Enrique de la Rosa

Plantilla:Personaje históricoEnrique de la Rosa Pérez. Revolucionario cubano. Miembro activo del Movimiento 26 de Julio en el municipio de Campechuela, Granma, ocupó el cargo de las finanzas dentro de la mencionada organización revolucionaria. Fue asesinado por el grupo paramilitar y gansteril conocido como Tigres de Masferrer.

Nacimiento.

Enrique de la Rosa Pérez nació en la madrugada del 14 de diciembre de 1937, en la finca El Corojo, barrio de La Gloria, antiguo barrio de San Ramón, término municipal de Campechuela. Hijo de Enrique Rosa Batista y María Rosa Pérez, familia integrada además por los hermanos Belkis, Israel y Pancho, siendo el mayor de éstos.
Los tiempos en que le toco vivir estaba caracterizado por una situación económica difícil, heredada de la neocolonia y los problemas sociales agudos y sin posibilidades de darle solución; el campesino no era dueño de la tierra por tanto entre más trabajaba más miseria tenía. La falta de médico y de instalaciones de ese tipo traía como consecuencia que murieran niños que contraían enfermedades curables y para resolver esa situación tenían que ir a los poblados más cercanos y no había dinero para pagar, por lo que la vida en la zona rural se hacía extremadamente difícil.

Su niñez

Sus primeros años de vida transcurren en ese ambiente, que hicieron que este joven fuera adquiriendo un fuerte carácter y se sintiera inconforme con la sociedad que le toco vivir.
No obstante estos inconvenientes y vicisitudes, recibió una esmerada educación, sustentada en el respeto y el amor al prójimo, la honestidad y la laboriosidad, así como un alto sentido de justicia, como era costumbre en las familias campesinas.
Cursó sus primeros grados en una escuelita rural del barrio El Porvenir y en San Antonio, donde los maestros eran más los días que no asistían a clase que los que iban. Estos años de estudios en estas dos escuelas rurales los vivió en condiciones muy difíciles debido al mal estado de los caminos, el fango y la enorme distancia que debía recorrer diariamente entre la casa y la escuela.

Estas circunstancias motivaron a sus padres y demás miembros de la familia a trasladarse para el poblado de Campechuela, con el propósito de mejorar las condiciones de vida y acercar a los hijos a la escuela.

Su adolescencia

Pronto se percibieron en él cualidades sumamente humanas, con buena instrucción producto la esmerada educación de sus padres, poseía una facilidad de palabra poco común entre los jóvenes de la época, su origen humilde siempre lo manifestaba sin pensarlo, pues le gustaba ayudar a los que nada poseían.

Desde su adolescencia fue muy rebelde ante las atrocidades que cometían los esbirros de la tiranía en la zona

Una vez establecido en Campechuela junto a su familia, residiendo en la calle Agramonte, esquina a 27 de noviembre, Enrique Rosa Pérez matricula en una de las escuelas privadas existentes, y que era dirigida por la doctora en Pedagogía Zoila Alarcón, una maestra de piel negra, carácter afable y elevada cultura, que no simpatizaba con el gobierno imperante, por lo que profesaba ideas patrióticas y con cierta sutiliza exhortaba a la lucha.

Era la época de los gobiernos auténticos, caracterizados por una política entreguista, de sumisión al imperialismo norteamericano, por la corrupción administrativa, la ilegalización de los partidos políticos, organizaciones obreras y persecución de los líderes sindicales y revolucionarios.

Fuente

  • Archivos históricos del Museo Municipal.