Catarro agudo del Cuajar

Enfermedades del cuajar. Catarro agudo

Son enfermedades que producen alteraciones inflamatorias agudas en la superficie de la mucosa estomacal y una serie de fenómenos morbosos que dependen simplemente de trastornos funcionales de la motilidad y de la secreción de los jugos gástricos.

Definición

Es una afección bastante corriente debida, en general, a la administración de piensos inadecuados, aunque también pueden intervenir de modo primario virus, bacterias coliformes o salmonellas, que originarían una infección aguda. Por lo demás, la ingestión de substancias irritantes (ácidos, álcalis, etc.) o los venenos de ciertas plantas y algunos otros como, los mercuriales, plomo, sales de arsénico, cobre, etc, pueden irritar la mucosa del abomaso.

Cuadro clínico

Entre los síntomas, bastante vagos, predominan la disminución del apetito y la reducción de los movimientos de rumia y de la actividad de los preestómagos. A menudo se ausculta, en la región del cuajar, un ruido como de ronquido o de trueno. Cuando sólo hay abomasitis sin que esté afectado el intestino, no suele haber diarrea. Las heces fecales son algo consistentes y en menor cantidad que en condiciones normales. El pulso está algo incrementado, y la temperatura suele ser normal, aunque se eleva en caso de infecciones. En los enfermos leves, el cuadro permanece estacionario, y los síntomas son muy similares a los de la peritonitis traumática aguda. Los enfermos permanecen en ocasiones tumbados, sin mostrar interés por levantarse, y hacen movimientos como si tuvieran náuseas. Las vacas afectadas de este tipo de gastritis se quejan continuamente, con mayor intensidad que las que sufren accidentes traumáticos de los preestómagos. Cuando la abomasitis es muy grave, se observa una clara sensibilidad dolorosa en la zona de proyección.

Alteraciones anatómicas

La mucosa del cuajar aparece congestionada de erosiones hemorrágicas. A veces hay también tumefacta, particularmente en las regiones fúndica y pilórica. El contenido puede ser normal, aunque con frecuencia es sanguinolento y maloliente. El pH suele ser normal, con clara tendencia a la acidez, aunque raras veces se observan variaciones.

Diagnóstico

Suele ser relativamente fácil, sobre todo cuando la anamnesis proporciona datos suficientes sobre la ingestión de alimentos inadecuados, venenos o substancias irritantes. El pronóstico depende de la causa.

Tratamiento

Como primera medida deben suprimirse los piensos nosivos y mantener a dieta al animal durante 24 horas. Cuando se sospeche que ha podido haber un envenenamiento, se administrarán 50-100 gr. de carbón medicinal mezclado con 400 gr. de sulfato magnésico ; posteriormente resulta eficaz también por vía oral, a razón de 15 gr. 3 veces al día. Si se observa debilidad en el tercio posterior, hay que administrar inyecciones de calcioy una solución de glucosa, así como dejar de ordeñar a la vaca durante 12 ó 24 horas. Como alimento se darán al animal granos triturados en purés o gachas.

Fuente

Libro de ¨Patología y Terapéutica especiales de los animales domésticos¨ Tomo II. Dr. Dr. h. c Rudolf Manninger y Dr. Joanes Mócssy.