Hans Lippershey
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Hans (o Johann, como también se le describe) Lippershey nació en 1570 en Wesel (oeste de Alemania), aunque al poco de su nacimiento su familia decidió mudarse a Middelburg, en Holanda, lugar donde viviría toda su vida. Middelburg era una ciudad en pleno crecimiento por aquellos tiempos. Era científico, astrónomo, fabricante de lentes e inventor. A pesar de su talento se conservan escasos documentos históricos en los que se haga referencia a él. Sin embargo, lo encontramos citado tanto como Jan Lippershelm, Hans Lippershelm y Johan Lipperhey. Todos son la misma persona, obviamente. Tras establecerse en Middelburg y contraer matrimonio en 1594, abrió una pequeña óptica con la que se ganaba la vida. Se convirtió en ciudadano holandés en 1602 y permaneció en Middelburg hasta su muerte. Respecto al origen de la idea, la tradición cuenta que Lippershey observaba a dos niños (que tal vez eran sus hijos) jugando con lentes en su tienda. Los niños se dieron cuenta que al mirar a través de dos lentes, una veleta en una iglesia cercana, parecía ser más grande y más clara. Y Lippershey tomó nota de aquello. Ante este hecho fortuito observado por el pulidor de lentes, se desarrolla el instrumento que llegaría a ser conocido como telescopio. Según la historia, Lippershey trató él mismo de juntar ambas lentes y se dio cuenta de las posibilidades increíbles que tenía ese descubrimiento. A continuación, colocó un tubo entre las lentes... y voilá. Lippershey llamó a su invención a "kijker", que significa "espectador" en neerlandés. Lippershey, tal y como se cree, fue el primero en solicitar una patente (de 30 años) por su diseño de Telescopio en 1608. El telescopio presentado a las autoridades de los Países Bajos, concretamente al príncipe Mauricio de Nassau, comandante en jefe de de los ejércitos holandeses, contaba con una lente fija y otra móvil, y fue bautizado como perspicillum: Se trataba del primer telescopio astronómico refractor. El objetivo del invento de Lippershey (inicialmente ideado para el campo de batalla) era poder observar objetos lejanos, consiguiendo la apariencia de cercanía e identificando todos sus detalles. Holanda se encontraba en plena guerra por la independencia contra España, y Lippershey pensó que su invento sería muy útil en el campo de batalla. Ya sabemos que un número de inventos han tenido su origen en propósitos militares; este no iba a ser una excepción. El príncipe reconoció la utilidad de este ingenio para propósitos militares, y el 2 de octubre de 1608 los Estados Generales, el órgano de gobierno de Holanda, admitió la solicitud de patente de Lippershey. Sin embargo, dos semanas después, Jacobo Metius de Alkmaar presentó su propio diseño y corrió el rumor de que había más investigadores que serían capaces de construir sus propios telescopios de aumento. Tras esto, la patente le fue denegada aduciendo que muchas personas ya conocían la invención y que sería imposible mantenerlo en secreto. Sin embargo, el gobierno holandés le pagó por el modelo 900 florines (en aquella época con ese dinero, Lippershey podría haber comprado unas cuantas casas) y creó copias de su diseño con ligeras modificaciones. En un escrito publicado en la Haya en 1608 se describe la presentación del instrumento al príncipe Mauricio. Mientras tanto, en Venecia, Paolo Sarpi recibe esta publicación y se la comenta a Galileo Galilei que por aquel entonces era Catedrático de Matemáticas de la Universidad de Padua. Este, logró, en pocos días, reproducir el fenómeno de la amplificación de objetos lejanos, pensando de inmediato en su aplicación al estudio del firmamento. Para montar las lentes de su primer instrumento, Galileo empleó un viejo tubo de órgano, y la noche del 6 de enero de 1610 estrenó su telescopio al apuntarlo a la Luna, las estrellas y el planeta Júpiter, que podía verse al anochecer. Nacía así la astronomía moderna. Gracias a este invento, Galilei realizó los importantes descubrimientos astronómicos descritos en su obra Sidereus Nuncius (1610). El nuevo instrumento permitiría a Galileo revolucionar la astronomía al descubrir los cráteres de la Luna y las lunas de Júpiter, identificar las manchas solares y corroborar la teoría heliocéntrica de Nicolás Copérnico, según la cual los planetas giraban alrededor del Sol. Tras esto, los telescopios traspasaron pronto las fronteras nacionales y se generalizaron en toda Europa. Los primeros telescopios en consolidarse durante todo el siglo XVII fueron los del tipo kepleriano, que eran construidos con longitudes focales de hasta 30 ó 40 m, con el fin de tener un gran número de aumentos. Proporcionaban imágenes vacilantes y con notables aberraciones.
A comienzos del siglo XVIII se incorpora a la astronomía de observación el telescopio con el objetivo constituído por un espejo cóncavo y una lente. Desde este momento los Reflectores (los telescopios con espejo se llaman así porque la luz es reflejada y dirigida hacia un foco) y los Refractores (los telescopios de lentes se llaman así porque la luz es refractada, es decir desviada pasando a través del objetivo) entrarán en disputa con suerte alterna hasta mediados del siglo XX, cuando triunfarán de manera definitiva los grandes reflectores. Respecto al origen del primer diseño de telescopio, hay muchos rumores a su alrededor. Entre ellos, se comenta que el hijo de Zacharias Janssen de Middelburg declaró con el paso del tiempo que Lippershey había robado la idea de su padre. Aunque la historia no fue exactamente así. Digamos que la atribución de este aparato a los Janssen es debida a las reclamaciones presentadas por los amigos del joven Zacharias tras su fallecimiento, pues ni el padre ni el hijo reclamaron para sí ese derecho. Pero este no fue el único admirador que le salió al primer diseño de telescopio. Jacob Metius también llegó a asegurar que el invento había sido una idea original suya. Algunos historiadores creen que Giambattista della Porta de Nápoles descubrió las propiedades de las lentes telescópicas en 1589 e incluso a Galileo Galilei se le ha acreditado la invención del telescopio. Sin embargo, muchos historiadores coinciden en que Galileo supo de la invención de Lippershey antes de desarrollar el suyo. Sea como fuere, a Lippershey se le adjudica el honor de ser el inventor del telescopio, ya que es el primero que lo describió por escrito. El cráter de Lippershey en la luna fue nombrado en su honor. Murió en septiembre de 1619 a la edad de 49 años.
Fuente.
http://www.inventionofthetelescope.eu/ http://es.wikipedia.org/wiki/Hans_Lippershey
