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Plantilla:ReferenciaChakra. Mediante los ejercicios, respiraciones, posturas, autolimpiezas y relajaciones de esta disciplina india, no sólo se aumenta el bienestar, sino que pueden prevenirse o tratarse desde el estrés, la anemia y la ansiedad, hasta el asma, el catarro, las cefaleas, el estreñimiento, las varices o la hipertensión. El yoga no sólo es un método para la autorrealización y el mejoramiento personal, también es una medicina natural, que sirve para tratar y prevenir trastornos orgánicos, psicológicos y psicosomáticos.

Reseña

El yoga no sólo es un método para la autorrealización y el mejoramiento personal, como es

su objetivo principal; también es una medicina natural, ya que su variante Hatha, el denominado yoga físico, sirve para tratar y prevenir trastornos orgánicos, psicológicos y psicosomáticos, y para aumentar la salud y la calidad de vida.

En Oriente, el yoga se practica como un modo de llegar al máximo grado de realización espiritual y llega a ser una auténtica forma y filosofía de vida que guía todos los actos, actitudes y pensamientos de la persona, pero también puede servir simplemente para combatir el estrés, mejorar la salud o aumentar el bienestar. Muchas posturas y técnicas del Hatha yoga, que ayudan a controlar y sanar el cuerpo y la mente, se basan en los principios fisiológicos del ayurveda, la medicina tradicional india, y pueden aplicarse, tomando clases con un experto o en la propia casa.

Según los expertos, el primer paso para aprovechar el yoga consiste en asimilar el viejo adagio indio según el cual "más vale un gramo de práctica que toneladas de teoría". El segundo paso consiste en poner a trabajar cuanto antes el cuerpo, la mente y la respiración, "porque el yoga es, sobre y ante todo, práctica".

En un sentido amplio el yoga, que en idioma sánscrito significa “unión”, es un conjunto de prácticas físicas, intelectuales y respiratorias, acompañadas de normas filosóficas y de estilo de vida, destinadas a restablecer el equilibrio vital del organismo, desde los puntos de vista físico, mental y espiritual, y a lograr la realización personal.

Medicina de las escrituras sagradas

El yoga se origina en los antiguos "vedas" o "upanishads", las escrituras sagradas de los hindúes que expresan enseñanzas, reglas de conducta, percepciones filosóficas y técnicas para acceder a estados de conciencia superior.

También hunde sus raíces en la antiquísima medicina tradicional india, el Ayurveda, y asimila técnicas del misticismo tántrico.

Aunque su concepción actual proviene de los escritos del místico indio Patanjali, que estructuró y compiló las enseñanzas previas del yoga, en el siglo III antes de Cristo, en sus escritos "Yoga sutra".

Para algunos estudiosos el objetivo del yoga es "un estado mental que es un fin en sí mismo", para otros "un movimiento que nos ayuda desde a tocarnos los dedos de los pies hasta conectar con Dios".

Según distintos expertos es "un aprendizaje destinado a serenar la mente y dominarla", "una forma de centrarse, aumentar la conciencia, y la seguridad en uno".

La practica regular del Hatha yoga ayuda a la persona a que se sienta mejor, más fuerte, más equilibrada y flexible, y a restaurar y mantener su buena salud y bienestar.

El yoga, que parte de la idea de que el cuerpo y la respiración están muy relacionados con la mente, se basa en ejercicios de control respiratorio y mantenimiento de una serie de posturas estáticas, combinados con distintas técnicas de pensamiento positivo, relajación, desintoxicación y meditación.

La variedad que se emplea con mayor frecuencia en los países occidentales es el Hatha yoga, que combina posturas físicas, el control de la respiración y técnicas de relajación. En Occidente también ha surgido la yogoterapia, consistente en la aplicación terapéutica del yoga, bien con fines preventivos o curativos.

Beneficios a la mente y el cuerpo

Este método beneficia la salud física, mental y emocional de distintas maneras. Por ejemplo, la conexión del yo con el entorno y el universo, y la experiencia de nuevos estados de conciencia a la que conduce la práctica del yoga, permite entender la vida desde un punto de vista más armónico, y ayuda a un mejor conocimiento de uno mismo. Distintos estudios indican que las relajaciones y respiraciones yóguicas, aumentan la energía mental, la actitud positiva y reducen los niveles de estrés. También reequilibra las emociones y mejora la concentración y el rendimiento intelectual.

Las técnicas yóguicas se emplean combinadas, en yogoterapia, para prevenir, combatir o aliviar desde la anemia, la ansiedad, estrés y el asma, hasta los catarros crónicos, las cefaleas, la diabetes y el estreñimiento, pasando por la gastritis, la hipertensión, las adicciones, el lumbago, las varices, las enfermedades hepáticas, los gases intestinales y la indigestión.

Además, el Hatha yoga mejora la tolerancia al ejercicio, aumenta la vitalidad y flexibilidad física, así como la resistencia y fortaleza muscular, ósea y articular, mejora la oxigenación sanguínea, la función intestinal, la protección inmunológica, la actividad sexual, y el metabolismo de los lípidos y el colesterol.

Quienes practican yoga con regularidad suelen seguir un estilo de vida más sano. Al estar más relajados, no sienten necesidad de fumar ni beber alcohol, y al tomar más conciencia de su cuerpo, optan por seguir una dieta más ligera y fácil de digerir, con alimentos más saludables y vegetales.

Herramientas de la armonía

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Una de las principales técnicas del yoga, surgidas del Ayurveda, son el “Pranayama”, una serie de técnicas respiratorias, correspondientes a cada uno de los canales que recorren distintas regiones del cuerpo y a través de los cuales se vehiculiza la energía natural en el ser humano.

También se emplean “asanas”, una serie de movimientos y posturas entrelazados por la respiración, afines a los distintos elementos como la tierra, el agua, el fuego, el aire y el éter, así como “mantras”, consistentes en repetir unos sonidos capaces de alterar los centros de energía del organismo, denominados “chakras”, y los estados de conciencia.

Otras técnicas utilizadas son los “kriyas”, unos métodos muy elaborados para limpiar las vísceras internas y los órganos de los sentidos, desde el cerebro a los intestinos, los “bandas”, o contracciones de las glándulas o plexos, que ejercen un efecto positivo en la musculatura abdominal.

El “pratyahara”, consistente en dirigir y focalizar la atención de todos los sentidos hacia el interior, como un medio de ayuda psicológica, y el “dhyana”, un tipo de meditación profunda que consiste en eliminar las continuas olas de pensamiento, son otras técnicas yóguicas clave.

Fuentes