Mango (fruta)
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Mango
Mangifera indica L.
Si bien el aguacate es uno de los frutales más codiciados, no cabe duda de que la fruta más popular de Cuba es el mango, al cual muchos han denominado el “rey de las frutas”. Especie de las anacardiáceas, introducida a principios del siglo XVIII, proveniente de España, aunque también por los franceses en el Oriente de la Isla. Este árbol, oriundo del Archipiélago Malayo y la India, se ha propagado rápidamente y es tan común en nuestros campos como muchas especies indígenas.
El árbol del mango es fuerte y expresivo, la copa se eleva por encima de los 15 m y su fronde puede abarcar una extensa área. Bajo su sombra de ensueños se percibe el delicioso frescor de las apacibles tardes de las campiñas cubanas. Las hermosas hojas carmesí que adornan los ápices de las ramas, dispuestas como graciosos ramilletes, anuncian la llegada de los retoños que garantizarán la supervivencia y la producción de frutas en el próximo año. Resulta fascinante observar este árbol en la época de floración, con sus bellas inflorescencias blancas y amarillas, ofreciendo un esplendoroso paisaje que alegra el corazón del espectador, porque descubre en ellas una abundante cosecha. Diversas variedades se reúnen en el mango cubano; entre los más admirados para su excelente calidad y poca fibra están: filipino, bizcochuelo, Toledo y criollo. Son las mangas (blancas y amarillas), las menos populares por la gran cantidad de fibras que poseen; sin embargo, son excelentes como patrones de injerto, método por el cual se propagan estas especies.
El mango ocupa en las regiones cálidas el mismo lugar que la manzana por las zonas templadas; por eso, con mucho acierto se le ha llamado a esta prodigiosa fruta “la manzana del trópico”. Con gran precisión caracteriza la sabiduría popular al mango cuando plantea: “Sabrosa fruta cubana, más dulce que la manzana”, y es que los azúcares presentes en la pulpa del mango son mayormente sacarosa, inversamente a lo que sucede en las mayoría de las frutas donde predomina la glucosa, que si bien es más abundante, es menos dulce y soluble que la sacarosa.
Referencia:
-Libro "CUBA y sus ÁRBOLES" , editorial Academia, Cuba, 1999; Instituto de Ecología y Sistemática, Cuba, 1999; Caja Madrid, España, 1999.
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