Portal:Guantánamo/Guantánamo tiene un don
Vivir en Cuba te hace especial y es que esta isla llene de tradiciones se ha vuelto famosa por la resistencia, solidaridad y altruismo de sus habitantes. Nos distinguimos por jaraneros, criollos y amantes eternos de este caimán verde, este pedacito de tierra que nos hace vivir momentos intensos e inolvidables.
Ahora bien, ser cubano y además guantanamero es saborear idiosincrasia pura.
De Guantánamo, hermosa tierra entre ríos, nació el Nengón y el Kiribá, sabrosos ritmos que llenaron de alegría los hogares más campestres.
Aquí vive y nos honra el creador del único Zoológico de piedra existente en el mundo Ángel Íñigo, un escultor de figuras que desde las piedras más deformes y difíciles nos ofrece arte entre una vegetación digna de admirar. Es esta la tierra del cacao, donde mejor se saborea un cucurucho. Es la tierra de la polimita y el yunque.
Aquí vivieron imperecederas figuras como el poeta Regino Eladio Boti quien nos regaló una poesía auténticamente cubana, en la cual se reiteraría una mirada incisiva sobre su Guantánamo natal:
“Aldea, mi aldea
mi natal aldea
término que clavó entre el mar y la montaña
la flecha siboney!
“Amo tu parquedad catalana
Y tus calles rectas
porque —selvas antaño— por ellas
discurrió Guayo el siboney”.
Nuestra ciudad nos regala la Fama, escultura realizada especialmente para el Palacio Salcines, por Américo J. Chini, escultor italiano radicado en la Habana y traído a Guantánamo para ese fin. Como escultura no es significativa solo por su ubicación, sino también por los valores que agrega al entramado urbano de la ciudad, donde se rodea de diversas formas y estilos que van desde el Clasicismo al Neoclasicismo y el Barroco, un ambiente estrictamente ecléctico donde hace galas de su exigente gusto.
A tan majestuosa obra dedicó Regino Eladio Botti, poeta guantanamero los siguientes versos:
"Creada a golpe de sincel
en la propia eminencia y bajo el sol
vuelas sin tener alas, porque
aunque terrena eres ideal
grácil, ingrávida, serena
tu helénica curítmia redime
de venal mercantilismo pregonando su gesta
a mi aldea natal".
Y que decir del Guantánamo moderno, con su red de centros culturales, gastronómicos y recreativos que dan vida a este pedacito de tierra.
Ser guantanamero no significa solamente vivir en el cabo de una bella isla, significa ser cubanos de alma, corazón y vida, por eso es un orgullo ser guantanamero.