Museo Municipal de Manzanillo
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Museo Municipal de Manzanillo
Fue inaugurado el 14 de Junio de 1979 a raíz de la promulgación de la ley 23 donde constituyó el primer museo del país inaugurado con carácter municipal. Este inmueble construido en 1893, presenta un estilo neoclásico dentro de la típica arquitectura colonial.
El Museo Municipal de Manzanillo le invita a recorrer sus salas, donde sostendrá un encuentro de primera mano con la rica historia y tradiciones manzanilleras.
Historia
Durante el Segundo Período Ordinario de Secciones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, celebrado en diciembre de 1978, fue aprobada la ley No. 23 de Creación de Museos Municipales, como respuesta a la justa aspiración del pueblo y a la necesidad objetiva surgida del desarrollo educacional alcanzado con la política cultural de la Revolución Cubana.
Al municipio de Manzanillo le ha correspondido el merecido honor da asumir la responsabilidad de la instalación del primer centro cultural de este tipo en el país, después de la promulgación de la citada Ley, y lo ha hecho con las habituales modesta dignidad y pasión revolucionaria que han caracterizado a este pueblo.
Para concretar el propósito, de creación del museo, en 1976 el gobierno municipal acometió la restauración del inmueble donde habría de ser instalado una antigua casona frente al Parque Céspedes -construido para vivienda- en el año 1893 por su entonces propietario Don Eladio Muñiz Fernández, y que se Inscribe dentro de la típica arquitectura colonial cubana que, a pesar de sus rasgos eclecticistas, respondió en su tiempo a las necesidades ecológicas y sociales de la burguesía criolla.
En 1978, los órganos del Poder Popular Municipal y la Dirección de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura iniciaron la instalación del Museo Histórico Municipal, la cual fue concluida en junio de 1979.
El museo ha sido estructurado de manera didáctica, como establece la metodología de la Dirección de Patrimonio Cultural, en siete salas que recogen cronológicamente lo más destacado de la historia político-social de la Jurisdicción de Manzanillo en el período colonia del Término Municipal en la seudorrepública; de la Región en el Gobierno Revolucionario, y del Municipio después de la división político-administrativa de 1976, apoyado en una serie de elementos -paneles, vitrinas, molduras- de diseño moderno que contrasta con la arquitectura del inmueble, y que sirve de soporte a los exponentes presentados, objetos de grupos, personalidades, lugares, instituciones, etc. y a la gráfica utilizada -textos, grabados, planos, fotografías. etc. -Los colores utilizados en dichos elementos adquieren una connotación histórico-cronológica; así, el amarillo corresponde al período precolombino, conquista, colonización y parte de la colonia hasta mediados del siglo XIX asociándolo a la bandera española; el azul, a las luchas Independentistas del siglo XIX donde se consolidó y desarrolló la nacionalidad, en correspondencia con el de las banderas cubanas; el rojo, a la seudorrepública hasta el triunfo revolucionario del 1ro de enero de 1959, representando la lucha de clases que marcó esa etapa; y por último, el naranja, color alegre, a la construcción del socialismo, como expresión de regocijo por la libertad alcanzada, el creciente bienestar lograda con el trabajo creador, y en conjunto el camino emprendido hacia el comunismo.
La fotografía también ha sido tratada de manera especial a base de sepia para dar un aspecto de envejecimiento a las copias durante todo el recorrido hasta el nefasto golpe de estado del 10 de marzo de 1952. A partir de ahí, toda la insurrección, desde el Moneada hasta el triunfo revolucionario del 1ro de enero de 1959, incluyendo la etapa actual, han sido procesadas en blanco y negro, y en algún caso a color, por su condición de contemporaneidad.
Para mostrar a los visitantes los exponentes que aquí se encuentran, éstos fueron sometidos a un proceso de restauración -reparación de roturas, faltantes y deterioros en general- y de conservación -limpieza y preservación- que fue realizado en la Ciudad de La Habana y en la ciudad de Manzanillo, por un equipo técnico especializado.
Al pueblo, que ha conservado y aportado estas piezas, corresponde enriquecer las colecciones del Museo para continuar el rescate de nuestra historia. Con su apertura realmente comienza su función de salvaguarda del patrimonio cultural, ya que sus fondos deben sobrepasar, con mucho, lo expuesto para su periódica rotación y futuras ampliaciones.

