Anthonomus eugenii Cano
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Anthonomus eugenii Cano. Es un insecto que al igual que otras 50 especies del género Anthonomus, vive asociado a plantas de la familia de las solanáceas, entre las que se encuentran el chile, el tomate, la papa, la berenjena, el tabaco, entre otras.
El primer registro del picudo del chile se llevó a cabo por Cano en 1894, a partir de ejemplares recolectados en el Estado de Guanajuato, México y desde entonces se señalaba su importancia como plaga agrícola.
Sumario
Distribución
Es una plaga nativa de América Central y se ha extendido por todo el continente americano. Ataca a Solanáceas, principalmente del género Capsicum y Solanum. En el cultivo de chile puede causar daños de hasta el 100 % durante la etapa de fructificación; y dentro del rubro fitosanitario de esta hortaliza, es la plaga a la cual se destina mayor gasto económico. Las especies hospedaras incluyen hierba mora (Solanum nigrum), berenjena (Solanum melongena) y variedades dulces y picosas de chile.
Historia
El género Anthonomus es muy diverso, pues tan solo en Centro y Norteamérica existen más de 200 especies, de las cuales 51 viven asociadas a solanáceas.
El picudo del chile pertenece a un grupo de cinco especies conocido con el grupo eugenii, el cual se distingue de otros picudos que viven en solanáceas porque el primer segmento de la pata trasera (fémur) del macho está fuertemente curvado en su parte externa. Aunque ninguna de las otras cuatro especies del grupo son de importancia económica, es posible que se confundan con el picudo del chile sobre todo en los monitoreo perimetrales con trampas pegajosas.
Para diferenciarlo de las cuatro especies del grupo eugenii, se debe de observar el primer par de alas (élitros) las cuales en el picudo del chile están densamente cubiertos por escamas excepto por una sección menos densa cerca de la mitad del primer par de alas.
Descripción
Las hembras se distinguen de los machos por los espolones de las patas traseras los cuales son mucho más cortos, delgados y menos curvos
Huevo
Estos son pequeños, largo promedio de 0.53 mm diámetro, forma oblonga-oval, blanco perlado recién puesto, después amarillento.
Su desarrollo total se produce en un tiempo aproximado de 3 a 5 días y se localiza insertados superficialmente en el tejido de botones florales y frutos.
Larva
Presenta 3 estadios larvarios, larva de 3er ínstar de 6 mm de largo; cilíndrica y curvada, blanca cremosa, cabeza café claro y mandíbulas obscuras.
Completa su desarrollo en 12 días, del primer ínstar a inicio de la pupa.
Los primeros ínstares larvarios aparecen en la pared del fruto, larva de tercer ínstar normalmente en placenta y semillas, pero ocasionalmente en la pared del fruto.
Pupa
Es blanquecina, forma similar al adulto, presenta grandes cerdas en el protórax y abdomen. Se desarrolla entre 2 a 4 días después de formada la celda pupal y aparece principalmente en la placenta, pero también en la pared del fruto.
Adulto
Es robusto, de 3 mm de largo y 1.8 mm de ancho, con élitros o alas duras, ovales y convexas; negro con escamas pequeñas amarillentas o blanquecinas; rostro o pico aproximadamente de la mitad de la longitud de su cuerpo, con mandíbulas en su extremo distal. Puede vivir hasta 90 días en laboratorio.
Se suele encontrar en la parte apical de las plantas, por su capacidad de vuelo puede dispersarse fácilmente.
Daños
Los adultos producen la destrucción de botones florales y daño a frutos pequeños. Es común observar a los adultos alimentándose de brotes tiernos en horas de la mañana. Durante su alimentación, los adultos producen picaduras a los brotes y frutos, siendo este hábito menos perjudicial. El principal daño lo provocan las larvas que se alimentan dentro del fruto, causando daño a la semilla. Los síntomas externos observados son amarillamiento, madurez y caída prematura del fruto; esta última, es muy común y quizás la muestra más evidente de la infestación. Los orificios realizados durante la oviposición, emergencia de adultos o alimentación, favorecen la entrada de microorganismos al fruto. En ausencia de flores y frutos, los adultos se alimentan de las hojas y brotes, pero no causan un daño significativo Los primeros signos son pequeños agujeros en frutos inmaduros y pequeños agujeros circulares u ovalados en las hojas. El daño más importante de los pimientos es la destrucción de los capullos de las flores y los pimientos inmaduros
Fuentes
https://www.cabi.org/wp-content/uploads/Barba-2009a-IPM-Anthonomus-eugenii.pdf
https://www.intagri.com/articulos/fitosanidad/manejo-integrado-del-picudo-del-chile