Auriga de Delfos
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Auriga de Delfos es la denominación historiográfica de una escultura griega del denominado estilo severo (transición entre la escultura arcaica y la clásica).
Historia
En 1896 se descubrió esta majestuosa escultura; gracias a un desprendimiento en las excavaciones de los franceses en Delfos; para realizar las excavaciones se tuvo que trasladar en principio todo un pueblo que se encontraba encima: Castri, aunque acabó siendo borrado del mapa, en dichas excavaciones se hallaron el auriga y fragmentos de la cuadriga (dos patas traseras de alguno de los cuatro caballos, el brazo del tirano de Gela y algunas partes del carro). Actualmente se encuentra en el Museo Arqueológico de Delfos.
Descripción
El Auriga de Delfos es uno de los pocos broces griegos conservados. La escultura, realizada por medio de la técnica de la cera perdida, se fundió en piezas separadas. Del grupo original, compuesto por un carro tirado por cuatro caballos, el guerrero u oferente y un mozo de cuadra, sólo se conserva íntegra la figura del auriga. Elementos como la marcada frontalidad que caracterizó a las esculturas arcaicas exentas, especialmente en los primeros tiempos, tiende aquí a desaparecer gracias a la introducción de matices que dotan a la figura de una mayor tridimensionalidad: los pies se sitúan oblicuamente respecto al cuerpo, el cual acentúa levemente la torsión lateral, de acuerdo con los brazos y cabeza; esta torsión se manifiesta en el juego de los pliegues de la túnica, ceñidos en la cintura y sueltos en el torso, crean un volumen que rompe con el hieratismo propio de épocas pasadas. Este movimiento es, no obstante, mínimo, muy lejos del que realmente podía mostrar un auriga sobre un carro, es decir, no se trata de una obra realista, naturalista o representativa. El rostro está de acuerdo con esa disposición corporal; mantiene un gesto sereno en el que ha desaparecido la sonrisa (propia también del periodo arcaico), para dar paso a una expresión centrada, que destaca en unas facciones geometrizadas, pero con una fuerte "carnosidad" en los elementos propios del rostro. Como en otras esculturas del periodo, aparte del bronce, se han utilizado otros materiales nobles, tanto en los ojos, elaborados con incrustaciones de piedras de color, como en la diadema, que conserva restos de plata. El cobre es el material empleado en los labios, confiriendo una mayor riqueza cromática.
El auriga, con una altura de 1,80 metros, muestra un semblante amable que transmite una sensación de calma y serenidad y los cabellos retenidos por una fina diadema. Está vestido con una larga túnica de pliegues ligeros, sujera a la cintura por un cinturón que divide la túnica en dos partes. La inferior más larga y de pliegues más profundos a medida que desciende hacia los pies. La superior con más movimiento y mostrando volumen en torno al cinturón. Se conservan algunos vestigios de las bridas y de uno de los caballos. El conjunto fue donado por Policelo, tirano de Gela (Sicilia), para conmemorar la victoria de su carro en los Juegos Píticos, y se fecha en torno al año 474 a.C.
Características
- El Auriga de Delfos busca una compensación compositiva a partir del ladeo de la cabeza hacia el lado contrario que el resto del cuerpo.
- Respecto a la expresividad se sigue la idealización del ethos, aunque expresa serenidad.
- El pelo esta dividido por una diadema en dos partes que se trabajan de dos formas distintas, la parte de arriba plano, pegado, sin profundidad y la parte de debajo de la diadema haciendo unos rizos, para significar o evidenciar el tema de la belleza.
- Los ojos son de piedra y cristal, de un color marrón, además tiene pestañas incrustadas. Los labios son gruesos y están compuestos por láminas de plata y cobre.
- Es una escultura exenta de bulto redondo.
- Los pliegues de la ropa no son muy naturales, aunque da un volumen que rompe con épocas pasadas. Dividida por una especie de cinta la parte superior esta más trabajada, más cuidada y es más expresiva que la parte de abajo, esto se debe a que la parte inferior estaría tapada por el carro de caballos que guiaba el auriga.
- En la mano y en los pies, las uñas de cada uno de los dedos o algunas venitas en el empeine de ambos pies que, en cierto modo le dan vida.


