultiva una extensión mayor de tierra.
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No mata el no aprender, sino el no sentir orgullo que se ha aprendido.
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El respeto a la libertad y al pensamiento ajenos (...) es en mi fanatismo.
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Se sale de la tierra tan contento cuando se ha hecho una obra grande.
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El hombre no ha de descansar hasta que entienda todo lo que ve.
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La idea se abre paso y deja en el ara de la Patria un libro inmortal.
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El derecho mismo, ejercitado por gentes incultas, se parece al crimen.
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Amigo es como ser de nuestro ser, como continuación de sí mismo.
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Los grandes derechos no se compran con lágrimas, sino con sangre.
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El hombre ama verdaderamente o ama preferentemente lo que cree.
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Los amigos exagerados son los mayores enemigos.
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Ya no se perderá el tiempo en ensayar; se empleará en vencer.
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El primer peldaño es nuestra unión sólida.
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En tiempos científicos sólo deben existir universidades científicas.
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Que se marque al que no ame, para que la pena lo convierta.
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La pobreza pasa, lo que no pasa es la deshonra.
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Sin sonrisa de mujer no hay gloria completa de hombre.
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El gran arte de enseñar es saber fingir lo que no se enseña.
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Los libros sirven para cerrar las heridas que las armas abren.
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Todo debe sacrificarlo a su país un patriota sincero.
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Saber lo que fue, porque lo que fue está en lo que es.
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Ustedes ven sólo la atmósfera; nosotros vemos el subsuelo.
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Se afirma el pueblo que afirma a sus héroes.
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Amo y venero cuanto sacrificio respetable se hace ante mí.
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La dificultad es grande y los que han de vencerla también.
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La palabra no es para encubrir la verdad, sino para decirla.
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No graba cincel alguno como la muerte los dolores en el alma.
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No ha de temerse la sinceridad, sólo es tremendo lo oculto.
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Culminan las montañas en pico y los pueblos en hombres.
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Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no es nuestra.
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Pero la noción del bien flota sobre todo, y no naufraga jamás.
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La educación empieza con la vida, y no acaba sino con la muerte.
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Saber leer es saber andar. Saber escribir es saber ascender.
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Lo justo, a veces, por el modo de defenderlo, parece injusto.
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Yo soy como las abejas, que trabajan mucho más en verano.
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Para mi la patria, no será nunca triunfo, sino agonía y deber.
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Sobre cada hombre debe pesar la carga de todo el universo.
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Es necesario elevarse como los montes para ser vistos de lejos.
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Para rendir tributo, ninguna voz es débil.
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Una escuela es una fragua de espíritus.
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La victoria está hecha de cesiones.
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Reproducir no es crear y crear es el deber del hombre.
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Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra.
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Para ir delante de los demás, se necesita ver más que ellos.
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Hay que equilibrar el comercio, para asegurar la libertad.
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Perdonar es vencer.
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Pensar es servir.
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El que nada quiere para si dirá siempre la verdad.
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De una patria, como de una madre, nacen los hombres.
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El hombre crece con el trabajo que sale de sus manos.
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El que sabe desdeñar su vida, sabrá siempre honrarla.
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Siglos tarda en crearse lo que ha de durar siglos.
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Honrar a la patria es una manera de pelear por ella.
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La sangre de los buenos, no se vierte nunca en vano.
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El pueblo que quiere ser libre, sea libre en negocios.
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Ha de ser limpia la casa, y la conducta.
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Todo el que deja hacer lo que es capaz de hacer, peca.
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Todas las grandes ideas tienen su gran Nazareno.
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Toda la Gloria del Mundo cabe en un grano de maíz.
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Los apasionados son los primogénitos del mundo.
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Lo que es está en lo que fue.
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En los cubanos puede más la virtud que la fatiga.
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Los apasionados son los primogénitos del mundo.
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La mujer de instinto divisa la verdad y la presiente.
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Esparcir el amor por la belleza en mejorar hombres.
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Enseñar, es lo mas bello y honroso del mundo.
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Un grano de poesía sazona un siglo.
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El mundo es fuerte y bello por los amigos.
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Todo es gozo cuando se pelea por la luz del mundo.
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A las estrellas no se sube por caminos llanos.
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El silencio es el pudor de los grandes caracteres.
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Juntarse: esta es la palabra del mundo.
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Del pecho más oscuro saldrá a triunfar la gloria.
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Amar no es más que el modo de crecer.
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Aplazar no es nunca decidir.
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Dondequiera que el hombre se afirma, el sol brilla.
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El deber ha de cumplirse sencilla y naturalmente.
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El dolor es la sal de la gloria.
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El hombre sincero tiene derecho al error.
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El pueblo que vende manda, el que compra sirve..
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Enseñar, es lo mas bello y honroso del mundo.
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Es profanación el vergonzoso olvido de los muertos.
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Este es tiempo virtuoso y hay que fundirse en él.
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Gobernar no es más que prever.
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Hombres recogerá quien siembre escuelas.
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La belleza en lo que nos rodea ayuda a la vida.
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La grandeza está en la verdad y la verdad en la virtud.
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La honra puede ser mancillada
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La justicia puede ser vendida
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La práctica sesuda se impone a la teoría ligera.
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La vida es aun un torneo.
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Sin alteza de ideas nadie aspire al respeto común.
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Sufrir es más que gozar: es verdaderamente vivir.
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Toda muerte es principio de una vida.
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Todo puede ser desgarrado.